De entrada una película que cuenta como co-protagonista con Adam Sandler, del que solamente recuerdo una película digna en su filmografía Punch-Drunk love, da un poco de repelús para que engañarnos, que el director sea un tal Mike Binder tampoco ayuda en exceso, y sólo la presencia del para mi mas que estupendo actor Don Cheadle, siempre genial tanto de protagonista como de secundario de lujo en films como Boggie nights, Hotel Rwanda, Colors, Out of sight, Traffic o Crash, hace que tenga ganas de darle al play y pase un rato viendo el film. Pues bien no sé porqué ni como llego el nombre de esta película a mi conocimiento y bueno, no hablamos de un peliculón pero si de un muy buen film, bonito, delicado, lo justo de edulcorado y con algo cómico para no llegar a dramatizar en exceso. SINOPSIS: Charlie Fineman (Sandler) es un dentista de Manhattan que perdió a su familia en el 11-S, y con ella también perdió todas las ganas de vivir. Incapaz de superar la tragedia, aparta en algún lugar de su memoria todo lo que le recuerde a su mujer e hijas y vive en un mundo irreal gracias a la tremenda indemnización que el estado le aporta, un día se reencuentra con un antiguo compañero de la universidad, Alan Johnson (Cheadle), dentista como Fineman, algo aburrido, cansado, y deprimido con su trabajo y su matrimonio. Ambos, intentaran recuperar la amistad y ayudarse mutuamente. Primero decir que Adam Sandler está estupendo, magnífico, borda el papel, lo hace creíble y doloroso, y Cheadle, que diremos de Cheadle, pues que es un puto crack. A la película le falta algo, un no se qué, se queda en buena película independiente, que nos muestra las secuelas del 11-S, y no hace falta sacar muertos, ni aviones estrellados, ni bomberos salvando el mundo, ni al pueblo del Islam disfrazado de demonio para enseñar el dolor que hubo, hay y habrá. El film podría haber llegado a mas, podría haber sido mas duro, mas cruel, mas adulto, y aunque te deja un buen sabor de boca le falta ese puterío o tal vez le falte algo de magia, así que ni a un lado ni a otro, se quedó en medio, y eso hizo que pasara mas o menos inadvertida para el público de este país con ansias de ver Junglas de cristal 4, Rambos, y Bournes repartiendo leña por doquier, En algún lugar de la memoria o como se conoce realmente Reign Over Me, es una buena película, para paladares delicados y no muy exigentes, con actuaciones buenísimas que hacen que sea mas que recomendable la visualización de este film, y con una banda sonora que quita el hipo.
Reign Over Me (2007)
De entrada una película que cuenta como co-protagonista con Adam Sandler, del que solamente recuerdo una película digna en su filmografía Punch-Drunk love, da un poco de repelús para que engañarnos, que el director sea un tal Mike Binder tampoco ayuda en exceso, y sólo la presencia del para mi mas que estupendo actor Don Cheadle, siempre genial tanto de protagonista como de secundario de lujo en films como Boggie nights, Hotel Rwanda, Colors, Out of sight, Traffic o Crash, hace que tenga ganas de darle al play y pase un rato viendo el film. Pues bien no sé porqué ni como llego el nombre de esta película a mi conocimiento y bueno, no hablamos de un peliculón pero si de un muy buen film, bonito, delicado, lo justo de edulcorado y con algo cómico para no llegar a dramatizar en exceso. SINOPSIS: Charlie Fineman (Sandler) es un dentista de Manhattan que perdió a su familia en el 11-S, y con ella también perdió todas las ganas de vivir. Incapaz de superar la tragedia, aparta en algún lugar de su memoria todo lo que le recuerde a su mujer e hijas y vive en un mundo irreal gracias a la tremenda indemnización que el estado le aporta, un día se reencuentra con un antiguo compañero de la universidad, Alan Johnson (Cheadle), dentista como Fineman, algo aburrido, cansado, y deprimido con su trabajo y su matrimonio. Ambos, intentaran recuperar la amistad y ayudarse mutuamente. Primero decir que Adam Sandler está estupendo, magnífico, borda el papel, lo hace creíble y doloroso, y Cheadle, que diremos de Cheadle, pues que es un puto crack. A la película le falta algo, un no se qué, se queda en buena película independiente, que nos muestra las secuelas del 11-S, y no hace falta sacar muertos, ni aviones estrellados, ni bomberos salvando el mundo, ni al pueblo del Islam disfrazado de demonio para enseñar el dolor que hubo, hay y habrá. El film podría haber llegado a mas, podría haber sido mas duro, mas cruel, mas adulto, y aunque te deja un buen sabor de boca le falta ese puterío o tal vez le falte algo de magia, así que ni a un lado ni a otro, se quedó en medio, y eso hizo que pasara mas o menos inadvertida para el público de este país con ansias de ver Junglas de cristal 4, Rambos, y Bournes repartiendo leña por doquier, En algún lugar de la memoria o como se conoce realmente Reign Over Me, es una buena película, para paladares delicados y no muy exigentes, con actuaciones buenísimas que hacen que sea mas que recomendable la visualización de este film, y con una banda sonora que quita el hipo.
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