Prometedoras y acojonantes primeras escuchas

Llevo una racha de disquitos impresionantes. No contento con disfrutar a lo grande este mes de Octubre rescatando a los Faces, empapándome tardíamente de la discografía de Rory Gallagher y disfrutando de los trabajos de Lauderdale y Nic Dawson Kelly han llegado a mis manos tres maravillas a las que aún no he podido sacarles todo el jugo deseado pero que apuntan sobradamente a grandes del año. Vamos, que les he dado una primeras escuchas y estoy bastante satisfecho con lo que me he encontrado. Tres discos son los que me tienen ahora inmerso en un delicioso momento de felicidad musical, los culpables: Justin Townes Earle, Hayward Williams y por supuesto el veteranísimo Elvis Costello.

Justin Townes Earle - “Harlem River Blues”: a este pájaro hijo de Steve Earle ya le tenía cogido el número. Sin ir más lejos su anterior trabajo me pareció la repera. Aquel “Midnight at the movies” resultó ser una de las sorpresas del 2009. Ese sonido americano descendiente de Steve Earle, de Townes Van Zandt, de Neil Young y de tantos otros madura ostensiblemente en este nuevo disco que suena a las mil maravillas y que nadie en su sano juicio debería perderse. Atentos a “Move over mama”, “Harlem river blues” y “Ain't waiting”.

Hayward Williams - “Cotton Bell”: buenísimo nuevo disco de Hayward, el gafitas que me deleitó con aquel “Another's sailor dream” del 2007 imposible de piratear que tuve que comprar en iTunes, creo que el “cotton” va por el mismo camino. Lo de este tipo no tiene nombre, como es posible que con esa calidad siga en el anonimato absoluto?. Es el mejor cantautor que he escuchado en los últimos cinco años con permiso de Sexsmith y P.Hinson. Calmadito y con una voz grave que no se sabe de donde la saca con ese cuerpo tan finico se aproxima más esta vez a un Springsteen íntimo que nunca. Una delicia de disco. Atentos a “Cotton bell”, “Mockinbird” y “New years eve”.

Elvis Costello - “National Ramson”: de primeras me asusté un poco, me hizo dudar y decidí darle unos días de descanso. Al retomarlo una semana después tengo que decir que el nuevo disco del otro Elvis comienza a parecerme la ostia en verso. Aquí cabe de todo, cabe el Costello eléctrico, el folki acústico, el americano, el tradicional. Ah! Qué bueno es saborear cada canción del gafotas. No creo que llegue a los niveles de “King of America” pero no le va a la zaga. Sin ser un devoto de Costello tengo que reconocer que está enrachado y no entrega disco que no sea mínimo de notable. Atentos a “Dr Watson, I presume”, “Stations of the cross” y “Five small words”.

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