Es
curioso como descubro con cierto pesar que he sido abandonado por
uno de mis seguidores. Ya no estoy en la centena, he vuelto a los 99
followers! Ostias, no podré dormir! Je je.... Debe ser algún fan de
Pearl Jam algo mosqueado por mi crítica de su aburrido y monótono
disco “Lightning Bolt”. Tal vez mi archienemigo se haya borrado
aunque él jura y perjura que no. No lo sé. Tampoco me he puesto a
revisar quién ha sido el desertor, claro que como me entere lo
desintegro. Después de lo que os voy a contar hoy tal vez bajen aún
más mis queridos seguidores pues pensarán que me he vuelto del todo
loco, que mi sentido del buen gusto se ha averiado o puede que como
sospechaban muchos de ellos nunca lo haya tenido. Está claro que a
estas alturas los pocos terrícolas que pasean por la isla no se
sorprenderán de que diga claramente, a pechopalomo, qué cojones, que
a mí, sí, a mí, el nuevo disco de los Arctic Monkeys me gusta. Aún
diré más, el grupo de Alex Turner me la pone dura. Hace ya siete
años que aquellos mocetones imberbes de Sheffield aparecieron en la
escena musical con un discazo bajo el brazo de eterno título:
“Whatever people say I am, that's what I'm not” (2006). El disco
me sedujo, me llevó al huerto y me pegó un par de polvos bien
dados. Sería flor de un día el noviazgo o mi relación con los
monetes acabaría en boda? Mi archienemigo Guzz siempre ha renegado
de ellos y de cualquier grupo parecido que a pesar de su indudable
calidad ocupe las portadas de revistas musicales y de tendencias
varias aunque incomprensiblemente defienda a The Strokes que
sinceramente son una putísima gran mierda.
Eran
pues los Monos Árticos un hype? Pues no lo sé, ni me importa
demasiado, pero su segundo disco confirmó que el niñato Turner era
bueno de cojones y aquel “Favourite Worst Nightmare” (2007) sonó
hasta la saciedad en el hogar nikochiano. Luego, su tercer disco,
“Humbug” (2009), producido por Joss Homme me dejó algo frío, no
acabó de engatusarme y me entraron dudas, no lo negaré. Tampoco
ayudaba tener al bueno de Guzz dando por saco diciendo eso de “te
lo dije, eran un hype, no valen un pimiento...”, pero bueno, le di
la razón como a los locos y me olvidé un algo de ellos. Turner
comienza a aparecer por doquier, colabora con el más pintado, y ojo
que lo de los “Puppets” con su nuevo amigo Kane es de escucha
obligatoria, de traca i mocador que dicen por estos lares. En 2011
aparece “Suck it and see” y hago las paces con los monicos. Un
notable disco que resumía su esencia y daba un paso más, con tupés
y sin sorpresas pero también sin fisuras. Un disco “maduro”
(como odio el palabro), pero es cierto, los monos árticos ya estaban
maduritos y listos para hacer lo que les saliera del badajo, y ese
algo es “AM”.
Arctic
Monkeys - “AM” (2013): 01.- Do I Wanna Know/ 02.- R U Mine/ 03.-
One For the Road/ 04.- Arabella/ 05.- I Want It All/ 06.- No. 1 Party
Anthem/ 07.- Mad Sounds/ 08.- Fireside/ 09.- Whyd You Only Call Me
When You're High/ 10.- Snap Out of It/ 11.- Knee Socks/ 12.- I Wanna
Be Yours.
La
portada y el título nos dan una pista de la que se nos viene encima
y las dos primeras canciones, los dos temazos iniciales que ya habían
avanzado son una puta maravilla. “Do I wanna know'” con ese riff
guitarrero pesado y machacón se va metiendo en tu cabeza y te va
engatusando de lo lindo, como la voz de Turner. Luego llegan esos
coros con falsetes incluidos.. (coño, como me ha costado
acostumbrarme a los falsetes, pero una vez le coges el gusto...
madreeeeee!).. crawling back to you! Y entonces llega “RU Mine?”
que es pura melodía del ártico, con la guitarra soltando riffs y
una batería que quiere protagonismo, los coros otra vez de lujo.
Todo sonando perfecto, todo en su sitio. Cuando le dí la primera
escucha al disco “One for the road” se me atragantó un algo, hoy
me parece demoledoramente bella. Rock clasicón, tema radiable a tope
que llevo tarareando toda la semana. Ojo! Que no es de las canciones
más brillantes del disco pero se pega como una cosa mala, como el
chicle al zapato. La que viene luego, “Arabella” si que es
canelita. Una de mis favoritas. Un lujo. Un placer. Un temazo. Con
una intro muy moderna y la voz de Turner dejándote en cueros, cuando
nos descubre por sorpresa la guitarra ya estamos en pelota picada y
preparados para la acción, qué guitarrica!!! qué rock de los
setenta más cojonudo! Sin duda uno de los temas del disco. Después
de esto los monicos nos dan algo parecido a su versión del glamrock
con “I want it all”, les queda cojonuda la cosa todo hay que
decirlo. “No1 Party Anthem” es un medio tiempo de esos que
derriten a las muchachas, y ese “c'mon c'mon c'moooooooooon”,
bufff.... “Mad sounds” sólo hace que confirmar lo bueno que es
Turner y sus monos. Homenaje de tapadillo a Lou Reed y la Velvet,
fácilmente la imagino cantada por Lou (como te echo de menos
gruñón!), fantástica canción, otra joya. Y llega "Fireside" que al amigo Savoy Truffle que ya ha
diseccionado el disco en su imprescindible a la par que necesario My kingdom for a melody le vuelve loco, a mí me gusta pero no
es de mis favoritas, claro que no baja para nada el listón, pero no
acabo de engancharme a ella. La que si me engancha es “Why'd you
only call me when you're high” pero he de reconocer que a partir de
aquí el disco baja de nivel una migaja. “Snap out of it”
recuerda a las reinonas de la edad de piedra, cosa que es de
agradecer pero de este final algo irregular destaco “Knee socks”,
en ella aparece Homme, y Turner se luce. Cierran “AM” con “I
wanna be yours”, correcta sin más. No creo que “AM” sea de los
diez mejores discos del año, tampoco que sea su mejor disco. No creo
que hayan inventado la cocacola, ni que se hayan reinventado pero si
que su evolución es impresionante, su calidad rebosa por todos lados
y mirando su obra global hemos de tener muy en cuenta a los Arctic
Monkeys, tal vez el mejor grupo de rock de su generación.