Siempre me ha parecido que Conor Oberst luce un talento, una genialidad y una hiperactividad asombrosas. En eso es muy parecido a M Ward o Jim James, un monstruo folkero. Sus dos últimos trabajos fueron en mi opinión sobresalientes a la par que complementarios. Su "Ruminations" y "Salutations" son imprescindibles para comprender su magia, para entenderle como artista. Definiendo en ambos casos su estilo, su paleta de colores. El geniecillo nebraskero se ha sacado de la chistera y sin previo aviso, casi en secreto, un disco que es toda una maravilla. Better Oblivion Community Center es el nombre de este nuevo proyecto de Oberst, y su colección de canciones la firma a dueto con Phoebe Bridgers bajo el mismo nombre de la banda. Las nuevas canciones tienen mucho pero mucho de Conor, pero realmente el distintivo, la diferencia, la magia... la pone la espléndida voz de Phoebe Bridgers que seduce de primeras y luego te da un buen revolcón. La californiana de tan solo 24 añitos, es todo un despelote vocal. Comenzó en el sello de su amigo Ryan Adams, de ahí a formar "Boygenius" y finalmente caer en los brazos de Oberst y firmar un disco excelente. Oberst consigue con sus nuevas composiciones una atmósfera melancólica mientras que Bridgers aporta la belleza y dulzura. Siendo la señorita Phoebe vital para este proyecto, sin Oberst no habría nada. De él sale todo, y su voz se complementa a la perfección con la de Bridgers, dándonos como resultado una decena de canciones bonicas del to.
Better Oblivion Community Center - Better Oblivion Community Center (2019): 01.- Didn’t Know What I Was in For/ 02.- Sleepwalkin’/ 03.- Dylan Thomas/ 04.- Service Road/ 05.- Exception to the Rule/ 06.- Chesapeake/ 07.- My City/ 08.- Forest Lawn/ 09.- Big Black Heart 10.- Dominos.
La inicial "Didn't know what I was in for" define el sonido y la linea a seguir. Vocalmente de pelos de punta y con un folk moderné la canción te atrapa cuando entra Oberst y da el contrapunto vocal. Emotiva y épica. Simplemente maravillosa. "Sleepwalking" tiene algo noventero, me encanta. Oberst lo borda, estamos ante una de mis favoritas. "Dylan Thomas" luce guitarras smitheras y melodía redonda en la que vemos lo bien que empastan vocalmente ambos y donde hay conexión y buen rollismo. "Service Road" podría estar en cualquier disco de Oberst, es una marca de la casa. Un tema de diez. "Exception to the rule" es la que menos me gusta del lote, no por ser mala pero sí por desentonar un algo, por suerte no toman esos derroteros y con la preciosa "Chesapeake" retoman lo que para mi hace a este disco un imprescindible del año. "My City" luce unas guitarras estupendas, un duo popero estupendo que nos conduce a una de las canciones del disco, "Forest Lawn", y una de mis favoritas. Los dos últimos temas confirman lo sabido, que Oberst la ha vuelto a liar, que ha vuelto a dar en la diana y ya van tantos, tantísimos discos que podemos caer en acostumbrarnos y no darle importancia pero es que estamos ante un artista gigantesco. Como digo, la algo más oscura "Big Black Heart" y "Dominos" con su recitado radiofónico a lo M Ward ponen punto final a un disco estupendo.
La inicial "Didn't know what I was in for" define el sonido y la linea a seguir. Vocalmente de pelos de punta y con un folk moderné la canción te atrapa cuando entra Oberst y da el contrapunto vocal. Emotiva y épica. Simplemente maravillosa. "Sleepwalking" tiene algo noventero, me encanta. Oberst lo borda, estamos ante una de mis favoritas. "Dylan Thomas" luce guitarras smitheras y melodía redonda en la que vemos lo bien que empastan vocalmente ambos y donde hay conexión y buen rollismo. "Service Road" podría estar en cualquier disco de Oberst, es una marca de la casa. Un tema de diez. "Exception to the rule" es la que menos me gusta del lote, no por ser mala pero sí por desentonar un algo, por suerte no toman esos derroteros y con la preciosa "Chesapeake" retoman lo que para mi hace a este disco un imprescindible del año. "My City" luce unas guitarras estupendas, un duo popero estupendo que nos conduce a una de las canciones del disco, "Forest Lawn", y una de mis favoritas. Los dos últimos temas confirman lo sabido, que Oberst la ha vuelto a liar, que ha vuelto a dar en la diana y ya van tantos, tantísimos discos que podemos caer en acostumbrarnos y no darle importancia pero es que estamos ante un artista gigantesco. Como digo, la algo más oscura "Big Black Heart" y "Dominos" con su recitado radiofónico a lo M Ward ponen punto final a un disco estupendo.
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