Old Crow Medicine Show

Hace algún tiempo, aunque ya no recuerdo como ni cuando, descubrí a un grupo que me llamó la atención, un grupo relativamente moderno, en el tiempo claro, no en sus maneras ni en su estilo, un grupo de bluegrass, de alt-country americano, un grupo que para que os hagáis una idea conecta directamente con The Band y Dylan, pero con mas folklore americano, y es que el banjo está presente por doquier, guitarras excelentes y ese sonido que se moderniza y nos da un country independiente y moderno que se entrelaza con bases folk-rock. Hablo de un grupo llamado Old Crow Medicine Show, naturales de Nashville, Tennessee, ciudad sin duda que ya da por sí sola algo de prestigio al rollito musical que nos ocupa, pues bien, hablamos de un grupo formado por Critter Fuqua (vocals / banjo / resonator guitar), Kevin Hayes (guitjo), Morgan Jahnig (upright bass), Ketch Secor (vocals / fiddle / harmonica / banjo), y Willie Watson (vocals / guitar / banjo), por cierto, gente que es totalmente desconocida por estas tierras, tiene publicados dos discos, ambos muy parecidos, por tanto recomiendo su compra, claro está, pero si no fuera posible, recomiendo un viaje en burrica y hacerse un cd con los dos discos bien mezcladitos, así se disfrutaran ambos por igual, los discos son Old Crow Medicine Show (2004) donde destacamos esas grandes versiones de canciones tradicionales americanas llevadas al terreno mas Indie posible, y dos composiciones propias, Big Time In The Jungle, y Hard To Tell. El siguiente disco es el perfecto Big Iron World (2006) con mas chicha que el anterior, mas composiciones propias, y destacamos, Down Home Girl, Cocaine Habit, James River Blues, y God’s Got It, aunque francamente todas son tremendas. Así pues, si queréis pasar un buen rato, disfrutar y divertiros al mismo tiempo que descubrís un estilo de música que os da miedo conocer por ignorancia supina, os recomiendo cualquiera de los dos discos, una delicia, una maravilla que lastimosamente jamás podremos disfrutar en este país de mierda, de pandereta y prensa rosa, una lástima, aunque al menos y gracias a la tecnología podemos disfrutarlos en el salón de casa.