St. Guzz and the dragon

Esto iba a ser el enésimo post dedicado al día de la rosa y el libro pero no. No puedo venir otra vez con la misma historia, no me apetece, ni me interesa. Lo que sí mi interesa es comentar que mi archienemigo está de vuelta. La verdad es que viene al caso pues el susodicho pájaro se llama Jordi así que este post va dedicado a él y a su blog, su vigésimo blog, su nuevo cambio de nombre, de aspecto, de temática?... No, de temática no. La última vez con aquel “In Guzz We Trust” encontró la fórmula, la horma de su zapato. Entregó un blog de cine cojonudo y divertido, incluso renunció algo a su espesor habitual para firmar textos más directos y frescos, además de tanto en cuanto rocanroleaba y eso a mí me gustaba de lo lindo. La cosa es que por el camino ha tenido descendencia, se ha mudado de casa, se ha cambiado los apellidos y se le escoñó el ordenador, tal vez estas razones de peso le hicieron aparcar el blog y ahora al parecer lo recupera en una nueva versión, con imagen y título nuevo pero con los contenidos de siempre. “Citizen Guzz” se llama el asunto y promete lo que no está escrito. Desde aquí sólo decir que espero que dure, que entregue post con regularidad y que por supuesto nos instruya en el mundo del cine. Por otro lado os invito a haceros seguidores de Guzz pues me consta que los ha perdido todos en el traslado y me estaba atrapando, con lo que ya tenemos otro motivo de pique para chincharnos a diario, no me gusta meterle sesenta a uno por un fallo de Blogger. Así pues, dejaros de rosas, de dragones, de libros y quedaros con el capullo de Guzz y su gran blog de cine.