De vueltas con lo superhéroes, de vueltas con los justicieros de Marvel, de vueltas con Netflix. No estaba en mis planes ver esta serie, la verdad es que en mi mente existía la certeza de que era un mierda absoluta pero es que un servidor la confudió con otra, con The Flash, cuando me fue recomendada por mi hermanísimo, por el señor Black Meeple. Casi me meo en su cara de la risa pensando que era esa basura que se proyecta en Antonia 3 y que sin duda tiene más que ver con el ninja Águila roja medieval que con los serios y musculosos héroes comiqueros. Además nunca he sido muy fan de Daredevil, eso es muy indie, yo soy más de Batman o mejor dicho, de sus villanos y por ese motivo adoro Gotham pero al ver el primer episodio de Daredevil me quedé con la boca abierta y el culo prieto. Factura impecable, historia bien medida, vale que con algún que otro pero inicial incluso con el del protagonista, ya que no me acababa de cuadrar Charlie Cox en el papel de Matt Murdock/Daredevil. El señor Cox es aquel joven irlandés que acabó con la cabeza en una caja en casa de Nucky Thompson aunque no lo creáis pero no me pegaba al principio y al final me ha convencido del todo. Por otro lado está el villano, Wilson Fisk/Kingpin, que es brutal y...... qué cojones, toda la serie es excelente no os quiero mentir, y además sale Rosario Dawson!!!!!. Como digo los archienemigos no podrían estar mejor caracterizados, sus conflictos, sus dudas, sus objetivos... a un ritmo perfecto y con los flashback necesarios, ni más ni menos, si a esto añadimos los personajes secundarios muy bien tratados, véase Foggy Nelson y Karen Page (aquella vampirita buenorra de True Blood) pues ya somos felices del todo. Os la recomiendo a todos, es una gran serie, vale, no es ni será The Wire pero nos hará pasar grandes momentos.... Esperando desde ya la segunda temporada y ver a The Punisher interpretado por Jon Bernthal... ..
La brutal y espectacular portada de "O Furacán" despertó en mi un desasosiego fuera de lo normal, unas ganas inexplicables de escuchar aquel artefacto, una necesidad imperiosa como la que uno podría sentir al pasar sin beber ni una gota de agua durante dos días en el desierto y encontrarse de repente una cervecita rubia fresquísima delante de sus narices. Es decir, me iba la vida en ello. Demasiadas esperanzas puestas en el disco de la banda gallega Dixie Town? puede, pero esas esperanzas, esas expectativas se vieron totalmente justificadas al escuchar el disco, perdón, el discón de esta banda gallega de blues-rock, de guitarras, de alma, de fuerza, de sólo rocanrol pero nos gusta. Aquel disco tenía auténticas bombas de relojería, temazos de esos descomunales que te mantienen en modo trempera durante días y semanas, por ejemplo "The Pills","The place I call home”, “Hill county breakdown”, “Future blues”, “Doublecrossed”, “Troublemaker” y como no “A life, a lie”, mi favorita del lote. Como decía una bomba de nitroglicerina para nuestros oídos y una alegría para nuestros fofisanos cuerpos. Lo mostrado aquí sirvió para repasar la carrera de la banda “Hardnighters, Bluesbelievers”(2007), “Overdrive”(2009) y “Fat & Superb”(2010) pero sin duda el acabose definitivo llegó el año pasado con el concierto "Burned Alive" que servía de repaso a toda su carrera y donde demostraban que son una grandísima banda de rocanrol, banda formada por Oscar Fontán, bajista; Lucas Ferrández a la batería y a la guitarra y con la voz cantante Pepe Ferrández quién nos regaló su presencia en la entrevista Face to Face de las Isla Nikochiana que me sirvió para conocerle mejor y quererle aún más. A todo esto en 2015 sueltan la noticia de un nuevo disco, se filtra la porta y uno alucina, portadón. Se filtra el título y se me pone dura (Same Old Story) y comienza a aparecer los singles de presentación y no llega el día de poner el disco en el reproductor de casa a toda mecha. Y ese día llegó, y ese día se me pusieron todos los pelos de punta. Los de Vigo abren su paleta de colores para este nuevo trabajo. Maduro lo llamarán algunos, otros como yo lo llamarán discazo del copón bendito. Sí es verdad que suenan a más cosas, que suenan mejor, mejor que nunca. La producción llega de manos de Hendrik Röever y el trío gallego se convierte en cuarteto, Isaac Campos a los teclados le da un punto menos blues-rock y más rocanrol clásico, más próximo a los Stones setenteros, además de en ocasiones deleitarnos con secciones de viento que le dan un gusto más clásico, en el buen sentido de la palabra, aunque no olviden su blues-rock, sus cortes a lo Hendrix, a lo Rory Gallagher, Muddy Waters o Albert King. Amén. Y ahora, sin prisa pero sin pausa me dispongo a destripar el que para mi es sin duda uno de los mejores trabajos del año.
Dixie Town – “Same Old Story” (2015): 01.- Up/ 02.-
Taste It/ 03.- Maybe/ 04.- Down The Road/ 05.- My Lord/ 06.-Useless Dog/ 07.-
Friends/ 08.- Lightnin' Hopkins/ 09.- Long Time Running/ 10.- Lost Peter's Blues/
11.- Mongo/ 12.- Real Funky Woman/ 13.- No Regrets/ 14.- This Side Of The
Street.
Con escuchar los primeros segundos de "Up" ya me tienen ganado, con esas guitarras stonianas y ese deje al Jagger de los setenta, el delicioso hammond y un estribillo parta cantar a pechopalomo en grandes estadios con sus vientos a lo E Street Band. Temón del copón. En "Tasted it" nos dan a probar su ya clásica receta de blues-rock que nos sigue encantando porque es la misma historia de siempre pero nos gusta (y cada vez más), un sabor a mi querido irlandés Rory, con esa guitara que cabalga salvajemente como en aquella "Country Mile".. y es que hasta el título recuerda a Rory, Taste!!!. En "Maybe" (mi tema favorito del disco) es tal vez donde se ve con mayor claridad el avance de la banda, una canción que suena a clásico instantáneo, aquello a lo que muchas bandas de nuestros tiempos intentan llegar pero tan solo algunos como por ejemplo Israel Nash Gripka en aquel fantástico "Barn doors and concrete floors" han conseguido alcanzar. El piano juguetón de "Down the road" nos vuelve a llevar al rock stoniano, al del Exile, al del "It's only rock and roll", y la brutalidad de "Lord" nos deja de pasta de boniato (my Lord!), un tema de esos que en directo será la repanocha (my Lord!), sudor, alcohol y lo que se tercie.... My Lord!!! La intro con el hammond de "Useless Dog" es para quitarse el sombrero, algo VanMorrisoniana, sonando a clásico, sonando a como sonaba el señor Rod Stewart cuando se dejaba de mariconadas, uno de los temas del disco, os lo digo sin cruzar los dedos. Un poquito de blues del bueno en "Friends" y en "Lightnin' Hopkins" demostrando que no hay nadie como ellos que borden este estiloso estilo en el país de la bellota. Como canta Pepe "Long time running" es de traca, realmente en este disco demuestra más detalles, más colores que se dice, de lo que había mostrado hasta la fecha, sin duda la voz es lo mejor del tema con regusto al Boss, al mejor, al de antaño. Más blues, más del bueno en "Lost Peter's blues", canción de esas para escuchar en soledad con algún espirituoso de alta graduación, blues de los setenta, profundo, cojonudo. Otro de mis temas favoritos del disco, me encanta como estalla y vuelve a la calma, Hendrixiano a tope. "Mongo" es rock clásico, rock en toda regla, sureño y de barba como lo es también el pelotazo "No regrets", entre medias la maravillosa "Real funky woman" y para cerrar este grandísimo disco, de los mejores del año, nos deleitan con "This side of the street", cerrando a lo grande, como los grandes, a lo "zeppelin", con acústicas y bellos acordes, con dulzura, con magia... aunque en realidad tanto la voz de Pepe como los acordes me recuerdan al Jagger de Beggar Banquet, es decir, a maravilla pura, y sí, será la misma historia, la misma vieja historia que sin embargo nos sigue dando placer.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
Expectativas muy altas, tal vez demasiado altas, sin duda demasiado altas. Expectativas altas que sólo pueden llevarme a una cosa: la decepción. Película de Christopher Nolan quién anda bastante bien en mi valoración personal pero al que no reconozco ningún peliculón ni ningún desastre. Para mi no es un grande ni lo será pero sus películas suelen ser notables. Además en este film contamos con el aplaudido Matthew McConaughey, aplaudido desde su "True Detective" y el "Dallas Buyers Club" aunque siempre ha sido un actor quiero y no puedo, y ya os adelanto que aquí es un no puedo. El resto: la Hathaway que a mi no me gusta nada ni la encuentro guapa mira por donde, el señor Caine que ya está para hacer de mayordomo o de vieja gloria que caliente el té (aunque su presencia siempre es bienvenida porque él sí es un grande) y la Chastain que últimamente me la encuentro en la sopa, ah coño!! y el pluriempleado Matt Damon, hay algún film blockbuster donde no salga este tipo?. Es decir, pasta a tutiplén bien acompañada por efectos especiales para dar y regalar con la excusa de que no es un film de ciencia-ficción sino filosófico... y una mierda!!! filosofía de garrafón. Demasiado larga, demasiado aburrida, demasiado previsible y demasiados demasiados para ponerla en un altar como se ha hecho por doquier. Para un servidor, pasable. Nada más. Me estoy perdiendo..... Uno que tiene los huevos pelaos de tanta fantasía intergaláctica sabía desde (... ojo, spoiler!!!) ... el minuto uno que el fantasma de la librería era el propio padre en un futuro/otra dimensión/o el puto tiempo relativo... se veía venir... lo siento, desde entonces incontables minutos hasta que se deciden a cerrar la historia... tanto rollo pa'ná, pues eso. Así lo podría resumir y quedarme tan ancho. Así que para qué daros el coñazo, no está mal pero no estaría en mi lista de mil películas fantásticas que ver antes de morir.... más ancho que largo, ya te digo.
La presencia de The Hanging Stars en la coqueta sala barcelonesa Heliogàbal del barrio de Gràcia era muy esperada y deseada por un servidor. El nuevo y prometedor grupo londinense formado a partir de la interesantísima pero extinguida banda The See See venía a enseñarnos en directo sus composiciones country-folk galácticas que beben directamente de lo Byrds, de la lisergia sesentera californiana y que los aproxima como bien ya se dijo en el Exilio a unos Beachwood Sparks volcados en la belleza y las harmonías vocales. La dificultad o el handicap si es que había alguno era la no presencia de un disco propiamente dicho que al parecer nos llegará a principios del 2016, sí de un single con dos canciones estupendísimas como Golden Vanity y Floodbound que lógicamente sonaron preciosas durante el concierto y un EP a la venta también in situ. La pequeña sala dotaba de calidez a la actuación: pequeña, coqueta, confortable.... , pero aunque no son un grupo conocido ni tan solo con un disco a la venta fue sorprendente la poca afluencia de público. No conté al personal pero no había ni treinta personas, increíble. Por un lado sabe mal por los músicos pero supongo que deben cobrar igual y hacen así la promoción aunque dudo que el asunto salga rentable, por otro lado me alegro de haber visto casi como bolo privado a esta banda que seguro, una vez escuchado su directo y salga su disco, el año que viene estarán en boca de muchos. Concierto más o menos de una hora donde lógicamente sonaron, y lo hicieron absolutamente geniales y plenas de belleza Golden Vanity y Floodbound. Sonaron canciones que formarán parte de su próximo disco, sonaron Cripple shining blues, Cure your ills y I'm no good without you, ésta sobretodo sonó espectacular con una harmónica desbocada. Antes del ya clásico "encore" se despidieron con "The house on the hill", un temazo como ya apuntaba su escucha enlatada pero que en directo se torna un auténtico espectáculo que nos teletransporta a otra década. Grandes estos The Hanging Stras, darán que hablar.
Os dejo con "The house on the hill" de otro día, en otra sala, en otra ciudad... sólo para poneros los dientes largos.
A mediados del 2005 un tipo llamado Jonathan Acosta originario de Memphis trabajaba como carpintero entre semana, durante los fines de semana dejaba el martillo y los clavos y se dedicaba a actuar de clown en fiestas para niños durante las tardes mientras que por las noches tocaba como bajista del grupo “Viva L’American Death Ray Music”. Jonathan estaba enamoradísimo, era un tipo feliz. Eso duró poco pues su relación con Ivonne Bono se fue al traste, a tomar por culo vamos, acabando todo como el rosario de la aurora. Así es como Jonathan Acosta adopta el nombre de Harlan T. Bobo, se encierra en un estudio con su corazón roto, su dolor y su enorme rabia y despacha para mi gusto uno de los mejores discos del 2006 y uno de los mejores discos que yo he escuchado en mi vida sobre desamor titulado “Too much love”. Sin discográfica que le respaldase ni padrinos adinerados, Harlan, graba el disco, le pone una portada horrenda y empieza a regalarlo a amigos y conocidos sirviéndole como terapia. Finalmente, el disco llega a las manos apropiadas y “Too much love” acaba publicándose en Goner Records. Un disco cortísimo, un poquito más de media hora, lleno de canciones de desamor y dolor. Canciones intensas, descarnadas, canciones adornadas de cierto misterio y rabia, canciones llenas de revancha, de sentimientos. Grandes canciones. Harlan mezcla muy bien el rock con la balada dándole a todo un toque americano impresionante, siguiendo la tradición de cantautores como Dylan o Cohen, incluso se puede apreciar un regusto al Nick Cave lloroso y lleno de rabia. Ya digo, un discazo de tomo y lomo que contaba con temazos como “Left your door unlocked”, “Stop”, “Mr Last Week” y “Bottle and hotel".
En 2007 después de haberse desecho del sentimiento de perdedor, de haberse recuperado del dolor de la separación nos sigue entregando un manual musical de cómo superar un hecho de esas características. “I’m your man” es un disco más alegre, es un disco positivo, y en términos generales es un disco mejor que su debut. Su sonido se perfecciona, su estilo se asienta y seguimos disfrutando de unas letras acojonantes con un gran sentido del humor, una música rocanrolera de cojones, y de canciones redondas. A pesar de comenzar de forma magistral con un tema simpático y ligero como “I’m your man”, el disco va por otros derroteros, es algo más rocanrolero, más durico. Así lo apreciamos por ejemplo en las psicodélia de “God’s lamb” y la estupendísima “My life” donde nuestras piernecicas no podrán parar de moverse al ritmo de la percusión, pero que nadie piense que ha cambiado su estilo, aquí hay tiempo para delicadas maravillas como “Baptist Memorial” con ese recuerdo a Lou Reed por su tono y sus maneras, “Pragmatic woman” y “Last step” donde aparecen guitarras sureñas aderezado con unas gotas de soul y jazz. Sin duda para Harlan T Bobo fue duro romper con aquella muchacha pero como dicen el tiempo lo cura todo, y es en 2010 cuando realmente deja todo atrás y da un paso o dos hacia delante. Si “Two much love” significó el hundimiento de un hombre después de una cruel y dura separación, “I'm your man” fue el resurgir de ese mismo hombre al sacar la cabeza del agujero donde se había metido y vislumbrar algún que otro rayo de luz. Entiéndase en este caso rayo de luz como mujer que te succiona, te folla y te deja con un orgasmo inhumano del que cuesta recuperarse. Así pues, al dejar madurar esa nueva fase de su vida Harlan T. Bobo nos trae su nuevo trabajo, como siempre bastante personal y autobiográfico, donde el tipo después de decirnos que la vida era una mierda, nos dice ahora que todo es maravilloso.
La vida es dulce para Harlan, me alegro, pero “la vida es dulce” también es la canción que abre su nuevo disco “Sucker” (mamón). Todo empieza de forma bellísima con “Sweet life”, suena música de celebración, de victoria, suenan unos arreglos de cuerda preciosos para enseguida entrar Harlan con su impresionante voz, una mezcla de Lou Reed con la tonalidad y las pausas de Kurt Wagner. Enorme canción nada más comenzar, positivismo a tope para remarcarnos que es un tipo feliz. La armónica suena y a mi se me pone el bello de punta (sólo el bello, cabrones), tiene pinta de ser una canción marchosa pero no, es una cincuentada rocanrolera espectacular, qué digo, es fantasbulosa, deliciosa, joder “Hamster in a cage” es buenísima. Y es que Harlan no parece estar para bromas en este disco, es su disco de reivindicación, el de decir “aquí estoy yo!”, y siguiendo la estructura de las canciones de Lambchop o el mismísimo Bonnie “Prince” Billy nos suelta un “Oh Boy” tremendísimo, sin olvidarse de su herencia Velvetiana y es que me imagino esos coros cantados por Lou y doblados en falsete por Bowie, y me imagino a Harlan con pantalones de lentejuelas, peluca y la cara pintada gritando “Oh boy, oh boy.., this could be my lucky day..., oh boy”. En esos momentos volvemos a cabalgar en el sonido clásico americano con “Crazy with loneliness”. Rocanrol, rocanrol, rocanrol. Después de este comienzo devastador toca un momento folkie, una tonada perfecta llamada “Old man” para enseguida regalarnos otro de los platos fuertes del disco, ese vals velvetiano que responde al nombre de “Selfish life”.
Harlan sigue por la vía del folk-rock de los setenta con una canción que podríamos encabir directamente en el “Transformer”, ese disco que Bowie firmó con su pseudónimo de entonces: Lou Reed. Luego enlaza con otra que podría esta en aquel clásicazo nikochiano, la muy cabaretera “Perfect day”, alguien quiere más coincidencias con el viejo Lou? Pues escuchar la canción, y punto. Y es que este “Sucker” es un discazo de cabo a rabo, como lo demuestra su siguiente corte, “Bad Boyfriends”, que recupera la rabia y la fuerza de los setenta, rock con pose punkoide que en ningún momento se te podía pasar por la cabeza encontrar en este disco. “Energy” suena más al rocanrol marca de la casa que práctica Harlan, rocanrol tabernero, locuelo, con piano excitado y sobrevitaminado, una puta locura de canción. Y ya encarando la recta final del disco Harlan nos tiene preparada esa joya pastoral y folki llamada “Errand girl”, una de mis favoritas, que precede a la excelente “Drank” con esa guitarrita de lujo mezclándose con ruidos de vasos y copas que se rozan, se abrazan y se besan suavemente mientras brindan al final de la noche. Para acabar una franchutada divertida y cuca, una canción de juguete simplemente deliciosa que lleva el nombre de “Mlle. Chate” y que maravilla dejando un tremendo buen sabor de boca. En alguna edición encontraremos una canción extra “Worry” que no está nada mal. Tal vez estemos ante el mejor disco de Harlan T. Bobo hasta la fecha. Tal vez estemos ante el disco más completo, compacto y lleno de matices en cuanto a lo musical de Harlan porque a nivel de letras el tipo sigue en una linea tremendísima, sus "lyrics" no tienen desperdicio. Tal vez sea su disco más accesible, no por eso deja de ser un discazo. Mamones!
Harlan T. Bobo - “Sucker” (2010)
9/10
01.- Sweet Life/ 02.- Hamster In a Cage/ 03.- Oh Boy/ 04.- Crazy With Loneliness/ 05.- Old Man/ 06.- Selfish Life/ 07.- Perfect Day/ 08.- Bad Boyfriends/ 09.- Energy/ 10.- Errand Girl/ 11.- Drank/ 12.- Mlle. Chatte.
*post originalmente aparecido en Exile SH Magazine por Nikochan
Hoy toca hablar de una de las series del año. De Netflix, sobre narcotraficantes, sobre el gran Narco, sobre Pablo Escobar. Un servidor conocía más o menos la historia pero a groso modo, a brochazos, y esta serie me ha parecido espectacular y me ha abierto los ojos. Desde su secuencia inicial colocándonos en unos años, en una década, donde no había móviles ni gps... ni... bueno, otra época que parece la prehistoria pero que está a la vuelta de la esquina; hasta esos momentos tan bestiales como el atentado en el avión que hicieron que comprobará más tarde si realmente eso pasó, y sí pasó, como tantas otras cosas que pueden dejarnos patidifusos. Cansado de tronos de hierro, superhéroes en calzoncillos, monstruos de medio pelo y zombies que están de vuelta de todo, dos series son las que de momento han colmado mis expectativas: Show me a hero y Narcos. La lección de historia mezclada con una trama sobresaliente llena de violencia e intriga, con un pulso narrativo excelente y un nivel actoral de lujo (a excepción de algún que otro acento macarrónico) hacen de esta serie una de las series del año. Nos cuentan la historia de Escobar desde diferentes ángulos, lógicamente la de Escobar pero también la de los agentes en su busca y captura. Su ascensión meteórica en el mundo de la droga, su locura por ser aún más de lo que era, por estar por encima del bien y del mal que al final fue su perdición, hasta su lenta caída que le condujo a su muerte como no podía ser de otra manera. Simplemente Narcos es una serie imprescindible, sus diez episodios son una obra sobresaliente que todo el munndo debería ver. No se la pierdan, higuoputas!!!
... y esa canción.... esa maravilla...
El chocolate es un alimento imprescindible que se obtiene al mezclar azúcar y cacao (pasta y mateca de cacao mejor dicho). El cacao proviene de un árbol originario del Amazonas, el Theobroma Cacao, y al parecer Theobroma signífica "alimento de los Dioses", así que poca broma. Existen varios tipos de chocolate siendo el denominado negro el considerado el auténtico y genuino pues se obtiene a pelo de la mezcla que comentaba al principio de este didáctico post. A esa mezcla se le pueden añadir innumerables productos que ensalzan o minimizan su sabor... y luego tenemos el chocolate blanco, que ni es chocolate ni es nada, un sucedáneo que llegó para metérnosla doblada, muy atractivo visualmente, muy energético, cargadito de leche y no demasiado bueno para la salud. El soul vendría a ser nuestro chocolate musical mezcla de gospel y rhythm and blues que llegó fruto de la descendecia afroamericana siendo, no nos engañemos, la población negra el soul puro y quedándose en su mayoría los caucásicos cercanos al chocolate blanco. Dicho esto la ciencia y la vida evolucionan, no todo es blanco y negro, y en esta vida lo que a veces era blanco ahora es negro y viceversa. Durante los últimos años la pureza soul se ha diluido de una manera sobrenatural, extraña, sin explicación alguna. Encontramos oasis de buen gusto mezclados con coletazos retro de segundones del pasado con nuevas voces enlatadas y vendidas en los invasores Starbucks de la esquina. De la quema se salvan pocos, y de esos pocos no podemos salvar todos sus trabajos, como digo hay fogonazos, a veces los artistas ven la luz, y luego, en estos útlimos años tuvimos a Amy... pero eso sí que fue algo sobrenatural, como la Virgen de Lourdes, aunque la Winehouse de Virgen tenía poco o nada.
Lo más interesante del Soul de los últimos años está siendo el sello Daptone pero realmente tampoco aporta nada nuevo, simplemente nos venden a veteranos que en los años dorados eran segundas o terceras figuras, y como tienen tablas y vamos escasos de soul pues nos quedamos con aquello que nos dan, veáse Sharon Jones, Lee Fields o el mismísimo Charles Bradley que malos no son (más bien notabilísimos) pero quedan lejos de aquellos coetáneos que nos dejaron en ascuas. Luego tenemos los blanquitos retro como el repartidor de periódicos Eli o el último niño negro prodigio Leon Bridges que me dejó bastante frío e indiferente con su debut "Coming Home". El soul puro ya no existe y si lo hace es a través de Mesías como Danny y sus Campeones del Mundo porque lo que hace Danny por ejemplo en "What kind of love" es belleza pura, sentimiento... algo dificil de igualar. El soul en esta década se entrega adulterado, siempre como condimento de algo, de country-soul, de folk-soul, de pop, rock, gospel ... lo que sea, pero soul, lo que se dice soul... podemos contar los buenos discos con los dedos de una mano. Últimamente voy a la caza de ese disco soul que me devuelva la fe en el estilo, en esa música pero no lo encuentro y no hay realmente nadie que puede llegarme a estremecer (de nuevo Danny a parte), tengo que reconocer y confesaros que sí he encontrado uno que me ha tenido enganchado los últimos dos meses y que supongo yo seguirá sonando de vez en cuando en el hogar nikochiano. Hablo de un disco que ni es chocolate negro ni blanco pero que tampoco es para dejarlo de lado, un producto que no es un Kinder sorpresa pero sí tiene sorpresa dentro, como un bombón de licor, hablo del disco "Delilah" de Anderson East, una delicia soul con los matices que os salgan del badajo añadirle, de un blanquito jovenzuelo originario de Athems, Alabama... residente hoy en la ciudad musical por antonomasia: Nashville, Tennessee.
Anderson East - "Delilah" (2015): 01.- Only You/ 02.- Satisfy Me/ 03.- Find ‘Em, Fool ‘Em and Forget ‘Em / 04.- Devil in Me/ 05.- All I’ll Ever Need/ 06.- Quit You/ 07.- What a Woman Wants to Hear / 08.- Lonely/ 09.- Keep the Fire Burning/ 10.- Lying in Her Arms.
En el disco encontramos soul pero como digo es un soul enmascarado, oculto en otros estilos, cosa que en lugar de restar lo enriquece y nos da una experiencia más placentera. "Only you" que abre el disco es un ejemplo de lo que hablo, un tema de roncarol cincuentero vestido con coros souleros y una voz preciosa, rugosa y cálida. Ese "Baby i'm burning, yearning inside" me desmonta, toa toa. "Satisfy me" sí es soul al ciento por ciento, es un poco o un mucho de Otis, un bastante de Stax, una montaña de sensaciones que atacan nuestra alma y nos llenan de felicidad, un temón qué cojones. "Find'em, fool'em and forget'em" sigue por el camino trazado por el anterior tema, un Otis versionado por los Black Crowes, sabéis a lo que me refiero no? un temazo de esos que nos vuelan la cabeza, de los que enamoran, de los que gustan, de los que se convierten con facilidad en favorito del año y de los que acostumbras a quedar prendado en directo. Favoritísima "Devil in Me", aquí hay rasgos de otros artistas que me encantan, referencia más que clara y evidente la de Ray Lamontagne, si este tema estuviera en su "Trouble" no nos extrañaría nada, pero también de Amos Lee o del Ryan Adams más comedido, "All I'll ever need" es muy soulera ella, con un piano preciosérrimo, jugando al soul teñido de blues, a la balada a flor de piel, a piel de gallina, a torrente de emociones. Suena "Quit you" y volvemos a Otis, que tiene una presencia espectacular en este trabajo, en ese y en todos porque Otis era demasiado grande para este Universo. Marchosa, bailonga y sexi. "What a woman wants to hear" abre la paleta de sonidos hacia el country-soul donde la figura de el enfant terrible Ryan Admas aparece como un gigante. Tema de bellísima factura para señalar el final del camino, final del camino que comienza con el baladón "Lonely" muy en la línea del Van Morrison del Tupelo Honey, de cuando se pone a soulear, o bajando el nivel o el listón lo que nos enamoró de Lamontagne o de Amos Lee hace unos años sin irnos lejos ni buscar rocambolescas similitudes. Maravillosa "Keep the fire burning", una inesperada sorpresa a a estas altura del disco y para cerrar la delicia de "Lying in the arms", que simplemente enamora. Encontramos en "Delilah" un chocolate nada puro, mezclado con leche y aderezado con almendras, un chocolate que sin llegar a la pureza de antaño consigue derretirse en nuestro paladar y hacernos tremendamente felices.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
"Whiplash" era de esas películas que encabezaban la carpeta de "pendientes". Nominada a los Oscars en el 2014 en innumerables apartados acaparó el nada despreciable botín de tres estatuillas: montaje, sonido y mejor actor de reparto para el magistral JK Simmons que se llevó ese año en todos los festivales ese mismo galardón. Lo que nos cuentan en este film es algo ya visto, ya sabido, ya explicado pero la cuestión no es lo que nos cuentan sino como nos lo cuentan. Una historia, un guión, un ritmo que te mantiene atrapado sin compasión y que provocará que te quedes mirando la pantalla aún cuando hayan acabado los créditos. De qué va la historia? pues de un joven percusionista de jazz que entra en primer curso en una de las mejores academias musicales de NY, que es elegido por su talento para la orquesta de la escuela en la que el nivel es altísimo y él es el más joven, la banda del duro y exigente profesor interpretado por JK Simmons (un monstruo de actor) que aprieta tanto al personal que los tiene a todos acojonados, llorosos, depresivos... tanto que un ex de la banda acaba suicidándose... al protagonista, al muchacho interpretado por Miles Teller le aprieta hasta los límites más insospechados, tanto que para qué tengáis una idea sufre un accidente de coche y ensangrentado sube al escenario para no perder su puesto en la banda.... No quiero destripar mucho el film, un film que es espectacular y soberbio, y que tanto a los amantes del buen cine como de la música acabará por seducir y llevar al huerto. Por cierto, la banda sonora es de traca. Y nada más, que este film hay que verlo sí o sí, de los mejores que he visto últimamente. Gran gran película.
Cuando me llegó la noticia de la llegada al mundo televisivo del director M. Night Shyamalan pensé que la jugada podría ser acertada viendo como está tirando su carrera cinematográgica a la basura, o más bien como se le ha caído la careta y todos ya nos hemos dado cuenta que no era para tanto y que sus películas son más que un tocomocho, son un verdadero boniato en descomposición, y no, no salvo ninguna de ellas. Llevando su imaginario o más bien su corta y pega fantásico a televisión podría llegar a cautivarnos aunque lo que es una ventaja para muchos, el poder contar en diez horas lo que hay que hacer en dos y desarrollar todas las aristas de los personajes, para él podría ser una cima muy difícil de escalar, como al final hemos comprobado. Su serie, su historia es "Wayward Pines" pero no es su historia porque a su vez se basa en una novela homónima de Blake Crouch. De qué va? pues... tiro de filmaffinity disculpad: Un agente del Servicio Secreto, Ethan Burke (Matt Dillon), llega a Wayward Pines (Idaho), en busca de dos agentes federales que han desaparecido en el bucólico pueblo. Cuanto más cerca se encuentra de hallar la verdad, más se alejará de la vida que conocía hasta el momento. Pronto deberá hacer frente a una terrible verdad, y es que nunca podrá salir de Wayward Pines con vida.
Sí, habéis leido bien, sale Matt Dillon y el cabrón está casi igual que en sus años mozos y sigue igual de pésimo que en sus años dorados, lo de "Rumble Fish" o "Drugstore cowboy" son dos de sus oasis (tiene media docena) en una carrera soporífera. La FOX es quién paga el cotarro, y se deja un dineral, no sólo en el director y guionista, sino en su protagonista masculino y en los secundarios donde hay que destacar a dos actores privilegiados como Melissa Leo y Toby Jones que creo se arrepentirán de donde se metieron... la pela es la pela, que se lo digan a Juliette Lewis.... Pues bien, la serie empieza de manera magnífica, buen ritmo, buena ambientación... misterios por aquí misterios por allá, el canalillo de la Gugino... todo en orden... El pueblo con sus micros ocultos.... solo falta Mercedes Milá!! y es que es un mezcla inquietante de su "El Bosque" en plan futurista y Gran Hermano.... No convence oigan. Al paso de cada episodio la absurdez se apodera de la historia, ya no quiero meterme en las historias adolescentes y las interpretaciones de estos, pero cuando salen los monstruos.... no quiero haceros spoilers es de "apaga y vámonos".... Aquí todo coge un aroma de cutrez intenso que tira para atrás para acabar en una resolución digna de un capítulo de la dimensión desconocida protagonizado por el Equipo A. Pero eso no es lo que da miedo, lo realmente terrorífico es que se habla de una segunda temporada......
Posiblemente si estuviera en la complicada tesitura de tener que escoger a mi banda de rock favorita del último milénio, el que nos ocupa, aquella banda que me ha hecho y disfrutar como ninguna otra, seguramente me encontraría con un problema de dimensiones cósmicas. Si tuviese que hacer una elección rápida, fácil y cobarde esocgería con los ojos cerrados a Wilco. La banda de Jeff Tweedy tiene todo lo que me gusta, tiene country-rock, tiene experimentación, tiene un regusto lennoniano básico casi primario, y lógicamente tiene grandes canciones y melodias perfectas, además de media docena de obras, no sé si maestras, pero sí esenciales y vitales. Si la decisión fuese un poquito más arriesgada, no tendría ningún problema para gritar a los cuatro vientos qu emi banda escogida como la mejor de este milénio es Dr Dog y lo es por muchas razones aunque comercialmente no tenganel reconociemiento de Wilco, tampoco ningún álbum como "Yankee Hotel Foxtrot" de acuerdo, pero si que tienen una carrera suficientemente larga, para no ser considerados un hype, con trabajos claramente superiores a la media, claramente sobresalientes. Desde "Easy Beat" del 2005 se superan con cada entrega: "We all belong" (07), "Fate" (08), "Shame Shame" (10), "Be the Void" (12) i "B-Room" (13), y supongo que su nuevo trabajo no tardará demasiado tiempo en aparecer. Crucemos los dedos.
Dr Dog - "Fate" (2008): 01.- The Breeze/ 02.- Hang On/ 03.- The Old Days/ 04.- Army of Ancients/ 05.- The Rabbit, the Bat, and the Reindeer/ 06.- The Ark/ 07.- From/ 08.- 100 Years/ 09.- Uncovering the Old/ 10.- The Beach/ 11.- My Friend
A finales del 2008, por casualidad absoluta y debido a una alineación de los astros con la galaxia de Ganímedes, llegó a mis manos y amis oídos el disco de "Fate" de la banda de Philadelphia Dr Dog. En aquel momento no conocía a la banda formada por Toby Leaman (bass), Scott McMicken (lead guitar), Frank McElroy (rhythm guitar), Zach Miller (keyboard), y Eric Slick (drums); y la única razón por la que el disco no encabezó la lista (mi lista) de mejores discos de aquel año fue que apareció casi llegando Navidad y no me dió tiempo de meterlo en el podium, suelen pasarme esas cosas cada año. Dr Dog beben directamente de las tres B's, es decir de Beatles, Beach Boys y The Band, de la Santísima Trinidad, con toques de modernidad y de savoir faire acojonantes. Pueder ser acusados de abuso de revivalismo, y es verdad que realizan un pop-rock digno de principio de los setenta pero no importa porque podemos encontrar melodías McCartnianas, percusión a lo Ringo, notas de piano de Abbey Road, guitarras que recuerdan a The Band y coros dignos de los Beach Boys, dulces y maravillosos coros. En "Fate" encontramos todo eso y más, encontramos una melodía maravillosa y mística en "The Breeze" que está construida como las antiguas grandes canciones de finales de los sesenta, de los más grandes orfebres, de Beatles y Beach Boys, y McMicken la canta de lujo. Sólo por esta canción justificamos el amor incondicional a "Fade" y a Dr Dog. Otro dato que me encanta es que la voz cantante en las canciones está repartida entre McMicken (guitarra) y Leaman (bajo), y que siendo tan diferentes no consigo decidir cual me gusta más. "Hang On" es genial, de principio a fin. La circular, cabaretera y lisérgica "The old days" me deja con la boca abierta, para sacarse el sombrero. Mágica. No tengo demasiadas ganas de ir destripando canción por canción, tal vez porque estamos ante un trabajo de aquellos que deben escucharse como una experiencia global, del primero al último tema, y es entonces cuando el conjunto toca el cielo. De todas formas hay unas cuantas joyas siderales que hace falta nombrar como "Army of ancients", una de mis escogidas "The rabbit, the bat and the reindeer" que es en esencia muy McCartniana, "The ark" que coge sin miedo el rock por los cuernos, y la dulce y popera "From" que siempre me hace feliz, además claro de "The Beach". Puede que no sea el mejor disco de Dr Dog, desués de esto se superan a cada entrega pero os aseguro que es un muy buen punto de partida.
Como siempre la noche de Halloween dejó más de un visionado espeluznante en el hogar nikochiano. Aquella noche comenzó con la ganadora en 2014 del festival de Sitges por parte de la crítica, la ya comentada "I Origins" y un servidor la remató con la ganadora, ese mismo año, del premio del público, la espeluznante "The Babadook". La primera es una historia fantástico-romántica con dejes filosóficos de garrafón muy bien filmada y que a pesar de todo lo que digo me gustó pero no pasará precisamente a la historia ni creo que la vuelva a ver jamás de los jamases, en cambio la que nos ocupa hoy, "Babadook" es todo lo que representa para bien o para mal el festival de referencia de terror en la vieja Europa. Pa cagarse. Peli asutralinana, dirigida y creada por Jennifer Kent que toma la idea de su propio corto "Monsters" sobre terrores infantiles, y protagonizada de manera magistral por Essie Davis. El film sigue la premisa de terror de familia desestructurada por la muerte del padre, niño difícil agilipollao perdido, madre hasta los mismísmos cojones del niño, de su vida de mierda, etc.. etc... Un buen día el niño gilipollas encuentra un libro en la estantería llamado "Babadook" y a partir de aquí se desencadenan toda un serie de locuras terroríficas que muestran al "coco" de toda la vida saliendo del armario, casas encantadas, locura transitoria que puede llevar al asesinato y/o al suicidio y como no la ya manida "posesión", pero todo ello muy bien narrado, con el ritmo justo, el desasosiego adecuado y los sustos bien colocados. La prueba de que funciona es que he soñado con la película y me he llevado un susto de muerte cuando a las cuatro de la mañana mi hija Arlet me ha despertado para ir al lavabo... me ha costado dormirme luego la ostia. Para mi, en mi humilde opinión, una de las mejores películas de terror vistas últimamente.
Tal vez desde la trilogía (de momento inacabada) de Patrick Rothfuss aquella "Crónica del asesino de Reyes" formada por "El nombre del viento" y "El temor de un hombre sabio" no me enganchaba tanto tantísimo a una historia en papel. Ambas trilogías, ambas incabadas, la de Abercrombie lo hará con "Media Guerra" y la de Rothfuss con "Las puertas de piedra" tienen en común la fantasía, una lectura no tan farragosa como por ejemplo la megaproducción de RR Martin y un toque algo más juvenil aunque no lo es tanto, simplemente van más al grano pues para adultos y adultas lo son. Como decía esta trilogía del Mar Quebrado me ha enganchado como nunca, he devorado las dos primeras novelas en prácticamente una semana y ya espero para principios de año su cierre. Dejamos al protagonista tullido "Yarvi" como clérigo de su tío Rey, prácticamente con el objetivo de vengar a su familia acabado, y digo prácticamente.... en esta continuación Yarvi no es el protagonista, tenemos dos nuevos personajes, dos nuevos protas, ella una joven guerrera que acabará siendo letal, la magnífica Espina Bathu, y por otro lado el buenazo y fortachón llamado Brand, ambos, juntos, hacen un gran héroe... Lo mejor de esta historia es además de retomar aquella y seguir conociendo ese estupendo mundo imaginario es sin duda que se centre en estos personajes, que sigamos su historia pero que en ella vayan apareciendo personajes ya conocidos por nosotros y no por ellos, con la ventaja de que nosotros sabremos de qué pié calzan y ellos no. Eso resulta muy pero que muy agradecido si has conseguido meterte en la historia, historia que no quiero para nada destriparos, lo que sí quiero es que compréis los libros, los dos, sin complejos ni dudas, os sentéis el fin de semana y os los merendéis. No podréis parar de leer hasta acabarlos y no pasarán suficientemente rápido los días para que llegue la tercera parte. Grande Abercrombie, grande la trilogía del Mar Quebrado.
No me acuerdo como acabó en mi radar esta fantástica miniserie inglesa de la BBC pero desde luego me alegro de que lo hiciera. Es tal vez uno de los mejores productos televisivos que he visto en meses: en guión, factura y por supuesto interpretaciones. Todo parte de una novela fantástica premiada en 2005 en los Hugo, los World Fantasy y los Mythopoeic como mejor novela fantástica de ese año. Es la primera novela de Susanna Clarck y es sin duda alguna la siguiente novela que pienso leer. Haré el camino inverso, un camino poco utilizado, el de ver primero la versión fílmica y después la original, la novela, pero sin duda es un camino que quiero recorrer, más aún cuando me entero que pronto llegará la continuación de dicha novela.
"Jonathan Strange and Mr Norrell" es el título tanto de la novela como de la serie, y Jonathan Strange y el señor Norrell son los protagonistas de la misma, dos magos (los dos únicos) que en la Inglaterra del siglo XIX están predispuestos a devolver la magia al nivel que tuvo en el pasado aunque todo forma parte de una profecia en la que están envueltos y en la que están incluidos el rey de los magos y alguna que otra hada malvada..... No os cuento más porque os jodo la historia y es lo que menos me gustaría hacer. Caras conocidas, interpretaciones increíbles, historia absorvente, efectos especiales de lujo, buen humor y personajes memorables. De todos ellos había dos secundarios que llamaron poderosamente mi atención, el primero lógicamente es el de Childermass y el segundo es Segundus... por cierto, esta extraña pareja parece ser la protagonista de la próxima novela de Susanna Clarck... toca esperar... para esta vez sí, leer primero.
Andrew Heissler es hoy un reputado y jovencísimo cantautor de raíces americanas nativo de Illinois, bajito como él solo. Apodado en su juventud como Pokey por su madre aprende a tocar como un demonio la guitarra y el banjo. Una cosa lleva a la otra y como quién no quiere la cosa con tan solo 23 años firma su primer disco llamado "Marmalade" al que le siguieron media docena de discos más entre discos de estudio y directos hasta la llegada de su disco homónimo en 2013 que es cuando un servidor lo conoce y se encapricha de él. "Pokey LaFarge" fue un disco sensacional que bebía de la tradición americana, de la de whisky, contrabando y sombrero. Música de otro tiempo creando maravillosa y dulce música de otra época junto a una banda bien engrasada y en su punto de cocción perfecto. Parece que el empujón definitivo le llega al participar en la grabación del “Blunderbuss” de Jack White, y el geniecillo de Detroit que de tonto tiene poco lo ficha para su sello “Third Man Records”, lo pone de telonero suyo por Canadá y norte de Yanquilandia, y de seguidillas gira con los magníficos Old Crow Medicine Show. Pokey y Ketch Secor hacen muy buenas migas y éste acaba produciendo junto a Pokey su disco del 2013. Todo se alía para que la cosa sea un pelotazo sideral claro que después tenemos que encontrar buenas canciones y de eso había de sobras en ese disco, donde nos proponía un viaje a la música de los años veinte, al swing, al bluegrass, al folk de salón, a la dixieland, al country-blues y al aroma sabrosón de New Orleans. Es imposible que alguien no se enamore del disco al escucharlo y de la música de Pokey. No importa que sea como dicen vintage o revivalero, que suene a otra época o a otro mundo. Es simplemente una delicia. Desde la inicial “Central Time” que te llevaba al huerto sin compasión hasta la diabólica “The devil ain’t lazy” que es cuando uno acaba rendido a sus pies, qué temazo!, no sé cuantas veces habrá sonado en el hogar nikochiano. Todo aquel disco fue un despiporre pero a mi me parecen sublimes además de las dos primeras canciones ya comentadas “What the rain will bring”, “One town at a time”, “Bowlegged woman”, “City summer blues” y el cierre con “Home away from.... Y claro, lo dificil era sobreponerse al éxito, dos años de barbecho y vuelta al ruedo con "Something in the water"....
Pokey LaFarge - "Something in the Water" (2015): 01.- Something In The Water/ 02.- Wanna Be Your Man/ 03.- Underground/ 04.- When Did You Leave Heaven/ 05.- Cairo, Illinois/ 06.- Actin' A Fool/ 07.- All Night Long/ 08.- Goodbye, Barcelona/ 09.- Far Away/ 10.- The Spark/ 11.- Bad Girl/ 12.- Knockin' The Dust Off The Rust Belt Tonight.
De entrada reconozco que me ha costado darle cancha a este nuevo artefacto de Pokey, no porque sea malo ni peor que el anterior aunque sí creo que adolece de algún que otro tema que te vuele la cabeza y te enganche de primeras, dicho esto que es una estupidez también os digo otra cosa, que estamos ante un trabajo notabilísimo, y para muestra un botón, el de la canción que da nombre al disco y lo abre de manera maravillosa. "Something in the water" es una delicia al cuadrado pero "Wanna be your man" es la ostia en verso teletransportándonos a la Atlantic City de Nucky Thompson, y más tarde hacer suyo el jazz bañado en whisky de "Underground". Comienzo memorable. La versión que realiza de "Where did you leave heaven" es de alucine, de pelos de punta, de acabose definitivo, para luego y suerte para mi, darnos country con "Cairo, Illinois" que así, de tapadillo, os digo que es de mis favoritas. "Acting fool" es tal vez el tema que puede servir de gancho para atraparnos en el disco, el más radiable pero claro no es "The devil ain't lazy". No, no lo es. De la mitad hacia adelante estamos en la misma tesitura, muchos vientos en "All night long", guiño a mi ciudad en "Goodnight, Barcelona" aunque suenen arreglos y sonidos más del sur de la península que de Barcelona, pero se agradece la intención quedándole una mezcla de toque spanish/mexican y recuerdos a los gitanos del este, pero me encanta el tema. Y del final destaco sin duda el chispazo de "The Spark" y el cierre definitivo con "Knockin' the dust off the rust belt tonight". Me gustó más su anterior trabajo pero este "Something in the water" no es precisamente manco. Atentos a Pokey, un pequeño ser no de otra galaxia pero sí de otra época.
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
Noche esperada y deseada. Noche para desmelenarse, para sudar, para darle a nuestro cuerpo algo de movimiento. Noche de rocanrol, noche de akelarre con Barrencio. Eso es lo que prometían los tipos de A Wamba Buluba en el barcelonés Marula Café y eso sin duda fue lo que nos encontramos elevado a la décima potencia. Sala no abarrotada pero sí con muy buena entrada, la justa para poder pegarse unos bailoteos, teniendo muy en cuenta que a cinco minutos andando de allí, en la sala Sidecar, presentaba disco ese artista de carmín y collar de la abuela que es Ezra Furman. Claro que puestos a elegir me quedo con la simpatía de Barrencio, esa mole negra y calva de metro y medio, con sus inseparables gafas de sol, su gorra, y su cachondo bailoteo. Un show de manual, bien ensayado y preparado, casi sin sorpresas respecto a sus citas en otras ciudades, con unos músicos excepcionales, los mismos que en el disco, Los Salvages, de los que me gustaría destacar al batería, Andy Jody, que francamente estuvo brutal. Sonaron inevitablemente: the wolf pack, bip bop bip, the corner man, bloody mary, black jack, i'm sad about it, willow, i'm a full grown man, hangman's token, the claw, willie meenah, full moon in the midnight sky, Incarceration casserole, rock and roll baby..... y algunas más que no recuerdo.... más o menos en el orden comentado, teniendo para mi momentos cumbre como los de "corner man, "the claw"... el pack con "Willow" y "I'm a full grown man" y la "casserole" que es de mis favoritas. Barrence en una forma brutal contagiando su rocanrol garagero por doquier, haciéndonos bailar y pasarlo bien. Como pega particular, aunque es más una puñetita que una pega, al sonido le faltó algo de decibelios pero son quejas tontas pues es un show redondo. Barrence no ha inventado precisamente la pólvora pero sabe como usarla, hace buenas canciones, hace grandes temas salvajes y bueno..., es simplemente rocanrol pero nos gusta.
De entrada esta "Orígenes" fue galardonada como mejor película en el Festival de Cine Fantástico de Sitges con lo cual es imposible que no tenga calidad. Es una película fantástica, sí es cierto, pero también lo es filosófica y algo poética, con esto último puede darse el caso que se pase para algunos de poético y acabe en azúcar, también puede, pero no estaría de acuedo para nada. Mike Cahill es el director y guionista, el protagonista es mi amigo Darmody, ese gran actor siempre olvidado y ninguneado llamado Michael Pitt que otra vez está excelente. Los secundarios son otra cosa, tenemos al amigo Glenn de los Walking Dead ( el chino, vamos) que pasaba por allí y a la rubia de Brit Marling que está notabilísima, que la tengo vista pero no sé donde. La palma se la lleva la bellísima, sensual y más que follable Astrid Bergès-Frisbey, una de mis nuevas musas y no tengo nada más que decir. No sé si lo hace bien o mal porque cuando salía en pantalla me quedaba idiotizado por sus ojos, sus labios, su cuerpecico.... eso es, bellísima. Puede que sea buena actriz, pero no me importa. A todo esto vale, es un film de ciencia-ficción pero no, es una historia de amor, o así lo veo yo, una historia de amor de esas que superan la razón y lo conocido, una bonita historia de amor. Vamos a tirar de filmaffiinity one more time: Ian Gray, un estudiante de biología molecular especializado en la evolución del ojo humano, conoce a una misteriosa mujer cuyo iris es multicolor. Años después, su investigación lo lleva a hacer un descubrimiento asombroso, que podría cambiar la forma en que percibimos nuestra existencia.... A mi me ha gustado pero tiene ese punto que a veces parece que quiere ser más lista que el expectador, más lista y más cool, y eso puede cansar, a veces puede llegar a ser empalagosa pero sí es atrevida y demuestra personalidad aunque sinceramente no creo que este film sea digno de haber ganado el festival, de eso no tengo duda. Como digo me ha gustado, es de esas películas que suelo acabar solo defendiendo en una sobremesa, y realmente no debería pero en ella está Astrid, y por ella má-to.
Incomprensiblemente fuera de mi radar a Barrance Whitfield siempre lo he tenido olvidado, siempre que se me ha cruzado por delante he mirado para otro lado y no porque sea fácil no mirarle pues es un tipo voluminoso, calvo y más negro que el carbón además de tener un talento salvaje y descomunal, ni tampoco porque mis compañeros del Exilio no me dieran el coñazo con él día tras día. Está su estilo que es una de mis debilidades: rhythm and blues garagero a punto de estallar, dinamita pura, rocanrol de alto voltaje. Referencias claras y de todo tipo desde los míticos Chuck Berry y Little Richars hasta los Stooges pasando por el increíble Don Covay o el mismísimo Solomon Burke. Un servidor por fin ha caído en sus redes, en las de "Under the savage sky" que huele a disco cañón del año como lo fue el año pasado la vuelta de Wilko Johnson pero inevitablemente he tenido que retroceder a su anterior disco, al estupendo "Dig thy the savage soul" para coger carrerilla y tomar el toro por los cuernos del artefacto que este año entrega. Su inminente gira por nuestro país ha facilitado que reactive compulsivamente la escucha a los doce cañonazos que contiene el disco, doce temas demoledores y cortos, donde deja claro lo que sabe hacer bien, lo que le gusta, sin casi darnos tregua, sin casi darnos respiro.
Los primeros guitarrazos de "Willow" parecen decirnos "despertad, coño!", un temarraco con esos riffs de trempera matinera, luego el gritito en falsete abre "I'm a full grow man", uno de los temas del disco, con los riffs plomizos con la base simplona de los más grandes que no necesitan más, nada más que a Barrence, claro. Algo más punky es "The Claw" aunque haya vientos por doquier y en "Rock'n'roll baby" nos da eso, rocanrol y nos gusta. Un poco de aire nos deja tomar en "Adjunct street" para aullarle a la luna en "Wolf pack", otro de los grandes temas del disco.... vamos por el ecuador del álbum y la media docenita de temas ya nos han dejado con la boca abierta y el culo prieto pero no se vayan todavía, pues hay más. "Incarceration casserole" es la polla, y con eso lo digo todo y sobra. De lo que queda qué destacar? pues todo todito, no hay tregua, pero de primeras diría que lo de "Full moon in the daylight sky", con la que cierra el disco es para darle de comer a parte, sin olvidarme de "Angry hands" y "Katy didn't"... Barrence and the Savages me han pasado por encima como una apisonadora y yo como soy algo masoca los iré a ver en directo pues necesito más fuego en mi alma.
Barrence Whitfield & The Savages - Under the savage sky (2015): 01.- Willow/ 02.- I'm A Full Grown Man/ 03.- The Claw/ 04.- Rock 'N' Roll Baby/ 05.- Adjunct Street/ 06.- The Wolf Pack/ 07.- Incarceration Casserole/ 08. Angry Hands/ 09.- Bad News Perfume/ 10.- Katy Didn't/ 11.- I'm A Good Man/ 12.- Full Moon In The Daylight Sky.
El desembarco de las primeras series propias y exclusivas de AMC en España llegó con Fear The Walking Dead y al parecer ya no tendrá fin. Hablaríamos del mejor canal de entreteniemiento en el país de la bellota si pudiese emitir sus propias series y no hubiesen sido vendidas a otros canales cuando su presencia aquí era nula, desde la The Walking Dead original a Breaking Bad pasando por Mad Men. Estamos ante una serie paralela a la serie madre, con el mismo equipo pero con otra esencia, con otras caracterísitcas aunque de entrada no se vea esto que digo tan claro y eso que detrás está el mismo equipo. Parece que todos los que criticaba a TWD porque no tenía zombies y nunca pasaba nada ahora tendrán que decir que es lo más porque en "Fear" de zombies, bueno, tampoco hay tantos. Nos situamos justo en el momento del brote, pero en Los Angeles, y todo lo que va a pasar nosotros ya lo sabemos, y sufrimos por esas familias atontadas mientras les gritamos (básicamente a la pantalla) que cojan víveres, armas, corran, que no se fíen de nadie ni se dejen morder pero ni caso... Los personajes son algo plomizos, un padre de familia con dos familias, ese padre hispano con familia hispana y familia gringa.... ese conflicto familiar, esa familia desestructurada.. ese.... sopor... no sé si me han gustado o no estos seis episodios, no sé si tengo ganas de adentrarme en la vida de estos personajes, yo es que soy de Rick, de Carol, de Glenn (ese japo cabrón que se beneficia a Maggie), de Daryl.... no sé si quiero saber sobre esta serie, no sé si es necesaria. Es lo mismo pero no es lo mismo, así que para ver a Zombies/Caminantes me quedo con los de siempre, con los de lo cómics aunque la historia de estos esté muy alterada. Los prefiero y por suerte ya los tenemos aquí desde hace unas semanas. "Fear" no es mala serie pero de momento es un sucedáneo algo insulso, lento y demasiado predecible.