“Burning” y sobretodo “Catch a fire” ambos de 1973 demostraban con rotundidad que los Wailers no eran ningún bluf y que su talento era descomunal e interplanetario pero como en tantas otras historias de exitosos terrícolas el grupo se desquebraja, comienzan a detectarse tensiones relacionadas con el ego y el liderazgo. No ayuda que empiecen a ser reconocidos en todo el planeta, también en la capital mundial de la música, London, gracias al “I shot the sheriff” de Clapton. En 1974 y ya sin la presencia de Tosh y Livingston que hartitos de estar a la sombra de Bob deciden comenzar sus respectivas carreras en solitario, aparece el discazo descomunal “Natty dread” que contenía entre otras joyas la eterna “No woman no cry”. Y Marley con sus “Wailers” se entrega en cuerpo y alma a la gira de promoción del disco que tiene como punto culminante un concierto en el Lyceum Ballroom londinense que quedó plasmado en el vinilarro “Live!” de 1975. Una joya que nadie debería pasar por alto y menos con este solecito y esta época convulsa que nos está tocando vivir. Stand up for you Rights, don’t give up the fight, terrícolas!. Este es todo un directazo, un imprescindible donde encontramos a un Marley tocado por la mano de Dios y eso que aún tenía que facturar su obra cumbre “Exodus” (77). Los “Wailers” tocan mejor que nunca, y Bob, el otro gran Bob de la historia nos muestra su magia desde la inicial “Trenchtown rock”, pasando por la descomunal “Burning and Looting” y “Lively up yourself” hasta llegar a esa "No woman no cry” mítica, sin olvidarnos del “I shot the sheriff” y “Get up stand up” y de una de mis favoritas, esa preciosidad llamada “Kinky reggae” que cierra magníficamente el disco de la versión deluxe pues en la habitual creo que no estaba. Una delicia, un auténtico e imprescindible directazo.


El fin de semana pasado tuve uno de esos días de compras a saldo. Me hice con unos disquitos de esos que me sé de memoria pero incomprensiblemente no tenía en cualquiera de los formatos originales existentes, por descuido, porque eran caros, porque se los llevó mi hermano cuando cada uno tomó su camino, yo que sé. Además acabé por agrandar mi ludoteca con un económico pequeño juego de cartas para dos jugadores llamado “Famiglia” que siempre me había picado la curiosidad pero que nunca me había decidido a catar. Antes de nada decir que la edición pese a sus 7 euros de coste es excelente, el material de muy buena calidad y las ilustraciones de las cartas, para mi gusto, son geniales y pegan mucho y muy bien con el tema. Se puede pedir más por menos? No lo creo.

Hay 60 cartas que podríamos dividir en cuatro grupos/familia/bandas. Rojo/Famiglia que aportan únicamente puntos aunque estos suelen ser más que en el resto de bandas; Amarillo/Brutos que además de darnos puntos tienen la habilidad de bajar el coste del resto de cartas a ostia limpia; Verde/Mercenarios que dan puntos y pueden actuar como comodines para coger otras cartas pues se alían con cualquiera; y Azul/Contables que dan puntos y permiten recuperar cartas a nuestra mano. Cada carta tiene un número del 0 al 4, unos puntos que obtendríamos al coger la carta (en la parte inferior) y una habilidad (en la superior) si es que la tiene.


La mecánica es sencilla. Cada jugador empieza con una carta de cada banda con número 0. Luego del resto de cartas se colocan seis en la mesa, esto recibe el nombre de “la calle”. Entonces empieza el juego. Podemos coger una carta 0 de la calle sin coste. Para el resto necesitamos dos cartas x para conseguir una carta x+1 del mismo color se entiende (o con un mercenario de ayudita) si es que no utilizamos a los Brutos para abaratar costes. Si en la “calle” no hay ceros y no podemos coger nada se puede descartar una carta, al descartarla ponemos en la calle tantas cartas como el número de la carta descartada hasta que salga un 0 o algo que podamos coger. Esto es opcional pues se puede pasar. Entonces una vez metidos en el fregao la cosa es la siguiente. Primero si tenemos “Contables” los jugamos si queremos, recuperando cartas a nuestra mano, luego si tenemos “Brutos” los jugamos y por último cogemos carta. Para jugar una carta habilidad la tenemos que bajar a nuestra zona pero al final se contabilizan tanto los puntos de las cartas de nuestra mano como los de nuestra “zona”. Hay que ir con cuidadito y pensar mucho pues puede que te quedes a media partida sin poder coger una carta, es importante saber cuando descartar para que el rival no coja “golosinas” y por último acertar con la táctica cosa que no es nada fácil. Si queréis practicar en la página de “Yucata” se puede jugar gratuitamente, yo me lo paso pipa aunque aún no gané ni una miserable partida. Este “Famiglia” ha sido una grata sorpresa, seguro que será un juego “top” este veranito encima de la toalla playera. 




Ese beso en el ascensor.... Sí, terrícolas. Aún tengo retenido en mi quijotera el besazo del ascensor de la desde hoy para mí mítica "Drive". No sé si lo que el otro día pude ver fue un film románticamente violento o violentamente romántico, aún no lo tengo claro. De lo que sí estoy seguro es que me pareció un pelicularro de los que ya no se estilan. Qué gusto reconciliarse de este modo con el cine. Al parecer, este film de Nicolas Windin Refn al que seguramente conocían en su casa a la hora de comer porque desde luego en la galaxia no se tenían noticias del individuo en cuestión estuvo nominada a tropecientos premios llevándose uno o ninguno de los importantes pero eso da igual. Los premios son premios y normalmente no se los lleva el que debiese. Lo que realmente importa es con qué buen gusto de boca te deja el tipo al finalizar el film, oh!, qué placer volver a sentir "eso". La verdad es que el guión es cojonudo, simple pero efectivo, vuelve el "hombre", vuelve un papel de esos que se llevaban en los setenta, mejor de Clint que de Bronson claro. Al fin y al cabo ese tipo duro que parece de acero pero que en realidad tiene un gran corazón, presenta un sentido del deber y la justicia de la ostia. Ahora, no se trata de cabrear al tipo porque te revienta la cabeza a patadas. Literalmente. El casting es la leche, no creo que nadie hubiese podido encarnar mejor al “conductor” que Ryan Gosling que desde luego me dejó con la boca abierta con su actuación muy alejada de la de muchachito guaperas de las insufribles películas romanticonas de media tarde o el de las comedias tontunas que no malas como "Lars y una chica de verdad". El tipo lo borda y me convence, la prueba definitiva de lo que digo es el palillo que llevo en la boca día y noche en su honor. En cuanto al resto de intérpretes... Lujazo es poco: Carey Mulligan, Albert Brooks, Ron Pearlman, Brian Cranston, Christina Hendriks... Ostias. Muy bien el casting. Lo único que da repelús, bueno a mí, son las letras del principio con ese rosa neón y esa música que remite a los abominables ochenta pero queda muy cañí y muy bien puesto las cosas como son. No pondré la sinopsis porque a estas alturas todo el mundo sabe ya de que va, pero aunque empiece modosita y se tome su tiempo cosa que creo que debía hacerse para entender al personaje y los motivos que le llevan a verse en un follón del que no sabe como se ha metido, acaba en una espiral de violencia que para si la quisiera Tarantino. La violencia en el film es abrumadora y exquisita pero ese beso en el ascensor..., ese beso...


El 16 de septiembre de 1946 nació en Stepney (Londres) Keneth Thomas Jones. Un buen tipo. Un músico de perfil bajo. Un batería en la sombra siempre tapado por los monstruos con los que colaboró. Para que os hagáis una idea el bueno de Kenney fue batería de los Small Faces, de los Faces y de los Who al morir Keith Moon aunque el amigo Daltrey siempre estuvo en su contra pero ese es otro tema. Lane y Marriott formaron más o menos por 1965 a los Small Faces y a pesar de que el grupo son ellos sin los otros dos pájaros, McLagan y Jones, no entenderíamos bien el sentido de la banda. Los mods auténticos. Jones no asomaba la cabeza pues Marriott partía el bacalao y no había quién le tosiera, bueno sí, Lane. Después de tres años grandiosos llenos de singles inolvidables y de discazos como “Odgen’s nut gone flake” por poner un ejemplo Marriott se cansa del asunto y hace la guerra por su parte con los Humble Pie mientras Lane junto a Jones y McLagan fichan a Ronnie y Rod para formar los Faces. Esencia setentera, esencial y descomunal banda. Rod brilla demasiado y la cosa acaba en carrera en solitario y con Wood en los Stones. En los Who muere Moon, y Townshend, buen amigo de los Faces, convence a Jones de grabar con ellos “Face Dances” y “It’s Hard”. Claro, Jones no es Moon. Y los Who ya no eran los Who. Demasiados egos enfrentados, demasiado desgaste, demasiado de todo. Uno centrado en el cine, otro en su carrera en solitario, y el tipo de traje de esqueleto seguía enganchado a sus drogas en silencio. Jones siguió trabajando, lógicamente, pero no en primera línea. En 2002 junto a Paul Rodgers firman como “The Law” el prescindible disco del mismo nombre aunque para ser justos había dos o tres composiciones excelentes mejor cantadas si cabe por Rodgers. Y si no me equivoco en 2005 apareció un disco suyo junto a “The Jones Gang” con gente de Bad Company llamado “Any day now” que he respescado estos días y no está nada mal. Desde entonces no sé nada de él, le he perdido la pista. Donde te has metido Kenney? A qué dedicas el tiempo libre?
SMALL FACES
THERE ARE BUT FOUR SMALL FACES (1968)
ITCHYCOO PARK



He de reconocer con cierto pudor que no tenía ni puñetera idea de quién era Bap Kennedy. Ya lo sé, ya sé que no tengo perdón pero coñe, un marcianito que como quién dice hace nada llegó a este planeta de pandereta no puede conocer todos sus entresijos ni sus tesoros escondidos. Lo intento, pero no me dan más las dos neuronas que me quedan. Me acuerdo que Manel desde su corazón de rock'n'roll habló del señor Kennedy pero a pesar de que el post era cojonudo (lo confirmo pues lo he vuelto a leer), que contaba maravillas de su nuevo disco con aires celtas, que recordaba un disco de Bap imprescindible llamado “Domestic blues” (1998) que según él debe ser santo y seña de quienes disfrutamos con el country-rock (estoy en ello), y que nombraba a gente como Van Morrison, Steve Earle y Shane McGowan como amigos, seguidores y colaboradores de Bap (hay edición deluxe del disco con canciones con gente de ese pelaje) yo pasé de todo, me olvidé, qué sé yo, estaría escuchando otras historias. Cateto!. Pues eso, que no fue hasta que Chals en su Route habló de Bap Kennedy que no me acordé de lo que contó Manel en su momento. Até cabos y entonces, con estos dos señores recomendando el asunto no pude mirar hacia otro lado y me hice con esa joyita que lleva por título “The Sailor's revenge” a pesar que el aburrido y soso Mark Knopfler estaba detrás del asunto.



Bap Kennedy - “The Sailor's revenge” (2012): 01.- Shimnavale/ 02.- Not A Day Goes By/ 03.- Jimmy Sanchez/ 04.- Lonely No More/ 05.- The Right Stuff/ 06.- Maybe I Will/ 07.- Please Return To Jesus/ 08.- The Sailor's Revenge/ 09.- Working Man/ 10.- The Beauty Of You/ 11.- Celtic Sea.

No soy seguidor de Knopfler. De nunca. No niego su docena de composiciones exquisitas y memorables. No reniego de algún que otro disco suyo que me sé de carrerilla y menos de lo bueno que era aquel “Alchemist” pero leñe, el tipo con los años aburre que ni os cuento. Pero para ser sincero creo que hizo un buen trabajo como productor, guitarrista (toca creo en siete temas) y segundas voces, y además me parece que los músicos que acompañan a Kennedy son los que lo hacen habitualmente con el señor Knopfler. Y saber tocar, saben un rato. Pero aquí lo importante es el discarro que se ha sacado de la manga Bap. El disco a pelo es cojonudo y si le añadimos el disco extra de la edición de lujo ya ni os cuento. Esa edición es la que me compraré lo antes posible. La venganza del marinero comienza con una delicia celta que responde al nombre de “Shimnavale”. Si escuchas esta tonadilla y no se te eriza el bello tal vez no seas de este planeta, tal vez carezcas de alma y por supuesto en vez de corazón puede que tengas un boniato, coge hora para hacerte un chequeo. Qué maravilla de canción! Qué cosa más bonita!!! Si es que te dan ganas de izar las velas e ir a descubrir mundo. Esto es pura magia celta.  Y luego te remata con la embriagadora “Not a day goes by”, con ese toque de trobador irish. Me encanta. Para rematar el buen inicio de disco hay esa joyita llamada “Jimmy Sánchez” dedicada a uno de aquellos mineros chilenos. Una cancionaca inolvidable y me atrevo a decir que indispensable en este 2012. Luego el disco sin bajar de calidad sigue por los mismos derroteros. Guitarritas folki, flautas, violines, humedad, calor cerca de la lumbre, belleza, mucha belleza y por supuesto grandes canciones como “Maybe I will”, “Please return to Jesus”, “Working man”, “Celtic sea” que cierra el álbum o la canción que da nombre al disco. De todas ellas me quedo con “Working man” que me derrite toa pero como digo Bap no baja la calidad en ningún segundo de este discazo que estoy disfrutando a lo grande y que seguro que será uno de mis favoritos este año. 

Ayer finalizó la primera (y última?) encuesta en la Isla Nikochiana. Ayer acabó el sondeo terrestre para saber cuales eran los mejores trabajos del Modfather en solitario y la verdad es que no hubo demasiadas sorpresas. El pastel se lo repartieron sus dos grandes obras como era de esperar y finalmente “Stanley road” recuperó la posición que aquí el marcianito le había quitado por tenerlo arrinconado y olvidado en la estantería a favor de otras (grandes) obras suyas. Os dejo con los resultados y muchas gracias por haber participado. Saludos terrícolas!!!

1.- Wildwood (1993)
2.- 22 Dreams (2008)
3.- Stanley Road (1995)
4.- Illumination (2002)
5.- Paul Weller (1992)
6.- Heavy Soul (1997)
7.- Wake Up The Nation (2010)
8.- Heliocentric (2000)
9.- As is now (2005)
10.- Sonik Kicks (2012)

Bob Dylan – “Nashville Skyline” (1969): 01.- Girl From The North Country (With Johnny Cash)/ 02.- Nashville Skyline Rag/ 03.- To Be Alone With You/ 04.- I Threw It All Away/ 05.- Peggy Day/ 06.- Lay Lady Lay/ 07.- One More Night/ 08.- Tell Me That It Isnt True/ 09.- Country Pie/ 10.- Tonight Ill Be Staying Here With You.

Algunos terrícolas llaman a “Nashville Skyline” obra menor pero en la galaxia se le conoce como la puta gran obra maestra menor de Bob. Sí. A mí este disco me derrite y me hace feliz. Siempre que lo escucho acabo con una sonrisilla idiota en la cara. Es simplemente genial. Dylan venía de donde venía, del endiosamiento por parte de crítica y público, y de entregar tres de sus grandes obras: “Bringing it all back home”, “Highway 61 revisited” y por supuesto “Blonde on blonde”, antes claro de aislarse en Nashville para entregarnos esta joyita de la que hoy quería hablaros parió otra rareza imprescindible y cien por cien reivindicable como es “John Wesley Harding” pero ese es otro tema, otro disco que hoy desgraciadamente no toca. Hoy toca hablar del disco country de Bob, de ese estado de felicidad y pasotismo que decidió tomar por estar agotado o porque le salió del badajo, quién sabe, con los genios nunca se sabe. También es el álbum donde escuchamos a Dylan sin la pinza en la nariz. Él lo atribuyó a que había dejado de fumar pero esa voz no sale así por dejar el tabaco, no señor, además hay grabaciones más antiguas donde ya escuchamos este registro vocal. Qué registro? Coño, pues el de la canción memorable de este “Nashville Skyline”, sí, esa “Lay lady lay” que es una puta obra maestra. Debería haber estado en el film “Midnight cowboy” pero no, al final Bob se durmió en los laureles y no entró. También será recordado el disco por abrir con un dueto con Johnny Cash que andaba también por Nashville pues estaba liado con aquel “Hello, I’m Johnny Cash”, otra puta maravilla, “menor”?!... Pues eso, el disco abre con “Girl from the north country”, con Johnny y con Bob, disfrutando, gustándose, gustándonos. Y sólo con eso ya te puedes comprar el disco y dar con un canto en los dientes. Claro que además de esto y de “Lay lady lay” hay auténticas maravillas como la instrumental “Nashville skyline rag”, o las countrescas “Peggy day”, “One more night” y “Country pie” que son una puta delicia. Ah! Y no querría yo dejarme dos de las mejores composiciones del álbum, hablo de “I threw it all away” y “Tonight I’ll be staying here with you” que cierra fantásticamente el disco. Obra menor? Es que Dylan tiene obras menores? No sé yo, puede que en los ochenta, con aquellas producciones de hombreras y rimmel puede que entregase alguna que otra regulería, de los ochenta no escapó nadie, ni Bob, aunque los genios se vuelven a levantar y el final de los noventa y el nuevo siglo trajeron a un Dylan sabio, arrugado y con un buen gusto acojonante, pero ese es otro tema que da para mucho. Terrícolas, pueden llamar a “Nashville Skyline” obra menor, capricho country, disco oculto o el álbum de la voz rara de Bob. Da igual. Esto es un discarro de tomo y lomo. Todo un clásico, un gran e imprescindible clásico nikochiano. 


Llevaba demasiado tiempo en mi carpeta de “pendientes”. Demasiado tiempo llevaba en espera el ver a Idris Elba luciéndose interpretando a ese detective problemático y con problemas que responde al nombre de John Luther. La noche de ayer me deparó una cita con la miniserie británica de la BBC y qué queréis que os diga? Otra vez me voy a dormir más contento que unas castañuelas. Joder, de nuevo serie británica es sinónimo de buenísima calidad. Más bien, miniserie, perdón. Ejemplos de eso hay muchos últimamente y eso es una alegría para todos. Idris Elba borda un papel para el lucimiento absoluto, un personaje que se lleva toda la gloria pero también que mantiene la serie a flote. Claro que con un guión tan cojonudo, un plantel de actores fantástico y unos diálogos tan inteligentes la cosa parece más fácil, pero no lo es. Seis episodios conforman la primera temporada de Luther, sí, sólo seis. La segunda que ya terminó de emitirse en las islas británicas consta de cuatro, y ya se ha confirmado que llegará una tercera. Temporadas cortas pero intensas y de impecable factura. Prefiero eso que refritos yankis de veinte episodios sin chicha ni limoná. De momento Luther me da lo que necesito y más. Ganitas tengo de acabar la temporada y comenzar con la segunda. Un lujo que nadie debería perderse y Elba está que se sale, por fin un personaje que hará sombra al mítico Stringer Bell. Ostias! 

PAUL WELLER
SONIK KICKS (2012)
THAT DANGEROUS AGE

Hoy cumple años mi querida marcianita. Mi amiga. Mi compañera de fatigas en nuestra estancia en la Tierra. Mi amor. Mi gran amor. Hoy cumple una burrada de años y es que nos hacemos mayores. Este planeta es un asco. En nuestro planeta natal no envejecemos, en cambio aquí, el deterioro es constante y progresivo. De todas maneras ella madura con elegancia y clase, la arruga es bella como diría aquel, no como yo que cada día estoy peor de lo mío aunque estando a su lado todo me parece mejor. No entendería esta perra vida sin ella y sin nuestra pequeñaza. Qué dos cosas más bonicas!. Pues nada, sólo quería desearle un buen día en este lugar de escape de la cruda realidad que es la Isla Nikochiana, mi refugio, mi ShangriLa particular. Para empezar bien el día quiero dedicarle uno de nuestros temas, uno de esos que ha sido importante en nuestra relación y que tendría cabida en una hipotética banda sonora de nuestras vidas. Feliz cumpleaños!!!


Como ya sabréis queridos terrícolas de Paul Weller me gusta todo, hasta sus andares. Me gustan todas sus épocas y cada cierto tiempo cambio como de chaqueta de disco suyo favorito. Me alucina The Jam, banda que en mi modesta opinión no ha sido del todo bien tratada y siempre aparecen como actores secundarios de aquella escena a la que en realidad nunca pertenecieron. De todas maneras el legado que dejó el trío de Woking es de “traca i mocador”. Virgen Santa qué escándalo!!! Y qué deliciosa evolución la de Weller, del punki clashero a los sonidos negroides para transformarse en el Modfather. Un impresionante catálogo de hits que puede dejar con el culo al aire a cualquier estrella de ayer, de hoy y de mañana. Acepto que algunos puedan darle cera por su aventura en Style Council aunque no lo entiendo pues particularmente me enloquece, supongo que aquellos que reniegan son grandes fans de The Jam que no entendieron ese necesario y caprichoso paso hacia atrás para dar luego dos para delante. Lo que no acepto es que se dude de la calidad del proyecto. Eran cojonudas tanto su propuesta como sus canciones. Claro que dejó las botas y la chupa a un lado y se puso el traje de etiqueta y eso algunos no pudieron soportarlo. Pero cuando, en mi modesta opinión, Weller explota realmente como artista que está por encima del bien y del mal es en el momento que escoge emprender su carrera en solitario. Paul Weller con su disco homónimo de 1992 dejó al personal patidifuso, menudo discarro!: “Uh-Huh Oh Yeah”, “Above the clouds”, “Clues”, “Into tomorrow”, “Amongs butterflies”... Ostias, qué tremendo.

Claro que luego llegó su gran obra, esa que le encumbra al Olimpo de los Dioses músicos. “Wild wood” (1993) es un “classic album”, un puto clásico nikochiano, una obra maestra de los noventa que remató con el “Live wood” (94) que es la repera. Pero qué cojones, cuando alguien hace una canción como “Wild wood” ya puede morirse tranquilo. Lo tiene todo. Es una de mis favoritas de todos los tiempos. El resto del disco es de lujo, de traca, de escándalo, simplemente espectacular. Desde los hitazos como “Sunflower”, “Can you heal us”, “Wilwood”, “All the pictures on the wall”, “Has my fire really gone out?”, “5th season”, “The weaver”, “Moon on your piyamas”... , hasta esas piezas instrumentales que son cojonudas y quitan el hipo. Es decir, casi pongo todas las canciones del álbum. Es un discazo terrícolas qué más se puede decir? El caso es que Weller encadena un par de discos notabilísimos que no excelentes que son “Stanley road” (95) y “Heavy soul” (97) aunque después de la avalancha de apoyo a “Stanley” y de repasarlo sin cesar esta semana he de reconocer que no me acordaba bien lo bueno que era, tremendo, es un despiporre. Será el tercero en discordia?. Pues eso, la crítica piensa que está de bajón y ya le están dando cera, por eso se aparta un poquitín, ayuda a los Ocean Colour Scene, lleva de la manita a los Oasis y saca un concierto cojonudo, ese “Days of speed” (2001) para coger carrerilla y parir un disco sobresaliente tras otro. “Heliocentric” (2000), “Illumination” (2002) y “As is now” (2005) forman la tripleta mortífera (discos de versiones a parte). Tres nueves y medios como tres soles que ponen el listón muy pero que muy alto. Lógicamente lo supera con el que tal vez es su mejor disco. “22 dreams” (2008) es para mi gusto su mejor y más lograda colección de canciones. Lo tiene todo y más. Cambios en la familia, unos que se van y otros que llegan. Entonces hace las paces con los Jam y entrega un disco más directo, fresco y guitarrero como es “Wake up the nation” (2010) que gana a cada escucha y que define muy bien donde está Weller. Y cuando pensábamos que iba hacia una dirección él nos sorprende con “Sonik kicks”, un arriesgado trabajo para un tipo de 55 años que no tiene nada que demostrar. Os digo ya, antes de destripar el disco que el Modfather sale victorioso one more time, o no, o sí, tal vez... puede, de momento sí pero no sé yo si acabará cogiendo polvo.


Paul Weller - “Sonik Kicks” (2012): 01.- Green/ 02.- The Attic/ 03.- Kling I Klang/ 04.- Sleep Of The Serene/ 05.- By The Waters/ 06.- That Dangerous Age/ 07.-Study In Blue/08.- Dragonfly/ 09.- When Your Garden's Overgrown/ 10.- Around The Lake/ 11.- Twilight/ 12.- Drifters/ 13.- Paperchase/ 14.- Be Happy Children .

El primer single me dejó frío. Helado. Destrempado. No. No me lo podía creer. No me gustaba. Mierda!. Mi señora, que es sabia y una santa, me dijo: “esto es una mierda, a mi me gusta como en el “Days of Speed”. Toma, y a mi. Pero yo que soy cabezón me esperé a tener el disco. Me hago con él gracias a Savoy Truffle y no tardo ni diez segundos en darle al play. Coño. Qué es esto? “Green” me deja raro raro. Es una mezcla de Blur y ese Bowie berlinés. Y mi Modfather? Donde dejaste la Lambretta Paul? Pero después de bastantes escuchas comienzo a cogerle el gustillo y ahora “Green” me vuelve loco. Me ha engatusado Weller otra vez, no sólo con la canción que abre su último disco sino con todo lo que hay en él. Vaya guitarrazas!!! Greeeeeeen, greeeeeeen, greeeeen!!!! Qué moderné! La verdad es que si los arreglos fuesen otros, más clásicos, entraría todo mejor. Eso se ve en “The attic”, un clásico wellero disfrazado de modernismo. Esos arreglos… Pero me gusta oigan! Y “Kling I klang” me parece la releche en verso. Una vez le has tomado el pulso a la nueva entrega del Modfather sólo cabe entregarse a él en cuerpo y alma, y “Kling I klang” te permite eso y más. Hazme tuyo Paul!!! “Sleep of the serene” se le puede atragantar a más de uno por los ruiditos y esas cosas, no diré que no y posiblemente si no estuviese tampoco la echaríamos de menos, la cosas como son pues es una instrumental sin chicha ni limoná. Otra cosa es “By the waters” que es simplemente cojonuda, eso tocado en directo con la acústica puede derretir a más de un terrícola y el chupinazo pop de “That dangerous age” ya no digo, qué estribillo más popi, qué delicia, no puedo parar de tararearla. La cosa es que van pasando las canciones y cada vez me gusta más este “Sonik kicks”.


“Study in blue” me encanta, esa entrada instrumental, la voz de la fémina (creo que es su hija) y como se acelera para luego llevarnos a la calma total. Lujazo. Entre medio de los dos singles lanzados que no son otros que “Dragonfly” y “Around the lake” hay una cancionaca de la ostia llamada “When your’s garden overgrown” que es puro Weller, pura dinamita. Los singles, pues eso, creo que se ha equivocado entregando esas dos canciones primero. Son muy buenas canciones, poderosas tonadillas rocanroleras pero con ese toque a  moderno que os comentaba que a algún que otro mod se le indigestará. Y entrando ya en la parte final del disco tengo que destacar sobretodo las dos canciones que cierran el álbum “Paper Chase” y “Be happy children” que me dejan con un gran sabor de boca. Este “Sonik Kicks” no es su mejor disco, tampoco el peor. Es un disco notable con grandes momentos, con invitados de lujo como Noel Gallagher y Graham Coxon, con canciones cojonudas y unos arreglos modernos que no hacían falta pero que cualquiera le tose a Weller y le dice que los cambie. La cosa es que sin el disfraz electrónico todo hubiese sido mejor, pero así se ha quedado y aunque cueste entrar en el disco una vez dentro te devora. Weller lo ha vuelto a lograr, las cosas como son. 

Debido a la polémica que ha provocado mi nikotop sobre los mejores trabajos del modfather, he decidido realizar la primera encuesta de la historia de la Isla para dilucidar de todas todas cual de ellos es el mejor. Para que no se quede la cosa entre dos (que es lo que me temo) os agradecería que se votasen los cuatro que a los terrícolas os parecen mejores. Encontraréis la dichosa encuesta en el lateral de la Isla. No os cortéis, a votar!. Y nada más, los resultados dentro de una semana. Yo voy a votar ya, que no se diga!. 

La "semana Weller" se toma un pequeño respiro para hablar de la iniciativa de los premios Liebster que ya os digo me parece cojonuda. Más aún si desde un blog tan bueno como “Corazón de rock’n’roll” le otorgan a este marciano uno de ellos. No sé de quién fue la idea pero me parece genial. Durante estos últimos días he ido siguiendo la cadena de premios en los diferentes blogs y he de reconocer que la mayoría de veces estaba totalmente de acuerdo con el terrícola del jurado, las veces que no, eran más que nada por desconocimiento del blog premiado, cosa que he subsanado y me ha servido para añadir nuevos enlaces y programar futuras visitas, por el momento nada de abducciones. Lo que me jodía era que mi archienemigo se regodeara de tener un premio y yo no, suerte que Manel y su gran corazón de rock’n’roll se apiadaron de mi y finalmente me otorgaron premio (espero que no fuese por pena, je, je…) pero uno, que es un gentleman, adelanta ya que uno de sus cinco galardones irá con total seguridad a su archienemigo.

 Copiar y pegar el premio en el blog, y enlazarlo al blog que te lo dio.
- Señalar tus 5 blogs favoritos con menos de 200 seguidores que merezcan ser reconocidos y dejar un comentario en sus blogs para hacerles saber que recibieron este galardón.
- Esperar que esos blogs pasen, a su vez, el galardón a otros 5 blog


Antes de comenzar con la entrega quería disculparme porque me ha sido muy difícil escoger sólo 5. Si fuesen 10… Así pues he decidido hacer la elección con aquellos blogs que más visito (miento, visito todos cada vez que editan una nueva entrada), aquellos a los que más comento (bueno, suelo ser bastante vago para comentar, perdón) o de los que más extraigo material nuevo (bueno, eso sí que me ha servido como factor decisivo). La verdad es que con diez sería muchos más fácil pero bueno, allí voy con los Liebster awards…

1.- Rockanrodriland: qué decir de este apasionado. No se puede poner más alma en la receta, más corazón, más sentimiento y más sabiduría. Visita obligada a la Land. Este debería ser uno de esos blogs de lectura obligada en las escuelas. Me consta que ya han fichado a Joserra para impartir clases magistrales. Pues eso. Un grande.

2.- Corazón de rock’n’roll: no premio a Manel por devolverle el cumplido. No soy así, quién me conoce ya lo sabe. Su blog es cojonudo y lo visito a diario. Me gusta todo de él. Lleno de información indispensable y siempre, siempre buenos consejos. Ah! Y está a puntito de llegar a los 200 seguidores!!! Y yo con estos pelos!!!

3.- Against de cierzo: si queréis estar al día de lo que se cuece al otro lado del charco Jesús es vuestro hombre. Es el informador oficial de la blogosfera, el topo, el que lo sabe todo. Te da un soplo, te pone en la dirección correcta y luego claro, todo depende de ti. Claro que para ser sincero, no suele fallar en sus recomendaciones.

4.- Tsi-na-pah: qué decir de Tsi, el premio va para sus tres blogs, todos ellos cojonudos. Otro que no se queda manco en sapiencia musical. Sus post son obras maestras de la blogosfera, y sus fotos marcan la diferencia estética. Es para mi parada obligatoria, un espejo donde mirarme, un ejemplo de terrícola. Un premio de estos también va para usted.

5.- In guzz we trust: finalmente el quinto y último galardón va para mi amado/odiado archienemigo. Primero por tener un blog estupendo de cine con alguna que otra gota musical, y segundo para que tenga un “Liebster” más que yo y así pueda seguir dándome por saco. Ahora que es padre necesita más que nunca desfogarse conmigo. Je, je. Un gran blog de cine. Sí, señor.

Mención especial para aquellos blogueros a los que no pude premiar que hacen más fácil mi estancia en este planeta. Me dejaré unos cuantos, seguro, porque son muchos, así pues también podrían haber sido premiados: Chals de "On the route”, Savoy Truffle de “My kingdom for a melody”, Agente Cooper de “LongBlack Limousine”, Mansion de “Mansion on the hill”, Ned Henry de “MalditaSaigon”, Rafa de “Rock & Soul”, Johnny de “Woody Jagger”, Chupi de “MúsicaChupi”, y por supuestísimo Paco de “Hombre de ninguna parte”…, os quiero y os necesito amigos virtuales!. A vosotros y a muchos más que no nombro pero que visito a diario. Un saludo terrícolas, gracias a vosotros estoy mediando con mi pueblo para no destruir este planeta, todo puede cambiar en cuanto sepan de la existencia de Rajoy pero ese, es otro tema. Gracias por las horas de entretenimiento, conocimiento y amistad que me brindáis. Mil gracias.

Paul Weller - “Stanley Road” (1995): 01.- The Changingman/ 02.- Porcelain Gods/ 03.- I Walk on Gilded Splinters/ 04.- You Do Something to Me/ 05.- Woodcutter's Son/ 06.- Time Passes/ 07.- Stanley Road/ 08.- Broken Stones/ 09.- Out of the Sinking/ 10.- Pink on White Walls/ 11.- Whirlpools' End/ 12.- Wings of Speed.
La semana Weller empezó ayer con su correspondiente "nikotop", el de su gran carrera en solitario dejando los grupos a un lado. El listado de los 10 discos que más me gustan del Modfather, sus diez discarros. Estuve pensando un buen rato en ello, dándole vueltas a la cabeza si me ceñía a lo que dice la historia, a lo que dicta mi corazón o a lo que en este mismo momento me pide el cuerpo. Entonces, decidí elaborar dicho top mezclando esos tres criterios. Y salió lo que salió, no he dejado a nadie contento, ni a mí!. A consecuencia de ello me cayó algún que otro palo por haber colocado el "Stanley Road" en el noveno puesto. Ah! Sacrilegio!. Con lo que yo adoro ese disco, con las veces que lo he escuchado, con las veces que me he planteado comprarme la edición Deluxe del mismo. Soy un traidor? No, no lo creo al menos. Soy un alelao? Puede, pero eso es otro tema. Me reivindico en el top porque es lo que siento ahora y es lo que ahora mismo pienso. Pero que quede claro que soy un fan absoluto del disco, tanto, que lo considero un clásico nikochiano. Me encanta su título que proviene de la calle donde creció Weller, adoro esa portada/collage, disfruto como un loco con el personal que toca en el disco: Steve Cradock, Steve Winwood, Noel Gallagher, Mick Talbot..., y por supuesto alucino con esa gran colección de canciones. Ostias. La verdad es que después de escucharlo ayer unas cuantas veces igual sí lo pondría más arriba, y entonces tendría que darles la razón a Savoy y Mansion. Bueno, se la doy ya y punto. Es un discarro, pero coñe, he repasado toda sus discografía esta semana, y... por cual lo cambio? Oh! qué difícil es decidirse con tanto disco bueno. Supongo que todos dirán por "Sonik kicks" su nuevo álbum, claro, como es el nuevo, el que se ha escuchado tan poco... pero yo en contra de toda la raza humana digo que este nuevo disco de Weller es cojonudo aunque de entrada sea más duro para el oído. En cualquier caso da gusto discutir si ese u otro son mejores o no, con tanto material sobresaliente... "Stanley Road" es una obra maestra, obra maestra menor pero obra maestra al fin y al cabo. En mi modesta opinión junto a “Heavy soul” es lo más flojo que ha hecho este hombre. Es decir, uno es un 8,5 y el otro un 8. Eso sí, “Stanley Road” tiene magia y eso no puede valorarse así, a la ligera. Tiene un no sé qué que nos engatusa y hace que lo queramos, que lo adoremos, y es por eso que yo también a veces lo considero uno de sus cuatro mejores discos. Hoy no, aunque motivos no me falten. Las bellas e impresionantes “Do you something to me” y “Broken Stones”. Los latigazos de “Out of the sinking” y “The Changingman”, la increíble “Stanley Road” que da nombre al disco, o mi favorita del paquete: “Woodcutter’s son”, una marca de la casa. Todo el disco es estupendísimo y cualquier artista mataría por hacer uno así, pero Weller de estos tiene unos cuantos y algunos incluso mejores, mucho mejores. “Stanley Road” es un discazo que adoro y que escucho a menudo, un clásico nikochiano.

1.- Wildwood (1993)
2.- 22 Dreams (2008)
3.- Illumination (2002)
4.- Heliocentric (2000)
5.- Paul Weller (1992)
6.- Wake up the nation (2010)
7.- Sonik kicks (2012)
8.- As is now (2005)
9.- Stanley road (1995)
10.- Heavy soul (1997)
DEVENDRA BANHART
CRIPPLE CROW (2005)
I FEEL JUST LIKE A CHILD




Hoy amigos terrícolas, ha comenzado la "next generation". Sí señores, mi archienemigo ha sido padre de una niña preciosa, lo que me lleva a preguntarme si realmente él es el padre. El tipo no ha soportado que el clan nikochiano le gane en número y ha tenido que traer una "guzzmana" al mundo. Es por eso que su blog está paradísimo y probablemente así seguirá durante un tiempo. Una semana, un mes, un año? Quién sabe. Aquí os dejo con Julia, la nena de mi archienemigo. Un besito a ella, al padre y por supuesto a la madre que la parió. Besitos a todos. Ahí va mi dedicatoria.


A pesar que llegó un momento en el que el rey de los frikifolkis acabó con mi paciencia he de reconocer que le echo de menos pues lo cortés no quita lo valiente y Devendra que acabó por darnos un empacho monumental firmó seis discos acojonantes. Me acordé de él el otro día pues su canción "A sight to behold" del espléndido "Rejoicing in the hands" (2004) cerraba uno de los episodios de la temporada dos de "Sons of Anarchy" que más me ha gustado. Justo en ese momento comencé a preguntarme donde cojones se había metido el señor Banhart, qué fue de Devendra amigos terrícolas? tiene algún proyecto en mente? Oh! qué pena como se esfumó su buenrollismo a base de sobreexponerse a los medios gafapastiles. Se perdió la esencia, se perdió el encanto, se perdió la magia. Pero como dije antes, que le quiten lo bailao. Reconozco sin pudor alguno que su debut "Oh me oh my" (2002) me pilló en fuera de juego y ni el pesado de mi hermano consiguió que le prestara la atención que se merecía hasta que en el 2004 ya me sabía de pé a pá el "Rejoicing in the hands". Me cago en diez, qué disco!. "This is the way", “A sight to behold”, “The body breaks”, “This beard is ford Siobhan”, “Todos los Dolores”… y tantas, tantas otras buenas canciones. Ostias, y ahora que pienso, en realidad todo venía por aquel tema locuelo de Vetiver, sí, aquel "Amour fou" y el simpático "Los pájaros del río" que firmaba Devendra con Cabic. Ahora Cabic se dedica a otros menesteres con su grupo, un preciosismo de ensueño de esos que te roban el alma, y por supuesto, no le gusta hablar de Devendra, al parecer ni de él ni con él, pero ese es otro tema. Pues bien, a aquel discarro le siguió ese mismo año otro mejor, "Niño rojo", el cual contenía joyas como “Wake up, little sparrow”, “We all know”, “Little yellow spider”…

Y es que Devendra estaba en estado de gracia. Todo el mundo quería estar con él, cantar con él, tocar con él, tocarle a él, dormir con él, comer con él, fumar con él, follar con él. Así que decidió hacer una comuna salvaje y darle a todo el mundo lo que quisiese, y de ahí salió "Cripple Crow" que es su gran y arriesgado disco, mi favorito, sin duda. A mí me parece brutal, otros en cambio comenzaron a darle palos por doquier. Pero, vamos a ver, era Devendra en estado puro, desatado, alocado y sumamente inspirado. A las pruebas me remito: “Heard somebody say”, “I feel just like a child”, “Cripple crow”, “Santa maria de Feira”, “The Beatles”, “Queen bee”, "Quédate Luna"… Oh! Qué cojonudo! Todo ello sabe a Beatle, desde la canción dedicada, pasando por los arreglos de “Heard somebody say” a la portada homenaje al sargento pimienta. A partir de este momento comienza la cuesta abajo. "Smokey rolls down thunder canyon" (2007) sabe a despedida, a déjà vu, a intentar recuperar lo que se le había escapado de las manos, en parte lo consigue y en parte no. Es un disco con demasiados altibajos pero cuando le salen buenas canciones, éstas son grandísimas. Luego el bueno de Devendra se mete en mil historias a cada cual más cutre como lo de Megapuss, Cabic le da la espalda y desaparece por un tiempo. De la mano de Lanois intenta volver por la puerta grande con "What will we be" pero se queda a medio camino. La verdad es que esta semana que he vuelto a escucharlo me ha parecido mejor de como lo recordaba. Intentar repescarlo, pues tenía a “Angelika”, “Baby”, “Rats”, "16th & Valencia roxy music” por ejemplo que no estaban nada mal e intentaban abrirse camino con sonidos nuevos, aquel fue un buen disco pero por aquel entonces ya estaba yo algo cansado de la fórmula devendril. Mis informadores terrícolas me dicen que este mismo febrero apareció en un tablao en Chile con el pelo corto y jersey presentando nuevas tonadillas, al parecer se esfumó el hippie. Por si no me lo creía tomaron una instantánea del evento que os dejo al final del post. Ahora pienso que son muchos días, meses y años sin saber nada de él. Donde te has metido Devendra? Tienes noticias que darnos? nuevos proyectos? que ha sido de ti? Levántate ya, little sparrow!





No os voy a mentir. Estoy más contento que unas castañuelas. La familia bloguera me proporciona muchas alegrías. Muchas sorpresas e infinidad de nueva buena música que llevarme a los oídos. Normalmente acudo al Cierzo para cazar algún pájaro de esos cojonudos que suele encontrar Jesús, pero el señor de la Land no anda manco y acaba por hacer que me enganche por ejemplo a Chuck Prophet como una cosa mala. Ya digo, la familia es la familia. Sea virtual o no. Así pues tenemos a grandes camellos musicales como son Chupi, Tsi, Txals, Mansion, GreenBean, Ned, Bitelino, Savoy al que doy las gracias por el disquito del Modafather, Manel, Chinaski, Rafa... Por cierto a estos dos últimos les debo el haber caído rendido a los pies de ese joven Tejano que responde al nombre de Lincoln Durham. Menudo discarro se ha sacado de la manga! La mare que el va parir! Qué tremendidad más tremenda. Cómo me gusta, qué placer, qué inmensa alegría!. Pues eso que gracias a la familia bloguera acabo por disfrutar de joyas como este estupendísimo "The Shovel Vs the Howling Bones". Ah! estoy contentísimo aunque le hayan dado un premio Liebster Blog a mi archienemigo y a mi no. Guagh! como se regodea Guzzest... Qué rabia, qué envidia cochina. Je, je, nunca pensé que tener un archienemigo me diese tanta vida. Hoy ríe por lo del premio pero aquí el marcianito será el padrino de su hija, así que lo conseguí, entro en su círculo de confianza para darle luego con el susodicho premio en la quijotera… Suerte que tengo a Lincoln de mi parte. Antes que se me olvide, repito: gracias Rafa y Edu por el soplo!. Y ahora vamos con el disquito en cuestión que me tiene loco.


Lincoln Durham - "The Shovel Vs the Howling Bones" (2012): 01.- Drifting Wood/ 02.- Last Red Dawn/ 03.- Living This Hard04.- Clementine/ 05.- Mud Puddles/ 06.- Reckoning Lament/ 07.- How Does a Crow Fly/ 08.- Love Letters/ 09.- Georgia Lee/ 10.- People of the Land/ 11.- Trucker’s Love Song.

Este discarro está producido por Ray Wylie Hubbard y George Reiff. El primero es un auténtico monstruo del country americano al que estoy descubriendo poco a poco, y el segundo está emparentado con los cuervos negros, produciendo a Chris Robinson, al propio Hubbard y a un grupo llamado Band of Heathens del que se habló, como no, desde el Cierzo y que desde hoy recupero para la causa con permiso del Dr John que ha parido un disco con el amigo Auerbach de escándalo. Pues bien, con estos dos gurús y once canciones acojonantes me siento en el sofá para disfrutar del jovenzuelo Lincoln, y coño, se me van los pies, las manos, la cabeza... con ese dejarse llevar, con ese ritmillo blusero. Oh! qué delicia. Pero vamos por partes que el disquito es de traca. Comienza el espectáculo con la percusión misteriosa de "Drifting wood" seguida de esa guitarrita que te pone los pelos de punta, ese ritmillo ya no nos abandona, y cuando entra la voz rasgada de Lincoln hasta las orejas me dan palmas. Ahí estamos. En esa tesitura de agustito total. Temazo! Cómo me pone la slide guitar!!! "Last red dawn" sigue la ruta trazada. Vaya tela. Qué bueno es el gañán! Si es que no me salen ni las palabras. Cuando más me gusta es cuando rockea, cuando se suelta la melena, cuando le da por tocar la armónica y es que ese instrumento me encanta como acaba vistiendo las canciones. "Clementine" le queda redonda aunque sea un tema más lentico, la verdad es que es cojonudo, me encanta cuando dice eso de “Clementine, don’t you cry for me”. "Mud puddles" me sirve de estupendo puente a mi canción favorita del paquete que no es otra que "Reckoning Lament" que lo tiene todo todito todo. Iba a seguir dando el coñazo pero no lo haré, dejaré que vayáis descubriendo este discazo vosotros mismos. Hoy no me salen las palabras pues me ha dejado medio grogui este pedazo de disco y de descubrimiento. No lo dudéis, Lincoln no os decepcionará sea o no vuestro estilo. Ostias. Ahora mismo acaba de comenzar "Love letters" y mi cuerpo pide algo de movimiento, así que os dejo por hoy terrícolas. 

El otro día estaba yo ojeando una revista de pop-rock nacional de esas gratuitas que reparten por los puestus y me sorprendió la cantidad de grupos nacionales reguleros que son ensalzados como si se tratasen de verdaderas leyendas rocanroleras. Por eso comencé a pensar cual es la pócima mágica que permite a un músico llegar al estrellato, y claro, siempre me respondo a mí mismo que esa poción ha de constar de canciones cojonudas, faltaría más. Pero no es verdad. Hay muchas estrellas en el mundillo que hacen basura y sin embargo están forradas y sobrevaloradas. Tal vez hay demasiadas pero qué le vamos a hacer. Triunfar no depende sólo de tu calidad, debe haber un factor suerte digo yo, una cuestión de imagen, de llegar en el momento oportuno, que tu canción salga en aquella película o serie de éxito, que se hable bien de ti y de tu trabajo en aquella revista, en aquel programa de radio o en aquel dominical casposo... No sé, si la crisis es jodida para todos los terrícolas para los nuevos músicos probablemente más pues lo de vender discos parece sólo reservado a marcianos como el que aquí escribe estas líneas, las descargas no compensan sean legales o no, no sé cuanto dinero te da "Spotify" por tener tu disco en su archivo y la verdad, dudo que un músico no estrella pueda subsistir a base de conciertos en pequeñas salas. Me comentaba mi hermano que por lo visto en aquel documental “Love shines” hasta al genial Ron Sexsmith le cuesta llegar a fin de mes. Nadie duda de su calidad pero nadie compra sus discos. Bueno, supongo que algunos locos sí, mi hermano, los bloggers Rodri y Paco, mi archienemigo Guzzest, un servidor... somos pocos y parió la abuela. Pues si a ese genio le cuesta ya no digo a un catalanito que curra y curra para sacar sus discos cantando en castellano, lo tiene jodido el amigo Ultraido. Hace unos años sacó su primer disco que no estaba nada mal. Tenia sus "hits", sus canciones bailongas, su chulería del Raval, su regusto ochentero, su deje a Radio Futura. Tenia aquella pegadiza “Darara”, el estribillo cojonudo de “Verde”, la bailonga y Alaskera “Bailar”… No sé, yo compré religiosamente el disco y sinceramente, no estaba nada mal. Y todos diréis: ahora que le ha cogido al Nikochan para promocionar a Ultraido? Pues no sé, os vale si os digo que es el primo de mi santa esposa? Pues eso, a la familia aunque sea política hay que cuidarla. Ahora me llega el rumor que está grabando su próximo disco, así que si aún no lo habéis catado podríais escucharlo en Spotify o acercaros a alguno de sus conciertos. Intentar dejaros llevar por su música, sencilla pero sincera. Ya digo, no sé qué tiene que hacer para llegar a poder vivir de la música, yo desde luego no puedo pues canto como un grillo pisado pero él aún puede. Con su pinta stoniana de hermano pequeño de Ron Wood, el amigo Ultraido lo seguirá intentando. Aquí os dejo un video que se curraron para promocionar el disco de debut. Y nada más, se acabó la publicidad gratuita. Hasta otro ratito.


1.- Sweet Jane
2.- Heroin
3.- White Light/ White heat
4.- I’m waiting for the man
5.- Lisa says
6.- Stephanie says
7.- Rock and roll
8.- Beginning to see the light
9.- Pale blue eyes
10.- I can’t stand it
LOU REED
TRANSFORMER (1972)
PERFECT DAY


Ahora puede parecernos raro que se discutiese a Lou allá por 1973 pero, joder, si que le dieron palos por culpa de "Berlin". El tipo venía de colaborar con Bowie en el clasicazo "Transformer", disco que si no te sabes de memoria ya mejor que te ates un yunque al tobillo y te tires al mar. Eso como poco. Pues bien, después de aquel disco el “simpático y dicharachero” Reed tiene la gran idea de entregar un disco "alegre" de cojones, coño, puede que sea uno de los discos más deprimentes de la historia ese "Berlin" y claro después de lo que venía el hombre pues dejó a todos de pasta boniato. Así es Lou. Un culo inquieto y un tocacojones. Hoy todos aquellos que le dieron palos por aquel disco le lamen el culo y hacen reverencias al escuchar el nombre de aquel disco. Pero sí, le dieron palos hasta en el carnet de identidad. Por eso se dejó de mariconadas, dio un golpe sobre la mesa, puso los bafles a toda potencia y decidió rocanrolear como un animal lo que no está escrito y grabar un disco en directo de esos que te hacen estremecer. Para ello rebuscó en el cancionero de la Velvet y entregó uno de esos directos imprescindibles y necesarios en la historia del rock, probablemente sin él nada hubiese sido igual. "Rock N Roll Animal" puede presumir de tener un listado de canciones escueto pero acojonante, a saber: "Sweet Jane", "Heroin", "White light/white heat", "Lady day" y "Rock and roll". Casi ná! Luego salió una versión extendida que añadía al repertorio "How do you think it feels" y "Caroline says I" que aunque son dos de mis favoritas del "Berlin" prefiero que no estén pues me quedo con la edición original de aquí a Lima. Este directazo se grabó allá por 1973 en el Howard Stein Academy Music de NY y la banda que tocó junto a Reed estaba compuesta por  Pentti Glan (batería) y Prakash John (bajo) de la banda de Alice Cooper, Ray Colcord (teclados), y Dick Wagner y Steve Hunter en las guitarras. El resultado? un atronador rocanrol sudoroso y glamero que te deja con el culo prieto. Una obra maestra, un puto directazo.


He de reconocer que no soy un gran seguidor de Antonio Vega pero al final, como siempre, el señor de la Land consigue que busque y rebusque en mi fondo de armario musical y desempolve el concierto básico de Antonio que despachó en el Círculo de Bellas Artes allá por el 2002. Es una especie de recopilatorio en directo al estilo "desenchufado" que se llevaba mucho por aquella época y que puso de moda la difunta y mítica cadena televisiva de videoclips musicales hoy transformada tristemente en un canal de reality basura. De tanto en cuanto también os tengo que decir que me arranco y rescato algún que otro disco en la lengua de Cervantes aunque es cierto que estas ocasiones son escasas. Es el caso que me ocupa. Al final he caído, ahora mismo estoy escuchando ese concierto que por cierto no puede empezar mejor con esa obra maestra que es "Lucha de gigantes", qué bien parida terrícolas, las cosas como son. Al César lo que es del César. Cuanto talento atesoraba Vega y que pena que esta especie de genios patrios normalmente tengan que dejarnos para que se les reconozca su enorme calidad mientras en vida se les relegaba o se les olvidaba en favor de mindundis de medio pelo que venden humo y carisma donde no lo hay. No diré nombres pero hay hijos de toreros que se creen artistas, que imitaban a Bowie en sus comienzos, que a veces se creen actores, presentadores de televisión, periodistas, críticos, modelos, cantantes?! ooohhh cómo se puede tener tan poco talento? Bueno, pues gente de esa calaña es la que triunfa en este país de pandereta. Antonio siempre fue un genio, tenía su público, sus fans incondicionales pero hasta que pasó lo que pasó no se le reconocieron como se merecían sus servicios prestados a nivel de genio y de estar por encima del bien y del mal aunque a él siempre se le perdonaba todo. Este "básico" quita la duda de si era o no tan bueno. Lo era, sí, sin duda. "El sitio de mi recreo", "Se dejaba llevar", "Seda y hierro", "Una décima de segundo” o la mítica "La chica de ayer". Hace falta más para convencernos de la calidad que atesoraba este hombre? Pues nada terrícolas. A veces hace falta que la familia bloguera me recuerde que tengo algunos discos cogiendo polvo que hay que recuperar, rescatar, redescubrir. A veces, simplemente, hay que dejarse llevar.




"Drill a hole in that substrate and tell me what you see" del ya muy lejano 2004 supuso para este marcianito que os habla el descubrimiento de ese magnífico y poco conocido por estas tierras cantautor, bueno, singer-songwriter que siempre queda mejor, y guitarrista que se hace llamar Jim White pues su verdadero nombre es Michael Davis Pratt. El amigo White practica un country-alternativo (que poco me gustan las etiquetas, leñe) de toma pan y moja, un country modernete a veces incluso inclasificable ya sea por los ruiditos hipnóticos que le aproximaban en aquel tremendo disco a Waits, ya sea por pertenecer en aquella época al sello LuakaBop del cabeza parlante Byrne o simplemente porque al tipo le gusta experimentar y dejarnos con la boca abierta. Quién sabe. Desde luego la calidad de su música es indiscutible aunque como todo hijo de vecino ha tenido sus altibajos. Vamos por partes, su debut musical "Wrong-eyed Jesus" (1997) y el disco que mencioné al principio, "Drill a hole..." son indispensables. Son dos discos impresionantes que hicieron brillar a Jim White y ponerlo en la cresta de la ola, sobretodo y en mi modesta opinión el "Drill a hole.." le salió redondo. Cancionacas a tutiplén como por ejemplo: "Static on the radio", "Combing my hair in a bran new style", "Borrowed wings", "If Jesus drove a motor home" y por supuestísimo "Land called home" que cerraba magníficamente ese pedazo de clásico nikochiano. Ahora mismo lo estoy escuchando y me parece acojonante de bueno. A partir de este disco me hago seguidor de Jim y le sigo la pista, le hago marcaje hombre a hombre pero ya no me volverá a engatusar como entonces. Sí, "Transnormal Skiperoo" es un buen disco, me gusta, pero se pasó de frenada y no le quedó redondo las cosas como son aunque media docena de cancionacas había, eso que quede claro. Y entonces, al destrempar, le pierdo la pista. Alguna banda sonora o el "Sounds of Americans" caen en mis manos pero no les presto demasiado interés o el que se merecían hasta que este febrero descubro su nuevo álbum "Where it hits you" y os puedo decir ya que el amigo White vuelve a las andadas. Muy buen disco, sí señor, de esos que mejora a cada escucha. Vamos pues con él.


Jim White - "Where it hits you" (2012): 01.- Chase the dark away/ 02.- Sunday’s refrain/ 03.- The way of alone/ 04.- State of grace/ 05.- Infinite mind/ 06.- What rocks will never know/ 07.- Here we go/ 08.- My brother’s keeper/ 09.- That wintered blue sky/ 10.- Epilogue to a marriage/ 11.- Why it’s cool.

Lo primero que hay que decir es que el disco es más tradicional de lo esperado, poco se ha arriesgado Jim en esta ocasión cosa que particularmente le agradezco. De primeras no te quedas con ninguna canción especialmente pero desde luego desde el primer segundo gusta y cuanto más lo escuchas más te gusta hasta convertirse en uno de tus discos favoritos. Una joya qué queréis que os diga. El inicio con "Chase the dark away" es un lujo, no se puede empezar mejor, con ese trote que se gasta, ese country-alternativo que comentaba antes, qué saber hacer, qué calidad amigos terrícolas. "Sunday's refrain" es la repanocha, qué bien parida está la condenada con esos arreglos tímidos de viento, esa melodía dulzona, ese agustito... La cosa no podía empezar mejor para reconciliarme con Jim, o bueno, reencontrame con él. La orfebrería de "The way of alone" nos lleva directamente a la maravillosa "State of grace" que se convierte en una de mis favoritas del lote desde el primer segundo. Ese recitado con el banjo por ahí colgando, algún que otro violín y las segundas voces femeninas con ese toque countril... qué lujazo! La cosa es que White se mueve por estos derroteros durante todo el disco y eso me gusta, me alegra, me seduce como ya os dije. Tal vez la simpática "What rocks will never know" podría ser el único single radiable, con esos silbiditos y esa alegría que desprende, esa sí que engancha a la primera y puede gustar al personal poco acostumbrado al sonido de Jim. Por supuesto de lo que queda tendría que resaltar esa "Epilogue to a marriage" que casi casi cierra el disco por lo cojonuda que es, y nada más. Hacía tiempo que un disco no me engatusaba y me seducía poco a poco, y en un mes lo hacen dos. El magnífico "Mr M" de Lambchop y este estupendísimo "Where it hits you" de Jim White. Absolutamente delicioso.