I'm so tired, I'm feeling so upset...

Este fin de semana vino a demostrarme que ya estoy mayor para ciertas cosas. Me ha quedado muy clarito que dormir sólo cinco horas y al día siguiente estar como unas castañuelas es tarea imposible para mi maltrecho cuerpo. La cosa pintaba estupendamente, salí de trabajar el viernes y me fui rapidito a casa pues mi esposa y yo habíamos organizado noche jueguil. Mi cuñada y su amado gabacho me esperaban para dar rienda suelta al tráfico de alcohol en “Bootleggers”. Antes tuvimos que acostar a Arlet que en previsión de la juerga se hizo de rogar y estuvo danzando por el piso pasadas las diez de la noche. Una vez dormida la nena, pedimos unos bocadillos y comenzamos a comer, beber y jugar. Comenzamos con “Santiago de Cuba” para cuatro jugadores. Gustó y seguramente repetirá presencia en la mesa pero me dieron una paliza memorable, como excusa os digo que al ser la primera vez que jugaban mis invitados y mi esposa, un servidor, que es un gentleman no apretó mucho las clavijas (¿¿??), se dejó llevar y decidió no putear para que disfrutasen, no fuese que les diera un palizón y no quisiesen volver a jugar. Luego claro, me quedo sin excusas para “Bootleggers”. 

El juego de los mafiosos me dejó en ridículo one more time, menudo palizón me dieron. En el juego que sucede durante la ley seca, llevamos a una familia mafiosa, con su destilería oculta, sus matones y sus camiones para distribuir el alcohol. El objetivo es producir el líquido mágico y venderlo a los bares. Según el bar tendremos más o menos dinero, es necesario tener matones en los bares y mejora la situación ser mayoría en ellos, pues así aseguras la venta y perjudicas a los demás. Pues bien, empecé bien pero luego, como siempre, alguna puñetera carta de “redada”, algún que otro “robo de camión” y por supuesto “los daditos” que provocaban que mi producción alcohólica fuese ridícula hicieron de mi un “loser”. He de reconocer que jugaron mejor que yo y eso jode, además ya llevaba alguna que otra cerveza de más y mi mente se hacía la picha un lío. A las tres me fui a dormir, a las siete se levantó mi hija y a las nueve iba de camino a la playa para pasar el fin de semana. Luego, sábado y domingo, detrás de la niña, p'arriba y p'abajo. Y unas copitas el sábado noche que me remataron, tres "margaritas" para ser exacto. Como dije, ya no estoy para esos trotes, no es que me dure el cansancio un día, hoy lunes aún lo arrastro! Y eso que ayer me fui a dormir a las diez de la noche, como un abuelo! Y claro, hoy no tengo nada de ganas como es normal  ni de currar (eso no es nuevo) ni de leer, ni de escuchar música ni de pasarme por la Isla. Bueno, algo de eso sí. La verdad es que os explico este rollo patatero antes de darle en unos minutos otra oportunidad a Hornby y su “Juliet, naked” y esta mañana me he despertado con la “Manic depression” de Hendrix y sus fantástiscas tonadillas, así que algo de fuerzas me quedan, no muchas. Ah! Y he visto en riguroso diferido la ceremonia de clausura de los juegos. Por cierto, todo muy decadente. Ray muy viejo, los dos Who dignos, lo de Queen de traca (de malo), lo del Gallagher...mmmm... ha cantado con una pinza en la nariz? Y el resto.... lo de los Monty Python no ha estado mal pero está muy visto. Un poco descafeinado todo. Al parecer los que estuvieron muy bien fueron los Blur con su concierto de más de dos horacas en Hyde Park, repasando toda su música y que no pude ver. Vamos a ver si lo encuentro mañana por la web. Y nada más, que estoy agotado y aún me queda telita en el trabajo. Mierda. I'd give you everything I've got for a little peace of mind...