Matthew E. White: Big Inner (2012)

Llevaba el bueno de Matthew E White mucho tiempo intentándome llevar al huerto con su disco del 2012 “Big Inner” pero por unas cosas u otras no acababa yo de darle el “sí, quiero”. Un servidor que tampoco es tonto, recurría a él de vez en cuando, él me daba en cada ocasión un nuevo motivo para repetir y claro, yo repetía pero tenía tantos buenos discos entre manos, a veces más fáciles y ligeros que acababa por ponerle los cuernos para luego enseguida arrepentirme. El disco es del 2012 oficialmente pero todos estaremos de acuerdo que pertenece a la cosecha del 2013, pues ha sido un disco que ha tardado lo suyo en llegar ya que Matthew no es precisamente muy conocido y sus pintas tampoco es que sean lo más vendible del mundo, además el disco ha ido pasando del boca a oreja, y de blog en blog, bueno, tan bien fue disco del mes de Enero en Uncut por lo que dice Joserra porque yo no tenía ni puñetera idea, y eso de ser disco del mes allí no es moco de pavo. Si estos del Uncut dicen algo así de un disco, tened por seguro que el disco malo no puede ser. Yo en mis trece: Me quiere, no me quiere. Me quiere, no me quiere.... Me quiere! Sí. Llegó la primavera y en mi casa, en mi cabeza y en mi corazón explotó el “Big Love”. Madre mía que temazo! Con ese tema no es que el señor White me haya llevado al huerto, es que llevamos unas semana de orgía en orgía, de puro placer y desenfreno. Su disco es, perdónenme ustedes, la polla. Una vez asumido que estoy ante uno de los discos del año y puede que me quede corto (puede que también de la década... ahora igual me he pasado...) es el momento de preguntarnos de donde coño ha salido este tipo barbudo con sobrepeso y un talento descomunal. Pero yo no voy a responder porque no tengo ni puñetera idea ni tampoco me voy a poner a buscarlo por la web. Sé que era productor y poco más, tampoco creo que importe mucho. Lo importante es explicaros a qué suena y no sé como hacerlo, puede que estas palabras os sirvan:

“... estamos hablando del estilo Newman, estamos hablando de gospel y soul, estamos hablando de Nueva Orleans, de finas líneas estilísticas propias del sur de Estados Unidos, del tropicalismo mágico brasileño que deslumbró los años 60, y al mismo tiempo no hablamos de nada de eso. Entre referencias a amores vividos en presente y en pasado, a procesos y búsquedas de salvación, Matthew E. White entrega perla tras perla...”Río Rojo (extracto de su crítica)

“...Imaginemos a Allen Toussaint en una session un poco druggy con la Family Stone o a los The Band del Music From The Big Pink atreviéndose con el repertorio de Spiritualized...” / “Si en una crítica relacionan a un artista con Randy Newman aunque no se parezca nada, compra.”. Rockanrodriland (extractos de su crítica)

Vamos, que ya os podéis hacer una idea de lo bueno que es leyendo lo que dicen estos dos blogueros de postín de Mattew E White. Hay más pero tampoco quiero hacer yo un post de citas. Eso sí, no dejéis de leer esas dos críticas y esos dos blogs a los que humildemnete me gustaría parecerme pero nunca llegaré a ello. Resumiendo: soul y gospel de aquella manera, con regusto a Randy Newman con residencia en New Orleans o a unos Lambchop ensoulecidos y locos por el tropicalismo o yo qué sé. Imposible definirlo, imposible no amarlo.





Matthew E. White – “Big Inner” (2012):  01.-  One of These Days/ 02.-  Big Love/ 03.-  Will You Love Me/ 04.-  Gone Away/ 05.-  Steady Pace/ 06.-  Hot Toddies/ 07.-  Brazos.

Siete temas tiene el disco. Siete joyas. Siete maravillas. Para nada fáciles de digerir a la primera escucha pero con esa magia negra que te va robando el alma poco a poco. “Big Inner” es una especie de Gumbo adictivo que da calor a tu corazón. Desde la magnífica y preciosa “One of these days” uno se da cuenta de que lo que tiene entre manos no es un disco más, no es algo pasajero. Sin llegar a parecerse del todo “One of these days” me recuerda a un Kurt Wagner reposado. White no tiene su voz pero la canción si tiene ese estilo del que Lambchop presume. Maravillosa y punto. Luego llega la canción que me ha enamorado. “Big Love” es, creo yo, o será una de las mejores canciones del año, al menos para mí en estos momentos. Un soulfunk escandalosamente bueno, con un piano diabólico, un ritmo endiablado, unos coros femeninos de aúpa, una guitarra negroide espectacular y ese estribillo que me hace saltar la boina: big love, big love, big love.... I've got to carry on!. El despiporre inicial lo remata la preciosa “Will you love me” con esos arreglos de viento ensoñadores que hacen las delicias de este humilde extraterrestre. Precisamente con un folk extraterrestre acompañado de violines de otra galaxia White nos seduce con “Gone away” que nos lleva de la mano a otra de las canciones del disco, “Steady Pace”. Tremendo tema. Me atrevo a decir que algo akinkinado. Aquí la huella de los Davies se aprecia o al menos a eso me recuerda. Temazo, temazo. “Hot toddies” me recuerda un mucho al señor Will Oldham aka Bonnie “Prince” Billy en sus primera época, aquella de Palace. Y todo acaba con “Brazos” que firma junto a Jorge Ben y que con sus casi diez minutos me deja con cara de bobo y sonrisa tontuna. Maravilloso disco. Maravillosa propuesta que poco a poco, sin prisas, me va haciendo suyo cada vez más. Disco que no para de crecer y crecer a cada escucha. Será “Big Inner” el disco tapado del año, será el disco del año? 

4 comentarios:

  1. Comentar tu estupendo tributo al ultimo disco de bowie con tu avatar!!Me encanta, mas que su portada!!!
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  2. Qué cosecha llevamos este año Nikko, ando desbordado y encima me da por comenzar con Jackson Brownie y repescar a Warren Zevon,,,

    Bowie crece, Lapido da sus primeros pasitos, 091 rejuvenecen,,, todos en mis reproductores.

    Cuídese papániko.

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  3. Lo de Jackson Browne es de traca. Le pude ver en directo hace tiempo y quedé asombrado. Artistazo a redescubrir y a reivindicar. Un saludo Ned!.

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  4. Cada disco tiene su momento, quién sabe si llegará a entrar o no. Por eso, los buenos requieren su tiempo. Adoro los discos que no te lo ponen fácil, que te los tienes que trabajar, masticar siempre debería ser un proceso tranquilo.
    Pero una vez entra, me estoy partiendo visualizando tu orgía, que ya me imagino similar a la que aconteció por mi casa...

    Y por cierto, gracias por los, muy sinceramente, inmerecidos elogios... Esta casa no tiene nada que envidiar a ninguna otra. De verdad.

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