Cam (2018)


Una de las grandes sorpresas de Netflix (y del festival de Sitges 2018) de final del año pasado fue este turbulento, hipnótico y lynchiano film de terror psicológico centrado en la pornografía en la web bajo el uso de cámaras en directo. El director y creador de la historia Daniel Goldbhaber entrega un magnífico guión junto a Isa Mazzei (ex-camgirl de verdad), y lo hace con un ritmo absorvente y adictivo. La historia trata sobre la vida y milagros de Alice (una excelente Madeline Brewer), una camgirl perfeccionista de su oficio con afán de convertirse en la número uno del sector que un buen día al intentar loggearse en la plataforma porno para realizar una de sus sesiones descubre que ha sido suplantada por alguien exactamente igual a ella..... Y esa es la historia, de la suplantación del yo y del descubrimiento de la trama. Del yo de verdad y el yo digital. Notamos aires de thriller clásico que bebe tanto de Hitchcok como de Lynch y hasta algo de la obsesión del quimérico inquilino polanskiano, sin llegar lógicamente a los niveles de ninguno de ellos pero dando sin duda un producto interesante, adictivo y tenso. Puede que su temática hubiese encajado mejor como nuevo episodio de una temporada más de la excelente Black Mirror, no diré que no y estoy bastante de acuerdo con esa afirmación que leí en algún sitio, pero tampoco es mala comparación aunque deje más a la película como un producto televisivo que como cine de verdad. Film notable. Interesante. Recomendable. No dejen de verla si tienen ocasión.

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