Repasando las series vistas el año pasado me doy cuenta de no haber reseñado la primera temporada de la serie protagonizada y producida por Jessica Biel, The Sinner, a pesar de gustarme bastante. La miniserie de ocho episodios me sorprendió y fue devorada en dos sesiones de cuatro. El otro protagonista es un Bill Pullman sorprendentemente convincente. Interpretaba al detective Ambrose que se se ocupa de un claro caso de asesinato por parte de Cora Tannetti. La cuestión no era la de saber quién era el asesino, puesto que desde el principio sabemos que era Cora (Jessica Biel) sino más bien del porqué ha cometido ese asesinato tan visceral. La segunda temporada llegó a mis manos sin previo aviso. De nuevo vista en dos sesiones magníficas puesto que también consta de ocho episodios. Jessica Biel desaparece del reparto pero continua Pullman como Ambrose. El detective vuelve a su pueblo natal para ayudar a la hija de un viejo amigo que ahora es inspectora en un caso en el que un niño de trece envenena a sus padres en un motel. Otra vez está claro que el niño cometió los asesinatos, pero cuanto más investiga Ambrose más claro parece que el niño estuvo influenciado. Primero por estar involucrada una secta en la que él vive, y después por la intervención de la que dice ser su madre y es además líder de la secta, Vera Walker, interpretada de manera sobresaliente (y cuando no?) por la magnífica actriz Carrie Coon. El nivel de la serie es altísimo. Consiguen darnos gato por liebre muchas veces. Hay tensión, emoción, rabia.. Está bien explicada, es inteligente y su ritmo es fenomenal. Está todo muy bien logrado e interpretado. Todos los actores hacen un gran trabajo y la miniserie, desde luego, convence y gusta. De momento esta segunda temporada supera a la inicial, con lo que tenemos una serie oculta maravillosa para recomendar.
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