Troyes (según The Black Meeple)

Como estoy vacacional aún (aunque ya me queda poco), ando algo vago en la Isla, así que como la inspiración no me viene y he empezado a recuperar algunos discos de este año que tenía olvidados os dejaré hoy con la reseña que hizo mi hermano, The Black Meeple, del juegaco Troyes que por cierto apareció en http://theblackmeeple.blogspot.com/ un 26 de noviembre del 2010. Os dejo con él, pues yo no lo podría hacer mejor.

Diseñador: Xavier Georges, Sébastien Dujardin, Alain Orban
Editado por: Pearl Games
Año de Publicación: 2010
Número de Jugadores: 2 a 4
Duración Aproximada: 90 minutos
Categoría: Colocación de trabajadores, Dados, Edad Media
Dependencia del idioma: ninguna


Como ya sabéis los lectores de este humilde blog, Mr. Meeple no pudo escaparse a Essen.

Y no pudo ir porque la Sra. Meeple fruncía el ceño cada vez que la Ficha Negra le insinuaba una escapada a tierras teutónicas. Al final y de tanto insistir la Sra. Meeple soltó un “haz lo que quieras” y ya sabéis que cuando una mujer dice “haz lo que quieras” en realidad quiere decir “Tú mismo: voy a estar de morros una temporada y olvídate del sexo en un par de meses”.

Así que puestos a elegir entre un cargamento de juegos y mantener una vida sexual aceptable preferí... ambas cosas. No fui a Essen pero les hice a Pepe y Silvia unos encarguitos que muy amablemente me trajeron a Barcelona.

Entre todos los juegos encargados el único que me interesaba desesperadamente era Troyes, el primer juego de la editora belga Pearl Games.
Me interesaba tanto porque era el nuevo diseño de Xavier Georges, autor de mi amado Carson City, porque la mecánica de colocación de trabajadores es la favorita del Sr. Meeple, porque sólo había leído cosas buenas del juego, y porque la portada me parecía tremendamente atractiva.

Unas cuantas semanas y bastantes partidas después ya estoy en condiciones de hacer una reseña como se merece este juego.

Vamos allá.

Material


La calidad de los componentes del juego es estupenda. Lo más destacable es para mí el diseño y las ilustraciones de Alexandre Roche, mismo ilustrador de Carson City, pero aquí con un estilo completamente diferente.

Las ilustraciones del tablero, la portada y las cartas de acción ambientan el juego y, aunque a muchos no les gustarán, a Mr. Meeple le encantan.

Temática

Este Troyes (pronunciado “Trua” en la lengua de Bonaparte) trata del desarrollo y supervivencia de la ciudad medieval francesa, tema manido hasta más no poder, pero que tampoco le va mal al juego. Aceptamos pulpo.

Vamos, que este Troyes no es un juego temático como lo es el Carson, pero podemos decir que el tema tampoco está “pegado” sin más.

Mecánica

La mecánica del juego es la de colocación de trabajadores. Los jugadores colocan sus meeples en una de las casillas disponibles: agricultura, edificios principales, cartas de acción, cartas de evento o construcción de la catedral.

Hasta aquí nada nuevo. Lo original del juego es cómo se activan las acciones. Veamos.

Hay tres edificios principales: iglesia (eclesiástico-blanco), ayuntamiento (civil-amarillo) y palacio (militar-rojo).

Al principio de su turno cada jugador dispone de tantos dados como meeples suyos tenga en los edificios principales. Es decir, Pepe tiene un meeple en el palacio (rojo), dos en el ayuntamiento (amarillo) y uno en la iglesia (blanco). Por tanto, tendrá a su disposición un dado rojo, dos amarillos y uno blanco.

Cada jugador tira sus dados al principio de turno y puede utilizarlos posteriormente para activar las diferentes casillas disponibles.

Lo gracioso y realmente original de este juego es que un juego en el que se utilizan 24 dados reduce el efecto azar a cero.

Los jugadores pueden utilizar libremente sus dados y además pueden manipularlos: pagando un punto de influencia puedes tirar de nuevo un dado (y se puede repetir la tirada cuantas veces puedas pagarlo) y pagando cuatro puntos de influencia puedes voltear hasta tres de tus dados (es decir un uno se convierte en un seis, un dos en un cinco, etc.).

Además, los jugadores, en su turno, pueden comprar dados de los demás jugadores. Los dados comprados no pueden manipularse, pero sí jugarse previo pago a su propietario.
El precio de los dados es escalonado. Si compramos un único dado pagaremos 2 deniers a su propietario, si jugamos un grupo de dos dados pagaremos cuatro deniers por cada compra, y si jugamos un grupo de tres dados pagaremos SEIS deniers por cada adquisición.

Desarrollo del juego

Los turnos de cada partida dependen del número de jugadores. En una partida a cuatro jugadores habrá seis turnos (cinco con tres jugadores y cuatro turnos con dos) que se estructuran de la siguiente manera:

1) Mostrar cartas de acción. Las cartas de acción son el equivalente a las casillas (por ejemplo Carson City) o losetas (por ejemplo Caylus) disponibles para ejecutar acciones. Hay nueve cartas de cada color (amarillo, blanco y rojo) y en cada partida sólo se usan al azar tres de cada color. Este uso aleatorio de sólo 9 cartas por partida de las 27 disponibles hace que el juego sea tremendamente rejugable.
Dependiendo de la combinación de cartas que salga, cada partida puede tener un estilo totalmente diferente.


2) Tras mostrar una nueva carta de acción por turno de cada color (en el tercer turno estarán todas disponibles), cada jugador cobra 10 deniers y paga por los meeples que tenga colocados en los edificios principales (1 por meeple en la iglesia y 2 deniers por meeple en el palacio).

3) A continuación cada jugador coge los dados que le correspondan en virtud de los meeples colocados en los edificios, los tira y los coloca en el distrito de la ciudad reservado a ese jugador.

4) Luego se muestran cartas de evento. Son cartas que se pueden eliminar para recibir puntos de influencia y de victoria) y que además aportan una activación negativa en esta fase (un dado negro que hay que eliminar o una penalización para todos los jugadores).


5) Tras mostrar eventos pasamos a las cartas de acciones que como ya hemos dicho consisten en agricultura (conseguir deniers con dados amarillos), colocar un nuevo meeple en edificios principales (comprándolo o reubicando uno ya existente en el tablero. A menudo otro meeple será expulsado del edificio), cartas de acción (colocando un meeple en ellas y activándolas con dados del color indicado), cartas de evento (que eliminaremos activando los dados del color en ellas indicado), construcción de la catedral (con dados blancos) y pasar (para cobrar 2 deniers si aún tienes dados en tu distrito y uno más cada vez que los demás no pasen y te vuelva a tocar).


Puntuación

Una de las cosas que más me gusta de Troyes es que existen múltiples formas de puntuar y, por tanto, multitud de estrategias diferentes para ganar una partida.

Además, como en tantos otros grandes juegos, no es posible ir a una sola estrategia o puntuación, pues si desequilibras demasiado el tema de los puntos acabarás pagando por ello.

El juego da esa estupenda sensación de “escasez” en el sentido de que siempre te falta un denier o un dado para hacer lo que querías hacer, además de ese estado de nervios que provoca el tener una estrategia en marcha y esperar que no te roben ese dado que necesitas sí o sí.

Además de las formas de puntuación “visibles” (puntos negativos por no estar presente en la catedral y puntos obtenidos en las cartas de evento o en las de acción) al principio de la partida cada jugador obtiene en secreto una carta de rol. El personaje obtenido permite obtener a todos los jugadores una serie de puntos si cumple determinados requisitos.


Por ejemplo “Thibaut II” da un punto de victoria si tienes entre 6 y 11 deniers al final de la partida, 3 puntos si tienes entre 12 y 17 deniers, y 6 puntos si tienes 18 o más deniers.

Lo gracioso de estas cartas de personaje es que todos los jugadores puntúan por ellas, no sólo el jugador al que le tocó ese personaje. Eso te obliga a ver qué tendencia tienen los demás jugadores e intentar conseguir puntos de victoria por los roles secretos de los demás jugadores.

Hay 6 cartas de personaje y como máximo cuatro jugadores, por lo que no todos los roles se jugarán en una partida.

Valoración personal

Troyes es un juego es un juego original, con muchas estrategias posibles para conseguir la victoria, profundo y con chicha, pero con una duración de aproximadamente 90 minutos que evita que se haga pesado

La innovación debe destacarse por encima de todo pues, con la cantidad de juegos que salen al mercado, ser original es cada día más difícil. Troyes lo consigue.

Y lo consigue aportando al panorama lúdico un juego de dados sin azar alguno.

Es un juego un poco difícil de explicar al principio pero no muy difícil de jugar una vez se le ha cogido el tranquillo a las mecánicas.

Es además un juego vistoso con componentes de calidad y muy rejugable, cosa que es muy importante para los jugones más frikis de la casa.


Pegas

- Puede provocar analisis-paralisis (para mí no supone una pega, eso quiere decir que hay muchas opciones). Con usar el reloj de arena para Pepe es suficiente.

- Jugador inicial: una de las pocas cosas que veo ligeramente descompensada es que en una partida de cuatro jugadores hay seis turnos, por lo que habrá dos jugadores que serán jugadores iniciales en dos turnos, mientras que otros dos serán jugador inicial sólo una vez.

El primer jugador tiene alo de ventaja y eso lo saben los diseñadores. Por ello, para mermar esa ventaja han inventado el tema de las penalizaciones de las cartas de evento, que funcionan de la siguiente forma.

Muchas cartas de evento llevan impresos uno o dos dados negros.

El jugador inicial coge tantos dados negros como el total de ilustraciones en las cartas de evento. Lanza ese número de dados y en orden de turno, cada jugador debe eliminar uno de los dados con su dado mayor.

Así, el jugador inicial deberá sacrificar su mejor dado para eliminar el mejor dado negro. Y así sucesivamente los demás jugadores con los dados más altos. Cualquier jugador puede eliminar más e un dado y sacrificar los suyos (cada dado eliminado da puntos de influencia que sirven para manipular tus dados y para reclutar nuevos meeples).

La mecánica de los dados negros me parece bien para mitigar un poco la ventaja del jugador inicial, pero creo que no queda resuelto el tema del todo. Ya veremos con más partidas.



En resumen, un juego para jugones muy pero que muy bueno.

De lo mejorcito que he jugado este fantástico año lúdico.

Mr. Meeple ya tiene un Troyes en su ludoteca, pero si vosotros aún no lo tenéis deberíais hacerle un hueco en la estantería y colocarlo en un lugar destacado lo antes posible.

Saludos y a jugar!!!

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