... it´s a girl Mr Guzzest, it's a giii-iiirl! A son! A son! A son!



Ese era el plan maestro de Guzzest. Traer al mundo una criaturita. La verdad es que quería un niño para rejuntarlo con mi Arlet pero al muy cabrón le ha salido una nena. Je, je. No corro peligro de ser su consuegro aunque bueno si les da por especializarse en el noble arte de la tijereta.... Miedo me da.

Muchas felicidades querido archienemigo. Prepárate nen. No sabes lo que es ir de puto culo..., all day and all of the night!
* Parece que mi archienemigo Guzzest le ha cogido el gustillo a la isla. La querrá hacer suya? (ni lo sueñes malandrín!). Vuelve a espesarse con Costello. Prometió dos entregas pero habrá tres o más. Lo que el quiera oigan, no pondré peros. Esto viene de seguidillas de http://nikochanisland.blogspot.com/2011/09/tan-aguzztito-guzzest-1986-y-elvis.html, por si acaso no se habían dado cuenta. Les dejo con el "Aguzztito" de la semana que esta vez ha venido por partida doble...



En capítulos anteriores... Teníamos al gafotas aparentemente amargado de la vida (todavía más de lo habitual) por la acogida de su último disco de estudio con los Attractions de hacía más de un año y, tras centrarse un tiempo en labores de productor, llegaba la hora de plantearse su próxima entrega de estudio.

Le fue bien a nuestro prota el dejar de ser un breve tiempo Costello para recuperar a ese Declan P.A. MacManus que aparecía en su documento de identidad. Y fue en esos días de producir a los Pogues, lejos ni que fuera momentáneamente de su popular alter ego, donde el camándula conocería a la que iba a ser su nueva esposa: Cait O'Riordan (bajista de la mentada formación y gran culpable de lo solo "aparente" de la "amargura" comentada al inicio del post). Así nos encontramos, en algún momento de 1985, con un Costello extrañamente feliz y con hambre renovada... aunque, cuidado, que no olvidaba el varapalo sufrido con su última referencia en cuanto a LP's. De cualquier manera ahí estaba la crítica dispuesta a despellejarle vivo atendiendo a las premisas previas (o que se iban filtrando) del que, a la postre, iba a ser "King of America": el single de adelanto era una versión de una canción popularizada por Nina Simone y The Animals en los 60 (deberían pensar que mal iba la cosa si el sencillo de presentación no era un tema original), figuraba la leyenda country-bluesera T-Bone Burnett como productor (lo que ya hacía entrever claramente a algunos que el nuevo sonido le iba a alejar de sus registros habituales), iba a grabar sin los Thomas ni Nieve y si con músicos de estudio (sin atender quizá que, amén de que algunos de esos músicos eran acompañamiento habitual de -por ej.- el Sr. Waits, otros lo habían sido -nada más ni menos- del mismísimo Rey, del "otro Elvis") , y alguna que otra jerigonza donde destacaba especialmente, que eso es lo que se intuía como "menos claro", un discurso alejado de su bilis y malas leches de siempre producto, más que problablemente, de su nuevo e ilusionante estado civil... ¿Podía el músico oficial del "rencor", cuando no "puro odio", ofrecer un trabajo válido fuera de esos conceptos?.

"King of America" es el mejor disco de orientación folkie que Costello haya grabado jamás en sus más de tres décadas de carrera. Su disco al que mejor le encajan calificativos como "bonito" u "hermoso" pura y llanamente (y de cojones, ya puestos). Entre sus quince pistazas tenemos además de la versión ya citada, la famosa "Don't let me be misunderstood", otra de la celebridad blues J.B. Lenoir en "Eisenhower blues". Ambas cojonudas sin duda pero, ni de lejos, de lo más destacado del tremendo álbum... Que durante su escucha te va destrozando, uno a uno, todos los preceptos antes comentados (y que los plumillas, y enteraillos varios, de turno y en la época presagiaban de gratis). No era un trabajo "alegre" u abiertamente "optimista", lo era sobre nostalgias, admisión de errores y hacer las paces con momentos del pasado (y, más difícil, lo era sin caer en afectismos ni inducir al aburrimiento en caso alguno). Además el pollastre supo jugar de reputísima madre todas las cartas de la baraja sin salirse de los resgistros elegidos para la ocasión. Así en este "King of America" ("donde sirven cocacola como vino de reserva) tenemos rockabilly, blues, sonidos "neworleasianos", bluegrass y obvio, diversas formas a añadir de folk mas pausado que nos llevan de viaje, Atlántico atraviesa, desde las tierras de las bolutas de heno hasta la de los tréboles (que a fin de cuentas sale todo del mismo sitio, si, pero eso ya sería meterse en un berenjenal que aquí no toca). Todo ello sin olvidarse al 100% de ese "pop de autor" con el que se le suele asociar en la impagable maravilla que resulta "Jack of all parades", casi al final del disco. Entre los temas mas "moviditos" tenemos la vivaracha y adictiva "lovable", "glitter gulch" que te da ganas de salir perdiendo el culo a Nashville para comprarte un rancho, o la incluso superior "the big light" a la que el maestro Cash solía meter mano en los últimos compases de su más que larga trayectoria (atesora, por cierto, algún recuerdo nuestro prota de haber tocado la canción en directo con el mito de Sun como uno de los momentos culminantes de su carrera). Entre las pistas más "lentas" canciones como "indoor fireworks" (que trata de una ruptura -"¿disco alegre?"- ) o la posterior (y bonita de narices) "poisoned rose" que ataca ese sonido New Orleans en vertiente reposada y encuentra su contrapunto, en ciernes, en la más animada "american without tears". Sin embargo, en dichos registros, aquí cada uno encontrará su canción a venerar. Tras una larga cantidad de años yo jamás logro quedarme con una de entre "our little angel", "i'll wear it proudly" o la final "sleep of the just". Tres canciones que suelo enganchar seguidas y que ya casi me resulta imposible hacerlo de otra manera (para suspense de mi edición vinilera -que con el pulso que tengo el pobre disco anda acojonado perdido cuando me da por seleccionar... hasta a veces me parece que le cambia la expresión al tipo en la portada-). Para rematar la faena otra tripleta de puras joyas del morirse como son "little palaces" con su posillo irish-folk, "suit of lights" que es como para escucharse de pie y, finalmente, esa maravilla eterna que es la inicial "brilliant mistake". Sumemos de nuevo las ya mentadas dos versiones, e insisto con "Jack..." que nunca faltará en ninguno de los pout-pourris caseros que me suelo montar a costa de la obra costelliana, y ya tenemos a este "rey yanqui" finiquitado. Y que si, sin duda la corona sobre esa expresión entre socarrona y cansada está sacada de algún tortell de reyes pero, tras los años transcurridos y escuchar el disco hasta niveles de pura obsesión, no seré yo quien se la discuta (este "rey impostor" del rock no deja de ser una cosa por ser la otra... y para mí ya lleva más de treinta años en ello). Y además a partir de "KoA", de paso, los fans más puristas de Dylan, Parsons, Cash o Holly tenían ya el anhelado disco de Elvis Costello que venerar "pa los restos" tras lo apuntado en las fantásticas versiones del "Almost blue" del 81. No es, finalmente y como fan enfermo -se admite, quede claro-, "King of America" una victoria menor (o esporádica) meramente sino el motivo que, quién lo diría, nos puede llevar a preguntarnos que dos de su media docena de "masterpieces" de inicio de carrera sacamos para meter esto en el top 5 particular.

Pero, a todo ello... ¿y los Attractions?.
TO BE CONTINUED...

1.- Shine (1996)
2.- Quills (2000)
3.- The King’s Speech (2010)
4.- Oscar and Lucinda (1997)
5.- The Tailor of Panama (2001)
6.- Elizabeth (1998)
7.- Shakespeare in Love (1998)
8.- Lantana (2001)
9.- Pirates of the Caribbean (2003-2011)
10.- The Life and Death of Peter Sellers (2004)
Estaba yo el domingo con ese asqueroso sabor amargo en la boca que te deja que tu equipo de balompié haga el pena contra un equipo de mierda, los periquitos acabaron dando una imagen de segunda, con nueve hombres (o niños en nuestro caso) en el campo y recibiendo dos penaltarros justísimos. Cómo vamos a sufrir... A todo esto mi esposa e hija se habían metido una siesta de tres pares y yo tuve que digerir el asunto sólo, sin hablar con nadie. Para agrandar una tarde dominguera chunga mi marcianita se puso enferma, un poco de fiebre debido a que le acaba de salir un diente y le debe doler lo que no está escrito o un amago de resfriado. No sé. La cuestión es que hacerla dormir se hizo una tarea jodida. Así pues al llegar las nueve de la noche y cenar como un abuelo me dispuse a ver qué films tenía por ahí pendientes. Me acordé del blog cinéfilo de Guzzest y de la foto del “pirata” Keith, y me dije: “Niko, no te calientes, hoy no estás para pensar, ni para nada profundo ni intelectual”, así que me puse los “Piratas del Caribe 4”, me apalanqué en el sofá dispuesto a ver cinepalomitas por enésima vez…

Todo aquel que me conozca sabrá que hablo perrerías de esta saga piratil que viene de una atracción de feria de Disneyland. Tampoco es que los guionistas después de cuatro entregas se rompan la cabeza con el argumento pues sigue siendo eso, una atracción de feria. Por haber hay hasta un mono, y no me refiero al que acompaña al capitán Barbosa que por cierto y sin duda Geoffrey Rush que es quién le interpreta sigue siendo lo mejor de la saga. Os lo aclaro, el mono es Depp. Para esta cuarta entrega se han cargado a Orlando y a Keira (los guapos, vamos) y hay nuevo director para una nueva trilogía (arggg!!!!) el amigo Rob Marshall que se trajo a su sequito incluida su nueva amiga Pé que a pesar de estar embarazadísima siguió asombrosamente en el papel quedando algo raro todo ello. Pero dejaré de dar info del personal no sin antes recordar que sale el gran Ian McShane haciendo de Barbanegra aunque para su desgracia para mí siempre será el grandioso, perverso y putero Al Swearengen. El film es lo mismo de siempre, pero peor. Las gracias, las mismas. La trama, la misma. El ritmo algo lentorro pues a la mitad de personajes hay que presentarlos. Las peleas, que hay muchas, coreografiadas de forma tosca y algo cutril. Los efectos, cojonudos sólo faltaría. Pé de pena oigan. La trama aburrida aburrida. Y Depp disfrazado por enésima vez porque por mucho que digan si no sale disfrazo da bastante pena como actor, ya que eso de hacer de persona normal y convencernos con un personaje creíble le es totalmente imposible. A mi me parece un paquete de actor de los grandes, un engaño, un verdadero tocomocho. Compararlo con Hoffman, De Niro, Pacino o Newman y nombro a estos porque han firmado verdaderos blockbusters como el amigo Johnny da vergüenza. Por todo lo demás, si tienes menos de 16 años el film te parecerá cojonudo, si eres un nini, un veinteañero tuneado o simplemente encuentras a faltar aquella época dorada donde Indiana repartía latigazos por doquier el film te parecerá correcto. Ahora, si has llegado a la conclusión (como es mi caso) que el mejor actor de la historia es Dustin, que uno de tus ídolos es DeVito y que Giamatti es la repanocha seguramente el film en cuestión te parezca un bodrio. La verdad es que no lo parece, lo es. Y sólo me reconciliaría con la saga si se gastan los cuartos y contratan a esa tripleta de la muerte para la siguiente película, os imagináis a DeVito de Pirata? tremendo!!!, y se funden claro a la Pé. Por cierto, sólo hay una saga más sobrevalorada y chusquera que la “caribeña” y es la insufrible saga del mago gafotas. Qué asco de cine. Suerte que ayer Lunes me quedé a gusto viendo a Newman y a Redford en “Dos hombres y un destino”. Coño!.
* Parece que Guzzest va lanzado, parece revitilazado, superactivado, extrañamente animado, cosa que me hace sospechar que algo trama. Nada bueno debe ser pues mi archienemigo se muestra afable y encantador con un servidor. Tiene un plan maestro sin duda pero hasta que llegue el día señalado me entretiene y despista hablando de uno de sus ídolos de ayer y de hoy. El otro Elvis. Os dejo con ambos...

Al buscar lo de "annus mirabilis" en la wikipedia de las narices nos encontramos con lo de "is a latin phrase meaning "wonderful year" or "year of wonders" (or "year of miracles")"... esto te lo pongo para tí en exclusiva, Nikochan, para ver si te bajas del burro y entiendes de una maldita vez que no es eso del "culamen tremendo" que dices (y ya puestos "Veni, vidi, et vici " no significa "ven en bici que te la endiño de gratis"... no insistas).

Yendo al tema ya, toca rendir cuentas con el título de la entrada. Para contextualizar a nuevos lectores cabe explicar que para mí el señor Costello es el puto amo en materias rocanrolísticas(que los de siempre a estas alturas ya estarán poniendo cara de "yaa estaaamos" -y no sin razón pero, claro, ya sabéis como es eso que os rima en consonancia con "tais" o, si os ponéis muy chulos, con "deis-), mi mayor ídolo en ciernes, y resumiendo, desde ya ni recuerdo. Como decían los del Ruta no hace tanto: "el mejor, más importante y de más largo recorrido artista surgido de la new wave". Sus primeros seis años de carrera, a razón de "masterpiece" con material original por año -y sin olvidarnos del versioneante y siempre a reivindicar "Almost blue"-, son como la piedra filosofal, el tercer advenimiento y el arca perdida, todo junto y para no pocos miles de indeseables como el que suscribe. Tras eso el trompetero y vivaracho "Punch the clock" ya le valió alguna que otra crítica por entender algunos que, sin ser malo, se trataba de una bajada de pistón (y es entonces cuando yo me pongo "shipbuilding" y me cago en todos ellos... pero eso es otro tema, si). Por una u otra con el siguiente, "goodbye cruel world", ya no hubo compasión... Hasta el propio Sr. MacManus se refiere a ese disco como el "que menos le gusta de su carrera" (aunque por lo "bajini" aduce excusas del tipo "agotamiento" y "mala producción", o cosas como "las canciones no eran malas pero ya no había energía"). Vaya, que la que debía ser la puesta de largo de su reverso "soulero" más maduro, en contrapunto con el trotón -e imprescindible- "Get happy !!", se pegó una chufa de aquí te espero con sus correspondientes y sangrantes hachazos por parte de la crítica. Y Costello, al fin, se toma un respiro (un año entero, tampoco más, sin publicar nada tras ocho de no parar), se centra en producir el segundo y archirrecomendable disco de los (cojonudos) Pogues (espoleado quizá por la buena experiencia en dicha tesitura con los Specials a finales de la década anterior) y, así, tras esa pequeña burbuja de tiempo en la que el tipo no ha estado inactivo en materia compositiva, logra el "pause" necesario para trabajar y cribar como procede sus nuevas canciones... ¿Me jodistéis por mi disco de dos años atrás?... Os váis a cagar.


Y así, 1986 -el año de "la reina muerta" y también el que elige Gabriel para firmar su obra en solitario más recordada por muchos, aunque ni de lejos la mejor, o claro y por ejemplo también, en la que el gran Simon presenta su consenso crítica/público definitivo- queda rajado de arriba a abajo, para millares de acérrimos, por el insaltable botín que suponen "King of America" y "Blood & Chocolate" del gafotas. Veinticinco años han pasado y ambos, tan distintos entre si, aguantan el peso de lo que les echen encima manteniendo calidad y frescura con absoluta y apreciable vigencia. O eso al menos es lo que pensamos un huevo de gentes y gentuzas como el nene, y lo que pretendo explicar en la siguiente y ya más específica entrega en la que "I hope you're happy then".

TO BE CONTINUED...
BRUCE SPRINGSTEEN
BORN TO RUN (1975)
TENTH AVENUE FREEZE-OUT

Hace ya algunos meses andaba yo buscando el deseado y precioso “Samurai” de Reiner Knizia por las tiendas habituales de juegos de mesa de alto nivel pero desgraciadamente no hubo suerte. Acabé en “JugarXJugar” de la Avenida Gaudí de Barcelona donde me recomendaron otro juego de Knizia del que no tenía referencia alguna, a pesar de todo acabé comprando el juego pues me aseguraban que aunque costaba adentrase y familiarizarse con la mecánica del artefacto en cuestión a la tercera o cuarta partida todo se volvía la releche y acababa por ser uno de esos juegos imprescindibles. “Tigris & Euphrates” se llama el asunto, y ojo, que además hay dos versiones, aquí el menda lerenda tiene la de “mayfair” que particularmente a nivel de diseño me parece más adecuada a la esencia del juego.

Los componentes y el tablero (me encantan los juegos con un gran y precioso tablero) son notables. Ahora, la mecánica se las trae. En el juego que se desarrolla en las fértiles tierras entre el Tigris y el Eufrates tendremos que ir construyendo civilizaciones utilizando las edificaciones pertinentes (en forma de losetas) y el control de nuestro pueblo (agricultura, religión, comercio y politiqueo) que es representado por cuatro colores diferentes. Rojo para templos/sacerdotes, Azul para granjas /granjeros, verdes para mercados/comerciantes, y negro para asentamientos/reyes. Para simplificar la cosa que no es fácil, cada jugador dispone de inicio de seis losetas al azar (siempre tendremos 6), dos losetas de catástrofe (al ponerla queda inutilizable esa localización) y una loseta de unificación. Además contamos con 4 líderes: un rey, un comerciante, un granjero y un sacerdote. En nuestro turno hacemos dos acciones pudiendo ser estas las mismas: se puede poner losetas del color que queramos, introducir un líder, mover un líder, cambiar las seis losetas, o jugar una pieza de catástrofe.

Los puntos se obtiene al poner en contacto un líder de un color con una loseta del mismo color. Al final gana quién al contar los puntos por colores obtenidos, de aquel que tiene menos de los cuatro, tiene el valor más alto al compararlo con el menor de los otros jugadores. Se me entiende? Es decir, cada jugador coge el color del que tiene menos, y de estos, aquel que tenga más, gana. La cosa hasta aquí parece fácil pero se puede complicar pues cuando en un asentamiento cocinciden dos líderes del mismo color de jugadores distintos aparece un conflicto interno que se resuelve contando los templos (losetas rojas) que hay al lado de cada líder, los jugadores pueden aportar de las 6 losetas que tienen algún templo si lo creen conveniente. El que tenga más templos al final recibe un punto rojo y el perdedor retira a su líder. Puede haber otra clase de conflicto, este se da cuando dos asentamientos se unen a través de una loseta, entonces sobre ésta se coloca la loseta de “unificación” y se resuelven los conflictos externos si es que hay líderes iguales de diferentes jugadores. Por orden de turno cada jugador implicado elige un conflicto y lo resuelve, en este caso la loseta de unificación parte en dos el asentamiento, entonces cada líder cuenta las losetas de ese color que hay en su lado aunque no le estén tocando. También podemos añadir losetas de nuestra reserva y luego, a contabilizar. El perdedor debe retirar su líder y las losetas de su color, el ganador recibe un punto del color implicado del perdedor y un punto por cada loseta reitrada.

Básicamente esto sería el juego. Luego se pueden contruir edificios cuando hay 4 losetas iguales formando un cuadrado y otras chuladas. Hay extras para dificultar el juego, otro mapa más difícil al reverso del tablero, la modalidad “inglesa”, etc, etc. Ah! Una cosa que no hacía bien al principio es que un líder sólo puede colocarse al lado de un templo (loseta roja), ah!, esto es básico y yo lo hacía mal. Leches!. Bueno. No es fácil explicarlo aunque espero que una idea de lo cojonudo que es este juegaco os habráis llevado. A mi me parece un gran juego aunque también depende de quiénes sean tus adversarios. Gran juego que tengo muchas ganas de exprimir a tope, sólo hay que darle tiempo al tiempo para que llegue a ser el puto amo del Tigris & Euphrates o no.

1.- Elvis Costello
2.- Buddy Holly
3.- Roy Orbison
4.- John Lennon
5.- Ray Manzarek
6.- Warren Zevon
7.- John Sebastian
8.- Colin Meloy
9.- Rivers Cuomo
10.- Jarvis Cocker
Trempera matinera: dícese de la reacción hormonal/físicosexual que siente un forrondoso extraterreste, algo enratonao y cartoniano, al escuchar una viejuna tonadilla nada más levantarse que suele dejarle totalmente picueto y en un estado gambitero inusual que le hará bailar en gallumbos sliperos como un poseso tunante”



PUMP IT UP: por aquella época un jovenzuelo Costello estaba arrasando por doquier. Su disco de debut “My Aim is True” (77) había cogido al personal en fuera de juego, era un trallazo imparable, una joya de precio desorbitado, un auténtico e indispensable clásico nikochiano. El difícil segundo disco estaba por llegar, y llegó bajo el nombre de “This Year’s Model” allá por el 78. No le costó mucho hacerse con el populacho pues contaba con cancionacas tremebundas: “No action”, “Radio Radio”, “Lip Service” y por supuestísimo la canción de la trempera, la insuperable “Pump it Up”. Un caramelito envenenado con una letra con segundas de alto contenido erótico pues hay una vampiresa mujer por ahí perdida que trae de culo al pobre Elvis. En fin, qué os voy a contar de la canción que no sepáis. Me encanta, y me sirve tanto para una trempera matinera como para cerrar una noche de juerga con altas dosis de alcohol en sangre. Lo mejor de Costello además de este discazo claro, era todo lo que estaba por llegar, una concatenación de discazos insuperables, cinco estrellas, que son difíciles de igualar. Además de los dos primeros nombrados, luego llegaron: “Armed Forces” (79), “Get Happy!” (80), “Trust” (81), “Almost Blue” (81) e “Imperial Bedroom” (82) luego flojeó un poco hasta entregar el casi insuperable “King of America” (86). Básicamente entre el 77 y el 86 al otro Elvis no había quién le tosiera pues hacía discos increíbles y paría canciones como esta ”Pump it up” que me vuelve loco.
* Aquí tenéis una nueva entrega de la sección de mi archienemigo. Parece que le está cogiendo el gustillo al asunto. Antes que comencéis la experiencia que puede cambiar vuestras vidas o no he de hacer un pequeño apunte: no dije que esos The Singles "no molasen", creo recordar que dije que no eran para tanto (cosa que sigo opinando) y que pensaba que no le gustarían al señor Guzz (me equivoqué). Como prueba de la defensa presento "Betten Than Before" en original entre mis posesiones musicales. Queda claro?

Recuerdo claramente haber conversado con cierto marciano no hace mucho menos de una década sobre ésta banda, The Singles... "No molan"... Vale colega. Por aquellos tiempos aún respetaba (por aquello que todavía no lo conocía mucho) al implicado y como además me grababa compulsivamente todas las novedades que él consideraba dignas de mención (con su cover impreso y todo no se lo pierdan -quien lo ha visto y quien lo ve-) no indagué más en el tema... Error (por mi parte, claro).

The Singles son una banda de Detroit parida hace más de diez años obsesionada con la british invasion 60's y que cuentan con dos discos durante los dos miles ("better than before" -2002- y "start again" -2006-) así como algún que otro single... No, no son el colmo de lo prolífico desde luego y vaya por delante. Pero lo que tampoco fueron nunca es un hype infeccioso de esos que copaban las listitas de fin de año en las revistas y medios de mode años a (¿alguien se acuerda de Jet o los Futureheads? p.ej's.)... Lo de estos pájaros es, al fin y descaradamente, puro revivalismo a todos los niveles y la prueba definitiva de ello estaría en que se recurre a mis admirados es poco Flamin' Groovies al mentar la referencia más clara de su sonido. Esto és: una banda revival que toma como referencia a la mejor banda revival que conozco o, al menos, la que más me gusta (y aunque lo de los de Jordan tenía truco ya que convivieron, brevemente y en su primera encarnación, con los coletazos finales del engendro original en los últimos 60). Yendo ya con la banda The Singles en si, decir que está liderada a todos los niveles por el tal Vince Frederick que canta como le sale de los huevos pero que debe ser un tirano del copón (quién lo diría con esa pinta, de neird total con gafas de culo botella inclusive, de protagonizar "La revancha de los novatos" o alguna por el estilo) ya que de la formación original, por lo visto, ya solo queda él y el gato. Cumplen perfectamente, además, con esa doctrina que tanto me agrada, inmovilista de cojones para algunos (a los que envio a tomar pol saco a la mayor premura), afín a no entender por qué narices hay qué tener tanta prisa desde el punto de vista rocanrolero... ¿Están todas las buenas canciones ya escritas y cantadas en formato voz-guitarra-bajo-batería? . Y no fueron o serán estos chavales la punta de lanza de nada, está claro, pero su música me suena fresca y honesta. Si además , también, se saben tomar modelos de alto copete pues con eso me vale y servido que quedo. Se nota la sombra de la tremebunda banda de SF antes mentada y, por ello mismo, entre otras cosas: los guiños a Berry en aquella guitarra, la visita a Holly en tal canción y, claro, el morreo con tocamiento a Beatles (y demás) casi en todo momento. Por supuesto que ninguno de sus dos elepés es "Shake some action" o "Flamingo", pero se conducen por la misma carretera y resultan fetén, por ejemplo, para intercalar con esos Magic Christian con los que el gran Cyril anda liado desde hace más de un lustro. El ser objeto de adoración de los distintos gremios powerpoperos habidos en el cyberespacio, ya para terminar, hace que sus discos sean fácilmante ubicables by the webs y por, humildemente, recomendados que los doy. ¿Creían que solo se sabía hacer punk-rock en la ciudad del motor?... pos no. Aquí va una tapa de dulzonas y guatequeras melodías 60's (que a mí, por lo menos, me siguen funcionando sin problemas). Y ya puestos, si alguien me explica como dejar de escuchar esa "see you again" del primer disco o "summer" del segundo, le quedaré altamente reconocido...
EILEN JEWELL
QUEEN OF THE MINOR KEY (2011)
QUEEN OF THE MINOR KEY



EILEN JEWELL
QUEEN OF THE MINOR KEY (2011)
WARNING SIGNS

Ostia Pedrín!!! Todo el mundo incluso yo debatiendo sobre el último disco de Wilco para nada, pues después de una semana dándole oportunidades (que a otro desde luego no le daría) llego a la conclusión que su disco no es para tanto, que sí, que tiene sus cosas, su media docena de notabilísimas tonadillas pero amigos, la verdad es que le falta alma. Así pues cuando llega a mis manos y a mis oídos el nuevo disco de esa muchachita de Idaho algo más joven que un servidor de nombre Eilen y lo dejo rodar tengo la sensación de haber perdido el tiempo con el artefacto de Tweedy y los suyos, y que no se me entienda mal, no digo que sea malo su disco pero coñe, el 80% de su minutaje no me transmite absolutamente nada. No sé porque intento engañarme pues desde un tiempo hasta esta parte mis discos predilectos suelen sonar a carretera, a desierto, a bar de mala muerte, me gustan los banjos, los ukeleles, los violines y acordeones, y no los sintetizadores y ruiditos varios que para un rato me valen y me dan trempera pero no me dan placer. La que sí me da placer al escucharla (se me entienda) es Eilen Jewell. Oh! Menudo discazo este “Queen Of The Minor Key”, la Virgen Santa que bien me lo paso escuchándolo, ya van media docena de escuchas en dos días, Oh! Que tremendidad más tremenda! Y yo que no conocía a la moza!!! Me flagerlaré por eso, I promise! Se ve, que Eilen ya lleva unos cuantos discazos a sus espaldas los cuales caerán como agua de Mayo en las próximas semanas siendo el siguiente el aplaudido “Sea of Tears” si es que algún reputado vecino bloguero no me dice lo contrario pero ahora toca disfrutar de esta maravilla de country-folk tradicional algo cool y cabaretero con toques de rockabilly swinguero que me ha iluminado la vida. Ahí vamos...

Eilen Jewell – Queen Of The Minor Key (2011): 01.- Radio City/ 02.- I Remember You/ 03.- Queen Of The Minor Key/ 04.- That's Where I'm Going/ 05.- Santa Fe/ 06.- Warning Signs/ 07.- Reckless/ 08.- Over Again/ 09.- Bang Bang Bang/ 10.- Hooked/ 11.- Only One/ 12.- Long Road/ 13.- Home To Me/ 14.- Kalimotxo.

La cosa no puede empezar mejor con la instrumental “Radio City” con esos descarados ecos a banda sonora de film de Tarantino, sirve de perfecta intro a esa maravilla llamada “I remember you” que te envuelve, te abraza y te acaricia. Todo un gustazo. La canción que da nombre al disco es un temazo de tres pares, “Queen of the minor key” aparece por mi cabeza en el autobús, en el metro, paseando por las calles, en la ducha…. Joder, como se pega la cabrona, qué cancionaca. Con este tercer corte me ha enamorado del todo y el disco se ha convertido en uno de mis favoritos del año y eso que aún queda tela que cortar, sin ir muy lejos “That’s where i’m going” es un caramelito y una de mis favoritas, “Santa Fe” me toca la fibra, me encantan este tipo de canciones, qué puedo decir más, no sé, compraros el disco ya. La cosa remonta rítmicamente con “Warning signs” una cacnionaca con toques soul y swingueros, con trompetas y violines, con mucha clase, dos minutazos y pico perfectos. Los violines se abren paso con la countresca y arrebatadora “Reckles” y la slide se luce en “Once again” para culminar con mucho swing en “Bang Bang Bang” una seguidilla de canciones perfectas y arrebatadoras. La parte final del disco comienza a dibujarse, “Hooked” es otra maravilla oculta del disco que cada vez que la escuchas se va incrustando en tu cerebelo hasta hacerlo suyo, ya no mandas tú, manda Eilen. La paz llega con “Only one”, Big Sandy colabora con Eilen en “Long Road” con todo el clasicismo del country presente y para acabar “Home to me” que nos deja ganas de más y claro, lo tenemos, pues como empezó el disco acaba. Con una instrumental, llamada Kalimotxo, un homenaje a la famosa bebida que conoció Eilen según cuentan una noche en Bilbao después de un concierto. Fantástica. Y nada más, he descubierto a Eilen Jewell y estoy encantado, claro que no está sola pues su banda es fantástica: Johnny Sciascia, Jerry Miller y Jason Beek, además del acompañamiento esporádico de Rich Dubois (violín), David Sholl (saxo tenor y barítono) y Tom West (órgano), y de las contribuciones vocales de Zoe Muth y Big Sandy (de Big Sandy & His Fly-Rite Boys). Y nada más, “Queen Of The Minor Key” es un discazo que pasa en un pis pas y cuando acaba demanda volver a ser pinchado. Un lujo, tanto el disco como la moza que por cierto completa la tripleta de féminas que me han llevado al huerto este año. A saber: la viejuna de Lucinda, Zoe Muth y por supueso Eilen. Come on Eilen, juro que ahora mismo significas todo para mi, vamos Eilen, dámelo todo, dáme más, dáme… Kalimotxo!
A estas alturas de la película a nadie en su sano juicio se le ocurriría decir que Tweedy y sus Wilco no son para tanto. Seguramente estamos ante la mejor banda de la última década por discos, por canciones, por darnos siempre algo más e ir un paso más allá de lo establecido...., hasta que llegó el "camello". Que estos pájaros tienen unos cuantos discos imprescindibles en la historia del rock está más claro que el agua: “Being There” (96), “Yankee Hotel Foxtrot” (02), “A Ghost is Born” (04), “Sky blue Sky” (07). Al menos estos cuatro son para mí obras maestras. "Wilco, the album" es claramente una obra menor, un aquí te pillo aquí te mato, un polvo de una noche si queréis verlo de esa manera pero desde luego no es algo perdurable en el tiempo, no es el disco que te pones a escuchar una década después y hace que se te ponga el culo prieto. Claro, que de esos, realmente, no hay tantos. No estoy del todo de acuerdo con mi archienemigo Guzzest que "Deeper down" y "Sonny feeling" sean las dos únicas canciones salvables de aquel disco, sin ir más lejos a mí "Bull black nova" en directo me dejó muy satisfecho, "You and I" era una delicia pop, y luego había alguna que otra cosa muy disfrutable como "You never know" y "I'll fight" pero en fin, los fans y seguidores acérrimos han querido demonizar al disco y a su contenido, que seamos sinceros, tampoco estaba tan mal. Con la decepción que supuso el disco muchos esperábamos ansiosamente un nuevo trabajo que llegará oficialmente en unos días pero que se ha podido escuchar de cabo a rabo por la web, creo que ellos mismos lo pusieron en su página oficial en streaming de los cojones.

El disco lleva por título como muchos de vosotros sabréis "The Whole Love" y el single de adelanto que apareció hace unos meses nos dejó con un empalmamiento de tres pares de cojones que ríanse todos del viagra. Entonces llegó el disco en cuestión con una portada que unos odian y otros como yo adoramos, y al poner la primera canción.... gatillazo! Nadie esperaba esto, yo desde luego ni lo imaginaba. Me asusté y mi primera impresión no fue buena (como la de muchos) pero la verdad es que no es nada que no hayan hecho ya y es mejor de lo que parece a priori, pues ese solo de guitarra tardío es bastante cojonudo para qué engañarnos. Luego vendrá de seguidillas unos siete minutos después el single de presentación "I Might" con esos toques glameros entre un Bowie de lentejuelas y un Bolan desatado. En mi opinión es excelente pues el aliño con el organillo es de auténtico lujo, desde luego no creo que esté entre sus mejores treinta composiciones pero no podemos negar que tiene gancho.

Wilco – “The Whole Love” (2011): 01.- Art of Almost/ 02.- I Might/ 03.- Sunloathe/ 04.- Dawned On Me/ 05.- Black Moon/ 06.- Born Alone/ 07.- Open Mind/ 08.- Capitol City/ 09.- Standing O/ 10.- Rising Red Lung/ 11.- Whole Love/ 12.- One Sunday Morning (Song For Jane Smiley's Boyfriend).

No quiero hacerme excesivamente pesado hablando del disco pues ya hay dos millones de críticas por la web tan dispares que al final lo mejor es pasar de todas ellas y quedarse (como debería ser siempre) con lo que a uno le transmite el artefacto en cuestión. Para no darles muchas más vueltas os recomiendo la lectura de la crítica que se hizo en este mismo blog por parte de mi archienemigo (http://nikochanisland.blogspot.com/2011/09/tan-aguzztito-wilco-y-el-espesor.html) con la que estoy de acuerdo en un 95%. Es verdad que "Sunloathe" te deja algo frío a pesar de ese pianito que aparece al cabo de un minutillo pero luego las cosas se ponen en su sitio con una concatenación de temas cojonudos como “Dawned on me” (una de mis favoritas), luego “Black moon” que como bien dice Guzzest “si hubiera aparecido en el segundo disco de Being there nadie levantaría la mano pero, ay, sale en este..”. Cuanta razón. “Born alone” es simplemente cojonuda, wilquera cien por cien. Qué decir de “Open mind”? es excelente, sin más. “Capitol city” entra bien pero no es nada del otro mundo, se gusta y se deja gustar, aunque luego llega “Standing O” para deleite del personal. Particularmente ésta es una de mis favoritas. En mi opinión suena a Supergrass que ni te cuento, esta no salía en el “In it for the money”?. No me quería dejar ese caramelito que es la canción que da nombre al disco, “The whole love” es estupenda. Y nada más, si queréis más profundidad crítica ya sabéis que Guzzest puso las cosas en sus sitio y que razón no le faltaba al pájaro. A mí finalmente el disco me parece notable, disfrutable y mucho mejor que el del camello, la lástima o no, es que puedo encontrar fácilmente media docena (o más) de discos de este año superiores a “The Whole Love”. En cualquier caso, cuestión de gustos.
No lo dudé en cuanto lo supe. Lo nuevo de Jason caería en mis manos sin remisión. Aquel “Low Moon” me pareció acojonante. Delicioso. Con esas tramas simples, de gente corriente, que acaban por abordar los temas de siempre: desamor, amistad, soledad…, pero que lo hacen de manera especial, divertida, única. En el caso que nos ocupa, “Los hombres lobo de Montpellier” Jason nos cuenta la historia de Sven, un artista escandinavo semibohemio que ha ido a parar a la ciudad francesa de Montpellier, se disfraza de hombre lobo para asustar a las víctimas de sus robos nocturnos. Tal y como él lo ve, su disfraz le proporcionará unos momentos de ventaja para huir si es sorprendido en plena faena y las cosas se ponen feas. Lo que no ha tenido en cuenta es la existencia de una sociedad secreta de verdaderos hombres lobo en Montpellier, a los que no les interesa la publicidad que les está dando este advenedizo. Particularmente he disfrutado como un enano, me encanta Jason, pero he de reconocer que tal vez este “Los hombres lobo de Montpellier” es su trabajo más flojo hasta la fecha (que no malo), además de que comenzamos a necesitar algo con más duración. Para cuando una novela gráfica como mandan los cánones? “Low Moon” fue acojonante y ya no digo “Yo maté a Adolf Hitler” o cualquiera de sus obras anteriores donde sus silencios, sus pausas, su narración y su típico humor lleno de desesperanza y desamor nos sorprendían sin cesar. Ahora, este “Los hombres lobo…” no sorprende, pero gusta. Desde luego si no sabéis nada del tal Jason podría ser recomendable comenzar por aquí, aunque como digo cualquiera de sus obras anteriores supera a ésta. De todas formas, aquí tenemos un caramelito.

WILLIE NELSON
CHIPOTLE MEXICAN GRILL COMMERCIAL (2011)
BACK TO THE START (THE SCIENTIST - COLDPLAY COVER)

* "Tan AGUZZTITO" es la nueva, flamante y espesa sección musical de mi archienemigo Guzzest para la isla nikochiana, en exclusiva y totalmente gratuita. Después de los miles de "peros" que ha provocado lo nuevo de Wilco, Guzzest se desmarca del rebaño como es en él habitual para hacerle la contraria a todo aquel que se precie y además marearle con su discurso difícil y sumamente espeso. Espero que os guste y que Guzzest repita. Os dejo con él. Cuidadín!

"Deeper down" y "Sonny feeling"... Ese es el único botín que yo pude extraer, exiguo a más no poder, del ahora penúltimo y camellero disco de la banda de Tweedy. Y no veas lo que me escoció el asunto (aún hay días que me acuerdo y me tengo que sentar a media nalga). Wilco son, en esa categoría nunca reconocida pero que todos entendemos avezada a la justa proporción fama/calidad: la repanocha, la apuesta más firme y el caramelo al que más le dura el sabor si hablamos de bandas yanquis surgidas en el último par de décadas. Aquí el nene tiene, en dicho espacio de tiempo y lugar, en Pearl Jam su debilidad más marcada por temas generacionales (que, quieras que no, alcancé la mayoría de edad escuchando su tripleta inicial, es lógico) y también, claro, andan los Robinson al acecho (como terceros en discordia, si, pero pese a quien pese también).

Pero Wilco, sigamos, posteriores y emergidos desde las cenizas de los folk-countrescos Uncle Tupelo -como es tan sabido-, aparecieron en mi vida cual elefante en cacharrería con "summerteeth" y el anterior "being there" bajo el sobaco (el eternamente ninguneado y primero del grupo, "A.M.", lo descubrí a posteriori)... Imposible que no me dejaran huella, vaya. Qué de puta madre los dos, qué distintos entre si: uno folk-rock de altos vuelos y otro pop de cámara con mil guiños a los good old times... Imparable que decía aquél. Wilco llegaron para quedarse, sin duda (no veas lo anchos que después íbamos por la calle los que ya apostábamos por ellos como "banda a seguir seriamente " a finales del milenio pasado). Para más leña, por no poner cojones, después vino lo que vino (ya en los dos miles), en formato de tres elepés cuya fama y renombre no merecen mayor explicación por parte de (sospecho) el lector asiduo de este bloj. De verdad que me descojono bastante cuando el personal se lia en comparativas entre dichos álbumes... Sras/es: los tres son la repera al cubo y punto (la orfebrería impagable de "YHF", la encriptación -que tampoco es tanta- enrollada de "a ghost" o la lectura de Lennon según Tweedy en "sky"... todo es un maldito escándalo en cuanto a calidad... y qué canciones en cualquiera de ellos, joder). Todo el mundo adoraba a Wilco y su manera de proceder: los puristas tenían los evidentes ecos del pasado (y ponían, religiosamente, los discos de Wilco después de los de los Who en su discoteca particular), los amantes de superventas se hacían con "el disco del año" según la publicación soplapollil de turno (y lo ponían, sin vergüenza alguna, al lado de la última bosta de U2, Coldplay o Bon Jovi), y los gafapastas sonreían a su repelente manera con los "ruiditos" que también integraban de vez en cuando en su sonido (y ponían el disco al lado de "biorcs" y "radiojetos", entre demás "fieras del rocanrol")... Y en estas, cuando todo el mundo era feliz: argh, llegó el camello.

Con lo que llegamos al principio de la entrada y justo al momento antes de empezar a valorar, por mis partes, su continuación de inminente estreno dos años después de las jorobas: "The Whole Love" (2011). Ya de entrada... aviso, warning, cuidao: evitar primeras impresiones (propias o/y ajenas). Wilco no son una banda especialmente difícil pero si merecen un cierto "empape" previo (o, si se prefiere, no son los Ramones pero tampoco Zappa desatado en pleno arranque de jam lisérgica -por mentar de lo mejor de cada barrio-) y este TWL es, en resumen, un muy buen disco que, tras dos días de escuchas compulsivas, a mí ya me ha hecho olvidar casi del todo el chasco the "Wilco (the album)". Ahora iremos a cachos (trataré de ser breve) pero, para los impacientes que no quieran seguir leyendo: quuuué siiii, haceeeedme caaaso que el dijco esta muu bieeen, no hagáis el panooooli, que después tendréis que venir de aquí un tiempo con lo de "pues, ¿sabes qué?, he recuperado el disco este en serio y la verdad es que no está nada mal y...". Qué son los Wilco, joder, no os precipitéis. Dicho queda.

Y es que es fácil hacerse un lio con "todo el amor" en su inicio. "Art of almost" es extraña, si, pero de un modo harto cerebral... Da la impresión de vender vanguardismo y modernez pero, a su vez, se antoja calculada y pre-fabricada de cojones. Espontaneidad "0 patatero" vaya, y mal que empezamos... Pero, al loro, el tema se va rearmando y se remata con un minuto de guitarreo desbocado que para los que amamos a Wilco por su acepción de banda clásica y no por los "ruiditos" nos creará cierta expectativa... Nos tenemos que petar el grano por el efecto "radiojetos" del principio para poder disfrutar de ese galope eléctrico final.

"I might"... La que ya nos conocemos todos al dedillo por ejercer de avanzadilla del disco (y que ya de entrada crea cierta bifurcación entre seguidores). Organillo sesentero en la oreja izquierda, guitarrita a juego en la derecha y, así, hacia el segundo 50 a mi ya me lleva al huerto. Además, Tweedy le roba las lentejuelas a Bolan por el camino y, como eterno fan de "sliders" y "guerreros eléctricos", yo ya como que me quedo la mar de contento con la cancioneta y, más importante, la cosa va mejorando. O eso parecía.

"Sunloathe", la primera "lenta", tiene una parte instrumental en su parte media bonita de narices (pianito de quilates, aquí), si, pero la canción en si no me merece tanto dramatismo, se me antoja algo sobreafectada y, por qué no, al pensar en cotas alcanzadas en el pasado en esta dirección, mmm... Pasa nada, llega al rescate "dawned on me" con su buen rollo y estribillo coreable. La parte central con fugaz guitarra "foxtrottera" y silbido pueden hacer pensar que "ojo, aquí hay bicho"... El tiempo (y no mucho se necesita, me temo) recompensará a esta canción en el bestiario popular "wilquero" cuando termine la tormenta de opiniones variopintas, lógicas tras el estreno. Vamos para bingo con "black moon" ... Qué lenta, qué monótona en las dos primeras escuchas y con qué poca sustancia... Qué pedazo de canción después, y que poco necesita Jeff para hacer bien lo que sabe (de ahí que a veces joda que se abuse de producción por parte del susodicho). Si hubiera aparecido en el segundo disco de "being there" nadie levantaría la mano pero, ay, sale en este...

Pero, en cualquier caso, para celebrar la mitad del disco, llegamos a "born alone" que, como ya puse en alguna otra parte, me recuerda a los Teenage Fanclub con guiños "tompettyeros" y está de cojones (ese acelerar por en medio y en la conclusión -no extraña que el bateria de wilco tenga banda propia- no tiene precio). Tras el subidón volvemos a la calma. Y es entonces cuando vemos, de alguna manera, el principal "pero" que se le va a encontrar al disco: se ha querido contentar a todos los fans (por épocas) con alguna canción suelta en vez de ofrecer algo homogéneo, como si se quisiera mostar todo el catálogo de golpe ("somo los Wilco y mirad si sabemos hacer cosas")... Los fans de siempre no tendremos problemas (un disco de "dentro hacia dentro") tras una semana de escuchas y una vez se entienda eso (y siempre y cuando no esperemos una aventura con mil variaciones pero compacta a su vez, al nivel de "YHT" o el del huevo, en cuanto a emociones).

En cualquier caso llega esa maravilla que és "open mind"... Robada directamente del básico (que no meramente "recomendable") "King of America" costelliano del 86. Chorrea talento la hija de puta de canción esta. Se rompe al fin con la temática "una rápida, una lenta" que caracteriza al elepé con la siguiente "Capitol City"... Algo así como Lennon en solitario de paseo por Broadway en otoño (incluso del brazo la china y comiendo churros, si se quiere)... Simpática (por qué no), pero con el claro handicap de quedar en el tracklist, siempre para mi, detrás de la mejor "lenta" y justo antes de la mejor "rápida": "standing O", que me tiene loco perdío (qué les costaría hacer un disco con solo canciones de este estilo y titularlo algo así como "Wilco visita la new wave/punk de 1980").

"Rising red lung" es otra pieza pausada en la linea de "black moon" que te va erosionando y venciendo por sesiones la puñetera (completa con ella tu hat-trick del disco en estas ciernes). Casi al cierre tenemos al fin la canción que da título al asunto y que ya veo que se viene destacando por buena parte del personal... y es que es bastante bonita, si, con su falsete de quita y pon y marchamo positivo. Lástima que, según lo veo, no se hayan currado un "chorrus" a la altura y se limiten a repetir el título hasta casi el final (supongo que aunque esto sea un paso hacia, de nuevo, la buena dirección ese retorcerse en el estribillo hasta hacerte llorar a lo "Jesus etc." es pedir demasiado). En cualquier caso te proyecta el estado de ánimo adecuado (bueno, se entienda) para los doce (quizá innecesarios) minutazos de "one sunday morning" donde Tweedy se despide a lo Lucky Luke en largo (larguísimo) fade out crepuscular de esos. No se entienda mal, suena muy bien, pero es que, leñe, te puedes hacer una tortilla a la francesa, zampártela, pillar un kiwi y aún te sobra tiempo para el café...

CONCLUSIÓN: muy buen elepé, sobre todo viniendo de lo que venían, que abusa (sin duda) del efecto "montaña rusa" en su sonido y durante el trayecto lo que, eso si, le aleja de sus mejores y más celebrados álbumes que gozan de una entidad ("empaque", que algunos dirían) que aquí no encontraremos. Con todo, por sistema de gota malaya, el putas te va derrotando poco a poco... Por mi, que no se corten, pueden hacer una de este calibre cada año si quieren (que el cielo ya se lo ganaron hace largo tiempo) que, y aunque alguien se referirá (sin duda) a esto como "obra menor", ese bloque central de "dawned on me" a "rising red lung" ya no me lo quita nadie. (GUZZTÓME
TRO: 8/10)
Repasando las noticias de hoy me he quedado de pasta boniato al leer que la Dra Robyn Pickering y sus colegas de la Universidad de Melbourne utilizando avanzadas técnicas de datación con uranio-plomo y algo llamado datación paleo-magnética, que mide cuántas veces el campo magnético de la Tierra se ha invertido en los sedimentos calcificados que rodean los fósiles, han puesto de manifiesto que los fósiles descubiertos en 2008 en Malapa (Sudáfrica) atribuidos inicialmente a Homo Habilis y Homo Rudolfensis no lo son. Oh! Esto cambia por completo mi forma de ver el mundo.

Otro doctor, el Dr. Berger afirma todo convencido que los fósiles muestran un cerebro sorprendentemente avanzado, pero pequeño, una mano muy evolucionada, una pelvis moderna y una forma del pie y del tobillo nunca antes vista en otras especies de homínidos que combinen características de monos y humanos en un mismo paquete anatómico. Las avanzadas características encontradas en el cerebro y el cuerpo lo convierten en el mejor candidato como ancestro del género Homo. Una vez he escuchado al Dr Berger me pregunto si no estará del todo equivocado pues en mi opinión existe un espécimen con el cerebro pequeño pero sorprendentemente avanzado, una mano muy evolucionada y encallecida, una pelvis tan moderna que viene seguida de una protesis cibernética Wallis, y una forma del pie y del tobillo típica de seres de metabolismo lento, vagancia supina, sorprendente negación al trabajo, dados al bebercio y al fumeteo a unos niveles a los que solo había llegado la mona Chita y Clyde el orangután amigo de Clint Eastwood.

Estoy por cogerme un avión y una muda e ir a la Universidad de Melbourne de los cojones y traerme de la patilla al Dr Berger y a la Dra Pickering para que vean el espécimen que tengo de vecino. Guzzestis Espesustis o como se conoce a nivel coloquial Homo Eructus que como todos sabéis es un ancestro del Homo Erectus. Yo como os he dicho antes me he quedado estupefacto al leer semejante mentira científica. Hasta donde hemos llegado? Creo que hoy emborracharé al bueno de Guzzest, lo meteré en una jaula con su rueda y su suministrador de agua, y comenzaremos a rondar por los pueblos vendiendo el ungüento milagroso curativo que he inventado en la rebotica llamado “Calma-tó” hecho a base de extracto de Anís del mono con un poco de Vaporubs y por supuesto aquel que compre dos botes de "Calma-tó" tendrá la posibilidad de debatir sobre Wilco y otras cuestiones culturales con el Homo Eructus de los cojones. Aquí os dejo una foto del susodicho engendro.

(Guzzestis Espesustis/Homo Eructus después de escuchar por primera vez The Whole Love de Wilco)
Ayer comencé a mover hilos, a tirar de contactos, a pedir favores y a prometer el oro y el moro. Ya se sabe que un Lannister siempre paga sus deudas, un ser nikochiano no pero esos contactos a los que me camelé no lo saben todavía. No podía vivir sin saber que fue de Tyrion, Jon, Bran, Arya, Jaime, Cersei, Daenerys, Davos, Sam,…. El puto R.R.Martin me ha enganchado a su saga de Canción de hielo y fuego a pesar de que su cuarto libro, el llamado “Festín de cuervos”, fue el que menos me gustó. Tenía la certeza que el quinto, el cual sólo está disponible en inglés, sería mejor y haría mejor aún a su predecesor. Y así es, terrícolas, así es. No os penséis que he realizado un curso intensivo de inglés en CCC ni que mis habilidades marcianas han hecho que perfeccione la lectura de dicho idioma en una semana pero tener claro que ya voy por el capítulo siete de “A dance with dragons”. Zasca!. Hablé con Manolito y Joselito, les prometí tierras, castillos, el título de Lord si me conseguían el librico en castellano, sorprendentemente al cabo de una hora tenía el libro en castellano en formato pdf en mi cuenta de correo electrónico (Guzzest, has mirado el tuyo, gañán?), ahora que tengo el libro tengo un problema, no les puedo dar a esos pájaros ni tierras, ni honores ni títulos por eso les invitaré a cenar y en algún momento alguna gotita de lágrimas de Lys caerán en sus copas de hidromiel. Ah! He vuelto a enloquecer con el libro. Librazo! Tiene todo lo que estabas esperando desde “Festín de cuervos” que ahora resulta imprescindible por lo introductorio que fue sobretodo a nuevas tramas. Ha vuelto Daenerys, Tyrion, Jon, Bran…. Oh! Delicioso! Grande! Lástima que no me vaya a durar ni una semana, y luego qué? Cuanto tardará Martin en parir el sexto libro? Dáte caña George!
De momento sólo le he podido dar un par de escuchas por encima a “The Whole Love” mientras realizaba las tareas del hogar y la verdad me reservo mi opinión hasta que las nuevas canciones de Tweedy y los suyos me empapen por completo. Lo que sí quiero dejar claro es mi incertidumbre y descolocación por el material presentado por Wilco. Ojo, que no digo que sea malo pero la verdad es que la primera canción “Art of Almost” me ha descolocado algo, al parecer no sólo a mí pues a más de uno le ha cogido en fuera de juego. Luego llega “I Might” que ya había sido catada y todo se pone en su sitio pero ahí queda eso, después habrá tiempo para los medios tiempos, los rocanroleos marca de la casa y todas las mandangas de siempre. En este momento mi opinión inicial sobre la primera canción está dando un vuelco descomunal. Empieza a gustarme y puede que las lentorras sean las que no me ponen. Yo que sé, me tienen descolocado, como a muchos. Malo no es desde luego, su mejor disco tampoco. Es mejor que suenen modernés como en "Art of Almost" como si sonasen a Radiohead o mejor que suenen clásicos como en "Capitol city"? No nos pondremos de acuerdo. De momento os dejo con algunas de las primeras opiniones de terrícolas a los que suelo seguir en la blogosfera y de los que suelo fiarme por su opinión y criterio aunque con este disco parece que la cosa anda algo revuelta...

Joserra Rodrigo “Rockanrodriland” – “Wilco sonando descaradamente a Radiohead pero la peña dirá que es lo más..."una vuelta a las arquitecturas sonoras vanguardista del YHF"...si, los cojones. No soy sospechoso: amo a esta banda desde que compre de novedad el Being There, hemeroteca, YHF y Ghost is Born son p.o.m. y Sky Blue Sky su New Morning pero esto que diría Amy: es de no, no no…”
Guzzest “In Guzz We Trust” – “Ojo con el "the whole love" que le voy pillando el rollo y, a pesar de alguna crítica no muy positiva que ya he pillado por la blogosfera, me va molando cada vez más... Parece que, por suerte, el camello se perdió por el desierto... ¿El disco perdido entre "summer" y "YHF"?”
Chinaski “Los hijos bastardos de Henry Chinaski” – “Supera ampliamente a su disco anterior, que el peor tema de todo el disco es, precisamente el que se ha escuchado, que no es su mejor disco, está claro, pero tampoco el peor, y que Wilco siguen siendo una muy buena banda. De momento, no hay niebla en el horizonte. Y digo esto tras escuchar el disco completo “sólo” 8 veces, aunque no creo que cambie de opinión…Eso sí, que la portada es fea, fea, fea, no hay quien lo discuta…”

Julián Ruiz “Plásticos y decibelios” – “¿Como es el nuevo álbum de Wilco?. Desconcertante. En una sola palabra. Todo se inicia con un impresionante, agresivo y vanguardista tema llamado ‘Art of Almost’. Uno se frota las manos. Creemos que por fín, Wilco se han atrevido a dar un paso adelante, en experimentación, en buscar muchas y diferentes capas de sonido. Desgraciadamente, todo se convierte en humo cuando llegas al cuarto tema,‘Capitol City’ y nos enfrentamos con lo de siempre. El mismo sonido de siempre…”

Podría seguir citando al personal pero no solucionaríamos nada. Hay lío. Opiniones contrarias. Primeras impresiones erróneas? (o no) No sé, Wilco es un gran grupo y lo seguirá siendo. De momento yo iré profundizando en su nuevo disco, el que por cierto cada vez me gusta más pero ya lo destriparé a su debido tiempo, hay que dejarle su tiempo de cocción y luego sus días de reposo. Ah! Otra polémica al canto: a mí la portada me parece cojonuda!

1.- Circle of Friends (1995)
2.- Big Night (1996)
3.- Good Will Hunting (1997)
4.- Goldeneye (1995)
5.- Sleepers (1996)
6.- Barney’s Version (2011)
7.- Grosse Pointe Black (1997)
8.- Owning Mahowny (2003)
9.- The Governess (1998)
10.- An Ideal Husband (1999)
Decidí ayer noche sentarme delante del televisor y acabar el fin de semana viendo un film de postín. Revisé mis películas pendientes pero no me acababa de convencer ninguna hasta que hice memoria y recordé que al fin tenía en mi poder “Barney’s version” de la que no sabía absolutamente gran cosa, sólo que su protagonista era Paul Giamatti y que había llegado a dicho film gracias a la recomendación de Tsi-na-pah quién suele coincidir bastante con mis gustos de cine, al menos en cuanto a films independientes y tengo que reconocer que sus recomendaciones siempre son tomadas en cuenta en el hogar nikochiano, sin ir más lejos aquella “Frozen river” me pareció cojonuda. Así pues después de cenar, Nikochan y esposa se dispusieron a visionar ese film canadiense que contaba en el reparto además de Giamatti con un elenco interesantísimo, en la película aparece un magistral Dustin Hoffman, Rosamund Pike, Minnie Driver, Scott Speedman… Del director poca cosa se puede decir, Richard J. Lewis es más bien un director regulero de series de televisión, ha dirigido algún episodio de CSI, y la continuación de K9 PI (miedito).

“El mundo según Barney” está basada en el best-seller homónimo del escritor canadiense Mordecai Richler. Barney Panofsky (Paul Giamatti), un viejo productor de televisión, aficionado a la bebida y fanático del hockey, lleva una vida bastante caótica. Se ha casado tres veces, tiene un padre extravagante (Dustin Hoffman) y un amigo encantador (Scott Speedman) al que por accidente acaba disparando… No quiero contar mucho más porque es mejor ir descubriendo poco a poco la vida de Barney a través de sus recuerdos. En realidad Barney es un tipo bastante odioso pero antes de que su vida acabe por completo decide explicarnos su versión de los hechos a modo de disculpa y así uno acaba por conectar con él, por entenderle incluso por sentir algo de simpatía. Giamatti lo borda, ahí no pondré ni un pero. Seguramente estamos ante uno de los mejores actores de esta generación, lástima para él que sea feo de cojones. El film me ha gustado mucho aunque tal vez el metraje es algo largo pero en ningún caso se hace aburrida o plomiza, el guión es un lujo y en general todos los actores lo bordan. Al final uno se queda como un guiñapo, triste por lo que le sucede a Barney. Un Barney que si no hubiese estado interpretado por Giamatti se hubiese quedado en nada. Gran film. Gracias Tsi, y ahora cual?
PAUL SIMON
SO BEAUTIFUL OR SO WHAT (2011)
THE AFTERLIFE

Hacía ya no sé cuanto tiempo que no salía de casa por la mañanita dispuesto a comprarme unos disquitos. A veces me da por pensar que ya no tiene sentido comprarse los discos en formato físico con lo fácil que resulta conseguir por la patilla lo que a uno le interesa o escucharlo en Spotify o cualquier nueva modernez al uso, pero qué le voy a hacer, soy un romántico, un antiguo o un loco al que le gusta ver en la estantería discos que le han marcado y que aún lo hacen, me gusta pasarme un rato para elegir uno y escucharlo de cabo a rabo. Eso es de viejuno, ya lo sé, pero es un placer seguir haciéndolo. Ya no digo ir pensando que canción y que grupo sonorá a continuación, y así otra canción tras otra... Qué gusto! Pues eso, que me he ido dispuesto a comprarme unos cuantos disquitos y lo he hecho en compañía de mi hijita que me ha ayudado a escoger. Aún no habla pero yo le enseñaba la portada y si su respuesta era cogerlo desesperadamente para llevárselo a la boca y morderlo entonces iba a la saca. Yo iba con mi lista de discos que me sé de carrerilla pero que no me he comprado y se los iba enseñando a la peque, finalmente los elegidos han sido: Mumford and Sons con su excelente disco “Sigh no more”, Paul Simon con su vuelta a lo grande con esa maravilla que ha resultado ser “So beautiful or so what”, Bon Iver con uno de mis favoritos en lo que va de año, y es que "Bon Iver” es bonico del to, y finalmente el discazo del mes de Agosto en mi humilde morada, “Barn doors and concrete floors” de Israel Nash Gripka. Así pues me he quedado escuradet, escuradet pero más feliz que unas castañuelas pues eso de desprecintar el disco, olerlo, examinarlo, ver los agradecimientos, los músicos...., a mi me encanta. Puede que el mundo de la piratería sea imparable, puede que yo también utilice alguna que otra artimaña de vez en cuando fuera de la ley para escuchar y descubrir musiquita pero ante todo soy un comprador, y si es bueno lo acabaré comprando. Así que nada más terrícolas, este fin de semana me toca repasar estos cuatro disquitos como mandan los cánones. Mañana por la mañana empiezo con el pequeñín de Paul, joder, si es que le ha salido un discazo...
Ayer me apalanqué delante del televisor para ver el estreno en FoxCrime de la serie de AMC “The Killing” que acabó por gustarme muchísimo. De entrada los dos primeros episodios me dejaron con ganas de más, sin duda alguna hubiese visto la serie del tirón si del fin de semana se tratase pues sólo consta de 13 episodios. Ya sé que la serie es un remake a la americana de “Forbrydelsen” que es como se llama la serie original, danesa para más señas, que estrenó la BBC hace ya un tiempecito y que veré una vez acabe de ver la versión americana pues me consta que son algo diferentes, sobretodo el final que en yanquilandia causó algún que otro debate por su tocomocheo. Si bien AXN estrenará la serie danesa una vez concluya la yanqui en Fox, así pues si soy paciente ya tengo algo que ver los jueves a la noche durante un largo tiempo. Hablaré de la serie yanqui porque es la que he citado pero he de decir que todas las críticas ponen por las nubes a la danesa, aunque tampoco nos volvamos unos elitistas pues la versión americana es cojonudísima. Más o menos la historia se centra en la investigación policial del asesinato de un adolescente a las afueras de Seattle. Los secretos que esconden los distintos personajes involucrados en la investigación; entre los que se encuentran los padres de la chica, sus amistades y un concejal candidato a alcalde de la ciudad; serán el principal obstáculo al que se tendrá que enfrentar el Departamento de Policía. Los detectives a cargo de la investigación son: Sarah Linden, una mujer profesional, inteligente e intuitiva a punto de mudarse con su hijo a California; y su reemplazo, Stephen Holder, un joven ex-agente encubierto sin experiencia en Homicidios, con un carácter impulsivo y un oscuro sentido del humor que choca bastante con el carácter reservado de Linden.

De entrada podríamos pensar en una nueva Twin Peaks pero eso es ser muy atrevido. Aquel artefacto de Lynch rozaba la perfección, cambió totalmente la forma de hacer televisión y a día de hoy es casi insuperable. También hay que decir que no sale ningún enano ni ningún señor leño, De momento “The Killing” es una serie de policias, de investigación y creo que así se va a quedar, menos mal. AMC ha acertado de pleno. Otra vez más. El casting es impecable con una Mireille Enos acojonante. Un acierto el fichaje de esta moza. Ambientación grisácea (la cosa pasa en Seattle), no escatiman en imágenes duras, ritmo lentorro pero sin rodeos, vamos, todo lo que me suele gustar. La verdad es que se nota la mano danesa, recuerda un poco a las novelitas multiventas que se prodigan últimamente en Suecia. “The Killing” tiene pintaza. Me gustó el doble episodio. La veré. Sé que el final me decepcionará porque todo el mundo dice que tiene telita (no me digáis nada por favor) pero para desquitarme estará esperando la versión danesa.
Había escuchado hablar muy bien de él, tal vez demasiado. Que si suena a los clásicos americanos de toda la vida, que si a veces se nota el sabor del exilio en Main Street, que si es todo aquello que debería estar haciendo Ryan Adams si estuviese mínimamente centrado. Sí, todo eso había escuchado y más pero yo, erre que erre, no sé como me las apañé para dejarlo a un lado, en un rinconcito oculto, en una carpeta windera de mi ordenador titulada “tal vez cojonudos”. El segundo disco de Israel Nash Gripka es un viaje al pasado, al rock de finales de los sesenta principios de los setenta. Suena añejo, maduro, clásico. Suena demoledor y cojonudo. “Barn Doors And Concrete Floors” es una gozada de principio a fin y con total seguridad estará en las listas de lo mejor del año, el nuevo artefacto de Gripka me tiene tan enganchado que es muy probable que compre el disco en breve y me haga por cualquier vía, legal o no, con su debut del 2009 llamado “New York Town”. Oh! No veo la hora de hincarle el diente. TwoHeadsOneBrain habló de él allá por Marzo (ahora me trae el notición de lo nuevo de Danny y sus campeones del mundo) , Chinaski hizo lo propio en Mayo, Green Bean en Agosto y a partir de ahí he visto su disquito por doquier así que decidí ceder a mi cabezonería y de la carpetica pasó al ipod desde donde sin lugar a dudas ha sido lo más escuchado estas dos últimas semanas. Es verdad que no suena nada moderno, tampoco lo pretende. También es cierto que sus canciones recuerdan al geniecillo disperso de Ryan Adams cosa que me agrada y mucho pero también lo es que Adams y Gripka beben directamente de la fuente de la sabiduría que no es otra que la música de Neil Young. Amén.

Israel Nash Gripka - “Barn Doors And Concrete Floors” (2011): 01.- Fool's Gold/ 02.- Drown/ 03.- Sunset, Regret/ 04.- Goodbye Ghost/ 05.- Four Winds/ 06.- Louisiana/ 07.- Baltimore/ 08.- Red Dress/ 09.- Black And Blue/ 10.- Bellwether Ballad/ 11.- Antebellum.

La cosa no puede empezar mejor. Una deliciosa y neilyounguera harmónica abre el disco, lo abre de manera espectacular pues nada más entrar la voz y la guitarra de Gripka uno tiene la certeza de haber encontrado algo que ha estado esperando hace mucho tiempo. “Fool’s Gold” no es más clásica porque no puede, pero tiene esa cosa, ese ritmo, ese saber hacer que te engancha como una cosa mala. Queda absolutamente claro el porqué de las comparaciones con Ryan Adams, lástima que Adams no sepa muy bien lo que quiere hacer pues esto se le daba de fábula. El disco sigue por los derroteros que solía pisar Ryan y sus Cardinals. “Drown” me encanta con ese estribillo vaquero. Luego llega la balada “Sunset, regret” y vuelvo a remarcar que no es un disco de Adams. La voz lo delata. Preciosa de principio a fin, te engatusa y te lleva al huerto y luego enlaza a la perfección con la hipnótica “Goodbye ghost” que cada vez que la escucho me gusta más, con todos esos arreglos orquestrales y esos ruiditos. Lujazo!. “Four winds” remite a radiofórmula, al Adams más comercial. Parece que Gripka ha aprendido bien la lección, sabe a qué juega, sabe donde pisa y a quién se dirige, es por eso que a partir de aquí deja de sonar al mejor Ryan y se entrega a los grandes grandísimos. “Lousiana” no es más Stoniana porque no puede. Directamente parece sacada de las sesiones de Exile on Main St, sobretodo en el estribillo jaggeriano y en el pianito desbocado. Eres tú Billy Preston? Estás ahí? Has venido a salvarnos de la mediocridad? Temazo, temazo, temazo. Y qué decir de “Baltimore”, lo ha sacado del “After the gold rush”? si hasta imita a Young! Pero me gusta, y mucho. Sin duda estas son para mí las dos mejores del disco el cual comienza a enseñarnos el final con “Red dress” donde sigue sonando a Young, otra joya, “Black and blue” hasta por el título es stoniana, me imagino a Jagger soltando el discursito. Cojonuda. Con “Bellwether Ballad” nos deja anonadados y tristones del todo para dejarnos k.o con “”Antebellum” que tiene esas guitarritas típicas y características de Tom Petty. Oh! Gripka no tiene nada de original, pero el tipo es muy bueno y ha parido un enorme discazo de esos que gustan y se gustan, para amantes del rock clásico de los setenta.