Te dicen que son gallegos y pones cara de extrañado. Te
dicen que el cantante se llama Pepe y es blanco, y la incredulidad te invade.
Luego, te aseguran que son un power-trío de blanquitos y que no han venido del
pasado, directamente de finales de los sesenta principios de los setenta y
empiezas a no entender nada. No vienen del “good morning Vietnam”, no. No son
primos de Hendrix, pero parece que han comido los mismos guisos toda su vida.
Lo de Dixie Town es de traca i mocador, es realmente increíble y fantástico que
exista una banda de esta guisa en la península y es aún más increíble que un
servidor les haya conocido ahora y no antes. Ya tienen cuatro discos en el mercado, los tres
primeros “Hardnighters, Bluesbelievers”(2007), “Overdrive”(2009)
y “Fat & Superb”(2010) se me pasaron (y pondré remedio a ello) pero su
nuevo y flamante “O Furacán”, no. Este disco me ha entrado como veneno por las
venas, me ha dado una trempera que no me esperaba, me tiene totalmente
enloquecido. Dixie Town lo forman Pepe Ferrández, voz y
guitarra, Oscar Fontán, bajista y Lucas Ferrández a la
batería, y como dije si no lo ves no lo crees, tres galleguiños, ignoro si de cuna
o de adopción, dándole caña al blues-rock escandalosamente bien, la batería
sonando atronadora, ese bajo subiendo y bajando a un ritmo infernal, y Pepe….,
la voz de Pepe es la del mismísimo diablo, joder, parece sacada directamente
de la Isla de Wight. Qué energía, qué poderío…. Me encantan, menudo trío. Pues
bien, además me entero que el 29 de marzo estarán en la sala Rocksound de
Barcelona y me están entrando unas ganas terribles de pasarme por allí, ahora
que estoy recuperando el gusto y el placer del directo, y conocer a los Dixie
Town en persona. Las referencias son
claras y múltiples, rock setentero, bluesrock, algo de sureño, Steve Ray Vaughn,
Johnny Winter, algo del sonido Seattle, un poquito de Cream, algo de grupos
semidesconocidos como los Groundhogs que apuntaba ayer mismo Guzzest y mucho
pero mucho de Jimi Hendrix, al menos a un servidor en algunas canciones le
viene a la mente con facilidad. La verdad es que es un verdadero pelotazo de
disco, un verdadero huracán.
Dixie Town – “O Furacán” (2012/13): 01.- The Pills/ 02.The Place I Call Home/ 03.- Hill
County Breakdown/ 04.- Doublecrossed/ 05.- Future Blues/ 06.- A Life, A Lie/
07.- O Furacán/ 08.- Every Father’s son/ 09.- Troublemaker/ 10.- Worth more
than the money/ 11.- Gorilla/ 12.- Letter To My Daughter/ 13.- 364 days/ 14.-
Growing On the Vine.
Abre “O Furacán” la impresionante “The Pills” y directamente
la mente se te va a Woodstock, a la Isle The Wight, a los primeros setenta, a
la guitarra incendiaria de Jimi…. Luego los riff y la batería te dejan de
pasta boniato y la voz de Pepe te confirma su consaguinidad con Hendrix. Eso sí,
el puente “doctor, doctor”.. es muy Who… muy, por decirlo así, muy Live at
Leeds, ya me entendéis. Qué pelotazo! Ya me han hecho suyo, sí, así de fácil
soy. La cosa se pone calentita con “The place I call home” y “Hill county
breakdown”, la primera con un algo de funk y la segunda con ese rock adulto y
rudo. Tremendo. “Doublecrossed” abre con un trallazo por la escuadra, me
encanta este tema, me pone las pilas, ese estribillo…, con las voces dobladas…
me pone mucho mucho. Oh! No me la quito de la cabeza. “Future Blues” empieza a
desarrollar ese rockblues marca de la casa hendrixiano y seguidamente encontramos
una de mis favoritas del paquete esa genial “A life, a lie” que es un bluesaco
a lo Steve Ray en toda regla pero que a un servidor le recuerda (no sé porqué)
a los Doors del LA Woman, con la voz de Jim ahogada en whisky, si en vez de ese peazo de solo de guitarra hubiese un solo de organillo a lo Manzareck no habría
dudas. Bueno, esto son cosas mías, la verdad es que el solo bluesero de la
canción es la polla en verso. Mi favorita a día de hoy, chapeau!. La canción
que da nombre al disco es otro pelotazo de tomo y lomo, pero bueno, no me
quiero hacer pesado, no quiero agobiaros, lo que si os digo es que este disco
es un discarro de la ostia, aún quedan cosas por descubrir, por ejemplo la estupendísima "Every father's son" que me chifla, la increíble “Troublemaker”
(otra de las canciones del disco), la cojonuda “Gorilla” o ese perfecto final
con “Growing on the vine”. No sé como evolucionarán como banda ni si es que pretenden
hacerlo, así ya están bien, pero creo que les podría quedar bien arrimarse a sonidos más actuales como los de “Them crooked vultures”, por la voz y las maneras aunque así están
bien como están. Menudo discarro que no os debería pasar por alto, no miréis el
pasaporte ni el carnet de identidad, dejaros llevar por la música, por las
canciones, por esas guitarras cojonudas y a disfrutar.