Pingüinos o Hey, that's y fish que es como se le conoce mundialmente es un gran minijuego que servirá como entrante perfecto a desafíos superiores y de mayor enjundia. Parece mentira como de una cajita tan sumamente pequeña podamos obtener un juego tan divertido y sencillo. Un juego de 2 a 4 jugadores que no requiere de demasiada edad para ser jugado y disfrutado, así que también podemos catalogarlo como juego familiar. Existen varias ediciones, algunas más lujosas que otras, pero yo quería comentar la que nos ofrece Edge que es la que poseo, la que encontraréis sin problemas en todas las tiendas por menos de 15 euros y con la que tenemos más que suficiente. El material es más que correcto con 60 losetas de cartón duro y buenas ilustraciones, y 16 pingüinos (4 colores diferentes) de plástico que sin tener mucho detalle cumplen perfectamente su función.
Nuestro objetivo al finalizar es haber logrado atrapar el mayor número de peces. Los peces están dibujados en las losetas, y hay losetas de un pez, de dos o de tres. Antes de empezar debemos colocar el tablero, se distribuyen al azar las losetas alternado líneas de 8 losetas y de 7. Y ya estamos listos para empezar. Si juegan dos jugadores se usan 4 pingüinos por jugador, si juegan 3 jugadores usamos 3 pingüinos cada uno y si juegan 4 sólo utilizaremos 2 pingüinos. Cada jugador alternativamente va colocando sus pingüinos, al principio sólo pueden estar en losetas con un pez. Luego por turnos podemos ir moviendo un pingüino, en cada uno de ellos lo podemos hacer tantas losetas como queramos, nunca podemos saltar un espacio vacío, y debemos movernos linealmente al estilo de un alfil del ajedrez, de una en una loseta, o de un lado a otro. Al movernos de la loseta donde nos encontramos obtenemos dicha loseta y por tanto los peces que hay en ella dibujados dejando un espacio vacío. Si nuestro pingüino ya no puede moverse es retirado de la partida y ya no puede volver al juego.
Parece una chorrada por lo absurda de su temática y sus normas sencillas pero si los jugadores juegan a muerte tiene muchísima estrategia y mucha diversión esperándonos. Un juego familiar que pueden disfrutar los más peques de la casa y los más talladitos, estratégico y divertido, es muy barato, casi no ocupa sitio y es un buen compañero de viaje. Un valor seguro en nuestra ludoteca. Además, si queréis probar, como tantos otros juegos tiene su versión en Yucata y su propia App, que es francamente bonita aunque la inteligencia artificial no sea para tirar cohetes.
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