Tal vez la evolución que sufrieron los Small Faces durante su carrera contando la transformación en Faces es la más importante en la historia de la música y curiosamente es la que, podría decir, mejor representa mis gustos y manías. Empezaron ellos mod-ositos para acabar más stonianos que los Stones. Al inicio lucían estética mod lanzando singles por doquier de factura bella y alma negroide. Discos con versiones sobretodo del gran Sam Cooke y grandes canciones firmadas normalmente por todo el grupo. Con el álbum conceptual “Odgen’s Nut Gone Flake” tocaron el cielo, es uno de mis favoritos de todos los tiempos, pero en ese mismo año tuvo que pelear con discos grandiosos como el “Beggars Banquet”, “Traffic”, “The Kinks are Village green preservation society”, “The songs of Leonard Cohen”, “Electric Ladyland”, “Lady Soul” de Aretha, “Music from Big Pink”, “Gris Gris”, “Truth”… y no sigo porque lo de esa época es de alucinarse solo. Ah! Coñe! Y el “White Album”, ya digo, casi ná. Pues bien, con ese disquito los Small Faces tocaron el cielo y se comieron el mercado yanqui, con este disco y sobretodo con el siguiente que salió también en 1968, el magnífico “There are but four small faces”. Este disco es la leche, otro de mis favoritos y contenía la canción de la que hoy os quería hablar. La estupendísima “Itchycoo park”, una psicodélica canción pop que es pura Inglaterra, sin duda es una de sus grandes canciones. Para descubrir al grupo siempre podéis recurrir al estupendo recopilatorio doble “The darlings of wapping wharf launderette” que es la monda pero es un grupo para exprimir sus discos. Luego, ya puestos, darle caña a la carrera de Steve Marriott que es de lo más guitarrera setentera y a los Faces, que es en lo que derivaron los “Small”, se hicieron grandes con Ron y Rod. De esos con el magnífico “Good boys… when they’re sleep” vais sobrados para comenzar. Bueno, no me enrollo. Vamos a coverizarnos!


Ya sabéis que el sábado asistí al magnífico concierto de Eels que por cierto fue tremendísimo. Allí el bueno de Mr E se cascó dos estupendas versiones. “Oh Well” de Fleetwood Mac que podéis escuchar pinchando en sus respectivos nombres, y “Itchycoo Parck” que es de la que hoy os quería hablar. Hoy haré un pequeño cambio en la sección, os pongo el vídeo de la original y para la versión de Eels pincháis aquí. Es que la canción de los Small Faces es tan buena que os la tengo que poner pero ojo, qué sensacional versión en directo de Eels, qué bien sonó todo, qué alegría más grande que se reconozca de vez en cuando a uno de los mejores grupos ingleses de la historia. No me enrollo más terrícolas, la versión de Itchycoo es la monda: it’s all too beautiful, it’s all too beautiful, it’s all too beautiful…


Es extraño que gustándome como me gusta la música del señor Everett nunca le hubiese visto en vivo y en directo, ya no comento el caso de mi archienemigo Guzzest que sabiéndose como se sabe al dedillo toda la obra de Mr. E, incluso los dos álbumes antes de la creación de Eels, nunca hubiese llevado su cuerpo serrano a ver en directo al gañán en cuestión. Eso quedó solucionado el sábado en el local Barts de Barcelona, la verdad es que quedamos sobradamente satisfechos del resultado. Llegamos sobre las 8 con una hora de tiempo para chafardear el merchandising y aquí el marciano no pudo resisitirse y se compró una preciosa zamarra del barbudo, bonica del to. Luego mientras inspeccionamos el local la megafonía anuncia a un tal “Felice”, un señor mayor, ciego con pinta de Homeless aparece en el escenario acompañado por un currelas, lo dejan allí en medio, y el tipo a capela empieza a cantar y todos flipamos, a los pocos segundos saca su harmónica y el local (semivacío entonces) se viene abajo. El amigo “felice” se gira y empieza a caminar y casi se cae si no es por el currelas que aparece como un tornado y lo coloca en su sitio. Acaba la cancionaca, aplausos a tutiplén y al tipo se lo llevan. Al descanso de la canción, Guzzest y yo, nos sentamos en nuestro sitio y sale a tocar la telonera. Correcta. Qué difícil debe ser ser telonero!. Y llega la hora, las 9 pasadas, sale el batería y luego Mr. E…. lo que nos espera es dinamita pura.


En primera línea el baterista y E, a sus espaldas una línea de tres, con guitarras y bajo. Todos con chandal Adidas clásico, barba y gafas de sol. Es decir, puesta en escena freak. Contrariamente a casi todos los recitales anteriores Mr. E no abre con “Bombs away” que ni siquiera toca esa noche. Abre con “Prizefigther” y a mi se me caen los bemoles al suelo. Crochet de derechas, victoria por KO. Y van cayendo trallazo tras trallazo guitarrero sin pausa hasta que ataca la versión de Fleetwood Mac “Oh well” con la maraca en mano y su baile a lo orangután cachondo. Qué bueno!!! Cayeron muchas del último disco, muchas de “Hombre lobo” un par de “Souljacker” y un medley del “Daisies”. Estupendísimo todo. Es decir, sin recordar el orden: Prizefighter, Kinda fuzzy, Opent my present, Oh Well, Tremendous dynamite, Peach Blossom, That look you give that guy, The Turnaround, Stick together, New alphabet, Fresh feeling, the sound of fear, go Knuckels, I´m your brave little soldier, My beloved monster/Mr E’s beautiful blues, Souljacker part I, la versionaca de Small faces “Itchycoo park”, Wonderful glorious, Fleshblood… No sé si me dejo alguna, no lo sé, y el orden tampoco es el correcto porque no lo recuerdo del todo pero sonó fantástico, poderoso y sobrevitaminado, en ocasiones divertido con las bromas absurdas de Mr. E y la comedieta que se monta. Estupendo concierto, un despiporre. Este tipo es muy bueno y tiene material para elegir sobrado, la única pega es que podía haber durado media horita más pero no me quejo, fue estupendo. Luego cenita con Guzzest de picoteo y pa’casa a descansar, con una sonrisilla triunfalista en el cuerpo que nadie ni nada me pudo quitar. Grande Eels!
STEVE EARLE
THE LOW HIGHWAY (2013)
INVISIBLE


Poco o nada se está hablando de la nueva entrega de Steve Earle, me resulta extraño y francamente incomprensible pues estamos ante uno de los discos del año. Vale, yo soy un fan absoluto de Steve y ya sé, sí, ya sé que aquellos maravillosos tiempos de “Guitar Town” a “El Corazón” es probable que no vuelvan pero desde luego Earle no está por la labor de darnos la razón y sus dos últimos trabajos son de aúpa, sobretodo este último, y eso que a mi personalmente “I’ll never get out of this World alive” me pareció cojonudísimo. Pues, por ahí van los tiros, continuación más que lógica con algo más de inspiración si cabe. Recuperado de sus adicciones, con sobrepeso y alopecia acuciante, un libro publicado recientemente, unas memorias apuntito de salir al mercado y su presencia actoral en “Treme”, el señor Earle está muy presente últimamente, con ganas de enseñar su música y desempolvar su talento para reivindicarse en la figura de la música americana que es y que a este lado del charco parece que se le tiene olvidado.


Steve Earle – The Low Highway (2013): 01.- The Low Highway/ 02.- Calico County/ 03.- Burnin’ It Down/ 04.- That All You Got?/ 05.- Love’s Gonna Blow My Way/ 06.- After Mardi Gras/ 07.- Pocket Full Of Rain/ 08.- Invisible/ 09.- Warren Hellman’s Banjo/ 10.- Down The Road Pt. II/ 11.- 21st Century Blues/ 12.- Remember Me.

Portada marca de la casa y una banda entonadísima, the dukes and the duchesses, para firmar doce canciones de esas que te van robando el corazón y que harán de este disco el mejor de la “americana” este año. Todas las canciones está firmadas por Earle excepto dos, en esas comparte autoría con Lucia Micarelli, sí, la violinista guapetona de “Treme” y francamente son de mis favoritas del disco. Todo empieza con la grandiosa y estupendísima “The Lost Higway”. Un country en toda regla para tocar y cantar alrededor de una fogata en pleno desierto. Así de fácil, desde el inicio nos lleva al huerto el bueno de Steve, con esos impresionantes violines que lo envuelven todo. Luego llega el rock de “Calico county”. La caña. Ese riff me tiene loco, qué temazo. Earle baja el tono con la romántica balada “Burning it down”. Joder, como canta Steve, qué madurez más tremenda, qué saber hacer, qué letras coñe! La cosa se pone countresca con “That all you got?” donde además del acordeón luce de manera especial esa voz femenina… se puede cantar mejor? Y llegan las dos canciones en las que la autoría está compartida. Lucia Micarelli toca en ambas y firma junto a Earle con los violines muy presentes, además, creo, las dos sonaban en “Treme”, la segunda seguro. Ambas son de mis favoritas del disco, tanto en  “Love’s gonna blow my way” como en “After Mardi Grass” se respira New Orleans, se respira el espíritu de la serie de HBO, por ejemplo “After Mardi Grass” en la serie es cantada por el personaje que interpreta Micarelli, es su primera canción propia y Steve la ayuda con ello. Por cierto, pedazo de serie. Luego el disco sigue creciendo y creciendo, parece que cada canción supera a la anterior. La segunda parte del disco comienza con la magnífica “Pocket full of rain” y ese pianito impresionante y nos remata con la preciosa, tristona y demoledora “Invisible” de la que hay video por ser, creo, el primer single elegido. Lo de “Warren Hellman’s Banjo” me lo tomo como un regalo personal. Oh! qué delicia. La traca final empieza con la moviditas “Down the road part II” y “21st Century blues” para finalizar con otra joya, como ya lo hizo en su disco anterior con “This city”, esta vez lo hace con “Remember me”. Un caramelito, una pieza poética de música americana perfecta. Gran disco de Earle, otro más. Grandioso disco de música de raíces, con buenas canciones y grandes letras, con acordeones, mandolinas,  piano, violines, banjos y lo que se tercie. Un disfrute, un placer. Gracias señor Earle por entregar una joya tras otra aunque incomprensiblemente la población terrícola no sé de cuenta de lo bueno que es usted. 
Ayer llegó a mis manos un nuevo libro de la denominada fantasía épica que hasta hace bien poco ni conocía. Soy fan declarado de “Canción de hielo y fuego” pero nunca había oído nada de la saga de Malaz de Steve Erikson, por un lado se entiende pues tampoco es que yo sea un gran lector de este tipo de novelas pero por otro es raro que siendo considerada de las tres mejores sagas de la dichosa fantasía épica ni me sonara remotamente. Mires donde mires está a la altura de la obra de George RR Martin, ya veremos, tengo mis dudas pero el primer volumen titulado “Los jardines de la Luna” me aclarará varias dudas y me dejará claro si seguimos con la saga o la dejamos aparcada para siempre. Leo por ahí que el inicio de la novela es difícil, casi desesperante, lento, farragoso… pero que más o menos a las 100 páginas te estalla en plena cara, vamos, como las series de HBO, que se toman su tiempo hasta que de golpe, a media temporada se te queda cara de bobo alucinando de lo que estás viendo. Bueno, esa es mi esperanza, que me guste y me enganche, no quisiera yo llevarme una decepción. De momento, si no me equivoco el canadiense Steve Erickson ha parido diez volúmenes de los que sólo cinco por ahora se han traducido al castellano: “Los jardines de la Luna”, “La puertas de la casa de la muerte”, “Memorias del hielo”, “La casa de las cadenas” y “Mareas de medianoche”… La saga ya está finalizada y eso es todo un aliciente pues sólo hay que esperar las dichosas traducciones y no que al escritor le de la gana de acabar lo empezado. Ya digo, ya veremos como va la cosa, hoy empezaré a merendarme el libro y ya so contaré que me parece. Si un día os vengo contando cosas del segundo volumen es que la cosa me ha gustado. Y nada más, bueno sí. Auf wiedersehen!
Mi querido archienemigo está de enhorabuena pues estrena blog. Nada más y nada menos que homenajea a uno de sus ídolos. No, el blog no va sobre mi persona, le dije a Guzzest que no hacía falta, que me conformaba con mil euros al mes por dejar que me mire embelesado durante horas, sin hablarnos ni tocarnos, pensé que con eso sería suficiente así que él se busco otro ídolo al que alabar y dorar la píldora. Ha hecho una muy buena elección, a elegido al gran Declan Patrick McManus como figura a tratar y a venerar. No hay muchos blogs en castellano sobre Costello, pocos y malos, ninguno a su altura así que todos tenemos que estar contentos porque si Guzzest está al mando buena literatura sobre uno de nuestros gafotas preferidos está asegurada. Ya desde el título me lleva al huerto, ese "Imperial Trust" me encanta, la estética también aunque es muy sobria, muy al estilo Guzz.Últimamente están proliferando blogs dedicados exclusivamente a una banda o artista, particularmente me gustan pero yo no podría hacerlo, no me centro en una sola cosa, se requiere mucho conocimiento del asunto y mucha pasión. A mi pasión me sobra pero conocimiento tengo poco. Ejemplos? pues Kinkdom come, Only castles burning.... Imperial Trust.... Yo no sé a quién podría dedicarle un blog y desvivirme por él. Estoy entre uno sobre Barbara Streisand al que podría llamar "Barbra", uno sobre el más grande entre los grandes de los ochenta, ese gentleman llamado Rick Astley, el blog podría llamarse "nevergonnagive", o tal vez sobre "The Communards", uno llamado "Dontleaveme", joder, cómo cantaba el Sommerville, je, je... qué falsetes! Pero nada, si hiciese cualquiera de los tres creo que no tendría ningún seguidor, o sí, igual Astley se animaba. Bueno, pues ya me dejo de tonterías por hoy. Felicito a mi archienemigo por partida doble. Una por su Santo y otra por esta idea que espero mantenga viva y no se venga abajo, que me conozco al gañán y un día te levantas y ha borrado el blog.  Por cierto, me gustaría proponer una sección sobre los tipos de gafas que ha llevado Costello todos estos años y la repercusión que han tenido sobre su música y discos, je, je... aquí estoy, poniendo deberes. Pues nada, os enlazo a "Imperial trust" y que lo disfruten ustedes.

De entrada quiero dejar claro que estas dos series no llegan a las cotas de la Champions televisiva ni a la primera división. Vamos, que no son ni los Soprano ni The Wire, por suerte creo que tampoco es la intención. Además me atrevo a decir que juegan en esa liga de vamos a entretener al personal con algo de sangre y muerte mientras cenan, puede que más en la línea de CSI Las Vegas que el de Miami, se me entienda. Entonces, me podría ahorrar el post? Pues sí, por supuesto. Pero quería dar mi opinión de las dos series que hoy por hoy compiten en mostrarnos lo que hacen los asesinos en serie.

Comenzaré por “The Following” por ser la que está apunto de finalizar su primera temporada (habrá otra?) Y bueno. La cosa prometía con Kevin Bacon y James Purefoy. Pero… joder, siempre hay un pero. La cosa se tuerce en seguida y cada episodio resulta más de lo mismo, la cosa no avanza y uno se cansa de ver el careto de cansado, triste y jodido de Bacon y los morritos sabiondos de Purefoy. De que va? Pues de un asesino culturetas amante de Poe que es atrapado por el poli bueno de turno (Bacon) aunque este acaba con un marcapasos, un alcoholismo profundo y una vida de mierda. Al cabo de un tiempo el asesino se escapa, forma una secta, el FBI llama a Kevin Panceta para ayudarles y patatín patatán… todo sigue igual. Como el gato y el ratón. Un rollete vamos. Nada del otro mundo.



Continuaré por “Hannibal” de la que he visto dos episodios. De momento gana a The Following por KO, ya veremos como sigue. Es inquietante y a veces desagradable, cosa que se agradece si hablamos de un asesino en serie caníbal. De momento, ojo, el protagonista no es Lecter sino un asesor del FBI (más loco que Lecter) que ayuda a resolver los casos de asesinos en serie. Una lástima el que esté tan loco pues le obligan a ir a terapia a la consulta del doctor Hannibal Lecter que se lo pasa pipa jugando con su cerebro. El actor que interpreta a Lecter es genial. Mads Mikelsen lo borda, así me imaginaba yo a un Hannibal cuarentón. Hay ganas de verle comenzar a descuartizar al personal y a cocinarlo... A este buen actor le acompañan Hugh Dancy y Laurence Fishburne. La estética y el ritmo están francamente bien. La cosa promete. Además si queréis se pueden ver los episodios on line y gratis en la página de AXN. Como dato curioso el cocinero Jose Andrés asesora en los menús del doctor Lecter… Ahí queda eso.
MATTHEW E. WHITE
BIG INNER (2013)
BIG LOVE

Si me hubiese preguntado alguien hace unas semanas si conocía a Matthew Houck mi respuesta hubiese sido negativa. No tenía ni puñetera idea de quién era ni a qué sonaba la música que hacía. Después de unos diez días de escucha compulsiva de su nuevo álbum “Muchacho” puedo decir que el tal Matthew Houck es el artistazo detrás del proyecto llamado “Phosphorescent”, que ya tiene a sus espaldas seis discos de los que he dado una escucha al debut “A hundred times or more” (2003) y dos a “To Wille" del 2009 que es un homenaje descomunal a Willie Nelson. Pero claro, la fascinación por “Muchacho” es muy grande y no me deja escuchar nada más del señor Houck. Este disco me ha ganado y no lo esperaba. Un conocido me lo pasó y me dijo: escucha esto, suena moderno pero no lo es, hay sintetizador pero es puro country-folk. A lo que añadió: si te gusta Justin Vernon (aka Bon Iver), Will Oldham (aka Bonne Prince), el modernismo clásico de los Dr Dog... pues te debería gustar esto. Yo puse cara de sí pero no, de me huele a chamusquina, de.... joder, leí algo sobre ellos en comparaciones con Animal Collective...buffff.... no sabía que hacer pero al final hice lo correcto. Darle al play y dejarme llevar...


Phosphorescent - “Muchacho” (2013): 01.- Sun, Arise! (an invocation, amnintroduction)/ 02.- Song for Zula/ 03.- Ride on, Right on/ 04.- Terror in the canyons/ 05.- A Charm, a Blade/ 06.- Muchacho's tune/ 07.- A new Anhedonia/ 08.- The quotidian beasts/ 09.- Down to go/ 10.- Sun's arising (a koan, an exit).

Abre el disco una eclesiástica tonadilla que me recuerda más a los Fleet Foxes que a otra cosa. “Sun, arise!” es preciosa. Voces angelicales y sintetizador de por medio que sorprendentemente me engatusa a la primera. Aún con la cara de tonto de que me guste tanto llega “Song for Zula”, y es entonces cuando vendo mi alma al diablo y mi trasero a Houck. Soy todo tuyo chato. Qué canción! Una de esas que por si solas ya valen un disco. Es una canción country con referencia a Cash incluida pero el envoltorio electrónico la hace especial de verdad, mágica, impresionante. El remate final lo ponen la fantástica pedal steel y esos violines.... buff, temazo, temazo. Una de mis canciones del año. El magnífico tempo de “Ride on/Right on” te acaba de meter del todo en el disco, otra canción impecable. Llevo cantando el estribillo desde que me he levantado. Luego llega el country menos disimulado en “Terror in the canyons” que como supondréis por su clasicismo me gustó desde el primer día. Otro temarraco soberbiamente interpretado por Matthew que luego entrega “A charm, a blade” y me despelota. Es el segundo hit del disco junto a “Song for zula” claro, una canción de esas que no te dejan indiferente, preciosa de verdad al principio pero con un cambio festivo/circense al minuto que te deja más contento que unas castañuelas. Lo que queda del disco es sublime, ya veis que el tipo no baja el nivel ni para ir al baño. “Muchacho's tune” te va haciendo suya poco a poco, sus trompetas son exquisitas. Una de esas canciones que estarán en mi proyecto “1001 canciones para escuchar follando”. “A new Anhedonia” es muy Bon Iver. Es decir, es cojonuda. “The quotidian beast” y “Down to go” marcan el final. Dos de las mejores del disco. La primera con sus siete minutos, los violines y esa voz desgarrada te embrujan sin concesión, y la segunda es una balada countril a lo Bonnie Prince disfrazada de modernidad, un lujo. Finalmente cierra el disco Houck como lo empezó, con la estupenda “Sun's arising” dando una coherencia al disco y una majestuosidad acojonante. Disco sorpresa, por inesperado y por no ser de mi tipo, pero que poco a poco triunfa y sube posiciones en mi top anual.  
Hacía tiempo que no hablaba de algún lugar exquisito de la blogosfera, pero he descubierto un lugar nuevo. Mi Shangri-la particular. Aún está en pañales pero se me antoja que va a ser la releche. Quién puede estar detrás de “Kinkdom Come”? Quién puede ponerse al mando de un blog sobre The Kinks? Un loco? Un apasionado? Un sabio? Un maestro? Pues todo eso y algo más. The Kinks dan para un blog y para una vida. En su música puedes perderte y no salir, puedes tener suficiente con ellos. Pues amigos terrícolas detrás de todo este embrollo está como siempre el señor Joserra Rodrigo que nadie entiende de donde saca el tiempo ni las fuerzas, pero le agradezco de antemano su pasión por la música y su alegría, además ambas cosas te las contagia. Ando un poco despistado últimamente en cuchichearnos cosas, en recomendarnos cosas nuevas y cosas viejunas, y eso que últimamente ando más soul de los normal, llevo unas semanas sentado en el muelle de la bahía de Otis... Y enganchado nuevamente al clásicazo nikochiano “Muswell Hillbillies”, un discarro donde en mi opinión suenan como nunca como una gran banda, con canciones increíbles. Un disco diez, una Pom. Pero si yo estoy liado el amigo Joserra ya ni os digo, dando clases magistrales en la Universidad de Sevilla sobre Dylan... Pide varias cosas el señor Rodrigo: pide que se hagan seguidores del blog todos los amantes de los Kinks y aquellos supongo yo que comiencen ahora a descubrirlos, pide que se comente en el blog y no en el facebook cosa en la que estoy muy de acuerdo porque si bien es cierto que las redes sociales ayudan quitan comentarios y evitan debates, y lo mejor de todo es debatir, opinar, discrepar... y claro, pide ayuda. Mi hermanito Black Meeple (otro loco kinkiniano) ya se ha ofrecido.. Una combinación que puede darnos tardes de gloria, esperemos que cuajen. Yo soy muy Dave Davies y mi hermano es muy Ray. Su hijo se llama así, con eso lo digo todo. Bueno, me dejo de rollos, pasaros por “Kinkdom Come” para tomar una pastas y un té. Have a cuppa tea, have a cuppa tea, have a cuppa tea, have a cuppa tea. Halleluja, halleluja, halleluja, Rosie Lea. Halleluja, halleluja, halleluja, Rosie Lea....


Suelo recurrir a menudo a los Doors. Jim es mi chamán. Cada vez que mi cuerpo flaquea, que mis pensamientos se dispersan y la cosa se pone turbia vienen los Doors y me rescatan. También es verdad que igual que la gente cuando empieza a aparecer el sol le da por ponerse canciones pop bailongas, de estribillo pegajoso y con letras sin chicha ni limoná a un servidor le da por ponerse el debut de los californianos que no tiene nada de bailongo pero que al calor del sol en la playa (más aún en Venice) me suena de putísima madre. Los Doors son mucho para mí, entiendo a quienes no les guste pero no saben lo que se pierden, entrar en ellos es descubrir un mundo nuevo. Una de mis 10 bandas favoritas de todos los tiempos, que con seis discos oficiales con Jim en vida tiene seis clásicos nikochianos del copón, y creo yo, sin discusión alguna, tres obras maestras (The Doors 67, Strange Days 67 y LA Woman 71), dos sobresalientes (Waiting for the sun 68 y Morrison Hotel 70) y un adorable notable (The Soft Parade 69), además de ese directazo increíble e indispensable que es “Absolutely live” para entender no sólo a la banda, sino también su importancia tanto en la música del momento como en la sociedad.

En 1967 aparecieron dos discos que de haber sido solo uno probablemente estaría entre los mejores dobles de la historia. Por separado igualmente están en la cumbre, pero sobretodo el debut, ese “The Doors” es canelita. Puede que el órgano de Manzareck se le atragante a muchos pero Ray es un músico de postín, un auténtico genio. El resto de músicos, Krieger y Densmore, están sobradamente a la altura y son mejores de lo que la gente cree. Recomiendo ver el documental “Classic Album” sobre este disco, se te queda cara de alelao con tanta genialidad... Bueno, sigamos. Todo el disco es absolutamente genial, su “Cara a” es el acabose pero claro, esta sección se llama “Cara b”, vamos pues con ella: después del despiporre de "Light my Fire" que cerraba la primera cara, esta segunda la abre una versión, pero qué versión. Morrison aullando a la luna el "Back door man” de Willie Dixon. Inmejorable. Atómica. Un blues bañado en ácido con Jim de maestro de ceremonias. Luego llega “I looked at you” que es un divertimento popero y algo tontuno pero a mí me vuelve loco escucharlo. “End of the night” ya es harina de otro costal, con una atmósfera misteriosa, claustrofóbica y romántica. Temazo que me suele venir a menudo a la cabeza. Cómo cantaba Jimbo! Y eso que no sabía, que lo suyo era ser poeta! Si llega a saber.., la leche!. Después de esta balada descomunal toca mover las caderas con “Take it as it comes” que es un temarro de los buenos, buenos, que algunos terrícolas sin muchas luces creen que pertenece a los Ramones, su versión es muy buena pero no es la de los Doors. Y para rematar los 12 minutos de la magistral “The End”. Una obra maestra dentro de una obra maestra. Un lujo. Una locura inigualable que conocí a los 13 años y aún hoy me deja con la boca abierta. Una cara b de lujo para un disco top, para un classic album indispensable. Esta mañana lo he vuelto a escuchar y me sigue dando las mismas vibraciones que el primer día.  

Desde el sábado encamado. Llegando a 39,5, la fiebre subiendo y un servidor sudando como un pavo frío. Tiritando. La garganta totalmente inflamada y una otitis descomunal (aún hoy tengo el oído en Cuenca). Totalmente jodido. Secuelas? físicas muchas. Tengo todo el cuerpo magullado, las cervicales fatal, una contractura de esas inquietantes de doblegarme en la cama y como os digo el oído derecho a medio gas. La fiebre y el cuello mejor. Cómo está el mundo que presionado por el trabajo con amenaza de soslayo he tenido que cogerme el alta voluntaria hoy para ir a trabajar mañana cuando no me aguanto de pie y me quedaban aún cuatro días más de recuperación según un colegiado en medicina, pero aunque son unos cabrones no estoy yo para perder un empleo a corto plazo, con una niña de casi tres años, otro en camino e hipoteca a tropecientos años... Bueno, nada diferente a la gente nacida en la década de lo setenta. "Los engañados". Sin futuro, sin trabajo..., eso sí, todos con carrerita universitaria (pa qué?) y una hipoteca atada al tobillo como un yunque. Menuda mierda. Joder, tampoco os quiero agobiar con mis neuras y problemas, sólo quería deciros que he vuelto. Tal vez nadie se haya dado cuenta de mi ausencia, no me extrañaría ni un pelo, así que tampoco es para tanto digo yo. Así que esperando tiempos mejores intentaremos volver mañana a la normalidad, y que el solecito primaveral comience a darnos calor. Pronto llegará Eels y a la vuelta de la esquina el Rustfest que va confirmando la presencia bloguera (hay ganitas!) y luego Costellito con Guzzest y Mansion en el Poble Espanyol.... Os dejo con este temazo que siempre me ha encantado, de uno de mis grupos de siempre. Amo a los Doors, amo a Jim. 

Llevaba el bueno de Matthew E White mucho tiempo intentándome llevar al huerto con su disco del 2012 “Big Inner” pero por unas cosas u otras no acababa yo de darle el “sí, quiero”. Un servidor que tampoco es tonto, recurría a él de vez en cuando, él me daba en cada ocasión un nuevo motivo para repetir y claro, yo repetía pero tenía tantos buenos discos entre manos, a veces más fáciles y ligeros que acababa por ponerle los cuernos para luego enseguida arrepentirme. El disco es del 2012 oficialmente pero todos estaremos de acuerdo que pertenece a la cosecha del 2013, pues ha sido un disco que ha tardado lo suyo en llegar ya que Matthew no es precisamente muy conocido y sus pintas tampoco es que sean lo más vendible del mundo, además el disco ha ido pasando del boca a oreja, y de blog en blog, bueno, tan bien fue disco del mes de Enero en Uncut por lo que dice Joserra porque yo no tenía ni puñetera idea, y eso de ser disco del mes allí no es moco de pavo. Si estos del Uncut dicen algo así de un disco, tened por seguro que el disco malo no puede ser. Yo en mis trece: Me quiere, no me quiere. Me quiere, no me quiere.... Me quiere! Sí. Llegó la primavera y en mi casa, en mi cabeza y en mi corazón explotó el “Big Love”. Madre mía que temazo! Con ese tema no es que el señor White me haya llevado al huerto, es que llevamos unas semana de orgía en orgía, de puro placer y desenfreno. Su disco es, perdónenme ustedes, la polla. Una vez asumido que estoy ante uno de los discos del año y puede que me quede corto (puede que también de la década... ahora igual me he pasado...) es el momento de preguntarnos de donde coño ha salido este tipo barbudo con sobrepeso y un talento descomunal. Pero yo no voy a responder porque no tengo ni puñetera idea ni tampoco me voy a poner a buscarlo por la web. Sé que era productor y poco más, tampoco creo que importe mucho. Lo importante es explicaros a qué suena y no sé como hacerlo, puede que estas palabras os sirvan:

“... estamos hablando del estilo Newman, estamos hablando de gospel y soul, estamos hablando de Nueva Orleans, de finas líneas estilísticas propias del sur de Estados Unidos, del tropicalismo mágico brasileño que deslumbró los años 60, y al mismo tiempo no hablamos de nada de eso. Entre referencias a amores vividos en presente y en pasado, a procesos y búsquedas de salvación, Matthew E. White entrega perla tras perla...”Río Rojo (extracto de su crítica)

“...Imaginemos a Allen Toussaint en una session un poco druggy con la Family Stone o a los The Band del Music From The Big Pink atreviéndose con el repertorio de Spiritualized...” / “Si en una crítica relacionan a un artista con Randy Newman aunque no se parezca nada, compra.”. Rockanrodriland (extractos de su crítica)

Vamos, que ya os podéis hacer una idea de lo bueno que es leyendo lo que dicen estos dos blogueros de postín de Mattew E White. Hay más pero tampoco quiero hacer yo un post de citas. Eso sí, no dejéis de leer esas dos críticas y esos dos blogs a los que humildemnete me gustaría parecerme pero nunca llegaré a ello. Resumiendo: soul y gospel de aquella manera, con regusto a Randy Newman con residencia en New Orleans o a unos Lambchop ensoulecidos y locos por el tropicalismo o yo qué sé. Imposible definirlo, imposible no amarlo.





Matthew E. White – “Big Inner” (2012):  01.-  One of These Days/ 02.-  Big Love/ 03.-  Will You Love Me/ 04.-  Gone Away/ 05.-  Steady Pace/ 06.-  Hot Toddies/ 07.-  Brazos.

Siete temas tiene el disco. Siete joyas. Siete maravillas. Para nada fáciles de digerir a la primera escucha pero con esa magia negra que te va robando el alma poco a poco. “Big Inner” es una especie de Gumbo adictivo que da calor a tu corazón. Desde la magnífica y preciosa “One of these days” uno se da cuenta de que lo que tiene entre manos no es un disco más, no es algo pasajero. Sin llegar a parecerse del todo “One of these days” me recuerda a un Kurt Wagner reposado. White no tiene su voz pero la canción si tiene ese estilo del que Lambchop presume. Maravillosa y punto. Luego llega la canción que me ha enamorado. “Big Love” es, creo yo, o será una de las mejores canciones del año, al menos para mí en estos momentos. Un soulfunk escandalosamente bueno, con un piano diabólico, un ritmo endiablado, unos coros femeninos de aúpa, una guitarra negroide espectacular y ese estribillo que me hace saltar la boina: big love, big love, big love.... I've got to carry on!. El despiporre inicial lo remata la preciosa “Will you love me” con esos arreglos de viento ensoñadores que hacen las delicias de este humilde extraterrestre. Precisamente con un folk extraterrestre acompañado de violines de otra galaxia White nos seduce con “Gone away” que nos lleva de la mano a otra de las canciones del disco, “Steady Pace”. Tremendo tema. Me atrevo a decir que algo akinkinado. Aquí la huella de los Davies se aprecia o al menos a eso me recuerda. Temazo, temazo. “Hot toddies” me recuerda un mucho al señor Will Oldham aka Bonnie “Prince” Billy en sus primera época, aquella de Palace. Y todo acaba con “Brazos” que firma junto a Jorge Ben y que con sus casi diez minutos me deja con cara de bobo y sonrisa tontuna. Maravilloso disco. Maravillosa propuesta que poco a poco, sin prisas, me va haciendo suyo cada vez más. Disco que no para de crecer y crecer a cada escucha. Será “Big Inner” el disco tapado del año, será el disco del año? 
01.- Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus (2004)
02.- The Boatman's Call (1997)
03.- Let Love In (1994)
04.- Dig Lazarus Dig (2008)
05.- From Her to Eternity (1984)
06.- Murder Ballads (1996)
07.- No More Shall We Apart (2001)
08.- Henry's Dream (1992)
09.- Push the Sky Away (2013)
10.- Tender Prey (1988)

Existe en el mundo mundial una canción más bonita que “Helpless”? No lo sé con certeza, no lo puedo asegurar. La canción de tito Neil brilla con luz propia en un disco diez, en una gran y tremenda POM, en un clásico nikochiano llamado “Déjà vu”. Allí junto a sus colegas Crosby, Stills y Nash se marcó uno de esos discos indiscutibles y necesarios, y “Helpless” era la guinda del pastel y no lo tenía fácil pues canciones buenas habían a cascoporro, por ejemplo y por decir mis favoritas de aquel maravilloso artefacto estaban “Carry on”, “Teach your children”, “Almost cut my hair”, “Our house”, ah! y “Woodstock” coño, claro “Woodstock”!!! qué discarro, la mare que em va parir!. No te lo acabas, no te cansas de escucharlo. Obra maestra entre las obras maestras. Bueno, pues Tito Neil estaba por allí con sus tres compinches para aportar “Country girl”, “Everybody I love you” junto a su “hermano” Stills, y la canción que toca hoy, esa descomunal y arrebatadora “Helpless”.

De “Helpless” se pueden decir muchas cosas pero es mejor dejarse llevar y que su letra y su música toquen tu alma, y de versiones hay tropecientas, porque es un clásico entre los clásicos. Neil Young la ha tocado con infinidad de artistas de todo pelaje, hace años con el gran Springsteen y hace poco con los Arcade Fire, ambas son versiones preciosas. Tal vez de todas las versiones que he escuchado de la canción me quedo con la que hizo otro maestro, Nick Cave, para el disco “The Bridge” el cual homenajeaba a tito Neil, en él encontrábamos además de a Cave por ejemplo a los Pixies, Flaming Lips, Dinosaur Jr, Sonic Youth…. Muy interesante ese disquito. Pero la de Cave es una muy buena versión. Me disculpo de antemano con ustedes porque no hay vídeo en directo de la canción, sólo una foto y la canción original de ese disco. Suficiente creo yo para apreciar lo que el mala semilla nos brinda, una cover de toma pan y moja. 


Llevo ya dos fines de semana en los que mientras desayunamos todos juntos vemos una película de dibujos animados. Arlet comienza a interesarse por los films animados de brujas y princesas principalmente, suele aguantar toda la película y a tener a sus personajes preferidos que sorprendetemente son los malos. Le encantan las brujas!. De momento su favorita es “Blancanieves” pero se parte de risa con los ratones de “La Cenicienta” y le encanta “Maléfica” de la “Bella durmiente”. Pues eso, en dos fines de semana han caído “Enredados” y ayer mismo “Brave” que es de la que os quería hablar hoy. Vale. “Brave” no llega a ser “Up”, “Wall-E” o los “Toy Story” pero joder, está francamente bien. Sí, es más para niños y no hay ni un mísero guiño a los adultos pero y qué? A mí me ha encantado. Tiene todos los ingredientes de siempre. Una historia típica pero llena de cosas imprescindibles con las que los niños disfrutan y sueñan. Una heroína especial que tiene que luchar contra su destino, una bruja, un hechizo y algo para acabar con él cuando no ha salido del todo como debería. “Brave” no pierde el ritmo en toda la película y es divertida a más no poder, lo de la calidad no es noticia pues “Brave” es casi perfecta, las animaciones son tremendas, desde el pelo de “Mérida” hasta las secuencias con los Osos. Buenísimo todo. Además cuenta con una banda sonora muy Celta que me ha parecido muy buena, incluso en castellano está muy bien, creo que la hace “Russian Red”. En la original el peso lo lleva la escocesa Julie Fowlis y el epílogo viene de la mano de Mumford & Sons junto a Birdy, y vamos, la música en su mayoría es de Patrick Doyle, escocés también famoso por trabajos tan dispares como “Carlito’s way”, “Hamlet” o “Gosdford park”. Y nada más. Que es una delicia repescar películas animadas junto a mi peque, verle la cara de alucine y que luego pasadas unas horas te la intente explicar a su manera. Gran film “Brave” para niños y para algunos adultos que nos negamos a crecer. 
NIRVANA
MTV UNPLUGGED (1994)
THE MAN WHO SOLD THE WORLD


Eric Clapton – “Old Sock” (2013): 01.- Further On Down The Road/ 02.- Angel/ 03.- The Folks Who Live On The Hill/ 04.- Gotta Get Over/ 05.- Till Your Well Runs Dry/ 06.- All Of Me/ 07.- Born To Lose/ 08. Still Got The Blues/ 09.- Goodnight Irene/ 10.- Your One and Only Man/ 11.- Every Little Thing/ 12.- Our Love Is Here To Stay.

A sus 68 años el bueno de Eric Clapton se apunta al carro del retorno de la arruga bella pero no lo hace al mismo nivel de sus compañeros de fatigas aunque tampoco creo que lo pretenda pues sus años de inspiración máxima ya pasaron y parece que se encuentra cómodo dando un pasito fuera del radar de lo comercial, de lo más de lo más o de lo que se lleva en este momento. Clapton es uno de esos tipos que a la mayoría de gente no le cae excesivamente bien, será por robarle años atrás la novia a su amigo George? No lo sé, pero el tipo no acaba de enamorar a los terrícolas, tiene tantos seguidores como detractores. Su música, salvando las manías de cada uno, es estupenda. No volverán los años de Cream ni por supuesto sus primeros años en solitario pero quién tuvo retuvo, y el tipo en eso de tocar la guitarra es un maestro, algunos incluso dicen que es un Dios. Ahora vuelve, como tantos otros, pero la verdad es que él nunca se fue. Y lo hace con nuevo disco bajo el brazo, disco de versiones, disco alegre y positivo, con más reggae de lo habitual cosa que me agrada e invitados de verdadero lujo. La cosa empieza con una versión de Taj Mahal estupendísima, “Further on down the road” suena de coña marinera, me hace feliz. El turno ahora es para “Angel” de JJ Cale quién toca y canturrea en esta preciosa versión que en mi opinión es una de las mejores del paquete. “The folks who lives on the hill” es una de esas tonadas que tanto le gustaban a Harrison y que aquí Eric canta muy bien, luego llega el blues con “Gotta gett over” y la voz de Chaka Khan que enlaza con la versión acojonante de “Till your well runs dry” de Peter Tosh, y remata la primera parte del disco con un mano a mano con McCartney en “All of me” que es la repera. La segunda parte que no baja el nivel la abre “Born to lose” que es deliciosa, pero de esta segunda parte o cara b de toda la vida me gustan las tres que cierran el disco. “Your one and only one” es un reggae cojonudo pero ojo, que la original es de Ottis Redding, uno de mis ídolos. Y cierran el disco “Every little thing” y “Our love is here to stay”, la primera es un mediotiempo marca de la casa y la última un clasicazo de los Gershwin con pianito y sabor añejo. Preciosa. Este “Old sock” no es muy original, tampoco pretende ser un ejercicio de creatividad, es otro artefacto de un gran artista al que le apetece cantar sus canciones favoritas, como ya lo hiciese Macca y Rod. De todas maneras es un disco muy agradable y positivo, con grandes versiones y buena música. Clapton ya no es Dios pero sigue siendo rematadamente bueno. 
Día extraño que no malo. Raro raro el día de hoy. Los nervios a flor de piel por la visita al ginecólogo para ver al cacahuete que se convertirá en alien en Noviembre. No he sentido el rau rau estomacal de la primera vez, no he notado esa emoción lacrimógena como cuando Arlet pero ha sido igual de bonito. He visto como a mi santa esposa se le dibujaba una sonrisilla en la cara cuando ha escuchado los latidos del corazón del …, no sé como llamarlo, de mi futur@. Ha sido cuando la emoción ha podido conmigo y he notado los ojos llorosos, me he hecho el fuerte y el despreocupado pero qué queréis, soy un blandengue. Es una sensación muy bonita, única. Es pura magia. Después de concretar analíticas, días de visita y más mandangas nos hemos ido a desayunar como unos reyes los dos solitos pues la monstruita Arlet estaba ya dibujando, cantando o bailando en la guardería. Luego paseito como unos jovenzuelos y la Nikochana a currar y un servidor a comprarse unos disquitos. Ha sido justo al entrar en la archiconocida tienda de origen francés en busca de ofertas de clásicos básicos cuando he recibido una llamada telefónica que como es habitual en mí me ha pasado inadvertida. A los pocos minutos miro el teléfono y veo que había sido “Mansion” el de la llamada. Se había decidido a dar el primer paso, no como yo que soy un cobarde. Luego le he llamado yo pero no ha contestado y al segundo me ha vuelto a llamar él. Rápido y veloz he contestado la llamada y al fin pude escuchar su voz. Joder. Es de Bilbao a tope. Como hablan estos tipos. Tienen un deje que me encanta, la ostia. Je, je. Lo primero que me dice es que me ha llamado él porque así yo no gasto, como soy catalán. Guaghhh!!!! qué inicio más cachondo, eso me ha acabado de relajar. Grande, este hombre. Veinte minutos de conversación que me han pasado en un plis plas hablando de música (como no), de nuestra misoginia rockera (que no folkera ni countril), de nuestros odios y manías, o de la sobrevaloración supina, ahí queda eso. también hablamos de otros blogueros como Guzzest y Joserra, de mi próxima paternidad, del concierto de Costello en BCN donde nos veremos por primera vez si es que no lo hacemos antes en el Rustfest de Frías...., y esto lo arreglo yo en breve, este fin de semana puede que contrate ya el alojamiento...., si luego las vacaciones no cuadran pues habrá que perder la paga y señal, pero yo a eso quiero ir, no me lo quiero perder, no me quiero perder el conocer a Mansion in person, volver a ver a Joserra, conocer a Tito Paco y que le pueda susurrar a Arlet su nana, ver al golfales de Savoy, a Addison, a Chals.... Y claro, disfrutar del “After the gold rush” y de la música de Neil, de los vinos, las tapas.... de la ciudad de Frías.... Oh! Estoy emocionado, serán las hormonas de mi mujer que me afectan también a mi!!! Qué bonita conversación, qué extrañas y particulares relaciones amistosas o de amistad que me está brindando la bloguería, quién me lo iba a decir a mi. Pues nada, no decir como Lou que ha sido un día perfecto (pero casi) bebiendo sangría en el parque, oh qué día tan perfecto... pero sí he tenido una deliciosa conversación telefónica con Mansion. Va por usted Héctor.  


No sé vosotros pero aquí un servidor tiende a olvidarse de Eric Clapton cuando cita a los grandes. El íntimo amigo de George tiene una carrera apabullante a pesar de que en los últimos años se esté empeñando en hacernos creer que no es Dios sino un simple mortal. Clapton es mucho Clapton, y lo es desde su etapa de aprendiz en Yardbirds, pasando por el trío que le dio la fama, sí, esos Cream que aún hoy me dejan con la boca abierta y el culo prieto, sin olvidarme de los Derek & the Dominos y esa “Layla & other assorted love songs” que es una descomunal POM hasta llegar a su carrera en solitario. Como digo, de esa carrera podemos reprochar cosicas de los últimos años pero desde luego más de media docena de obras maestra tiene este excepcional guitarrista, Mi favorito? Creo que ya lo sabéis: “461 Ocean Boulevard”, pero no sólo de ese disco vive este humilde marciano, cualquiera de sus obras en solitario de 1970 a casi diría yo 1990? son una gozada. Luego hay cosicas, muchas, pero no mantiene el nivel. De vez en cuando me da por repescar ese auténtico directazo grabado en 1979 en el Budokán japonés durante la gira de “Backless” y que recibió el nombre de “Just One Night”. Desde su genial y mítica portada, el bueno de Eric nos regala un cancionero de lujo, sin rellenos ni momentos flojeras siendo como es un doble álbum. Lo raro es que graba el directo con una nueva banda dejando a un lado a quienes le habían acompañado desde 1974 dándole un “algo” diferente (yo prefería a la anterior), está el gran Albert Lee pero bueno, sigue siendo Clapton el que está al mando y sus canciones son magníficas. “Wonderful tonight” es una delicia, bonica del to. “Tulsa time”, “Lay down Sally”, “After Midnight”, “Double trouble”, “Cocaine”, “Rambling on my mind”... Oh! Discazo del copón bendito y directazo de tomo y lomo con Clapton tocando la guitarra como ya nunca jamás la ha vuelto a tocar. Increíble disco de esos que consiguen reconciliarnos con uno de los grandes. Sí, como leéis, uno de los grandes pese a quién le pese.

No soy especialmente seguidor de Batman, ni de ningún súper-héroe de cómic, menos aún de sus aventuras en la gran pantalla pero de todos ellos Batman podría ser una excepción. Es un personaje psicológicamente interesante y algunos de los productos cinéfilos que se nos han ido entregando fueron absolutamente geniales como por ejemplo los dos films de Burton, donde los malos se hacían con la película, acuérdense de Nicholson haciendo de Jocker o DeVitto metiéndose en la piel del Pingüino, ya no digo aquella Pfeiffer con el culo prieto embutida en el traje de cuero de Catwoman. No habrá otra igual, de loca y de guapa. El resto de películas sobre el hombre murciélago resultaron ser un auténtica mierda hasta que Christopher Nolan se puso a los mandos para renovar la franquicia y parir una trilogía de esas que quitan el hipo. Y así, en 2005 entregó “Batman Begins” con Christian Bale (Batman), Michael Caine, Morgan Freeman, Liam Neeson, Gary Oldman, Tom Wilkinson, Cilliam Murphy, Katie Holmes…. Vamos, que no escatimó con el “cast” ni con los efectos, pero a un servidor no le acabó de engatusar del todo. Sí lo hizo la magnífica “The Dark Knight” (08). El mejor Batman de todos los tiempos? Puede. El reparto más o menos igual pero cambiando a la damisela por Maggie Gyllenhaal y contando con dos malos. Aaron Eckhart como Harvey Dos Caras y el inolvidable Joker interpretado magníficamente por Heath Ledger. Brutal película. Un disfrute. Así pues llegaba el momento de cerrar la trilogía, y en 2012 apareció “The Dark Knight Rises”, esta vez con Anne Hattaway como Catwoman, sí, sí, lo que leéis, no hay a quién le convenza, que tía más cutre!, a la Cotillard como la mala inesperada (¿?¿¿?, bueno, la verdad es que se ve a leguas), el amiguete del director Gordon- Levitt como el futuro Robin y el malo de la función Bane interpretado por Tom Hardy, esto nos lo creemos porque no se le ve la cara en ningún momento. El film está más próximo de calidad a la primera película siendo esta última mucho peor. Particularmente me ha parecido muy larga, aburrida, mal interpretada, hecha a cachitos inconexos, y…. qué hace Batman dándose golpes a cascoporro contra Bane a la luz del día? Donde está la característica oscuridad, joder, se veía cutre cutre… No. Como imagináis no me ha gustado, me ha parecido una chufa considerable. Un rollete para sacar el dinero a la gente y preparar la historieta de Robin. Bueno, también es verdad que hay películas peores, desde luego no os la recomiendo para nada.