Drive (2011)



Ese beso en el ascensor.... Sí, terrícolas. Aún tengo retenido en mi quijotera el besazo del ascensor de la desde hoy para mí mítica "Drive". No sé si lo que el otro día pude ver fue un film románticamente violento o violentamente romántico, aún no lo tengo claro. De lo que sí estoy seguro es que me pareció un pelicularro de los que ya no se estilan. Qué gusto reconciliarse de este modo con el cine. Al parecer, este film de Nicolas Windin Refn al que seguramente conocían en su casa a la hora de comer porque desde luego en la galaxia no se tenían noticias del individuo en cuestión estuvo nominada a tropecientos premios llevándose uno o ninguno de los importantes pero eso da igual. Los premios son premios y normalmente no se los lleva el que debiese. Lo que realmente importa es con qué buen gusto de boca te deja el tipo al finalizar el film, oh!, qué placer volver a sentir "eso". La verdad es que el guión es cojonudo, simple pero efectivo, vuelve el "hombre", vuelve un papel de esos que se llevaban en los setenta, mejor de Clint que de Bronson claro. Al fin y al cabo ese tipo duro que parece de acero pero que en realidad tiene un gran corazón, presenta un sentido del deber y la justicia de la ostia. Ahora, no se trata de cabrear al tipo porque te revienta la cabeza a patadas. Literalmente. El casting es la leche, no creo que nadie hubiese podido encarnar mejor al “conductor” que Ryan Gosling que desde luego me dejó con la boca abierta con su actuación muy alejada de la de muchachito guaperas de las insufribles películas romanticonas de media tarde o el de las comedias tontunas que no malas como "Lars y una chica de verdad". El tipo lo borda y me convence, la prueba definitiva de lo que digo es el palillo que llevo en la boca día y noche en su honor. En cuanto al resto de intérpretes... Lujazo es poco: Carey Mulligan, Albert Brooks, Ron Pearlman, Brian Cranston, Christina Hendriks... Ostias. Muy bien el casting. Lo único que da repelús, bueno a mí, son las letras del principio con ese rosa neón y esa música que remite a los abominables ochenta pero queda muy cañí y muy bien puesto las cosas como son. No pondré la sinopsis porque a estas alturas todo el mundo sabe ya de que va, pero aunque empiece modosita y se tome su tiempo cosa que creo que debía hacerse para entender al personaje y los motivos que le llevan a verse en un follón del que no sabe como se ha metido, acaba en una espiral de violencia que para si la quisiera Tarantino. La violencia en el film es abrumadora y exquisita pero ese beso en el ascensor..., ese beso...

4 comentarios:

  1. Aún la tengo pendiente pero la novela en la que se basa está muy bien.

    Un saludo.

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  2. SI SEÑOR. La vimos hace un tiempo (se la recomendé al archienemigo en su blog), pero aún tengo escalofríos al recordar el dichoso (para ella) beso del ascensor.
    Bonica de verdad

    Diría que la saboremos mejor los violentos que los románticos-románticos como usted, por eso de que tenemos un corazoncito escondido.
    Bonica de verdad.

    Por cierto, creo recordar que al Sr.Flush le pareció un poco bluf, del tipo pse,nostamalaestéticaperolahistorianoesnadadelotromundo..

    Olvidé que se basaba en un libro.
    Thanks, agente Cooper, a ver si lo encuentro.

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  3. Por fín la he visto!!!!!!!
    Ese beso....dios, ese beso!!!!!!
    Esas miradas y esos silencios!!!!!
    Yo voto por violentamente romántica.

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