Si a día de hoy, a estas horas, y con este hedor a podrido que emana el país no estoy tostándome al sol jamaicano, tomándome un mojito de esos que te saltan la boina a ritmo de reggae es porque no tengo un puto euro en el bolsillo, menos aún en la cuenta corriente. Pero la fiebre Marley se ha apoderado one more time de mi maltrecho cuerpo, porque el tipo es bueno de cojones y punto. Hoy por eso os confieso que de una cosa he pasado a la otra y que del gran Bob, el otro Bob claro, he pasado a otro genio de esto de la música, ahora mismito estoy escuchando ese tremendo clásico nikochiano que es el “461 Ocean Blvd.”, amén. Ese discazo de mano lenta, que ya os digo que es uno de mis ídolos tapados, de esos que no hablo nunca pero que siempre van conmigo allá donde vaya. Bueno, vamos al tema. Marley en 1973 después del tremendísimo “Catch a fire” y con los Wailers en desbandada y en pié de guerra aunque aquí aún está la mítica formación con Bunny y Tosh, da a luz ese pedazo de disco que es “Burning” de portada mítica e icónica, un discazo de esos que pueden marcarte para toda la vida, con el mítico “Get up, stand up” y “Burning and looting”, pero sobretodo con “I shot the sheriff”. Temazo del copón bendito. A Marley y lo suyos a pesar de la calidad de los discos les costaba mucho conquistar la vieja Inglaterra y es ahí donde aparece el amigo Clapton, listo como él solo. Intuía lo que venía del caribe, antes que nadie se empapó de sus sonidos y su ron, y parió un disco tremebundo, con el “I shot the sheriff” por bandera que llenó sus bolsillos y de rebote catapultaron a Marley hasta el infinito y más allá.

Un año más tarde de la versión original de Marley, en 1974, aparece “461 Ocean Blvd.”, discarroooooo. Con ese inicio inigualable de “Motherless children”, la eclesiástica “Let it grow” y por supuesto la tripleta mágica que jugaba con ritmos de otros continentes: “Willie and the hand jive”, “Get Ready” y por supuestísimo la canción que nos ocupa, “I shot the sheriff”. La versión de Clapton es más que perfecta y roza la etiqueta de mítica. Creo que con el “All along the watchtower” de Dylan/Hendrix estamos ante la versión más cojonuda de la historia, sí, esta de Marley/Clapton es la repera. Y nada más, que Clapton es muy grande y Marley lo es aún más, os dejo con la mítica versión. No olviden vitaminarse y coverizarse. Ah! Y una cosa, más. Sí, yo fui quién disparó al sheriff.


No hay rincón en el planeta ni en la galaxia más lejana donde no se conozca la figura de Bob Marley, donde no podamos escuchar alguna de sus composiciones. Es seguramente el mayor artista global que existe. Tenía magia, tenía el mojo. Puede que así de primeras digas que no te gusta el reggae pero es que Bob es otra cosa, sí, también, él es el reggae pero es Marley, el otro Bob. Puede que sólo la mayoría de terrícolas conozcan media docena de hits, tal vez una entera, pero lo mejor de Marley es zambullirse en su obra, en su espectacular y sobresaliente obra: “Soul Rebels” (70), “Catch a fire” (73), “Burning” (73), “Natty dread” (74), “Exodus” (77), “Kaya” (78)… todas ellas obras imprescindibles, y claramente dos obras que cualquiera debería tener y saberse al dedillo, hablo de dos indispensables y obras maestras “Catch a fire” y “Exodus”, inigualables. La música de Marley está ahí, indiscutible e inmortal, pero qué sabemos del Bob humano? Pues en el rockumental “Marley” dirigido por Kevin McDonald nos lo explican con pelos y señales. Su padre, un capitán del ejército más blanco que yo, su marginación por ser mulato, su traslado a Trench Town, su rastafarismo, sus inicios musicales, su llegada a London, su fichaje por Island, la desbandada de los Wailers, su éxito rotundo, su paternidad, su éxodo, su enfermedad… No habrá otro como él. El documental nos lo intenta hacer ver aunque muchos ya los sabemos. Tremendo todo él, y muy curioso. Ayer no pude resistirme y escuché de principio a fin “Exodus”, hoy sigo por el mismo camino con el “Catch” y es que Marley es muy pero que muy grande. We're jammin', jammin' and I hope you like jammin' too!!!


El sábado fue un día intenso, una montaña rusa de emociones. Empezó extraño, con frío, mucho frío. Me levanté demasiado temprano, preparé mi cafetera y mientras el fuego hacía su trabajo yo disfrutaba viendo caer una tímida nevada. Frío, ya digo, mucho frío. Esa noche tenía concierto con Sexsmith y preveía un clima duro, poca asistencia y…. temía por la voz de Ron. La nevada y el frío fueron cambiando los planes sobre la marcha para después en un milisegundo con la salida repentina del sol volver a la estrategia inicial, la del soul, la del mimosín blues. Black Meeple y familia junto a mi esposa y Arlet nos reunimos con Joserra y esposa para hacer un tapeo como Dios manda, conocernos (en mi caso, al fin) y hablar de muchas cosas, sobretodo de música. Tenía yo un rau rau en la barriga, como cuando quedas de adolescente con esa chica que te gusta pero que es casi inaccesible para ti, porque ella es lo más del  Instituto y tu sólo un freaki que escucha a Graham Parker mientras el resto se pirra por Axel Rose. Pues eso, que estaba muy  nervioso, mi timidez me pudo, y cuando eso pasa me corto y estoy tenso, seriudo.. y no soy así pero así estuve. Tonto que es uno, y no tenía motivos porque la verdad estás un segundo con Joserra y da la sensación que lo conoces de toda la vida, es mimosín total, no calla y su pasión y su alegría son desbordantes. Comilona, paseo por tiendas disqueras, y al concierto…. Lo de Ron fue inolvidable. Sexsmith vino con su banda de siempre a presentar su discarro de este 2013, su “Forever Endeavour”, su obra maestra. Desde el primer momento me puso los pelos de punta, salió solo con su guitarra y dejó mi alma en cueros, luego salió la banda y nos arropó a todos. Fantástica banda, fantástico Don Kerr. Parecía divertirse el bueno de Ron alternando temas antiguos con nuevos, parecía ir improvisando un algo la elección y nos hizo disfrutar de lo lindo. La cosa me gustó más cuando más se acercaba al toque soul, creo que ese es el camino que debería seguir de aquí en adelante sin dejar sus baladas kinkoides, y la parte final me llevó al huerto directamente. Su This is How I Know casi me saca una lagrimilla. Qué bueno!!!! Después vino el broche final, la foto de rigor con Joserra, mi hermano y Ron, y esa conversación de Joserra con Ron. Aborda a Sexsmith y le pregunta por el disco de Bob. Vaya crack!!!. Ron contesta y parece agradecerle la pregunta, nos atiende amablemente, y hasta comenta que le gusta mi camiseta, vamos, que el tipo es mimosín total, nos deja, sigue atendiendo a todo el mundo que quiere algo de él y nos vamos más contentos que unas castañuelas. Cenita en Gracia en un Apu, despedida y cierre. Día bonito y de imborrable recuerdo. Próxima estación Rust Fest (Frías), o antes, por el Norte si se tercia. Entonces ya habré pasado la fobia de la primera cita y seré más yo. Al día siguiente emocionado tengo que cuidar a Arlet con fiebre y paso el día en pijama escuchando a Ron…. Hoy, me pongo con los deberes del Maestro Joserra… Suena el debut de Rufus Wainwright, suena “In my arms” y me está encantando. Bonico del to.

(Black Meeple, King Nikochan, Ron Sexsmith, Joserra Rodrigo)
RON SEXSMITH
FOREVER ENDEAVOUR (2013)
SNAKE ROAD


Escuchando el nuevo trabajo del canadiense Ron Sexsmith es inevitable mirar hacia atrás y valorar debidamente “Long player late bloomer”, su anterior trabajo. Aquel fue un disco que como siempre contenía melodías perfectas, pura melancolía, pero el envoltorio no fue el adecuado. No sé donde leí algo así como que Sexsmith quiso hacer un disco pegadizo y le salió algo pegajoso… (creo que fue en la Land), cuanta verdad. Hablando con mi hermanito Black Meeple discutíamos sobre la calidad de “Long player…”, yo, para seros sincero, le daba bastantes palos, y él lo defendía a capa y espada. Pero lleva razón, no era un mal disco, más que nada porque Ron no lo tiene, el problema es cuando ese disco de sonido pulcro y artificial se sitúa históricamente entre dos pelotazos con alma como “Exit Strategy of the Soul” (2008) y este “Forever Endeavour” que tal vez junto a “Retriever” (2004) sea su mejor álbum, el más completo, sin bajones y segundos de desperdicio. Sí, Sexsmith ha parido un disco de sobresaliente, nunca baja del notable pero puede que esta vez haya firmado una colección de canciones inolvidables. El cantautor canadiense es el rey de las melodías, y algún peso pesado como su adorado Macca en estos momentos mataría por alguna de sus nuevas canciones (y por muchas de las antiguas). Dejaremos ya de catalogarlo como el apadrinado de Costello, como el nuevo Macca, como ese tipo que mantiene viva la llama de The Kinks, la esencia de Randy Newman…. Dejemos ya de comparar, no es justo, él es Ron Sexsmith, ha creado su estilo, su marca de la casa y merece que dejemos de compararle, sus discos hablan por sí mismos, son argumentos de sobra para hablar de él como el mejor cantautor de esta época, el hacedor de melodías bellas, estados de ánimo que tienen que ver con el otoño, con esa melancolía que no tristeza, con ese estado de bonico del to que puede sacarnos del pozo (como lo hizo Retriever para un servidor). Ron te hace sentir “eso” que muchos intentan y casi nadie consigue. Escuchas “Secret heart” y el corazón se estremece. Es Sexsmith, el artista olvidado y ninguneado por la crítica no por sus fieles seguidores que esperamos con ansia cada una de sus entregas. “Forever endeavour” es un buen sitio por donde empezar si no has catado nunca a Ron, de primeras intuyes que la cosa es de traca pero poco a poco te va mostrando sus cualidades, su belleza, y al final quedas enganchado a él, a su magia y a sus canciones. Sus fantásticas y bellas canciones.


Ron Sexsmith – “Forever Endeavour” (2013): 01.- Nowhere To Go/ 02.- Nowhere Is/ 03.- If Only Avenue/ 04.- Snake Road/ 05.- Blind Eye/ 06.- Lost In Thought/ 07.- Sneak Out The Back Door/ 08.- Back Of My Hand/ 09.- Deepens With Time/ 10.- Me Myself and Wine/ 11.- She Does My Heart Good/ 12.- The Morning Light.

Abrir con una cancionaca tan bella y perfecta como “Nowhere to go” tiene su riesgo, como decían ayer en Río Rojo, y llevaban razón. Pues el disco puede que luego no esté a la altura, pero vamos si lo está!!! Esa canción será una de las canciones del año, y el disco uno de los más bonitos. Puede que los no Sexsmithianos no sé den cuenta de primeras, pero os pido que no arrojéis la toalla, esas canciones te atrapan poco a poco y en estos días tristes y grises más aún. El disco sigue desvelándonos joyas como “Nowhere is”, una maravilla, qué arreglos!!! Aquí es donde se queda con el culo al aire el “Long player…”. Esta canción me encanta, es puro Sexsmith. Después de maravillarnos con dos preciosos cortes empieza el despiporre, “If only avenue” es una de mis favoritas, melodías cincuenteras y voz de terciopelo, bonica del to. La cosa se descuelga con dejes Kinks con “Snake road”, con ese groovie, ese soul de estar por casa, de batín y zapatillas pero con clase. Me encanta. Llega una de mis favoritas, “Blind eye” con una intro a lo Randy Newman o a lo Bacharach, preciosa balada, de banda sonora perfecta. Esta canción es preciosa, pero preciosa de verdad. Seguimos para bingo con la guitarrita de Ron en esplendor, “Lost in thought” es una lenta marca de la casa, podría estar en cualquiera de sus discos, atemporal y Maccartniana. Un diamante dentro del cofre del tesoro.... 


.... Y llega el superfolk de Sexsmith. "Sneak Out The Back Door" es una obra maestra. Se han dicho ya muchas cosas de esta canción pero creo que nadie ha dicho aún lo que a mi me recuerda, su melodía, su guitarra, la construcción de los versos, el “bridge” y su deje vocal me recuerdan a Simon con Garfunkel…. Me la imagino cantada por ellos y cuela. “Back of my hands” es otro medio tiempo mágico con coros celestiales, melodía popfolk inglesa y deje a los Davies. De aquí a “Deepens with times” y a disfrutar. Una pequeña obra maestra. Otra, cuantas van?  Esta la llevo cantando todo el mes, la tarareo sin cesar. Ostias qué bueno es Ron!!! Después otra Kinkinada, “Me, myself and wine” con esos arreglos a los Muswell Hillbillies resulta ser la guinda del pastel, hasta la pandereta me suena tremenda, esos vientos de New Orleans…….ooooh, me myself and wiiiiiiiine, ouuhuhuuhuhuhuh, me myself and wine…..  Con “She does my heart good” uno piensa que Ron es el hijo bastardo de Macca, el exBeatle mataría por ella, y me imagino a Macca cantándola a pleno pulmón haciendo su ya clásico movimiento, sí, el del balanceo de cabeza, con esos arreglos Beatle o más bien esos que le hacía Lynne a Harrison. El final se acerca, y la nana “The morning Light” cierra estupendamente el disco, es preciosa, me recuerda un algo al folk de Cat Stevens. Sexsmith nos reserva una sorpresa, dos bonus tracks, firmadas junto a Don Black, la primera “Life after a broken heart” es una de las mejores del disco y “The morning light” que es otra nana que ahora sí cierra de verdad el disco quita el hipo. Ya digo, puede que “Forever Endeavour” sea objetivamente el mejor disco de Ron Sexsmith, el tiempo lo dirá, pero creo que estamos ante una obra maestra, un nuevo clásico nikochiano. Recomiendo este disco a todos los terrícolas que aún guarden en su corazón la esperanza de que este mundo puede ser mejor, más amable y bonito, si nos lo proponemos todos. Al menos con canciones como las que entrega Sexsmith el día a día se hace mucho más fácil.
La semana Sexsmith está llegando a su punto clave. El sábado es el gran día y lo es porque mi hermanito y yo veremos a Ron en la sala 2 de Apolo de Barcelona y porque además tendremos a un acompañante de lujo, nada más y nada menos que al señor de la Land. Estoy nervioso como en una primera cita, he estado tentado de llamarle antes por teléfono pero no quiero romper la magia ni el misterio. Una cosa te digo Joserra, para que me localices fácilmente yo seré ese tipo del clavel en la solapa que se da un cierto aire a Paul Giamatti en horas bajas (si todo el mundo me lo dice, será verdad). Bueno, con él coincidimos mi hermano y yo en muchas cosas, entre ellas en nuestra pasión por los Davies y Sexsmith, así que será un buen punto de encuentro.

Todo este rollo es para comentaros que llevo todo el mes buscando dos discos, dos discos de The Kelele Brothers pero no puedo encontrarlos, de ninguna manera así pues, si alguien posee dichos discos en cualquier formato que me lo haga saber y ya hablaremos de cómo compartir su música. Pero qué quienes son The Kelele Brothers? Pues son Maury LaFoy, Tim Bovaconti, Don Kerr y como no, Ron Sexsmith. Un proyecto paralelo con dos criaturitas: “Escape from bover county” (2002) que nació después de abrir shows para la más grande, Lucinda Williams, y “Has-beens & Wifes” (2004). Hasta el momento esto es el fruto que ha dado esta interesantísima y curiosa unión de talentos. Lo más curioso de todo es que la mayoría de canciones son o caprichos de sus creadores o versiones, a veces sorprendentes versiones, no por como están tratadas sino por haber sido ellas elegidas. Encontramos por ejemplo “Eres tú”, esa canción con la que Mocedades se presentó en Eurovisión en el 73 y que Ron ha cantado en alguna ocasión en sus conciertos, también “Chick Habit” de Gainsbourg, “I don’t want to hear anymore” de Randy Newman, “One brown Mouse” de Ian Anderson (Jethro Tull), “Blue red & grey” de Pete Townshend o el “Father Christmass” de los hermanos Davies (The Kinks). No me canso de retomar una y otra vez a Sexsmith y aunque no he podido escuchar debidamente estos discos sí he podido catar algunas de estas versiones de manera individual, y suenan fantásticas. Ganitas de concierto, muchas ganitas!!!

La  mansión en la colina nos deleita con otra de esas iniciativas divertidas que hacen participar al populacho y de paso hace que todos nos conozcamos mejor. “Fotomatón musical” se llama el espacio y en él “Mansion” nos propone una serie de preguntas que nos darán más de una pista para saber de qué pié calza cada uno. El cuestionario está extraído de Efe Eme pero eso no le quita la gracia al asunto, tiene la misma digo yo. Un servidor ya ha realizado y enviado el cuestionario, si ustedes quieren realizarlo sólo tienen que pinchar aquí y seguir las instrucciones. Tengo ganas de ir leyendo todos, más de una pregunta dirá mucho de cada uno. En unos veinte minutos uno ha rellenado el cuestionario y lo ha enviado, no cuesta nada hacerlo, así que, animaros!!!
1.- Retriever (2004)
2.- Forever Endeavour (2012)
3.- Cobblestone Runway (2002)
4.- Exit Strategy of the Soul (2008)
5.- Ron Sexsmith (1995)
6.- Time Being (2006)
7.- Other Songs (1997)
8.- Blue Boy (2001)
9.- Long Player Late Bloomer (2011)
10.- Whereabouts (1999)

*Hace un tiempecito ya le dediqué un Nikotop al uso, pero he cambiado de opinión, no mucho, un algo, un pizquita... ese Late Bloomer..... el tiempo lo ha puesto en su sitio después de ser carne fresca. El top 5, hoy, es inamovible.

Casi casi el mismo día que nacía un servidor (yo, el 21), exactamente un 25 de Noviembre de 1977 los grandísimos hermanos Davies lanzaban un single navideño de esos inolvidables y míticos. “Father Christmas” fue grabada, como no, en los estudios Konk londinenses esperando que las ventas mejorasen pues últimamente su popularidad estaba bajando por la obsesión de Ray por las óperas rock, que no gustaron en su momento pero que hoy parecen más interesantes y actuales que nunca. Los “Preservation” están francamente bien. Pues eso, que el single navideño debería devolver al escaparate a los Kinks y de paso hacer caja, lo consiguieron, claro. Los Davies, raritos ellos, nos regalaban para Navidad el mejor anti-villancico de la historia que se ubicó en el magnífico disco “Misfits” de 1978, disco que por cierto considero uno de sus mejores trabajos de esa época, y tal vez, su último gran álbum de estudio, a partir de aquí, los discos contenían media docena de buenas canciones, algunos singles cojonudísimos pero había mucha paja, eso no voy a negarlo aunque yo los disfrute, pues qué queréis que os diga, yo soy un gran seguidor de la banda.

Para coverizarnos un poquitín encuentro una grandísima y curiosa versión en directo del genial Ron Sexsmith que quería compartir con vosotros, al parecer estas navidades durante un concierto en Toronto el bueno de Ron se descolgó con la cancioncica de Ray Davies. Un lujo. La verdad es que le quedó muy bien. Esta semana no me canso de escuchar a Sexsmith, el sábado lo veré en directo y este “Father Christmas” creo que servirá perfectamente para comenzar a abrir boca. Oh! Qué buena versión!



JIMBO MATHUS & THE TRI-STATE COALITION
WHITE BUFFALO (2013)
IN THE GARDEN

Como en muchas otras ocasiones es un humano el que me señala la dirección donde mirar, donde poner bien las orejas. Fueron los Hijos Bastardos de Henry Chinaski quienes me pusieron en órbita con el bueno de Jimbo Mathus allá por el 2011 cuando su espléndido “Confederate Buddha” apareció dejándonos a todos patidifusos, al menos a un servidor. Fue un disco que me engatusó de lo lindo pero que con el tiempo, el ir y venir de las escuchas, el ahora te abandono ahora te rescato, me ha ido ganando, aún más si se puede, y hoy mismo considero a ese disco como lo mejorcito de aquel año y a Jimbo como ese geniecillo semioculto de talento incalculable al que hay que seguir la pista muy de cerca. Viendo la crítica de sus discos anteriores estoy en la obligación de tirar del freno de mano y pasarme un mesecito revisando su obra, tanto con su primera formación, los Squirrel Nut Zipper como con el proyecto junto a Luther Dickinson (North Mississippi Allstar) llamado South Memphis String Band, y sobretodo con su carrera en solitario, en la que el amigo Mathus ya lleva media docena de discos del que conozco únicamente el del “Buddha” y su nuevo y flamante disco, ese “White Buffalo” que me atrevo a decir sin temor alguno a represalias que es infinitamente mejor que su predecesor. Ya lo he dicho, con dos cojones. Sí, “Confederate Buddha” es la leche, tenía Jimmy the Kid, Leash my pony, Walks beside.... Ufff, sí, es tremendo pero el búfalo blanco ha mejorado lo escuchado. Puede que de primeras no engatuse tanto pero poco a poco le va ganando terreno y hace de este disco un muy buen candidato a estar en ese top ten de lo mejor del año. 


Jimbo Mathus & The Tri-State Coalition - "White Buffalo" (2013): 01.- In The Garden/ 02.- (I Wanna Be Your) Satellite/ 03.- Tennessee Walker Mare/ 04.- White Buffalo/ 05.- Hatchie Bottom/ 06.- Fake Hex/ 07.- Poor Lost Souls/ 08.- Self?/ 09.- Run Devil Run/ 10.- Useless Heart.

Sureño y nacido en Mississipi, el bueno de James H. Mathis Jr o lo que es lo mismo Jimbo Mathus tiene el sonido de raíces americano incrustado no en su piel, sino en sus huesos. Carrerón en solitario a tener muy en cuenta, sonidos desde el jazzrock o como he leído en algunos sitios gypsy-jazz (qué gracia me hacen las etiquetas!) al blues-rock, al rock de raíces, el de sabor a tabaco, a palillo en la boca, a botas con espuela. A buen rock de toda la vida salpicado del mejor blues. Un torpedo de músico. Pues bien, si no me equivoco “White Buffalo” es su sexto trabajo en solitario. Abre la contienda ese bombón que es “In the Garden”. Muy countresca, muy bonica del to. Cualquiera que pinche este disco, esta canción quedará prendado irremediablemente durante largo tiempo del disco, avisados quedáis. Luego te da un tremendo crochet de derechas con “I wanna be your satellite” que es un pelotazo radiable de esos que quitan el hipo. Doobi-dom dom, dom dom, de-doobi-dom!! Oh! No me canso de escucharla. Y qué me decís de la guitarrita de “Tennesse walker mare”? qué canción, la Virgen!!! Esa guitarra claptoniana, a veces jazzística… la puta de oros, qué Febrero llevo!!! Creo que esto es lo mejor que he escuchado en tiempo!!! 


La canción que da nombre al disco tiene ese toque blues-rock hendrixiano que me la pone dura (con perdón o sin él), pedazo de bluesrock, pedazo de tema. Temazo, temazo, temazo… de esos que en directo incendian el escenario. Después de esto Jimbo se calma y nos regala el maravilloso tema country “Hatchie bottoms”, que suena a Keith Richards en el Exilio de la calle Main ayudado por el gran Gram Parsons. Una delicia de canción. Y de aquí al rock’n’roll de “Faxe Hex”…. y a mover el esqueleto terrícolas!! Yea-aaaaahahhhhahhaha!!! Ese pianito, esa guitarra, ese bajo…. Ese ritmo stoniano en las venas… ese Jimbo!!!!! Supongo que el deje “Exile” es obvio y por eso cada vez me gusta más, se nota en el inicio de “Poor lost soul” aunque luego imposte la voz a lo Cash, cosa que me encanta. “Self?” abre el camino hacia el final, un mediotiempo acojonante que nos lleva de la mano hacia una de las canciones del disco. Ese BLUES llamado “Run devil run”. Chapeau, Jimbo, chapeau. Y todo acaba con la estupendísima “Useless heart” que me deja un gran sabor de boca, me da ganas de volver a ponerme el album de principio a fin. Sí, terrícolas, este “White Buffalo” es mejor que el “Confederate Buddha”, lo tenía difícil pero se ha superado. Es toda una lección de rock, de blues, de buen hacer, una muestra devastadora de talento. Disco acojonante que estará en mi modesta opinión entre lo mejor del año. Discarrazo!.
Yim Yames – “Tribute to Geroge Harrison” (2009): 01.- Long long long/ 02.- Behind that locked door/ 03.- Love you to/ 04.- My sweet lord/ 05.- Ballad of sir Frankie Crisp (let it roll)/ 06.- All things must past

Ayer salió a relucir en mi rutina habitual demasiadas veces el nombre de Jim James. Qué quién es este tipo de voz sedosa? Pues un geniecillo en la sombra líder indiscutible del más que interesante grupo My Morning Jacket que cuentan en su haber con al menos media docena de discos notables aunque eso sí, aún no han entregado un álbum sublime, una POM. La que sí fue una escandalosa POM fue la obra fruto de su colaboración con Conor Oberst, Mike Mogis y el grandísimo M Ward. Sí, aquel Monsters of Folk sí que es una POM, una obra preciosa y definitiva, pero claro, ahí contaba con la inestimable ayuda de Ward, y eso, claramente, es sinónimo de éxito. Pues bien, ayer todo el mundo alababa, para mí en exceso, el primer disco en solitario de Jim James, ese “Regions of Light and sound of God”, que no está mal pero que tampoco mata. De haber melodías exquisitas las hay, de contar con esa preciosa voz de James contamos pero a mí, particularmente, me tiran para atrás los ruiditos modernés, no estoy en contra de ellos, pero aquí precisamente no me acaban de gustar. Le daré alguna oportunidad más dentro de un tiempo pero no creo que pase a la historia de la banda sonora de mi vida. Lo que sí es de traca es aquel EP que entregó el amigo Jim bajo el nombre de Yim Yames en el que rendía tributo a George Harrison, al quiet beatle. Cuatro joyitas pertenecen al clásico nikochiano “All thing must pass” y las otros dos al catálogo beatleliano. Como podéis imaginar las versiones son la monda lironda, están a la altura y desde luego no hay un pero que poner. Esto sí es bonico del to… 

Cuando uno se enfrenta a la extensa y maravillosa obra de un artista como el canadiense Neil Young le es tremendamente difícil decidir cual de sus trabajos es el mejor, más aún cuando hablamos de alguien que debe tener, sin exagerar, una docena de obras maestras. Suele pasar que ese trabajo que uno puede considerar su gran obra lo es por motivos ajenos a la música, normalmente motivos personales, de un momento concreto de su vida. Lo que está clarísimo es que Young es vital para la música, tanto con Buffalo Springfield y CSN como en su carrera en solitario. Nada hubiese sido como es sin él, nada hubiese sido igual, y son de tal perfección y belleza la mayoría de sus discos que uno queda totalmente abducido por sus canciones, la verdad es que no cuesta mucho entregarse a ellas. Muchos que me aguantáis desde hace tiempo sabéis perfectamente que mi disco favorito de Tito Neil es “After the gold rush” (1970) pero sinceramente no creo que sea mejor que “Everybody this is nowhere” (69), “Harvest” (72), “On the Beach” (74), “Zuma”, (75), “Comes a time” (78), “Rust never sleeps” (79) por citar unos cuantos de su primera etapa que simplemente son perfectos. Perfecto es también el disco del que quería hoy hablaros, perfecto y tremendamente doloroso, melancólico y bello. Una belleza cruda, un dolor real. Tito Neil triunfó en 1972 a lo grande con “Harvest”, el éxito apabullante le sorprendió pero su entorno se desmoronaba día a día. Danny Whitten, guitarrista de los Crazy Horse moría a causa de la heroína, y un amigo íntimo de Neil, Bruce Berry también le abandonaba debido al abuso de las drogas. Young quedó destrozado y entró en ese extraño estado de shock artístico al que sólo los Dioses pueden llegar y los terrícolas soñar, y parió en medio del dolor ese insuperable “Tonight's the night”. El disco quedó acabado en 1973 pero a Reprise Records no le pareció muy comercial y lo dejó en un cajón abandonado hasta que a Tito Neil se le hincharon los bemoles y decidió darle salida en 1975. La portada, totalmente de luto, ya te da alguna pista de por donde irán los tiros pero al dejarlo sonar las primeras notas te desarman, nada volverá a ser igual, nada.


Neil Young - “Tonight's the night” (1975): 01.- Tonight's the Night/ 02.- Speakin' Out/ 03.- World on a String/ 04.- Borrowed Tune/ 05.- Come on Baby Let's Go Downtown/ 06.- Mellow My Mind/ 07.- Roll Another Number (For the Road)/ 08.- Albuquerque/ 09.- New Mama/ 10.- Lookout Joe/ 11.- Tired Eyes/ 12.- Tonight's the Night—Part II.

Es un disco imperfectamente bello que puede desarmar el alma de cualquier mortal, puede hacernos recordar el dolor y la tristeza que hemos sufrido al perder a un ser querido pero a su vez es infinitamente reconfortante. Es un bálsamo para el corazón, y Neil está como nunca y como siempre, pero parece que ese grito de deseperación, ese lamento profundo, ese dolor indescriptible le va como anillo al dedo a su particular voz. Las primeras notas entran con cierta timidez, con cierto respeto, y la voz de Young te pone los pelos de punta, si no es así, seguramente eres tú el que estás muerto. “Tonight's the night” siempre me ha parecido una de sus mejores composiciones, tiene eso, que se tiene o no se tiene, tiene el mojo, la magia, eso inexplicable, eso que sólo saben hacer los genios. Y claro, Young lo es. El piano coge protagonismo en la bluesy “Speaking out”, espectacular como ella sola, cálida y reconfortante. Sigue con la magnífica “World on a string” con un extraño ritmo alucinógeno, una guitarra nerviosa y una letra de esas que le hacen pensar a un servidor. No me quiero hacer pesado pero el disco no tiene ni un segundo malo, eso sí, no esperéis que os enganche a la primera escucha, el disco y sus canciones requieren de tiempo, poco a poco se hacen contigo y si por un casual tienes el corazón roto, pues entonces has dado con tu disco. Es difícil explicarlo, casi imposible, por eso me limito a deciros que os pongáis “Borrowed tune”. Eso define muy bien ese estado en el que “Tonight's the night” puede ser considerado su mejor trabajo. Y al disco, a este increíble disco aún le falta por mostrarnos todo un arsenal de canciones maravillosas, tristes pero maravillosas. “Roll another number”, “Alburquerque” y “Tired eye” son tres composiciones indispensables en la carrera de Young y esa “Come on baby let's go down town” junto a Danny Whitten es uno de los grandes momentos del disco. Absolutamente genial, muy Buffalo Springfield eso sí, mágica... Una de mis favoritas. Ya digo, depende del estado de ánimo uno puede poner a “Tonight's the night” como el mejor disco de Young, si no, al menos entre los cinco primeros está y desde luego es un gran clásico, un gran clásico nikochiano. 
JOHN LENNON
DOUBLE FANTASY (1980)
BEAUTIFUL BOY (DARLING BOY)

(dedicado a mi Arlet, hoy es su 2º aniversario)


Esta mañana salía un servidor abrigado hasta los dientes deprisa y corriendo para ir a trabajar cuando un resbalón casi hace que me caiga rodando escaleras abajo. Como pude, me agarré a la barandilla y logré no romperme la crisma. Mi trasero hizo de airbag y muy probablemente mañana tendré un morado del tamaño de mi nalga, y creédme si os digo que tengo unas señoras nalgas. El día empezaba mal pero mal, consigo bajar al vestíbulo maldiciendo y farfullando, disimulando una cojera momentánea pues la vecina ha salido para ver qué pasaba y abro con resignación el buzón para recoger la enésima factura mensual cuando veo un sobre que devuelve la sonrisa a mi cara. El bueno del caimán sincopado, el bueno de Juan Miguel Contreras Camarena me envía a su criaturita, sí, me envía ese libro que ha parido y autoeditado que al parecer ninguna editorial se digna a comercializar. Bueno, él se lo guisó y él se lo comió, pueden ustedes comprarlo en su blog, en "El caimán sincopado". Un servidor, nervioso y sorprendido por el regalo y por tener la certeza que aún hay buenas personas en el planeta corre hacia el autobús para sentarse y poder abrir el sobre. Me subo corriendo. Buenos días, digo, buenos días me dice el conductor. Marco el billete. Me siento. Saco el sobre de la bolsa. Lo abro. Y me maravilla el formato. Me gusta. Lo abro y veo que tiene un dibujito infantil que me hace sonreír. Veo la dedicatoria del señor Contreras a este humilde extraterreste y.. veo un sobrecito granate con un "para tu hija". Lo abro y veo una especie de pequeña postal, la verdad es que ya me estaba emocionando, lo giro y veo un pequeño relato, un pequeño cuento de no más de cinco líneas, un maravilloso y precioso cuento único, de Juan Miguel a Arlet. Precioso. Desde la nana dedicada de Paco y sus López a mi niña nada me había emocionado tanto. El cuento me lo quedo para mi familia nikochiana, pero ya os digo que es precioso. Mientras lo leía me he emocionado tanto que se me han puesto los ojos llorosos, me he puesto sensiblón y cuando he levantado la cabeza he visto que medio autobús no me quitaba ojo. Ahora toca leer "La muñeca rusa", ahora toca ser agradecido con la buena gente de este mundo. Muchas gracias señor Caimán, por gente como usted mi pueblo no destruye su planeta. Un abrazo. 
Es tal vez “Wonderful, Glorious” el mejor disco de Eels en lo que va de milenio? Suena atrevido tan siquiera preguntárselo con joyas de la magnitud de “Shootennany!” (03), “Blinking Lights…” (05) o el impresionante “Hombre Lobo” (09) pero después de escucharlo compulsivamente durante unos días y saboreándolo detenidamente durante una semana esa duda existencial continúa estando ahí. Está claro que Eels no tiene discos malo, bueno, o sí (o no), pues a mí “Tomorrow Morning” me destrempó y me dejó descuajaringado si es que existe el palabro en cuestión. A decir verdad éste y su el anterior “End times” no me convencieron o no conectamos en el momento adecuado pero claro, yo venía de “Hombre Lobo” que en mi humilde opinión fue uno de los mejores discos de aquel año, y porqué no, uno de sus mejores trabajos no bajando estos, en ningún caso, del notable. No digo que esos dos discos sean malos pero no conecté, yo después de lo del “Hombre Lobo” esperaba algo como “Wonderful, glorious” que hasta comparte ese tono anaranjado de la portada, y claro, aquellos me dejaron algo frío y el disco que nos ocupa me ha sabido a gloria bendita. Ya os digo, sí, os lo digo ya, que estará sin ninguna duda entre los mejores discos de este año, y no creo que nadie le saque del podium, y estamos a Febrero! que no queda ni ná! Pues eso, que el señor Everett ha parido otro disco de esos que me llenan y que no abandono así como así, es por eso que todo lo que escucho desde entonces me sabe a poco aunque me está llegando material acojonante por doquier. La madre que te parió Mark Oliver, lo has vuelto a hacer, eres dinamita pura!. Y además, me sedujo para que junto a mi archienemigo le veamos en directo, un directo al que le tengo unas ganas tremendas, y si no pasa nada extraño allí estaremos, juntitos los tres. Bueno, que me voy por las ramas, vamos pues con el nuevo y flamante álbum de Eels, sí, ese glorioso y maravilloso disco. 


Eels – “Wonderful, Glorious” (2013): 01.- Bombs Away/ 02.- Kinda Fuzzy/ 03.- Accident Prone/ 04.- Peach Blossom/ 05.- On the Ropes/ 06.- The Turnaround/ 07.- New Alphabet/ 08.- Stick Together/ 09.- True Original/ 10.- Open My Present/ 11.- You’re My Friend/ 12.- I Am Building a Shine/ 13.- Wonderful, Glorious.

Los primeros segundos del disco presagian algo descomunal aunque su parecido al estilo de Tom Waits sea demasiado claro, “Bombs away” es un bombazo, una declaración de intenciones. Cada vez que la escucho me gusta más y más: “Bombs away I will be hurt…, You better listen cause you just might learn. Bombs away. Shut!!!”. Tremendo. Y entonces… llega uno de los cañonazos del disco, puro Eels, llega "Kinda fuzzy" con un bajo pegadizo y pegajoso, distorsiones por aquí y por allá, cambios de ritmo y un estribillo invencible. “Accident prone” llega para darnos esas dosis de lentas, de canciones bonicas del to marca de la casa, y sí, convence y me enamora, me entristece con esa típica melancolía everettiana. Cuando escuchas esto te das cuenta de lo bueno que es Eels, con una guitarra y su voz te deja en cueros. Luego, entra la batería a tutiplén, los riffs pesados de guitarras y tenemos uno de los alegres singles del disco, otro cañonazo, otro bombazo, “Peach Blossom” es la repera limonera..  “the tiger lyly, the merrygold!”. Guaaaah! “Open the window man to smell the peach blossom…. Oh my goodness” .Y sí, es una de las canciones que mejor entran pero no es la mejor, ni de lejos. Ese honor por ejemplo lo tiene “On the ropes”, otra lenta. Otro temazo, otro más, este disco está lleno de ellos. Es una canción supersencilla de esas que enamoran de primeras y que harán las delicias de los verdaderos fans del señor Everett. Lo mismo que “The Turnaround” con ese inicio tan, tan… “Supertramp”? no sé muy bien a que me recuerda, pero me recuerda a algo, luego la canción se espabila y se convierte en una de mis favoritas, encendiéndose poco a poco y ardiendo en su final. No me quito de la cabeza ese “6 bucks in my pocket and these shoes on my feet. The first step is out the door and onto the street”, lo repito una y otra vez, sin cesar, en un bucle eterno.


Eels sigue en ese estado de gracia, y llega “New alphabet” que recupera el sonido de sus inicios, de sus noventas, el single de elección es buenísimo, con esas guitarras algo neilyoungueras. De lo mejorcito del paquete. Remata con otro tema radiable a tope, otro bombazo irresistible que te descoloca, te alegra el día y te hace mover los huesos. “Stick together” es la polla en verso. Qué buena!!! Después de este empacho de singles absolutos cogemos la senda del final del disco, aquí parece al principio que flojea pero con las escuchas descubres que aquí está lo mejor del disco, su esencia, su clase absoluta e indiscutible. “True original” es esa balada de pelos de punta que todos esperábamos, ese tema que te derrite, que te deja KO, un guiño a aquel Electro-shock. “Open my present” hubiera encabido perfectamente en “Hombre Lobo”, personalmente su bajo me tiene loco, y sinceramente creo que se irá convirtiendo en uno de los temas del disco, como “You’re my friend” que sigue en la línea de los deliciosos medios tiempos, otro temazo, otro más. “I am building a shrine” simplemente es como una margarita en medio de la galaxia, y no tengo nada más que decir. Finalmente llega el tema que da nombre al disco para cerrarlo de manera genial, “Wonderful, glorious” es uno de esos temas irresistibles de Eels, que al finalizar te dejan con ganas de más, de volver a poner el disco…, y ese falsete, ese estribillo, joder, qué bueno!!! No sé, no sé si está bien preguntarnos si este disco es su mejor disco de los últimos años, pero desde luego no sobra ni falta nada, ha presentado una colección de canciones a cual mejor que podrían estar todas en cualquier compilación. Y qué decir del disco extra de la edición Deluxe????? Ya digo, discarro de Eels, posiblemente y si no ocurre un cataclismo galáctico uno de los mejores discos del año.

Si mi querida compañera de fatigas no estuviese casada con quién está y no tuviésemos a una niña preciosa seguramente me abandonaría por Stringer Bell, por Luther o por lo que viene a ser lo mismo… por Idris Elba. Un tipo rudo, sin duda. Un hombre, que diría ella. Entran en esa categoría de hombres hombres gente como Jon “Don Drapper” Hamm y Clive Owen, por poner dos ejemplos claros y concisos. Si ahora mismo volviese a la tierra me apoderaría de uno de sus cuerpos y no del primer desgraciado que pasó por mi lado. Me apoderé de ese cuerpo sin pensar y en mi defensa diré que era el único que había cien kilómetros a la redonda. Bueno, vale. No soy Idris Elba, pero tampoco estoy tan mal, no? Je, je… Bueno, hablo de Idris pero en realidad os vengo a hablar de Luther, de la serie, de su segunda temporada. Un torpedo. Un pedazo de miniserie británica, de esas que quitan el hipo y ridiculizan al producto español y a la mayoría de series televisivas de este planeta, para eso, y para otras cosas, los ingleses son insuperables. La temporada uno fue tremenda de principio a fin, vale no es mejor que “The shadow line” pero es que allí estaba Stephen Rea y Stephen es mucho Stephen, y me costó hacerme con esta segunda pero remedié la espera con la cojonuda “Inside men” que curiosamente compartía casi el mismo reparto. La segunda temporada de Luther continúa donde la dejó la anterior, y Luther sigue caminando sobre la línea de lo correcto, lo decente y lo que podríamos considerar fuera de la ley. Es un detective de los que me gustan, de buen corazón pero duro como el acero. Un getleman eso sí. Cuatro episodios de casi una hora, cuatro minipelículas bien trenzadas, con un argumento muy bueno y un ritmo perfecto. Las interpretaciones, como suelen ser en el caso inglés, son notabilísimas. Aún no he terminado de ver esta temporada, no sé como acaba pero prefiero hablaros ahora de la serie porque puede que si no os contara el final, que me conozco… Muy buena miniserie, os la recomiendo. Y cuidado señores, si sus correspondientes parejas ven a Idris Elba en plena acción y sin camiseta puede que su relación comience a resquebrajarse. Avisados quedan. 
Pues ya estamos. A unas escasas 200 páginas de terminar la segunda parte de la trilogía del asesino de Reyes, de las aventuras y desventuras de Kvothe…. Ostias, como me he enganchado!!! Ya os comenté lo que me gustó la primera parte, ese “El nombre del viento” que es aire fresco para la literatura fantástica, de magos para ser exacto. Tanto me gustó que la devoré rápidamente y me tuve que hacer con esta segunda parte de la que me quedan eso, pocas páginas. “El temor de un hombre sabio” me está gustando mucho más que la primera parte y empiezo a impacientarme con la llegada del tercer episodio, del cierre de la trilogía de la que su autor dice que está dándole la primera lectura de corrección, es decir, como van de lentas estas cosas, en inglés para navidad en castellano para….. bueno, para dentro de un año? Vale, me conformo. Llegará incluso antes que lo nuevo de Juego de Tronos, claro que no me extraña, pues el mismísimo George RR Martin comenta en el blog “La historia de Kvothe” dice textualmente sobre la novela: «Si tengo que elegir la mejor novela de fantasía épica que leí el año pasado, esa es El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss. Lo devoré en un solo día, quedándome despierto casi hasta el amanecer siguiente, y ya estoy ansioso por leer el tercero. Este Rothfuss es condenadamente bueno. El temor de un hombre sabio no solo debería aspirar al premio Hugo, sino también al World Fantasy Award.». Cágate lorito. Vamos a ver George. Deja de leer otros libros y acaba el tuyo que nos tienes en ascuas, leñe!!! No voy a perder el tiempo explicando de que va esta segunda parte porque continúa allá donde se quedó “El nombre del viento”, sólo quiero deciros que os recomiendo encarecidamente la lectura de esta gran historia ya tengáis 60, 40 o 15 años. Es realmente fantástica, mágica y adictiva. Una gran historia de aventuras en un mundo mágico. No sé si podré esperar con tranquilidad la llegada de “La puerta de piedra”, tendré que hacerlo, qué remedio. Mientras tanto esperaré la llegada a mi hogar de “La muñeca rusa” cortesía de su autor (el prestigioso bloguero “El caimán sincopado"), los terrícolas tendréis que conformaros con comprárselo a través de su blog y repasaré por enésima vez “La espuma de los días” de Vian ya que se estrena film de la mano de Michael Gondry  con Audrey “Amelie” Tautou. Ya comentaremos ya…. Y bueno, eso, a leer que son dos días!

Soy un desastre. Se me han escapado discos interesantísimos del 2012 a tutiplén. Sin ir más lejos se me ha escapado uno de esos tremendos. Al parecer en el 2012 el señor Hayward Williams entregó su nuevo trabajo titulado “Haymaker”, lo escucho por primera vez mientras os explico algo sobre él y de momento la cosa suena muy pero que muy bien. Estos días recuperaré aquel notable disco de 2009 llamado “Cotton Bell” y sobretodo el disco que me hizo conocerlo, el maravilloso, fantástico y bonico del to “Another sailor’s dream” del 2007. Una maravilla que deberíais tener como disco de cabecera, un salvavidas para el alma, un refugio para la melancolía. La verdad es que ves al bueno de Hayward y no ves otra cosa que un gafotas repeinao con pinta de nerd, barbita de interesante…. Bueno, pues es extraño escuchar su voz, qué voz!!! Para nada uno espera una voz tan grave y tan pesada, tan bonita. Un lujo. Yo le conocí gracias a sus disco del 2007 que tenía verdaderas maravillas como la canción que abría el disco, esa joya llamada “The ballad of Benson Creek” que te enamoraba de primeras y te ponía los pelos de punta, pero el disco estaba lleno de piedras preciosas, estaba la trotona y risueña “Redwoods”, estaba “Careful, please” y la folky “Problems with Hemingway”. Cerraba el disco una delicada, preciosa y redonda versión del Boss. 


Springsteen parió junto a la E Street Band en 1975 seguramente uno de los mejores discos de la historia, que se dice pronto. Lleno de cancionacas a cual mejor: Jungleland, 13th avenue freeze-out, Born to run y como no, la canción que nos ocupa hoy, Thunder road. Sobran las palabras. Pues bien, Hayward Williams cerraba el cojonudo “Another sailor’s dream” con una preciosa versión del “Thunder road” springstiniano, una versión de esas que te dejan K.O, que te llegan al alma y que no olvidarás jamás. Escuchar esta maravilla y acabaréis rendidos a Hayward Williams, un talento oculto que nadie debería dejarse olvidado. A coverizarse terrícolas!

DIXIE TOWN
O FURACÁN (2013)
TROUBLEMAKER


Me cago en la leche!! vaya aluvión de buenas noticias esta semana. De todas destacan tres. Primero e inevitablemente tengo que destacar a Lucinda, la señora que ha protagonizada la semana en la Isla. Gira por España y posible nuevo disco. Ostias, qué alegría. La segunda gran noticia es la llegada en unos meses, en Abril concretamente, del nuevo y flamante disco de Steve Earle que llevará el nombre de "The Lost Highway" y que tiene como adelanto la estupendísima "Calico county". La tercera y brutal noticia es la vuelta al ruedo de Sam Bean, sí señores, otra vez en Abril tendremos regalo y creo que será justo el mismo día que Steve, llegará el nuevo disco de Iron & Wine, joder, la primavera se presenta estupenda. El disco se llamará "Ghost on Ghost" del cual también tenemos adelanto, zasca!, "Lover's revolution" se llama el artefacto en cuestión, suena de putísima madre y la cosa me tiene de los nervios, lo quiero ya, para ayer si puede ser. Pero bueno, no eran tres noticias, eran cuatro. La cuarta, la extra, era la vuelta de Clapton y su vigésimo primer disco de estudio, "Old Sock"... Joder, qué tremendidad más tremenda. Si a eso añadimos lo de Bowie, lo de Eels (concierto y disco) y lo de.... bueno, eso me lo callo para otro día que es un auténtico bombazo!!! rumore, rumore...