I feel algo viejuno

Bueno, ya pasó. Ya soy más mayor que ayer pero menos que mañana. Y sí, me siento hoy lunes algo más viejuno. De nada ha servido ponerme al levantarme a los energéticos y jovenzuelos Arctic Monkeys porque al cabo de veinte minutos ya tenía puesto a los Clash en el reproductor mientras ordenaba la futura habitación de la bebita, recortaba unas plantillas con forma de nube y calculaba los litros de pintura que me harían falta para cubrir el techo. Así que ya veis, toda una mañana viviendo al límite… El fin de semana lo pasé reunido con familia y amigos para entre otras cosas celebrar que cambió la numeración de mi casillero y ya van 33 primaveras!, claro que los que pusieron el 4 delante pensarán que soy un jovenzuelo con suerte aunque yo exactamente no lo vea así pero para seros sinceros tampoco es que me gustase volver a tener 25 añitos. Además de la buena compañía y los buenos ratos pasados aunque cada año la cosa de la celebración va siendo más light, las reuniones dejan algunos presentes pensados con cariño. Los papis que son más prácticos me regalaron un TomTom para que no me pierda por los puestus, el resto de familia y amigos pues cosicas de ocio puro y duro. Por ejemplo un par de jueguitos de mesa que convenientemente ya destriparé en las isla, por un lado el 7wonders al que ya le hincamos el diente el domingo y la verdad resultó bastante adictivo el muy cabrón, y por otro el Stone Age al que no tuve tiempo ni de dedicarle unos minutos para leerme sus normas aunque eso cambiará rápido. Mi señora que ya colaboró y mucho en la adquisición del nuevo Pc me sorprendió con la deseada autobiografía de Keith, y a partir de aquí cayeron varios cómics donde destaco “Barrio Lejano” del que no tenía conocimiento pero que tiene una pinta descomunal, además cayeron el librito del Eels (ya era hora!) y varias lecturas más por parte de mi archienemigo. Por cierto Guzz, cuando regales algo borra las dedicatorias del final del libro: “para mi hijo, Guzz, con todo mi amor. Mamá”. Joder, el tipo ya no se mueve ni para comprar un regalo, mira en el estante y de ahí a envolverlo y listo…. Estuve ojeando los libritos que Guzz me obsequió y al cabo de un rato tenía el dedo índice de color morado, sentí un mareo y caí redondo al suelo. Aah! El viejo truco de “el nombre de la rosa”, pero no acabarás conmigo gañán, aún no. Como pude me incorporé, me tomé el antídoto y hoy sólo me voy por la pata abajo cada diez minutos. Eso sí, el “ring on fire” no me lo quita nadie en unos días. Vendetta!!!. Así que con más años, menos pelo y un útil y gracioso manual para el bebé que habla de él como si de un robot se tratase que me regaló la Yoko (qué cachonda la tía) me despido de vosotros hasta…, mañana? Sí, seguramente. Pues esta isla en la blogosfera sigue siendo una buena terapia para un marcianito que no puede salir de este planeta y volver a su hogar.

6 comentarios:

  1. Chaval, eres un niño aun! la edad del Christo!
    te cambio mis años ahora mismo! y tu por lo menos tienes un hijo!
    Alegria, que te queda aun mucho, mucho camino!
    salud!

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  2. Pues yo particularmente, y si no te conociera, pensaría que ya tienes los 40 y algunos mal llevaos por el aspecto... porque mira que eres feo.

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  3. Tsi: el bebé aún no ha llegado pero ya comienza a dirigir mi vida. Y sí soy jovenzuelo según para qué cosas.

    Guzz: Tu si que eres feo... Butiflero!

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  4. ja,ja,ja,ja... no te preocupes..por que la criaturita te hará mucho mas viejo... ya veras...

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  5. Vaya!!! el libro te lo regalé yo pero bueno....

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  6. Claro, claro. El libro de Eels me lo regaló el señor Mobar. Por si había alguna duda. Guzz me regaló un par de libros pero no el de Eels. Suerte de Heral!

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