Dave Rawlings Machine - Nashville Obsolete (2015)

Estaba escrito en las estrellas, tarde o temprano los caminos de David Rawlings y los míos se cruzarían en este 2015, es el destino y en su contra nada se puede hacer. A mi tocayo aquí en la Tierra ya lo conocía. Primero debido a mi faceta de rey del chismorreo pues Rawling es el marido de Gillian Welch (aunque realmente no sé si han pasado o no por la vicaria), una de esas artistas de la americana y el country que a un buen amante de la música (no sólo de ese género o estilo) no se le debería pasar por alto, autora de por ejemplo una gran obra como es "The Harrow and the Harvest" del 2011, además es bastante atractiva a pesar que los años no pasan en balde y colabora con el bueno de Dave en su proyecto musiquero donde él lleva la voz cantante, su Dave Rawlings Machine con el cual debutaron en 2009 con esa joya oculta, a mi al menos me pasó inadvertida entonces, llamada "A friend of a friend". Y segundo por su faceta de productor o de músico colaborador, tanto de esa bella señora con la que duerme y se levanta cada día, como por serlo por ejemplo de Brigth Eyes en "Cassadaga", Brian Adams en "Heartbreaker", Robyn Hitchcock en "Spooked", los Heartbreakers de Petty o mis amados Old Crown Medicine Show. Como véis tarde o temprano tenía que enamorarme de uno de sus discos, estaba escrito en las estrellas.

Justo después del verano llegó a mis manos "Nashville Obsolete" intentando hacerse un hueco entre tanto disco acumulado en casa mientras un servidor intentaba separar el grano de la paja con interrupciones provocadas por ruidismos que no llegaban a la calidad del señor Rawlings pero que sí hacían que uno perdiese sin querer el norte, y ojo, que todo no ha sido desperdiciar el tiempo pues durante este periodo de tiempo he disfrutado y encontrado auténticos tesoros sonoros. Pero aunque tarde, lo mío con "Nashville Obsolete" ha sido un flechazo, casi cada año me pasa y es que yo señores soy muy enamoradizo, ya me pasó con aquel disco tardío y maravilloso de Howe Gelb, "The Coincidentalist", que dio la vuelta a mi corazón cual calcetín atomatado. Discos ambos que necesitan de una ambientación concreta, un poquito de frío, colores otoñales, cielos grises y mucha calidez hogareña. Entonces es cuando Rawlings me hace suyo y no me suelta, y sin miedo a exagerar o a equivocarme, estoy más que seguro que este disco estará entre mis cinco favoritos del año. Los míos claro, de los que he escuchado o por los que me he interesado y no se han quedado en el cajón de pendientes, pues uno no dispone de todo el tiempo del mundo y cuando encuentra un disco como el que hoy nos ocupa me tiene enganchado días, semanas y meses. "Nashville Obsolete" es el segundo disco de la Máquina de Dave Rawling, con el propio David a la cabeza, Gillian de escudera y una cantidad inmensa de grandes músicos que nos hacen vibrar, todo con ese deje, esa lección aprendida de los más grandes, de Papá Bob y de Tito Neil, todo lo aprendido en sus master-class lo encontraremos aquí, no sé si mejor pero desde luego sí a su altura pues estamos ante un disco mágico y aunque lo diga a menudo, bonico del to. Vamos pues con sus canciones, con sus bellos tesoros, no sin antes recomendaros otra reseña, la del señor Addison de Witt que fue quién me puso en la pista de este disco. Reseña fabulosa en rock&more, y como no la de Joserra Rodrigo en el Exile SH Magazine.

Dave Rawlings Machine - "Nashville Obsolete" (2015): 01.- The Weekend/ 02.- Short Haired Woman Blues/ 03.- The Trip/ 04.- Bodysnatchers/ 05.- The Last Pharaoh/ 06.- Candy/ 07.- Pilgrim (You Can’t Go Home).

"The Weekend" atraviesa mi alma para dejarla hecha añicos mientras el fantasma de Tito Neil se pasea por el disco sin disimulo alguno, dejándonos ese regusto a lo que vendría a ser justo después de la fiebre del oro justo antes de que el mismísimo Young recogiese su cosecha .... ya me entendéis. Espeluznante, piel de gallina. A esta maravilla sonora le sigue tal vez la que puedo decir que es mi canción favorita de todo el artefacto, con otra entrada muy neilyounguera como no, y es que"Short-haired woman blues" es una POM dentro de una POM con la señora Welch arropando la voz de David, dándole matices, color, cuerpo... dándole belleza absoluta mientras la canción avanza por senderos ya visitados pero que no por eso dejan de ser excepcionales. Senderos que nos conducen al viaje, al viaje que nos brindan en "The Trip" donde el country es narrado al inicio recordándome a tonadillas del estilo maravillosas como aquel "Far away eyes" Stoniano pero tal vez mejor aún. Tarda en dejar el recitado y entrar con el estribillo pero cuando lo hace uno se derrite. El viaje dura más de diez minutos pero parecen un suspiro pues estamos ante un tema celestial. Algo más de vitalidad nos ofrece "Bodysnatchers" que sigue la misma fórmula utilizada una y otra vez por Tito Neil, incluso esa voz que se queda grabada en nuestros cerebelos, otro de mis temas, "The Last Pharaoh" es un dueto preciosérrimo de David y Gillian, juguetona, simpática, bella...., que junto a "Candy" nos ofrece un par de canciones de country clásico, con dueto y que simplemente hacen que el disco llegue a cotas inenarrables por su increíble perfecta y bella simpleza, donde en esta última nos dejamos arropar por un delicioso violín. Y cerramos este grandioso disco con "Pilgrim (you can't go home)", una obra maestra, una canción increíble, mágica, inigualable donde podemos encontrar todo lo que nos gusta: esa americana de rompe y rasga, la de The Band y Bob, la de Tito Neil, la de Townes Van Zandt, la de Jackson Borwne, la de los CSN, incluso un regusto en la parte final al León de Belfast....  y así darnos el que tal vez sea el mejor disco del año, al menos el más bello, al menos el que creo que mejor define lo que para mí es la felicidad y la belleza musical. Si aún no habéis caído en sus redes dejad que vuestros cuerpos preparen este fin de semana la maleta repleta de caramelos y así emprender el viaje junto a vuestra esposa de pelo corto para ver al último faraón y no volver a casa cual peregrino, pues así está escrito en las estrellas.