Cuando saltó la noticia no me lo podía creer. Damon Albarn retomaba aquel proyecto con superbanda incluida que operaba bajo el nombre de The Good, The Bad and The Queen. Lo hacía once años después de aquel tremendo artefacto casi experimental y fuera de toda comercialidad. Para lo comercial y sus jugueteos ya tiene a sus Gorillaz, incluso experimentó en la vuelta de Blur con el fallido "The Magic Whip" del 2015, pero visto que este año ya había entregado disco nuevo con sus Gorillaz jamás hubiese esperado un servidor, y no precisamente para este año, un nuevo disco de Albarn en solitario junto a sus compinches Paul Simonon, Simon Tong y Tony Allen. Y lo digo porque para un servidor su "Everyday Robots" del 2014 es POM aunque no os halláis dado cuenta todavía. Albarn con ese disco había entregado lo mejor de su repertorio, en cualquiera de sus formatos, desde tal vez "13" con Blur, y aquel disco databa de 1999. Así, que mucho había llovido desde entonces. Por cierto, aquel disco tenía algunas canciones que sin duda fueron el germen, la semillita, de lo que luego apareció en el disco debut de la superbanda. Acordaos sino de "1992", era puro The Good, The Bad and The Queen.... Volviendo a ellos, al debut... Allí encontrábamos auténticas joyas. Sobretodo tres que me robaron el alma entonces, y ahora. Hablo de "History Song", "80's" y "Herculean", aunque tampoco os negaré que el resto me mantuvo embrujado durante mucho tiempo. Dicho esto, y contra todo pronóstico, Albarn sorprende con un nuevo disco titulado "Merrie Land", en el cual las letras adquieren una importancia vital, por como desgrana y describe la situación actual de la vieja Inglaterra. Todo con un estilo increíble que va desde la portado "old fashion", a los videoclips extravagantes con ese muñeco de ventrílocuo. En cuanto a la música, qué decir? qué es maravillosa. Basado creo yo, acertadamente, en la base rítmica con un Paul Simonon en plena forma y un sobresaliente, casi sideral, Tony Allen. El disco emana puro Brittish. Tiene ese aroma a pura britania, de todas sus épocas. Desde los clásicos Beatles a los juguetones Small Faces, pasando por sonoridades tipo Specials o Madness... Hasta lógicamente la influencia de su maestro Ray Davies... y el legado de sus Blur. Todo como digo tocado por la barita mágica de Simonon y Allen.... Todo provocando un disco soberbio, una colección de canciones que rozan la excelencia.
The Good, The Bad and The Queen - Merrie Land (2018): 01.- Introduction/ 02.- Merrie Land/ 03.- Gun to the Head/ 04.- Nineteen Seventeen/ 05.- The Great Fire/ 06.- Lady Boston/ 07.- Drifters & Trawlers/ 08.- The Truce of Twilight/ 09.- Ribbons/ 10.- The Last Man to Leave/ 11.- The Poison Tree.
Once temas que en realidad son diez componen este enorme y brutal artefacto sonoro. Una escueta introducción da paso al tema que da nombre al disco. "Merrie Land" es un tema soberbio. Aires circenses, aires a Londres de finales de los sesenta, a Beatles apimentados, a Kinks y a Small Faces.... La producción de Visconti es muy Bowie también. Adorna y empaqueta pero deja respirar las melodías y sobretodo la voz de Albarn que luce espléndida. Temazo. "Gun to the head" comienza con unas flautas que firmarían las "caritas" (esos silbiditos!) ese final tan Beatle!!!, tan "A day in the life"... Preciosa melodía y magnífica letra. Esencia british. Perfectamente encajaría en un disco pasado de Blur. La descripción de un país que ya no está aunque debería en "Nineteen seventeen" es estupenda. Destaca la percusión de Allen. Sencillamente brillante. "The great fire" me tiene enamorado. Son palabras mayores. Muy Bowie sí, muy cabaretera, muy "whisky bar" de Brecht. La maravillosa "Lady Boston" no cede ni un ápice en calidad. El disco se muestra en su ecuador grandioso. La canción es pura sencillez vestida con ruidos fantasmales reales, un coro de perdedores y decadencia británica..... Estupenda. "Drifters and Trawlers" es un tema marca de la casa de Albarn que hipnotiza con las escuchas mientras que "The Truce of Twilight" nos lleva mentalmente a los setenta. Destaca Simonon dándole ese toque tan "Clash", tan "Special"... Uno de mis temas favoritos del disco y del año..... Y llega "Ribbons" y me desarma. Pure and easy. Preciosa. Recitado inicial para dar paso a "The last man to leave" que vuelve al tono circense, al hippie de los Small Faces o como muchos dicen al tonito de Brecht.... Y cierran con la estupenda "The poison tree", con melodía bonita y circular que es puro britania, pura tradición inglesa.... Cierran un disco que con las escuchas se hace enorme y que se encarama a lo puestos altos de favoritos del año. Discazo de Albarn, otro más, el verdadero último genio brit.
Le volveré a dar una escucha, es lo mínimo que puedo hacer después de leer tu textazo, pero me lo he oído varias veces (adoro el debut de 2007) y no me ha dicho gran cosa en comparación con ese, me ha parecido correcto sin más. Pero lo dicho, volverá a sonar. Saludos!
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