Trance (2013)


Tiene Danny Boyle la peculiar capacidad de deslumbrarnos visualmente con sus films, de mantener un ritmo endiablado y dejarnos boquiabiertos en más de una ocasión, suele también este director de Manchester tenernos acostumbrados a que sus films no aguanten con cierta dignidad más que un par de visionados, normalmente el segundo ya nos hace creer que el film no era para tanto y un tercero, indiscutiblemente, nos hace ver que el tipo en cuestión es el rey del tocomocho. No soy muy fan de Boyle, tampoco le tengo manía. Y sí, sí veo todos sus films, siempre. De todos ellos me atrevo a asegurar que sólo “Trainspotting” y “28 días después” son magníficos. Obras notabilísimas en su estilo que al recuperarlas con los años no pierden ni un ápice de interés ni de calidad, ni nada de nada. Otras, en cambio, como “Slumdog Millionaire” ni se os ocurra volverlas a ver pues el primer visionado deslumbra y alucina pero el segundo.... Después están esas pelis de Boyle donde el tipo se cree Scorsese y le sale un pestiño como “La Playa” o directamente churros, mediamangas y mangoteros como “Una historia diferente”... Donde colocamos pues “Trance” del año pasado? Pues no lo tengo muy claro, es un poco un resumen de sus buenas y malas cualidades, todo en uno. De entrada el plantel de actores es interesantísimo: James McAvoy, Vincent Cassel y Rosario Dawson forman la tripleta protagonista, el círculo enamoradizo, el triangulo vicioso... Antes de comenzar a despellejar quiero hacer un paréntesis: Rosario Dawson está increíblemente buena, sale totalmente empelotas y eso es de agradecer, por tanto recomiendo encarecidamente este film a cualquiera que ver a la Rosario en bolas no le amargue un dulce, no os diré en qué minuto sale para que os traguéis el pastiche de Boyle... , ahora sí... vamos para allá: la cosa es que la película empieza como un tiro, promete la de Dios pero luego más bien nos quedamos en las promesas de Rajoy, es decir, en nada (aunque ya nos gustaría que cada vez que Rajoy miente al menos nos diese un tipa en bolas del nivel de la Dawson). Como iba diciendo, la cosa promete con el robo de un cuadro, todo visual y rítmicamente de fábula hasta que el robo sale mal y el pardillo del protagonista la caga. Es decir, a los diez minutos se jodió el film. Yo lo seguí viendo porque el amigo Savoy Truffle me dijo que lo hiciese, gracias Savoy, ahora tengo una Diosa a la que rezar. Luego el film se vuelve soporífero con una intriga que da vueltas sobre la hipnosis, sobre el potencial de ésta sobre las mentes humanas, sobre lo que es real o no teniendo como sacerdotisa a la Dawson que podríamos decir que es una bruja moderna que embruja a los hombrecitos para conseguir sus propósitos, un cuadro este caso, el de “El vuelo de brujas, de Goya” (qué casualidad más casual). Al final, y perdonadme que os joda el film, la bruja se come el pastel. Todo el rollo psicológico que nos da Boyle aburre que ni os cuento. El tipo quiere hacernos ver que lo que hace Nolan lo hace él con la punta del nabo y no es así, aquí le sale un pastiche considerable, aburrido, soporífero e indigesto. Yo ya tengo mi film favorito sobre robos/hipnosis de la historia que es ni más ni menos que “Un diamante al rojo vivo”, sí aquella grandísima película de Robert Redford y George Segal. No me canso nunca de verla. Así que cierren los ojos, respiren profundamente, e imagínense que nunca han visto “Trance”, vuelvan a respirar y piensen que al despertar además de no recordar el pastiche de film de Boyle les esperará en su cama completamente desnuda (y rasurada) Rosario Dawson dispuesta a ver “Un diamante al rojo vivo” y luego a ponerle a usted también al rojo vivo. Recuerde. Relájese. Respire hondo... Comenzamos la cuenta atrás: 3,...., 2...., 1..... Afganistán Bananastán!

2 comentarios:

  1. La vi hace algun tiempo...Lo mejor ver a Rosario como NUNCA!!!
    A+

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  2. Solo se ve la rosario? Eh, que no le hago ascos, pero..
    Daremos una oportunidad al film, aunque sea solo para comentar el tema.
    KSS

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