Al fin me hice con una copia de la ganadora del festival de Sitges del 2010. Un film finlandés dirigido por Jalmari Helander que toma la idea de un corto del mismo director para desarrollar la historia de una comunidad de cazadores de renos que misteriosamente se ve en la ruina pues todos sus renos aparecen muertos un buen día. El encargado de descubrir el misterio es el jovencito Pietari que para la sorpresa de todos revela que el verdadero Santa Claus, un asesino que succionaba la sangre de los niños, ha sido desenterrado y que todos sus elfos harán lo imposible para que Santa sea descongelado y vuelva a la vida. Ah! Qué historia más ingeniosa! Un verdadero cuento de terror y fantasía hecho con cuatro duros y con aquella magia ochentera que me hizo disfrutar como un enano en mis años mozos. Como digo está hecha con cuatro duros pero el apartado técnico es impecable, tal vez el único pero son unas imágenes finales por ordenador pero todo se compensa con los maquillajes de los elfos que son realmente fantásticos. La ambientación es cojonuda y las actuaciones de lujo y eso que el protagonista es un niño cosa que puede tirar para atrás a más de uno. Onni Tommila lo borda. Una de las cosas que se le ha criticado al film es no sacar a Santa, sólo vemos un bloque de hielo y unos cuernos, pero qué más da? No hace falta, sabemos que es malo malísimo y punto. Además al principio pensamos que el viejete que ha cazado el padre de Pietari es el mismísimo Santa y estamos tan contentos, por cierto como acojona el abuelete, pero no, es uno de sus elfos (uf!, os jodí algo la sorpresa), por cierto el trozo desde que atrapan al elfo hasta que pretenden venderlo a la corporativa yanqui no tiene precio. El final es algo blandengue y ahora ojo que os suelto un spoiler de esos: acaban cazando a todos los elfos, les enseñan el arte de ser un buen Santa, los empaquetan y los venden. Así de fácil cosa que te deja una sensación como de.. ya está?. Pero bueno, es un film más o menos familiar con algo de terror infantil, muy bien parido. Así que como película para programar en Noche Buena es perfecta. Un programa doble sería cojonudo, primero “Rare Exports” y luego la holandesa “Sint” que aún no he visto pero parece ser la ostia de tenebrosa, si sabéis donde puedo hacerme con ella darme un toque, de momento con este film Finlandés me quedo más que satisfecho.
THE DECEMBERISTS
THE KING IS DEAD (2011)
DOWN BY THE WATER

De momento no puedo quejarme de las novedades musicales que han llegado este enero a mis oídos ni tampoco de algunas cosas del año pasado que se me habían quedado en el tintero. A todo esto debo añadir próximos discos que espero ansiosamente que seguro harán las delicias de extraterrestes sumamente atractivos como el que escribe estas lineas, y es que lo nuevo de Paul Simon, Paul Weller, Fleet Foxes, los Strokes, Nick Cave, Queens of the Stone Age, Bright Eyes, etc, etc... prometen ser la monda lironda. Por otra parte, betisismo mediante me entero que el bueno de Ron Sexsmith tiene listo su nuevo disco que llevará por título “Long player late bloomer” y al parecer antes de Marzo ya lo tendremos disponible en nuestros lugares habituales. Para ir abriendo boca Sexsmith ofrece un adelanto en forma de Ep donde ya podremos ir catando las nuevas composiciones que así de primeras me parecen magníficas a pesar que no continue con lo que ofreció en su “Exit strategy of the soul”, una lástima pues aquel disco me pareció cojonudo. En el Ep aparecen las siguientes tonadillas "Believe it when i see it", "Get in line", "The reason why", "Love shines" y "Heavenly". De todas maneras no hay disco malo de Ron, no voy a negar que no soy muy objetivo pues me tiene encadilado, es posiblemente uno de mis cantautores actuales predilectos junto a Micah P. Hinson y Josh Ritter, aunque haya nuevos talentos como Ben Weaver, Nic Dawson Kelly y Ray Lamontagne a los que no conviene perder de vista. Y es que me costaria horrores decidirme por el mejor disco de Ron que si "Retriever" (04) , si "Cobblestone Runway" (02), "Time Being" (06), si "Ron Sexsmith" (95) o aquel estupendísimo "Exit Strategy Of The Soul" (08), vaya poker de discazos!. Si no fuera suficiente con la noticia de la salida del disco tenemos la grata noticia de la aparición casi al unísono de un documental donde se ha seguido a Ron durante sus quehaceres en los últimos años hasta la grabación de “Long player late bloomer”, ah! esto lo quiero para ayer! Qué interesante!. Creo que en el documental se incluyen entrevistas con amigos, ídolos y otros cracks del cante, he leído que en el documental se incluye alguna actuación de Ron junto a su padrino Costello en el programa del gran Elvis "Spectacle: Elvis Costello with...", otra cosa que busco como un desesperado son los episodios de este programazo. Y nada más, os dejo con una de las nuevas cancioncicas. A disfrutar.


1.- Bram Stoker's Dracula (1992)
2.- Leon: The Professional (1994)
3.- State Of Grace (1990)
4.- JFK (1991)
5.- Sid and Nancy (1986)
6.- Rosencrantz & Guildenstern Are Dead (1990)
7.- Immortal Beloved (1994)
8.- True Romance (1993)
9.- The Backwoods (2006)
10.- The Fifth Element (1997)
Viniendo como venía de darme con un canto en los dientes con “Monsters” decidí mojarme del todo, tirarme al vacío y ver la última de Denzel Washington que no es un tipo por el que me derrita precisamente pero es muy correcto, nunca lo hace mal y no suele entregar película mala. Esto último lo digo con la boca pequeña pues viene de firmar alguna que otra regulería como “Déjà vu” o “Pelham 1,2,3” que aunque de factura impecable aburrían una cosa mala. La película de los hermanos Hughes (Albert & Allen) quienes habían firmado la regulera pero interesante “From Hell” y que ahora han sido elegidos para hacer la versión de carne y hueso de “Akira”, asunto este que me tiene acojonado pues tienen muchos números de cargarse la historia, entregan un film con sabor a western apocalíptico que bebe algo de la atmósfera de “The Road” y toma demasiadas cosas prestadas de “Mad Max”. Futuro apocalíptico después de una guerra con la destrucción de todos los libros religiosos habidos y por haber, es por eso que encontrar una Biblia para comerle la cabeza a la muchachada supone una de las obsesiones del malo malísimo de la historia, un Gary Oldman sobreactuado y trasnochado que vuelve a lo comercial con poco tino aunque la verdad es que siempre me alegro de verlo sea en films de mejor o peor guisa. Eli, que así se llama Denzel en el film, es una especie de profeta que Biblia en mano va viajando buscando un lugar donde las palabras de la Biblia sean bien acogidas y entendidas aunque no tiene reparos en cortar cabezas, brazos, patear culos y dejar un reguero de cadáveres allá donde vaya. Aquí hay ostias a mansalva muy bien presentadas, una fotografía fría donde predominan los tonos metálicos y argumento lineal de esos cojonudos para que tu mente no trabaje demasiado y claro, una muchacha de los mas maja, una tal Mila Kunis que está requetebuena. El resto del reparto pues no está mal, a destacar la presencia de Ray Stevenson y sobretodo la de Tom Waits. El film no es bueno eso que conste pero tampoco te va a defraudar, no busques aquí nada intelectual, mucho menos un film de culto. Esto es simple y llanamente un entretenimiento más basado en fantasía apocalíptica y algo de ostias por doquier con actores de postín que hacen bien su trabajo. Un film de esos que suelo ver a las dos de la mañana en la cama mientras mi señora duerme a pierna suelta, sin pretensiones ni chorradas en vinagre, cien por cien varonil y ruda que no pasará precisamente a la historia pero que se deja ver sin dificultad. Un aprobado justito para los hermanos Hughes, un capón a Denzel y un tirón de orejas a todos pues el film podría haber sido la leche y se perdió por el camino.
The Decemberists – The King Is Dead (2011): 01.- Don’t Carry It All/ 02.- Calamity Song/ 03.- Rise To Me/ 04.- Rox In The Box/ 05.- January Hymn/ 06.- Down By The Water/ 07.- All Arise!/ 08.- June Hymn/ 09.- This Is Why We Fight/ 10.- Dear Avery.

Sin darme casi a penas tiempo a disfrutar los discazos de Ben Weaver e Iron & Wine, y siguiendo la extraña atracción por Oregón (Weaver es de Oregón, los Builders and the Butchers también, además de mi enganche al juego de mesa Oregón) llega a mis manos el nuevo trabajo de otro grupo de Portland, Oregón. En este caso es el nuevo disco de la banda liderada por Colin Meloy que como supongo sabréis se hacen llamar The Decemberists, su sexto disco de estudio lleva por nombre “The King is Dead” y tengo que decir que me ha sorprendido de lo lindo pues estos Decemberists tampoco me han llegado a engatusar con sus otros trabajos aunque es cierto que canciones buenas tienen y he disfrutado de algún que otro disco suyo como “Picaresque” (2005) que acabé regalándole a mi hermano o fue “The Crane Wife”del 2006? bueno es igual porque a él tampoco le acabaron de convencer. La cosa es que el grupo tiene todo lo que puede gustarme pero nunca copa la lista de mis favoritos, incluso su productor trabaja con gente muy de mi gusto como Langhorne Slim por poner algún ejemplo, pero esas ganas por decorar musicalmente las canciones en exceso, dándoles un toque recargado y a veces pomposo hace que me acerque a ellos de puntillas y con sumo cuidado pero con “The King Is Dead” creo que han dado en el clavo, al menos a mi me han ganado como incondicional. Vuelta a las raíces, sonidos folk, tonadillas countriles, violines, armónicas e incluso toques de la americana más tradicional sin olvidar alguna que otra referencia obvia como REM con el dato añadido de contar en algunas canciones con Peter Buck. Cuando pongo el disco y escucho la voz y la armónica en “Don't carry it all” sé que me va a gustar, no tengo dudas. La canción es cojonuda con ese sabor a clásico americano, sencillo pero efectivo. “Calamity song” tiene ese regusto a los primeros REM que comentaba y la deliciosa “Rise to me” solo hace que confirmar lo que me estaba oliendo que no es otra cosa que me hice con un disco cojonudo. Después de darle unas primeras escuchas tengo que destacar “Rox in the box” que es un cañonazo folk tabernero con un violín desbocado que entona una melodía muy familiar que no acabo de ubicar, “Down by the water” que es un single de esos claros de la ostia que te dan una trempera impagable, y las estupendas “January Hymn” y “June Hymn” que tienen dejes a Paul Simon. Ah! y “All Arise!” que me la dejaba y es la repera sin olvidar su vieja manía por los Smiths y es que "This is why we fight" huele a Morrissey que ni os cuento. Colin Meloy y sus Decemberist han entregado un discazo de aúpa que con total seguridad estará entre lo mejorcito del año.
Partiendo de la idea de que en nuestros tiempos la NASA consiga traer de vuelta una sonda espacial con especímenes extraterrestres y que al regresar siendo los humanos algo cutres la sonda de los cojones se estrelle esparciendo dichos especímenes por la frontera entre Mexico y USA provocando que las criaturas se adapten al planeta, se reproduzcan y la lien parda, unos inglesitos con un presupuesto paupérrimo realizaron un film de esos que arrasó allá donde se proyectó, siendo una de las triunfadores del festival de Sitges del año pasado. Poco presupupuesto para un film de aliens que no es de aliens pues con la excusa se toca el temita de los espaldas mojadas cosa que recordaba a la mítica película (para mi de culto) “District 9” que tanto me gustó el año pasado por eso de tocar rollitos políticos algo incómodos. Nada que ver ya os lo digo. De momento en una película llamada “Monsters” que no aparezcan apenas monstruos, ya me diréis..., luego está que bajo la premisa buena de guión hay camuflado un film romanticón de la ostia, aburrido y algo plomo. Si bien tiene mucho mérito que un film de esta guisa sea inglés y que su guionista y director llamado Garet Edwards se haya atrevido con semejante proyecto para su primer largometraje. Qué pasa? Pues que leyendo de que va el film uno se espera algo más de mala uva, acción, algún que otro muerto, sustos y esas cosas, pero de eso no hay nada de nada. Hay un fotógrafo que tiene que llevar a la hija de su jefe de vuelta a yanquilandia, los dos son jóvenes y sumamente atractivos, el viaje de vuelta se complica, viven alguna que otra experiencia peligrosa y acaban enamorándose y esas moñadas. Ah! De sexo nada. Los monstruos pues por ahí andan con sus cien metros de altura, sus lucecitas y su poca gracia. La peli a medio metraje coje un rollo spielberiano de esos azucarados a más no poder, insufrible y aburrido. Demasiado azúcar, como si a Shyamalan le diese por hacer una versión de “Antes del amanecer” (sí, aquella del cutre de Ethan Hawke) con criaturas de otros planetas de fondo. Lo mejor a parte de la protagonista que está de toma pan y moja es sin duda la primera parte del film donde se explica muy bien el problema, las imágenes como si de una zona de guerra se tratase y esas cosas. Lo peor que la segunda parte del film sea un churro romántico insufrible que a uno le da por preguntarse como coño arrasó en Sitges. Si pensábais que os encontraríais una película rollo “District 9” os llevaréis un chasco, ni esa, ni “Cloverfield” ni nada, sólo decepción a cascoporro.
IRON & WINE
KISS EACH OTHER CLEAN (2011)
TREE BY THE RIVER

Si algo caracterizó el inició de milenio, siglo y década fue la proliferación exagerada de cantautores folk. Allá donde pusieses la oreja, allá sonaba algún tipo barbudo lamentándose guitarra en mano de millones de cosas. Particularmente caí de manera incontestable en el movimiento folk o neo-folk como titulaban algunas prestigiosas revistas, hoy en día de todos aquellos folkies ya sólo quedan unos cuantos, algunos que parecían no tener techo cayeron de golpe al suelo y se despertaron del sueño para desaparecer de la escena musical y caer en el olvido. Todo esto lo digo porque al mirar atrás y situarme en 2002 me acuerdo como mi hermano un buen día me trajo un disco que le había dejado impresionado para el que sólo tenía buenas palabras y grandes elogios. Aquel disco era “The Creek Drank The Craddle”. Su autor era un tal Sam Beam aunque operaba bajo el seductor nombre de Iron & Wine, y sí, resultó ser un disco cojonudo aunque para seros sincero por aquella época no lo aprecié como debiera por estar yo metido en sonidos devendriles. Aquello sonaba como sonaría un hijo bastardo de Lou Barlow y Nick Drake, es decir, cojonudo pero como digo no me acabó de engatusar el bueno de Sam hasta la llegada de su segundo álbum, eso fue en 2004 con “Our Endless Numbered Days” que contenía canciones increíbles como “Naked as we came”, “Cinder and smoke”, “Teeth in the grass” y por supuesto “Sodom, South Georgia”. Beam estaba en estado de gracia y antes de sacar su tercer álbum apareció un magnífico ep en 2005 pero lo bueno estaba por llegar y llegó con el más que probable mejor disco del 2007, hablo claro de “The Shepherd's dog”. Aquel disco desde su portada descomunal nos llevaba al huerto y nos ofrecía el mejor revolcón que pudiésemos imaginar, una auténtica revolución para su sonido, para su forma de componer. Claro que había la balada folki de me pillo de un palillo pero allí también había rock, psicodélia, sonidos de California y San Francisco, aquello fue un disco redondo e insuperable que aún hoy disfruto como un loco y escucho sin parar una y otra vez para disfrutrar de “White tooth man”, “Carousel” “House by the sea”, “Wolves”, “Boy with a coin”, etc, etc... Ya no digo el concierto de la gira que para muchos fue toda una virguería aunque en mi opinión abusó un poquitín de solos de guitarra excesivamente largos y en ocasiones algo plomizos fruto de querer sonar diferente a los discos. A partir de ahí desaparece algo de escena, saca un doble de canciones inéditas y sobras para finiquitar su contrato con Subpop y así firmar con una major, Warner, cosa que hizo temblar a muchos. Así pues en este 2011 nos llega el cuarto álbum de Beam, después de su obra cumbre, en nueva disquera, teniendo la atención de todos los medios y a todos sus seguidores expectantes, y tanto la expectación excesiva como los traslados a discográficas de postín no suelen tener buenos resultados más aún si tu anterior trabajo fue lo que fue. Y a todas esas llegó “Kiss Each Other Clean”...

Iron & Wine - Kiss Each Other Clean (2011): 01.- Walking Far From Home/ 02.- Me And Lazarus/ 03.- Tree By The River/ 04.- Monkeys Uptown/ 05.- Half Moon/ 06.- Rabbit Will Run/ 07.- Godless Brother In Love/ 08.- Big Burned Hand/ 09.- Glad Man Singing/ 10.- Your Fake Name Is Good Enough For M.

Lo primero que os vendrá a la cabeza al poner el nuevo disco de Iron & Wine es eso de “lo sabía!, la cagó” fruto de los arreglos modernitos, ruiditos varios y esa sobreproducción que se aleja a toda leche de su primer trabajo. Claro que en mi opinión es un golpe sobre la mesa de Beam como el que en su día dieron los Wilco con “Yankee Hotel Foxtrot”, me explico, es cierto que hay ruiditos modernos pero también lo es que el esqueleto de las canciones no se diferencia en exceso de lo que suele hacer, en el caso de Wilco seguía siendo rock cojonudo y en el Sam Beam es folk cosa fácilmente comprobable en ambos casos al escuchar las canciones en directo despojadas de esa producción tan sintética. Es un movimiento valiente, una decisión arriesgada de un tipo que quiere evolucionar porque lo fácil sería sacar una vez tras otra el mismo disco como hacen por ejemplo los AC/DC, pero Beam quiere dar un pasito más y creédme cuando os digo que lo da. Mi hermanito me decía hoy vía sms después de cambiar su mala opinión sobre el disco después de la primera escucha por un “Bravo, nen, qué discazo!” al escucharlo one more time que la mayoría de canciones le recuerdan ligeramente al “Rythm of the Saints” de mi (nuestro) amado Paul Simon. Puede que sí, según él sobretodo se aprecia eso en “Rabbit will run”, no seré yo quién le haga la contraria aunque aquel disco lo veo yo más movidito pero el tropicalismo..., eso sí esta presente en los dos, en cualquier caso muy buen debate el que propone Black Meeple. Dejando a un lado los prejuicios que puedan tener algunos tengo que decir que a mi desde el primer momento me parece un disco inconmensurable que gana a cada escucha hasta convertirse en un imprescindible, seguramente y sin riesgo a equivocarme estará entre lo mejor del año. El disco empieza y acaba de manera magistral con “Walking far from home” y “Your fake name is good enough for me” respectivamente, ambas acojonantes. Pero mi enamoramiento del disco comienza con “Me and Lazarus” con ese bajo, esa cadencia en la voz y esa forma de composición que particularmente me recuerda a alguna canción lentica del “scratch” de Peter Gabriel, incluso esa sección de viento. Lujazo!. Después de ese preciosidad de canción viene la que por ahora se lleva el título a mejor canción del disco, creo que es el single, llamada “Tree by the river” de la que si no acabas enamorado es que no tienes corazón. Volvemos, en mi opinión, a los sonidos de Gabriel con “Monkeys Uptown” un título al que aquel monstruo tampoco le haría un feo. Cancionaca a la que hay que cogerle el punto, no diré que no pero una vez te entra..., ya estás perdido. Aires countriles con “Half moon” que suenan al Beam clásico, “Rabbit will run” a la que algunos etiquetan como Simon (yo no, que conste) es una delicia pero es que “Godless brother in love” es puro ironandwine, qué falsete, qué finura! Aij qué ricura! y a eso uno no puede negarse. Volvemos a Gabrieladas con “Big burned hand” que vuelve a tener esa sección de vientos tan juguetona y luego tenemos la magnífica “Glad man singing” que apunta maneras para estar entre las mejores canciones del año, al tiempo!. “Kiss each other clean” no es mejor que “The Shepherd's dog” pero supone una propuesta valiente que no sale perdiendo al compararla con sus otros trabajos, es diferente y puede que a muchos les decepcione no encontrarse a un Beam más tradicional y clásico desde luego si se le dedica algo de tiempo acaba por deleitarnos y llevarnos al huerto. Beam vuelve a firmar otra obra maestra, y ya van cuatro.
Hace unos cuantos años que desperté en la isla, hace unos cuantos años que a mi nave espacial se le estropeó la trocola acabando irremediablemente estrellado contra la corteza terrestre sin posibilidad alguna de volver a mi hogar así que no me quedó otra que empaparme de la cultura de este tan sobrevalorado planeta. Tal día como hoy comencé a plasmar en esta especie de diario mis pajas mentales, mis preocupaciones, mis quehaceres diarios y mis gustos y disgustos. Lo hice pensando que pronto me cansaría pero no fue así y desde el 20 de Enero del 2007 me tenéis aquí, al pie del cañón, casi a diario, opinando sobre todo aquello que se me pone a tiro. Por la isla han pasado ya tres fondos diferentes aunque parece que con el del ballenato dí en el clavo, y miles de secciones que fueron terminando y dando paso a otras nuevas. De las míticas quedan sobretodo los “Clásicos nikochianos”, “Nikotop” y “Videoniko”, algunas nuevas me están dando mucho juego como por ejemplo "5cèntims", “Directazos”, “Pleidegueim” o “Kutrangas” y muchas se quedaron en el tintero como "Por encima del bien y del mal" y "El cassette de.." pero desde luego lo que me hizo al principio engancharme a esto del blog fueron sin duda mis historias sobre “Un ser llamado Guzzest” que duraron una eternidad, en ellas me metía habitualmente con mi archienemigo Guzzest utilizando toda clase de chascarrillos y bromas internas, con amigos comunes que me servían de personajes para elaborar una historia ficticia que no evitaba adornar hechos reales. Así cogí mi primera oleada de lectores, básicamente amigos que aparecían en la historia, si bien el no ser del grupo difícultaba el disfrutar de la trama aunque para mi fue un bonito desafío escribir una historieta semanalmente. Luego el hacer un post diario o casi se ha convertido en toda una terapia para mi y una forma de activar mi mente, aprender cosas nuevas, tener inquietudes culturales y absorver nuevos conocimientos, aquellos que uno mismo se busca y otros que mediante sabias recomendaciones uno acaba por conocer. Esta última época parece que los lectores se animan más a dejar sus opiniones, si bien para mi no es muy importante, no negaré que siempre es bueno saber que alguien te lee, hace caso a tus recomendaciones o se cabrea porque piensa todo lo contrario, por eso me alegro de haber entrado en recomendaciones recíprocas con otros blogs musicales amigos, eso siempre da trempera y energía para seguir. De mi archienemigo tengo poco que decir sólo que me sabe mal que no plasme en la isla sus opiniones, más que nada porque tiene un contrato y me da por saco que esté de baja bloguera por no sé que virus del mono loco. La verdad es que es un vago de cojones y aunque le di carta blanca con lo de su sección, libertad de opinión y todo el libertinaje que pueda atesorar el tipo sigue en sus trece de refugiarse en el mundo de Warcraft acabando por no distinguir cual de los mundos es el real y cual el imaginario. Y nada más, sólo quería compartir con vosotros este dulce aniversario y confesaros que tengo muchas ganas de seguir mucho tiempo pero que temo que el ritmo de ahora puede verse afectado por mi futura paternidad a partir del mes siguiente, francamente espero encontrar tiempo para seguir escuchando disquitos viejos y nuevos, ver films y series, y seguir con mi reencontrada actividad lectora ya sea a base de comics, novelas o biografías de gañanes al uso, espero encontrar tiempo para contaros todo después y poder debatir sobre todo ello. Y ahora me voy a soplar las velas y a pedir un deseo que cuatro años de bloguerías no se cumplen todos los días.
Menuda recomendación me hizo hace unos días mi hermanito Black Meeple. En un principio dudé de él y de la categoría del sitio web pero ahora disfruto de lo lindo en mis horas muertas en la rebotica jugando a algún juego de mesa online con algún friki de cualquier continente y de manera totalmente gratuita. El sitio web es http://www.yucata.de/, allí previo registro podremos hacer partidicas a juegos como Carcassone, Vikings, Pompeia, Oregon, etc, etc. Bueno, estos son los cuatro por los que he empezado, estoy realmente enganchado a Vikings y dando mis primeros pasos al Oregon aunque con este juegaco será mejor buscar al señor Meeple y que me enseñe algunos truquitos pues aún no he ganado ni una mísera partida. De juegos hay unos cuantos, pinchamos en el que nos apetezca, proponemos partida y en pocos minutos ya hay alguien que ha aceptado el reto y podemos empezar a jugar, si bien es recomendable hacer partidas 1 contra 1 pues sino dependeremos de que todos los jugadores estén conectados para que la partida avance y posea un cierto ritmo. Si no hay nadie conectado la partida queda pausada y se puede continuar otro día. Empezamos como "workers", es decir, el nivel más bajo posible y el reto es ir ganado partidas y partidas cuanto a más juegos diferentes mejor para subir de categoría y en el ranking general, yo por ahora puede que vaya fácilmente farolillo rojo aunque no me importa pues esta página es una puta maravilla, ideal para pasar los ratos muertos en el curro o en casa cuando vienen de visita tus suegros y usas la clásica excusa de "tengo que acabar unas cosas del trabajo en el ordenador, no tardo nada..", je, je. Os recomiendo esta página tanto si sois unos jugones como si aún no habéis comenzado a saborear los juegos de mesa de postín. Todos los juegos disponen de las instrucciones, eso sí, en el idioma de Shakespeare (el alemán también esta disponible pero yo de ese ni papa). Ya sabes, es tu turno.
Ben Weaver - "Mirepoix and smoke" (2010): 01.– Grass Doe/ 02.– City Girl/ 03.– Drag the Hills/ 04.– East Jefferson/ 05.– While I’m Gone/ 06.– Maiden Cliff/ 07.– Split Ends/ 08.– 22 Shells/ 09.– The Rooster’s Wife.

Nada sabía de este cantautor americano natural de Oregón pero criado en Minesota que responde al nombre de Ben Weaver. Nada de nada aunque ahora ya sé que el tipo es más joven que yo, es regordete, barbudo, tiene una voz de esas cavernosas que me engatusan rápidamente, toca el banjo que ni te cuento y el muy cabrón ya va por su séptimo disco. Yo desde luego no sabía nada de él hasta que hace bien poco encontré por casualidad su último disco “Mirepoix and Smoke” (2010) y me dejé llevar por la belleza de sus composiciones. Menuda sorpresa me he llevado con este tremendísimo disco de folk que se me pasó el año pasado, sin duda entraría en mi lista de mis veinte discos favoritos del año pero que le vamos a hacer, siempre hay injusticias y ésta es una de ellas aunque al menos puedo decir que descubrí el disco, tarde pero lo hice. Este es el típico disco de folk que presume de utilizar poquísimos instrumentos, donde la voz es la principal protagonista. Es un disco de folk bello pero tristón resultado de un divorcio, no sé yo si muy amistoso, y el retiro a las montañas para amortiguar el dolor junto a su perro y la soledad. Si al escuchar “Grass Doe” no te enamoras instantáneamente del disco es que no tienes alma, ni corazón, ni vergüenza. Es una canción de esas que te tocan la fibra, perfectas para días lluviosos, para esos momentos en los que estás blandito y melancólico, y ya no te cuento cuando entra esa voz sensual y susurrante de Erica Forman, eso ya me pone la piel de gallina y entro en un estado de gustirrinín absoluto que no me abandona hasta la última nota del disco. Además de esa voz de lujo tenemos al banjo como actor secundario, una delicia que para los seguidores de dicho instrumento como un servidor es algo espectacular, la pareja de voz y banjo se luce en “City girl” pero es con “Drag the hills” y con la magnífica “East Jefferson” cuando me atrapa para siempre. No hay canción mala ni de relleno pero no me queda otra que destacar “Splits end” por encima del resto. Este Weaver ha sido una grata sorpresa, un descubrimiento de valor incalculable, un cantautor de esos que juegan en la división de Micah P. Hinson, Sam Beam (Iron & Wine), Justin Townes Earle, Chuck Ragan (ojito con este), Will Johnson, Jason Molina, etc, etc., y que desde luego hará que durante estos meses venideros me zambulla en su interesantísima discografía, si tenéis alguna sugerencia de por donde empezar soy todo oídos.
En el 2005 Noah Baumbach me sorprendió con una grandísima película de esas que me llegan directamente al alma llamada “The squid and the whale” aquí incomprensiblemente traducida como “Una historia de Brooklyn” interpretada magistralmente por Jeff Daniels y Laura Linney, donde aparecía por primera vez Jesse Eisenberg y donde hacían unos secundarios de lujo el señor Baldwin y la Paquin. Aquel film trataba sobre la ruptura de una familia a partir del divorcio de una pareja con dos churumbeles algo creciditos, la película es tremendamente triste pero a la vez es divertida, es ácida y a la vez amarga, claro que Baumbach se basó en su propia vida para elaborar un guión cojonudo que cogía algo de estilo de sus otros trabajos como por ejemplo los que realiza junto al director Wes Anderson, así que algo del universo de éste encontrábamos en el film. Así pues con estas tremendas referencias y buenos recuerdos me enfrento al nuevo film de Baumbach llamado “Greenberg”, y ojo que de entrada estoy acojonado porque el protagonista absoluto no es otro que el impresentable de Ben Stiller aunque al final me acabe convenciendo con la interpretación que realiza de Roger Greenberg, un tipo que vuelve de NY a LA después de estar ingresado en un manicomio para cuidar de la casa y del perro de su hermano hasta que éste vuelva con su familia de vacaciones, durante su estancia conoce a Florence que trabaja para su hermano como asistenta y retoma alguna vieja amistad haciéndole valorar que ha hecho con su vida. Greta Gerwig que interpreta a Florence es una agradable sorpresa y aunque no tienen mucho papel la presencia de Rhys Ifans y de Jennifer Jason Leigh siempre suben algo el nivel, aún así no acabé de conectar del todo con un film que ha sido multipremiado en el circuito indie americano, al acabar la película (qué forma de acabar más extraña y de sopetón!) no sé si me ha parecido cojonuda o regulera, nunca me he aburrido a pesar de su lentitud pues todo lo que pasa en ella me interesaba pero claro aunque se disfrace de película filosófica no deja de ser una amarga comedia romántica con ínfulas de peli de culto pero creo sinceramente que en algún momento se queda por el camino y no consigue su objetivo. A mi Stiller me convence en este film pero reconozco que no es la película perfecta para que cambies de opinión si odias al tipo, aquí está comedido pero tanto que se pasa todo el film con el mismo careto de asqueado de la vida pudiendo llegar a parecer un gracioso sin gracia o un soseras de tomo y lomo, le llegas a odiar pero le entiendes y en cierto modo uno puede sentirse identificado. Y eso, que no sé si deciros que es cojonuda o una tomadura de pelo así que miradla y salir de dudas vosotros mismos yo no soy capaz de dar una opinión concreta, bueno, sí, mejor ver “The squid and the whale” que esa sí me pareció cojonuda en su día.
Uno de esos directazos imprescindibles que cualquier ser humano no debería pasar por alto es el que editaron los hermanos Davies en 1980 y que plasmaba lo que fue aquella gira llamada “One for the road”. Fue una época donde habían dejado su gran etapa british y sus ganas de hacer óperas rock para entregarse al sonido americano sin contemplaciones, venían pues de editar el espléndido “Sleepwalker”(1977), el brutal “Misfits” (1978) y el acojonante “Low Budget” (1979), luego vendría la gira y fruto de todo ello acabaron por todo lo alto con tres discos de toma pan y moja. Aquella época de los Kinks tiene ese sonido de rocanrol americano que tan bien puede explicarse con la figura de Tom Petty, no digo que se parezcan ni mucho menos pero esa esencia, ese saber hacer y ese americanismo están ahí presentes, de eso no hay duda. Tal vez sea la formación de The Kinks con más músculo de la historia, es tal vez la formación más eléctrica y contundente de todas las que han tenido dando como dijeron más adelante a la gente lo que querían, adaptándose a los nuevos tiempos de manera magistral. Ya no facturan obras maestras como “Village Green” o “Lola vs Powerman” pero estos nuevos Kinks podrían valorarse como si de un grupo diferente se tratase y entonces hablaríamos de un grupazo bestial. El directo empieza con ese “opening” que no es otra cosa que un instrumental de “You really got me” que volverá a aparecer enterica al final del concierto para enlazar luego con la magistral “The Hard way”, un trallazo espectacular. “Catch me now i’m falling” suena poderosa y convincente con un gran Dave y luego nos regalan una “Where have all the good times gone” con un lifting americano impresionante. “Lola” no puede faltar a la cita y aunque es una canción tan sobada y tan radiada hay que reconocer se mire como se mire que es cojonuda y eterna. Suena “Pressure” y una se mea toa para enlazar con el clasicón “All day and all of the night”, luego “20th Century man” hace las delicias del respetable antes de engatusarnos con la perfecta y deliciosa “Misfits”. Y ahí estamos, en la mitad del concierto. Aún quedan temas impresionante e imprescindibles, véase: “Prince of the punks”. “Stop your sobbing”, “Low Budget” que es una de mis favoritas del lote sin ninguna duda que enlaza con la fuerza de “Attitude” y esa “Superman” que encuentra su mejor versión en este directo, francamente inolvidable. Acercándonos ya a la recta final saboreamos “National health” antes de darnos el atracón final de clásicos imprescindibles con “Till the end of the day”, “Celluloid heroes”, “You really got me”, “Victoria” y “David Watts”, joder, qué traca final!, un despiporre. Como digo, si no has escuchado aún este directazo, si aún no sabías de él, si no le supiste dar la importancia que se merecía puede que aún estés a tiempo aunque no podrás evitar la sensación de ridículo al pensar lo que te has perdido todo estos años. Aquellos tiempos de los Kinks nunca volverán, ni la época americana ni la británica, sin Dave nunca será lo mismo aunque Ray intente convencerle para volver y demostrar que ellos también eran una gran banda. Lo eran, sin duda lo eran, y este directo es un muy buen ejemplo de cómo se las gastaban los hermanitos Davies. Simplemente imprescindible.
THE BUILDERS AND THE BUTCHERS
SALVATION IS A DEEP DARK WELL (2009)
VAMPIRE LAKE





THE BUILDERS AND THE BUTCHERS
SALVATION IS A DEEP DARK WELL (2009)
SHORT WAY HOME

Qué queréis que os diga, creo que esta compilación de ensayos filosóficos sobre la serie Los Soprano editados por “errata naturae” que prometía a priori ha resultado ser algo soporífera. Puede que yo me esperase otra cosa pues ya de entrada la ilustración de la portada obra de David Sánchez es cojonuda y llama mucho la atención, más aún si acabas de ver la serie completa de un plumazo, un plumazo largo eso sí porque los casi noventa episodios que tiene la seriaca no se ven en un par de días. Seriaca por cierto que resumida de manera algo simple trata como dijo Chris Albrecht, presidente de HBO, de un tipo en torno a los 40 años que ha heredado un negocio de su padre. Está tratando de situarlo en los tiempos modernos. Tiene todas las responsabilidades que de ello se derivan. Tiene una madre autoritaria de la cual aún trata de escaparse. A pesar de que ama a su esposa, ha tenido una aventura. Tiene dos hijos adolescentes, y está haciendo frente a la realidad de lo que conlleva. Está preocupado y deprimido, y comienza a ver a una terapeuta porque está buscando el significado de su propia vida. Pues eso, que en realidad la serie va de un tipo que no se diferencia mucho de cualquier tipo corriente de hoy en día, bueno sí, Tony es el Don de Nueva Jersey. Así pues los autores de los ensayos filosofean y se hacen pajas mentales sobre el comportamiento de Tony, sobre si la serie se inspira en conceptos planteados por Nietzsche o Enzensberger, si bebe de los mitos de la antigua Grecia o si simplemente va de un gangster gordo, machista e hijodeputa. Iván de los Ríos, Fernando R. Lafuente, Ignacio Castro Rey, Noël Carroll, Peter H. Hare, Kevin L. Stoehr, Fernando Castro Flórez y Rodrigo Fresán són los autores de los ensayos, ensayos que son altamente intelectualoides, con mucho fondo y mucha cultureta de escaparate. Después de leerlo me he quedado más frío que Bernie, el cadáver de “Este muerto está muy vivo” (peazo de referencia del celuloide, je, je), así pues no recomiendo en exceso esta compilación de ensayos sobre Los Soprano llena de divagaciones que no van a ningún lado, estúpidas hipótesis intelectualoides e innumerables citas a genios de la literatura y filosofía por las que mataría el mismísimo Valdano. Ahora, sí sois unos activistas gafapastiles, este es vuestro libro.
The Builders and The Butchers - “Dead Reckoning”: 1.- I Broke the Vein/ 2.- It Came From the Sea/ 3.- Lullaby/ 4.- Rotten to the Core/ 5.- Moon is on the March/ 6.- All Away/ 7.- Cradle On Fire/ 8.- We All Know the Way/ 9.- Out of the Mountain/ 10.- Blood For You/ 11.- Black Elevator/ 12.- Family Tree. 
“Salvation is a deep dark well” (2009) fue un disco cojonudo que permitió que un servidor se adentrara en el mundo de Alex Ellis bajo, Ray Rude percusionista y organista, Brandon Hafer batería y trompeta, Harvey Tumbleson banjo y mandolina, y por supuesto del pelo panocha de Ryan Sollee que es el responsable de las composiciones y de cantar, claro. Todos ellos forman el grupo “The Builders and the Butchers” y aquel disco me sorprendió, me cogió desprevenido pero después de sucesivas escuchas acabó por engatusarme del todo con su dead-country y su folk-rock gótico, un discazo que desde su espectacular portada hasta el último acorde pasando por cancionacas como “Devil town”, “Short way home”, “Barcelona”, “Down in the hole” y “Vampire lake” me hacían disfrutar de lo lindo. Tal vez esos crochets de derechas, esos uppercuts espectaculares se echan de menos en su nuevo trabajo llamado “Dead Reckoning” que sale a la venta en febrero en este planeta pero que los marcianos provenientes de otras galaxias ya podemos disfrutar. Ojo!, que no digo que este nuevo disco sea peor que el anterior pero desde luego no tiene esas tonadillas que entran rápidamente y con facilidad al personal, estamos ante un disco si cabe más gótico que el anterior, más difícil, menos comercial pero me da en la nariz que el resultado final de su escucha será más placentero. Es posible que la voz de Sollee no guste a todo el mundo aunque si te gustaba entonces te gustará ahora, es difícil clasificarla pero un cruce entre Jack White y Billy Corgan de los machacapunkins no sería una mala comparación, lo que sí es de verdadero lujo son las letras, la percusión y esa atmósfera tan peculiar que crean, realmente espectacular, luego está esa portada de lujo que supera a la anterior, una preciosidad que no puede dejar a nadie indiferente y que fácilmente llamaría mi atención en una tienda haciendo que comprase el disco aunque no conociese lo que hubiese dentro (sí, a veces hago esas cosas), supongo que el autor de esta portada es el mismo que el de su anterior trabajo, un tipo llamado Lukas Ketner natural de Portland (Oregón) como el grupo en cuestión. El disco comienza con unos acordes modositos pero enseguida propone percusiones de ultratumba y la voz de Sollee que parece salir directamente del infierno nos envuelve con ese “I broke the vein”, canción cojonuda sin más que marca el tono y el nivel del disco, el inicio de “It came from the sea” me descoloca algo aunque al fin y al cabo tiene ese regusto a canción tradicional con esos cambios de ritmo que me recuerdan a Jethro Tull sin flauta y con algún que otro sintetizador de por medio, a mi me vale. “Lullaby” es tal vez la que da mayor continuidad a su anterior trabajo ya que podría estar perfectamente en aquel magnífico disco y el antihimno “Rotten to the core” es por ahora mi canción favorita del disco, qué canción, qué hijosdeputa! Y con esto y un bizcocho..., eso, que el disco me encanta, coño!. Sollee nos da algo de tregua con “Moon is on the March” que sinceramente me hace disfrutar como un enano, el disco sigue por unos derroteros algo más tranquilos que no por eso peores aunque así de primeras luzcan más las composiciones más movidas. Podría citar una a una las canciones, decir que esta o aquella canción son mis favoritas pero la verdad es que a cada escucha voy descubriendo cosas nuevas lo que me hace pensar que estoy ante un disco de largo recorrido, sin duda un gran disco que en su parte final nos obsequia con joyas como “Out of the mountain”, “Blood for you” y el pelotazo “Black elevator”. Los constructores y carniceros no son un grupo fácil, cómodo ni radiable pero si uno consigue entrar en su mundo quedará del todo satisfecho, después de saborear dos discos creo poder decir que estamos ante una de las más interesantes y prometedoras bandas yankis de los últimos años, canciones de calidad desde luego no les faltan.
HBO la ha vuelto a liar parda gracias entre otros a mi admiradísimo Martin Scorsese que tal vez junto a Polanski sea de los pocos grandes que aún facturan obras maestras. Tanto HBO como Martin han dado un golpe sobre la mesa para decir alto y claro quién manda en la televisión actual pues si bien es indiscutible el poderío del canal llevaban un final de década algo flojeras ya que tanto The Sopranos como The Wire no tenían un sustituto claro, y las nuevas propuestas no acababan de convencer al respetable y éste acababa abandonando para irse a la competencia, AMC, en busca de cosas tan interesantísimas como Mad Men o Breaking Bad sin rebuscar demasiado. Pero entonces aparece Scorsese junto al señor Walhberg para producir una serie basada en el Atlantic city de la ley seca, con sus gangters y su violencia medida y suficiente pues hay más trama y politiqueo del que uno piensa a priori, lo malo es que el presupuesto se dispara es por eso que Martin acepta dirigir el episodio piloto, por cierto, el más caro de la historia de la televisión pues se tuvieron que construir todos los decorados donde destaca ese paseo marítimo de Atlantic city, sí, aquel paseo donde Tony Soprano viajaba a menudo en sus sueños y en la vida real. Las expectativas eran realemente altísimas viendo quién andaba detrás, de qué iba la cosa y quienes interpretarían a los personajes. Buscemi como protagonista absoluto interpreta al tesorero, político y mafioso de la ciudad, Nucky Thompson, Michael Pitt (como Jimmy Darmody) con un gran papel que poco a poco se va comiendo al mismísimo Buscemi, y luego grandes secundarios como Stephen Graham (un jovencísimo Al Capone), Michael Stulhbarg (Mr. Rochstein, el jefe mafioso de NY), Vincent Piazza (Lucky Luciano), Shea Whigham (Eli, Sheriff y hermanísimo de Nucky), Dabney Coleman (el Comodoro), Greg Antonacci (Johnny Torrio, jefe de Chicago) y el increíble y de culto Michael K. Williams (el brutal Omar Little de The Wire) como Chalky White el jefe de los negros en la ciudad, confidente de Nucky y un muy buen socio, y así podría ir siguiendo y siguiendo pues lo de los actores y actrices es un despiporre. Ah! se me olvidaba el papelón que hace Michael Shannon como el agente del tesoro Nelson Van Alden un auténtico psicópata hijo de la gran puta.

El episodio piloto que dirige Scorsese es soberbio, una puta obra maestra que perdurará en mi cabeza toda la vida, luego la trama como en todas las grandes obras de HBO tarda en despegar, se toma su tiempo como una película de doce horas troceada en doce episodios para en algún momento, más o menos un poco antes de la mitad explotarte en la puta cara. A partir más o menos del episodio 7 que es uno de mis favoritos, el llamado “Home” uno no puede dejar de ver la serie, si la tiene enterita ya no podrá parar, menudo festival. Luego van preparando la trama de la segunda temporada, los personajes van creciendo al mismo tiempo que sabemos más de ellos y de su pasado y además nos regalan alguna que otra joya como la presencia de ese francotirador sin cara llamado Richard Harrow (interpretado por Jack Huston) y que fácilmente se ha convertido junto a Darmody en mi personaje favorito. Si AMC presume (con razón) de Mad Men, de su reproducción de la América de los cincuenta-sesenta, HBO le da la réplica con su versión del país en los años veinte. El único pero que le pongo por ahora es que me da la sensación que Buscemi que es un gran secundario le cuesta un poco llevar el peso de la historia, parece algo encorsetado, aunque le va de muerte que Michael Pitt le robé muchos minutos también he de decir que su personaje es complejo de cojones y cuanto más sabemos de él más me gusta y más valoro la interpretación de Buscemi, y luego está la música de cabecera, "Straight Up and Down" de The Brian Jonestown Massacre, no me acaba de engatusar comparado con la de The Sopranos, The Wire y esa maravilla que es Treme, pero mala no es desde luego. No puedo aguantarme, necesito ya la temporada dos pero tendré que ser paciente pues no se ha empezado ni a grabar. Mierda!. Boardwalk Empire junto a Treme son las dos mejores series actuales con permiso de Mad Men, no hay color. Si las cosas no se tuercen estamos ante una obra maestra y un referente claro de la televisión, un nuevo Sopranos o un nuevo The Wire. Al tiempo.
1.- Iron & Wine – Kiss each other clean
2.- Fleet Foxes - ¿xxx?
3.- Them Crooked Vultures - ¿xxx?
4.- Paul Simon – So Beautiful or So What
5.- Nick Cave & The Bad Seeds - ¿xxx?
6.- The Strokes - ¿xxx?
7.- Bright Eyes – The People’s Key
8.- The Builders & The Butchers – Dead Reckoning
9.- My Morning Jacket - ¿xxx?
10.- R.E.M. – Collapse Into Now
Este fin de semana he podido hincarle al diente a un nuevo juego de mesa que llegó a mis manos el día de Reyes. Su nombre: Más allá de Thebas. Está editado por Queen Games de manera magistral pues todos sus componentes son excelentes y las ilustraciones son muy acertadas haciendo que fácilmente seas absorvido por la temática del juego que no es otra que la arqueología. Y es que cual Indiana Jones nuestro objetivo en el juego será recolectar los mayores conocimientos posibles sobre una excavación y una civilización, reunir material y personal para realizar nuestras excavaciones y una vez obtenidas las reliquias impartir algún que otro seminario en alguna ciudad europea. De entrada parece muy complicado y algo soso pero el creador del juego Peter Prinz ha conseguido un juego genial donde la estrategia no está reñida con la suerte que además no es nada complicado y resulta perfecto para introducir nuevos jugones en este magnífico mundo de los juegos de mesa europeos.

El tablero representa la zona europea y sobretodo la mediterránea, en las ciudades europeas es donde podremos obtener conocimientos y donde impartiremos nuestros seminarios, en las zonas mediterráneas de antiguas civilizaciones es donde podremos excavar. Existen unas cartas que nos permiten recoger conocimientos, material o personal técnico, siempre habrá cuatro cartas boca arriba sobre el tablero pero para conseguir una tendremos que ir a la ciudad que indica, cada vez que nos desplazamos de una ciudad a otra gastamos una semana de nuestro tiempo (si es que no tenemos una carta de zepelín o de automóvil) y al recoger la acción determinada también gastamos un tiempo para realizar dicha acción. La cartas de semanario van saliendo durante la partida, sobre el tablero pueden haber un máximo de tres y para realizar una de ellas debemos estar en la ciudad que indica la carta que es donde se celebrará el seminario y los conocimientos que se nos pidan, siendo estos recolectables al realizar una excavación. Lo difícil de entender si es que hay algo difícil es que el juego durará 3 rondas o años que corresponden a 52 semanas por año, nosotros movemos nuestro indicador al realizar las acciones tantas semanas como indique la acción, y sólo podremos excavar en una zona un año para volver a ella tendremos que esperar un tiempecito.

Una vez hemos recolectado conocimientos, hombres y material puede que queramos excavar para ello nos dirigimos a la ciudad antigua, decimos los conocimientos, material y hombres que utilizaremos y el superaparato “cronoscopio” que es la monda en este juego nos dice dependiendo de las semanas que queramos excavar cuantos tesoros podremos coger. Una vez decidido cogemos el saquito de los tesoros que contiene 15 fichas de tesoro y 15 de runa y al azar sacamos tantas fichas como nos haya dicho el cronoscopio, los tesoros nos los quedamos y la runa se devuelve al saco. Ya no podremos excavar más en esa zona durante un año, contamos las semanas que hemos tardado en viajar a la ciudad y el tiempo de excavación y nos movemos por el tablero avanzando en el tiempo. Al final ganará quién tenga más puntos, que se consiguen con la puntuación que tienen los tesoros, los puntos que obtenemos de las cartas de seminario y otro puntitos extras que ayudan a darle al juego vidilla. Me gusta mucho que la suerte esté tan integrada en el juego, como el arqueólogo que excava, pues aunque tenga todos los recursos no sabe si encontrará algo o no. Así pues hay que estar excavando en la ciudad correcta en el momento adecuado cosa que dependerá de tus dotes estratégicos no sólo de la suerte. Además la gestión del gasto del tiempo es muy importante pues siempre tira el jugador que menos semanas ha gastado pudiendo pasar que un mismo jugador tire dos o más veces seguidas. En definitiva este Thebas es todo un hallazgo (gracias, fichilla), divertido como ninguno y muy bien parido tanto para dos jugadores como para cuatro, os aseguro que la expectación y las risas que aparecen al sacar los tesoros del saco no tienen precio. Un juego muy pero que muy divertido al que recurriré a menudo.
STEELY DAN
CAN'T BUY A THRILL (1972)
DO IT AGAIN

A veces me pasa, como supongo a muchos de vosotros, que un aburrimiento supino, un conflicto sentimental o alguna manía pasajera me hace revisar, rebuscar y reordenar mi colección de discos y cedeses. Haciéndome pasar por un Rob Fleming cañí puedo pasarme horas y horas clasificando por día de compra, fecha de publicación, por orden alfabético o puestos a ser más Fricki que nadie por mejor canción que abre un disco o por mejor cara b. Ya veis, como el protagonista de aquella magnífica novela de Nick Hornby de 1995 titulada “High Fidelity” (por cierto, aunque no venga al caso, no os parece insuperable la canción del mismo nombre del maestro Costello?) podría pasar mis horas muertas ordenando mi discoteca o grabando algún cedese que otro a alguien querido. Al final de tanta nueva clasificación acaban pasando impepinablemente dos cosas, una que saco el polvo como nadie y dos que acabo recuperando algún disco o grupo que tenía abandonado injustamente. Eso es lo que me ha pasado estos días sin ir más lejos, reordenando y reclasificando he acabado recuperando a los grandísimos Steely Dan, ese grupo liderado bicéfalamente por Walter Becker y Donald Fagen, creadores del 99% de las canciones del grupo que se caracterizan por esa fusión de jazz, rock, funk y rhythm & blues. Discos tienen para parar un tren, discos buenos buenos de verdad media docena de indiscutibles donde tal vez los de la década de los setenta se lleven la palma. Al grupo lo conocí gracias al típico recopilatorio que te regala algún ser querido en Navidad, en este caso mi hermano Black Meeple, después profundizar o no ya depende de cada uno pero la verdad es que como uno es siento por siento cabesón no hay nada que se me resista, de los Dan pasar a los Doobie Brothers ya es un paso lógico y necesario más si uno tiene de compañero de trabajo durante dos años a un tipo que se pasa las ocho horas laborales cantando con un falsete impecable el “What a fool believes” de los susodichos pero no quiero venderos hoy a los Doobie que podría porque son grandes de cojones, hoy vengo a que me compréis a los Steely Dan vía recopilatorio de grandes éxitos, concretamente con aquella compilación tremendísima que me regaló mi brother (que no es muy doobie todo hay que decirlo) hace ya un lustro y que responde al original nombre de “The Definitive Collection”. De compilaciones los Dan tienen mejores pero para empezar y hacer una degustación al uso uno va más que sobrado aunque no es un grupo precisamente de cañonazos radiables aunque alguno de esos también tienen, por supuesto. No faltan cancionacas como “Do it again”, “Dirty work”, “Reeling in the years”, “My old school, "Rikki don’t lose that number" y “Peg” por poner varios ejemplos, y nada más que deciros, bueno sí que espero que recuperéis como yo a este gran grupo y que los disfrutéis a lo grande, ah, sí, una cosa más: “I´m a fool to dirty work. Oh yeah. I´m a fool to dirty work. No more. I´m a fool to dirty work. Ouuuuh Yeeeeeeah!”…

Steely Dan – The Definitve Collection (2006): 01.- Do It Again /02.- Dirty Work/ 03.- Reelin’ In The Years/ 04.- Bodhisattva/ 05.- My Old School /06.- Rikki Don’t Lose That Number/ 07.- Black Friday/ 08.- Bad Sneakers/ 09.- Kid Charlemagne/ 10.- Deacon Blues/ 11.- Peg/ 12.- F.M./ 13.- Hey Nineteen/ 14.- Babylon Sisters/ 15.- Cousin Dupree/ 16.- Things I Miss The Most.
Televisivamente uno no puede imaginarse acabar el año con una trempera mayor que la que se obtiene al meterse entre pecho y espalda todas las desventuras de la familia Soprano y rematar la jugada con la imponente e imprescindible “Treme”. Las dos series fueron cortesía de mi archienemigo Guzzest (nene, te debo una) y por supuesto las dos pertenecen a la factoría HBO, tal vez el mejor canal de televisión de la historia. Claro que el año no puede haber empezado mejor, me explico. Gracias a Guzzest (one more time) y a HBO, claro, me ha llegado “Boardwalk empire” y estoy más feliz que unas castañuelas pero el motivo de este post no es hablaros de la serie de Martin y Buscemi, ni de ese proyecto imponente de la cadena llamada “Game of Thrones” que tiene una pintaza de esas que te hacen saltar la boina ni daros envidia cuando os diga que los reyes magos me han traído la serie completa de The Wire que pienso revisar a la voz de ya (mi seriaca favorita..). No. Hoy vengo a decir que hay vida después de HBO o tal vez una vida paralela a HBO con una calidad pasmosa. No es el momento de perderse el nacimiento de un nuevo canal acojonante, no es cuestión de ponerse de lado de HBO, ni de escoger entre Beatles o Stones, o entre Guzzest o Nikochan. Es el momento de darse cuenta que existe AMC. Que quienes son estos? Pues los papás de “Mad Men”, de “Beaking Bad”, de “Rubicon”, de “The Killing” y por supuesto de la mini serie que me ha mantenido enganchado estos primeros días de enero, hablo claro de esa seriaca sobre zombies (que no infectados) llamada “The Walking Dead”. Alucinante. La serie está basada en una saga superconocida de comics en blanco y negro, y sin trampa ni cartón donde se explica como un grupo de humanos sobreviven a un mundo zombie sin precedentes, a esto hay que decir que intento hacerme con los comics lo antes posible. Como protagonista hay un poli de Kentucky con gorro que responde al nombre de Rick Grames y hasta aquí puedo leer porque ya que la trama tampoco es la ostia no os voy a joder el poco misterio que hay en ella. Sólo seis episodios tiene la primera temporada aunque una segunda está preparándose con más de media docena de nuevos episodios, la factura de la serie es impecable, los efectos especiales son tradicionales pero muy efectivos, con el maquillaje como clave principal y claro la acción, los sustos, los mordiscos y la sangre y las visceras están aseguradas. AMC si tiene que sacar al protagonista pegándole un tiro en la cabeza con una recortada a una niña zombie de diez años pues lo saca y punto, con dos cojones. Todo la serie está llena de tópicos zombies, eso no lo voy a negar pero sin ser yo un fan del género de los no muertos tengo que reconocer que la serie es cojonuda y recomiendo verla del tirón sin prejuicios ni tonterías. Una de las mejores series del año, junto a Treme, Breaking Bad, Mad Men, Boardwalk Empire.... La guerra entre HBO y AMC acaba de empezar y sólo puede haber un ganador, nosotros.

Uno de los grandes tapados de la escena indie-pop americana es sin lugar a dudas Kelley Stoltz al que le llevo haciendo un marcaje garrapatil desde hace algo mas de un lustro. Aquel “Below the branches” del 2006 superó mis expectativas, me encandiló sin más, me llevó al huerto sin contemplación alguna y provocó más de un orgasmo para mis oídos. Sí, aquel era y es un disco descomunal, un disco que sin exagerar es un indispensable de la década pasada, incluso llegué a conseguir que Flush se hiciese con sus servicios aunque para ello tuve que soltar más información de la cuenta pues informé de la presencia del disco “Crocodials” que Kelley había editado en el 2005 y que no era otra cosa que el archiconocido disco de los Bunnymen cantado y tocado por Stoltz, una gran curiosidad. Pero a mi lo que me gustaba de verdad era el disco “Below the branches”, un lujo qué queréis que os diga con cancionacas como “Ever throught of coming back” con ese aroma a Beach boys, aquella genial “Memory collector” que bebía de los Zombies, “The Rabbit Hugged The Hound” y “Birdies Singing” que rendían pleitesía al bueno de Ray Davies y su Village Green, y al maestro Lennon, no faltaba más, en “The Sun Comes Through”. Vamos que aún espero que lo puto Flush me dé las gracias por el hallazgo aunque sinceramente creo que me mintió para quedar bien y ni lo escuchó. Bueno, eso son suposiciones sin fundamento así que si no lo escuchó en su momento él se lo pierde y desde luego debería solucionar su grave error. Yo seguí a lo mío, disfrutando de Kelley pero el tiempo me hizo olvidarlo, recurría poco a él hasta que en 2008 apareció su “Circular sounds” donde seguía fiel a su estilo en una clara pero lenta evolución, si bien para mi gusto este disco estaba un peldaño por debajo del “Below..” pero seguía teniendo ese sello y ese sonido característico y alguna que otra canción verdaderamente cojonuda como “Your Reverie”, “Gardenia”, “When You Forget” y “Everything Begins”, por poner algunos ejemplos. Pero ese disco en cierta manera me decepcionó, esperaba más o ves a saber en qué cojonudos discos estaría yo metido por esa época para no hacerle el caso que ciertamente merecía, puede que el pelotazo del Paperboy Reed, el 22 dreams de Weller, la estratégia soulera de Sexsmith, Oh de Lambchop, el Hinson, los Fleet Foxes, y el Momofuku de Costello tuviesen algo de culpa, no lo niego. Así pues cuando a finales de diciembre del 2010 con la lista de “lo mejor de” acabada llega a mis manos lo nuevo de Kelley Stoltz una gota de sudor frío cae por mis gorditos mofletes, mis manos temblorosas sacan el cedese de su caja para introducirlo en el reproductor y de ahí al play es un paso. Resulta que “To dreamers” es realmente cojonudo y tremendamente adictivo..
Kelley Stoltz - “To Dreamers” (2010): 01.- Rock & Roll With Me/ 02.- Pinecone/ 03.- Keeping The Flame/ 04.- Fire Escape/ 05.- I Remember, You Were Wild/ 06.- Ventriloquist/ 07.- Baby I Got News For You/ 08.- Little Girl/ 09.- I Don't Get That/ 10.- I Like, I Like/ 11.- August/ 12.- Love Let Me In Again/ 13.- Bottle Up


Sí, señor. Muy buen disco aunque para ser sinceros le sería imposible entrar en el top 10 de mi lista particular pero en el 20.. eso ya sería otra tema a discutir, aún así a cada escucha el muy cabrón de Stoltz me lleva a su terreno y eso que ha abandonado ligeramente su queridísimo pianito para otorgar el protagonismo a guitarras acojonantes. Eso me ha sorprendido, no lo voy a negar y escuchando “Rock and roll with me” que abre el disco se puede entender esa (grata) sorpresa, la tonadilla me sabe a pre-glam de lujo, me imagino a un jovenzuelo Bowie entonando el estribillo y haciendo un gritito marca de la casa al final del mismo pero tal vez es “Pinecone” la que mas me pone, joder qué buen pareado me ha salido. “Pinecone” es un canción redonda con su sunshine pop de etiqueta, ooohhh qué lujazo. La verdad es que como caracteriza a Stoltz hay un gran muestrario de la historia del pop en este disco, él es un muy buen conocedor y un gran ejecutor, a eso añadirle talento y sale lo que sale, por ejemplo la estupendísima “Keeping the flame” que hará las delicias tanto de mi archienemigo Guzzest como de su secuaz Flush, y de tantos otros, argghhh, keeping the flame, keeping the flame, keeping the fleeeeiimmmm....!!!! Luego el disco es un constante dejarse llevar para darse un gustirrinín como el que nos da la guitarra en “Fire escape” o la delicia que supone escuchar la velvetiana “I remember, you were wild” y no quería terminar sin remarcar lo fantasbulosas que son “I like I like” (está Bolan? que se ponga!) y "Ventriloquist" (o-ú-ooooh!!) y las kinkinianas "I don't get that" y "Love let me in again". Qué? qué os parecen? y ahora que pienso que me decís de "Little girl"?, no es buena eh?. Si aún no conocéis a Kelley Stoltz a qué coño estáis esperando? Insensatos!
Delicioso rockumental que nos metimos entre pecho y espalda el otro día nikochana y un servidor sobre una de mis cinco favoritas bandas de rock de toda la historia. The Doors, claro. El documental que lleva por título “When you're strange” se estrenó en el festival de Sundance en 2009 arrancando un buen puñado de buenas críticas para llegar más tarde a nuestro país concretamente a Barcelona festival In-Edit (2010) mediante al cual no pude acudir por el embarazo de mi esposa, el alto precio y la paupérrima organización, así pues de los cines pasó a internet y de ahí al salón de casa no se ha hecho esperar demasiado. Si eres un fan de la banda de Morrison esto te va a parecer la repanocha si no es así te va a gustar también porque el documental es de lujo a pesar de que te cargue el organillo de Manzareck. A partir de material de video del propio Morrison la mayoría de él inédito el director Tom DiCillo encadena los acontecimientos que llevaron al éxito a los Doors, desde su nacimiento hasta la muerte de Morrison y de la banda pasando por los momentos más difíciles y polémicos del grupo sin olvidarse del violento momento político del país pero como digo a excepción de las imágenes históricas siempre a través de imágenes que ha proporcionado el grupo, incluso hay imágenes de un film que grabó Jim. Todo con una clase descomunal aunque a veces algo desordenado musicalmente y con la narración de un gran fan del grupo, Johnny Depp. No hay nada en el documental que no sepamos, no hay entrevistas a nadie, y no se intenta mitificar a la banda en ningún momento aunque ese montaje inicial con Jim al volante por el desierto escuchando la noticia de su propia muerte es realmente cojonuda y mística, agrandando el mito de que Morrison siguió vivo y fingió su propia muerte. Doors en estado puro. Uno de los grandes grupos de la historia te gusten o no, por influencia, por su música y por sus letras. Como dije de mis cinco bandas preferidas de la historia junto a Stones, Beatles y Who, la quinta plaza depende de mi estado de ánimo pero sin desvelaros cual de ellas prefiero os diré algunas que luchan por ese quinto puesto: Led Zeppelin, Kinks, Clash, Queen..., hay tantas. Bueno, ver este documental porque es la releche y retomar los elepés de los Doors como es debido nada de recopilatorios al uso, por orden de preferencia (la mía claro) os recomiendo primero “The Doors”, luego “L.A. Woman”, “Strange days”, “Morrison Hotel”, “Waiting for the sun” y por último “The Soft parade”, para novatos morrisonianos no comencéis nunca por uno de sus directos y si queréis aunque no lo recomiendo porque los discos son mejores, podéis comenzar con el recopilatorio “13” que fue con el que los conocí yo, uno de esos vinilos que debes tener sí o sí. Tremendo grupo, sí señor.
DR. DOG
SHAME, SHAME (2010)
SHADOW PEOPLE