La brutal y espectacular portada de "O Furacán" despertó en mi un desasosiego fuera de lo normal, unas ganas inexplicables de escuchar aquel artefacto, una necesidad imperiosa como la que uno podría sentir al pasar sin beber ni una gota de agua durante dos días en el desierto y encontrarse de repente una cervecita rubia fresquísima delante de sus narices. Es decir, me iba la vida en ello. Demasiadas esperanzas puestas en el disco de la banda gallega Dixie Town? puede, pero esas esperanzas, esas expectativas se vieron totalmente justificadas al escuchar el disco, perdón, el discón de esta banda gallega de blues-rock, de guitarras, de alma, de fuerza, de sólo rocanrol pero nos gusta. Aquel disco tenía auténticas bombas de relojería, temazos de esos descomunales que te mantienen en modo trempera durante días y semanas, por ejemplo "The Pills","The place I call home”, “Hill county breakdown”, “Future blues”, “Doublecrossed”, “Troublemaker” y como no “A life, a lie”, mi favorita del lote. Como decía una bomba de nitroglicerina para nuestros oídos y una alegría para nuestros fofisanos cuerpos. Lo mostrado aquí sirvió para repasar la carrera de la banda “Hardnighters, Bluesbelievers”(2007), “Overdrive”(2009) y “Fat & Superb”(2010) pero sin duda el acabose definitivo llegó el año pasado con el concierto "Burned Alive" que servía de repaso a toda su carrera y donde demostraban que son una grandísima banda de rocanrol, banda formada por Oscar Fontán, bajista; Lucas Ferrández a la batería y a la guitarra y con la voz cantante Pepe Ferrández quién nos regaló su presencia en la entrevista Face to Face de las Isla Nikochiana que me sirvió para conocerle mejor y quererle aún más. A todo esto en 2015 sueltan la noticia de un nuevo disco, se filtra la porta y uno alucina, portadón. Se filtra el título y se me pone dura (Same Old Story) y comienza a aparecer los singles de presentación y no llega el día de poner el disco en el reproductor de casa a toda mecha. Y ese día llegó, y ese día se me pusieron todos los pelos de punta. Los de Vigo abren su paleta de colores para este nuevo trabajo. Maduro lo llamarán algunos, otros como yo lo llamarán discazo del copón bendito. Sí es verdad que suenan a más cosas, que suenan mejor, mejor que nunca. La producción llega de manos de Hendrik Röever y el trío gallego se convierte en cuarteto, Isaac Campos a los teclados le da un punto menos blues-rock y más rocanrol clásico, más próximo a los Stones setenteros, además de en ocasiones deleitarnos con secciones de viento que le dan un gusto más clásico, en el buen sentido de la palabra, aunque no olviden su blues-rock, sus cortes a lo Hendrix, a lo Rory Gallagher, Muddy Waters o Albert King. Amén. Y ahora, sin prisa pero sin pausa me dispongo a destripar el que para mi es sin duda uno de los mejores trabajos del año.
Dixie Town – “Same Old Story” (2015): 01.- Up/ 02.-
Taste It/ 03.- Maybe/ 04.- Down The Road/ 05.- My Lord/ 06.-Useless Dog/ 07.-
Friends/ 08.- Lightnin' Hopkins/ 09.- Long Time Running/ 10.- Lost Peter's Blues/
11.- Mongo/ 12.- Real Funky Woman/ 13.- No Regrets/ 14.- This Side Of The
Street.
Con escuchar los primeros segundos de "Up" ya me tienen ganado, con esas guitarras stonianas y ese deje al Jagger de los setenta, el delicioso hammond y un estribillo parta cantar a pechopalomo en grandes estadios con sus vientos a lo E Street Band. Temón del copón. En "Tasted it" nos dan a probar su ya clásica receta de blues-rock que nos sigue encantando porque es la misma historia de siempre pero nos gusta (y cada vez más), un sabor a mi querido irlandés Rory, con esa guitara que cabalga salvajemente como en aquella "Country Mile".. y es que hasta el título recuerda a Rory, Taste!!!. En "Maybe" (mi tema favorito del disco) es tal vez donde se ve con mayor claridad el avance de la banda, una canción que suena a clásico instantáneo, aquello a lo que muchas bandas de nuestros tiempos intentan llegar pero tan solo algunos como por ejemplo Israel Nash Gripka en aquel fantástico "Barn doors and concrete floors" han conseguido alcanzar. El piano juguetón de "Down the road" nos vuelve a llevar al rock stoniano, al del Exile, al del "It's only rock and roll", y la brutalidad de "Lord" nos deja de pasta de boniato (my Lord!), un tema de esos que en directo será la repanocha (my Lord!), sudor, alcohol y lo que se tercie.... My Lord!!! La intro con el hammond de "Useless Dog" es para quitarse el sombrero, algo VanMorrisoniana, sonando a clásico, sonando a como sonaba el señor Rod Stewart cuando se dejaba de mariconadas, uno de los temas del disco, os lo digo sin cruzar los dedos. Un poquito de blues del bueno en "Friends" y en "Lightnin' Hopkins" demostrando que no hay nadie como ellos que borden este estiloso estilo en el país de la bellota. Como canta Pepe "Long time running" es de traca, realmente en este disco demuestra más detalles, más colores que se dice, de lo que había mostrado hasta la fecha, sin duda la voz es lo mejor del tema con regusto al Boss, al mejor, al de antaño. Más blues, más del bueno en "Lost Peter's blues", canción de esas para escuchar en soledad con algún espirituoso de alta graduación, blues de los setenta, profundo, cojonudo. Otro de mis temas favoritos del disco, me encanta como estalla y vuelve a la calma, Hendrixiano a tope. "Mongo" es rock clásico, rock en toda regla, sureño y de barba como lo es también el pelotazo "No regrets", entre medias la maravillosa "Real funky woman" y para cerrar este grandísimo disco, de los mejores del año, nos deleitan con "This side of the street", cerrando a lo grande, como los grandes, a lo "zeppelin", con acústicas y bellos acordes, con dulzura, con magia... aunque en realidad tanto la voz de Pepe como los acordes me recuerdan al Jagger de Beggar Banquet, es decir, a maravilla pura, y sí, será la misma historia, la misma vieja historia que sin embargo nos sigue dando placer.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
0 comentarios:
Publicar un comentario