pincha la foto para ir a la lista final en Exile

Desde la Subterranean Homesick Magazine los Exiliados decidimos dedicar el especial de Mayo a la más grande banda de rock'n'roll de la galaxia. Resulta casi imposible realizar un listado de sus mejores canciones pero lo hemos intentado. En un principio los exiliados debíamos elegir 20 temas de los Stones pero eso, creédme, es imposible. Lo intenté de verdad escogiendo casi sin pensar 20 temazos de esos que son indispensables y que deberían tocar en mi concierto perfecto de sus Satánicas Majestades y luego intenté ordernarlos según mis gustos pero hubo un gran problema, me dejaba casi el doble de canciones por poner, así que decidí entregar 10 más para evitar empates en las puntuaciones. Al final salieron 30 temas pero fácilmente podría haber entregado 100. La lista definitiva la podréis repasar en Exile SH Magazine, y es el resultado de agrupar las listas de los redactores del Exilio, sumando puntos por canción y todas esas mandangas cosa que no suele dejar a nadie contento aunque en este caso, creo yo, la lista final es demoledora.

Vamos pues con mi lista, los resultados finales, como ya dije, los encontraréis en Exile:


01.- Tumbling Dice (Exile on Main St, 1972)
02.- Gimme Shelter (Let it Bleed, 1969)
03.- Brown Sugar (Sticky Fingers, 1970)
04.- 19th  Nervous Breakdown (Big Hits, 1966 / Aftermath sessions)
05.- Simpathy for the devil (Beggars Banquet, 1968)
06.- Satisfaction (Out of our heads, 1965)
07.- Paint it Black (Aftermath, 1966)
08.- Under my Thumb (Aftermath, 1966)
09.- Wild Horses (Sticky Fingers, 1970)
10.- Let's Spend the Night Together (Between the Buttons, 1967)
11.- Bitch (Sticky Fingers, 1970)
12.- Ruby Tuesday (Between the Buttons, 1967)
13.- Jumping Jack Flash (Single, 1968 / Beggas Banquet sessions)
14.- Happy (Exile on Main St, 1972)
15.- Respectable (Some Girls, 1978)
16.- Fool to Cry ( Balck and Blue, 1976)
17.- Waiting on a Friend (Tatto You, 1981)
18.- Loving Cup (Exile on Main St, 1972)
19.- Let it Loose (Exile on Main St, 1972)
20.- Dead Flowers (Sticky Fingers)
21.- Street Fighting Man (Beggars Banquet, 1968)
22.- Shattered (Some Girls, 1978)
23.- Midnight Rambler (Let it Bleed, 1969)
24.- Live with Me (Let it Bleed, 1969)
25.- Can you hear me knocking (Sticky Fingers, 1970)
26.- You can't always get what you want (Let it Bleed, 1969)
27.- Some Girls (Some Girls, 1978)
28.- Let it Bleed (Let it Bleed, 1969)
29.- Shine a light (Exile on Main St, 1972)
30.- Get off my Cloud (December's Children, 1965)


Miércoles tormentoso y un servidor con un mar de dudas. Me pasé toda la semana y el mismo miércoles a todas horas deshojando la margarita. Iré al concierto de Danny y los Campeones del Mundo o no iré? Uno de los inconvenientes era el horroroso día, otro el no encontrar acompañante. Sí, tendría que ir solo aunque estaba claro que Danny merecía el esfuerzo. Mi santa esposa que adora los discos de los "campeones" era la sacrificada para quedarse en casa con las niñas, darles la cena y acostarlas. Me sabía mal y esa era otra razón para no ir. Al final, en un arranque, compré la entrada cosa de la que me alegro muchísimo. La noche prometía a pesar del tormentón que estaba cayendo y además, me reservaba más de una sorpresa.... Al llegar a la sala me encuentro que mi nikochana estaba allí, esperándome con su entrada en la mano. Qué ilusión!!! estaba alucinando. Había conseguido canguro para que pudiésemos vivir una noche como las de antaño. Como cuando éramos novietes y solíamos ir de cena, de conciertos y esas cosas... eso sí, no paró de mirar el teléfono por si surgía algún problema con las pequeñas. La noche prometía....


La sala Rocksound es pequeñita pero tiene muy buen sabor a rock. Se palpa en el ambiente e invita a saborear la buena música. Mientras pedíamos nuestra primera cerveza (de tantas) pude saludar y al fin conocer en persona a Chinasky, un hola cordial y un hasta luego. Más tarde y una vez acabado el concierto saludé a Manel de Corazón de Rock'n'Roll. Un placer conocer en persona a estos maestros. Cuando llegó la segunda cerveza me di cuenta que tenía al lado a Danny pidiendo la suya y me dio corte abalanzarme sobre él. Sonaba el telonero, y no lo hacía nada mal, pero todo el mundo esperaba a los Campeones que no tardaron demasiado en subir al escenario y hacérnoslo pasar en grande desde el primer acorde, desde la primera canción.


Pura pasión. Contagiosa a rabiar. Actitud sobresaliente de la que ya podrían aprender muchos. Y unos temas de escándalo. Sonaron muchas canciones de su magnífico último disco. Sonaron: "(never stop building) that old space rocket", "Cold cold world", "Stop thief" que fue el acabose definitivo, "Darling won't you come in from the cold", "Other days" que le quedó de alucine, "Stay true", "Been there before", "Let's grab this with both hands".... perdonar si me dejo alguna, estaba tan emocionado que no lo recuerdo del todo bien. Además de discos anteriores sonaron: "The colonel an the king" que fue sin duda uno de los mejores momentos del concierto, sonó también "Everybeat of my heart", "You don't know (my heart is in the right place" ambas rememorando a la E Street Band, "Heart & Arrow", "Brothers in the night", "Henry the Van" y una potentísima "Restless feet". Puede que me deje alguna, no sé, fue fantástico. Concierto redondo. Si antes era fan de Danny ahora aún lo soy más. Al final, con el subidón, me atreví a saludar a Danny que muy gentilmente y con gran amabilidad me permitió hacerme una foto con él. Tremendo concierto de una de las mejores bandas del momento a pesar de ser casi desconocida para la mayoría de terrícolas. Y claro, inmejorable compañía.


Deconstrucción, esferificaciones, espumas…. Cocina creativa la llaman, de investigación, altamente vanguardista… Sí, eso está muy bien pero no está hecha la miel para la boca del asno que se dice. Y sí, llevando eso a otro terreno puede que yo sea el asno, y puede que algún tipo de música sea vanguardista, altamente creativa y en ocasiones deconstructiva no os diré que no, pero a este asno al que soléis visitar le suele gustar más un buen bocadillo de ternera con su cebollita y escalibada de pebrots sin olvidarme, claro, de un buen “pa amb tomàquet”, ayudado para la ocasión con una fresquísima cerveza tostadita Murphy’s, una de mis favoritas por siempre jamás. Eso, en este extraño simil vendría a ser la música de Scott H Biram, vendría a ser como ese pedazo de bocadillo, un goce, un acabose total.

No es precisamente este músico tejano un novato, un niñato que se apunte ahora a la moda de la americana. Perdonadme la expresión, pero Biram tiene ya los huevos pelados de sacar buenos discos y excelentes canciones. No entiendo como no lo he traído antes a la isla pues algunos de sus anteriores discos, creo que lleva media docena, sobretodo “Graveyard Shift” del 2006 me han acompañado muchas veces últimamente. Hace bien poco que Scott nos trajo su séptimo disco, ese que tiene esa espectacular portada, esa en la que parece salir de un río sangriento, mirando al cielo, pidiendo explicaciones al de arriba, si es que arriba hay alguien. Lo escuché, me gustó pero no estaba yo en esa onda, en ese momento de darle cancha y escuchas a un disco que parecía notabilísimo. Hace unos días me reencontré con él y no puedo estar más contento. Un disco que no se mueve ni un ápice de lo marcado en anteriores entregas pero que sigue siendo tan delicioso como ese bocadillo del que os hablaba.


Scott H. Biram - “Nothing But Blood” (2014): 01.- Slow & Easy/ 02.- Gotta Get To Heaven/ 03.- Alcohol Blues/ 04.- Never Comin' Home/ 05.- Only Whiskey/ 06.- Jack Of Diamonds/ 07.- Nam Weed/ 08.- Backdoor Man/ 09.- Church Point Girls/ 10.- I'm Troubled/ 11.- Around The Bend/ 12.- Amazing Grace/ 13.- When I Die/ 14.- John the Revelator

El country-folk de “Slow and easy” abre magníficamente el disco, te atrapa de primeras y hace que nuestros sentidos se concentren cien por cien en lo que está por venir que no está nada mal, escuchad esa maravilla que es “Gotta get to heaven”, con ese toquecito gospel final… Hallelujah! Entonces llega el cañonazo de “Alcohol Blues”. Trallazo sideral. Una magnífica versión de las que abundan y lucen en el disco. Encontraremos más adelante el “Backdoor Man” de Willie Dixon, “I’m Troubled” de Don Watson, y las tradicionales “Amazin Grace” y “Around the bend”. Por el medio encontramos joyitas como el folk de “Never coming back” o de “Nam Weed”, que son la repera. Pero Biram no sólo entrega maravillas sonoras, también nos entrega descargas eléctricas, sudorosas, pantanosas y cerveceras como la brutal “Only Whiskey”, ese blues descomunal que es “Jack of Diamonds”, una de mis canciones favoritas del disco, o el trallazo de “Church Points Girls”. Scott H Biram entrega un disco más que notable aunque algo falto de cohesión, de estructura definida, parece más un grupo de canciones sueltas que un álbum con pies y cabeza, de todas maneras la mayoría de las canciones son tremendas y hacen del disco un gran disco. 

Hace unos cuantos días y noches. Apoltronado en el sofá de casa rozando la medianoche, saboreando mi corto momento de paz enganché de nuevo el debut cinematográfico de Woody Allen. Irremediablemente tuve que dejarlo, me enganchó como si fuese la primera vez que lo veía, pero en realidad puede que sus visionados superen la docena. Las primeras películas de Allen son auténticas bobadas, sí, pero bobadas geniales, absurdas y divertidísimas. Yo lo prefiero de "Annie Hall" (77) a "Días de Radio" (87), esa década me parece sensacional y ojo que después hasta tal vez "Poderosa Afrodita" no baja del  notable, luego pues, como sabéis, su carrera es como una montaña rusa. Aquella primera época de Allen como director es una locura, de esa época están dos de mis favoritas de siempre del gafotas: "El dormilón" y "La última noche de Boris Grushenko", ambas me parecen extraordinarias. Claro que al ver la otra noche "Toma el dinero y corre" no pude dejar de pensar que era un debut asombroso. El estilo documental del film es francamente ingenioso, ahora se hace mucho pero por aquella época no tanto. Una serie de entrevistas a amigos y familiares da el pistoletazo de salida a la frenética y excitante vida de un atracador de bancos llamado Virgil Starkwell. Todo el film es delirante pero hay gags en los que simplemente Allen llega a la categoría de genio absurdo. En realidad el film como tal no es gran cosa si nos ponemos tiquismiquis pero es una sucesión de gags buenísimos enlazados por ese aroma de falso documental que os decía. Si no lo habéis visto, cosa que es difícil, os recomiendo hacerlo ya, porque os alegrará el día. Luego llegaría "Bananas" y mis favoritas de esa época pero tengo que reconocer que este film es genial de principio a fin. Ahora era cuando comenzaba a daros el coñazo con este o aquel gag que hace que me descojone de risa pero lo mejor es que lo veáis y lo disfrutéis vosotros mismos. Genial film de una de la figuras, no sé si mejores, pero sí esenciales en esto del séptimo arte. 


* para más y  mejor info visiten Citizen Guzz
PETER GABRIEL
SECURITY (1982)
SHOCK THE MONKEY


Conforme han ido pasando las horas y los días han empeorado las sensaciones que me dejó el último concierto de Josh Rouse. Salí del directo como si no me importase, eso me lo pegó sin duda Rouse con su actitud. Pensé, bueno, por 10 euros qué más puedo pedir?. Pues sí, pedir, hay que pedir todo, entrega y actitud máximas, y la verdad, este hombre pone en directo muy poco de su parte. En los discos es otra cosa, sus melodías coquetas y azucaradas siempre presentan unos arreglos fantásticos y bonicos del to que hacen que su voz se luzca, y al César lo que es del César, Josh Rouse ha parido más de uno y más de dos discos de esos que hay que tener, que hay que escuchar y disfrutar. Pop bonico del to, pop estupendo a fin de cuentas. Tiene dos discos de esos acojonantes y luego tres o cuatro a tener muy en cuenta, y aquí estoy yo, con la sección "póker de ases", así que tengo que escoger 4, y las dos primeras elecciones son facilísimas, luego la cosa se pone complicada. Allá vamos pues con los cuatro discos del póker y mis canciones favoritas de ellos:

"1972" (2003)

- Love Vibration
- Comeback
- Under your Charms
- Flight Attendant
- Rise





"Nashville" (2005)

- It's the Nighttime
- Winter in the Hamptoms
- Streetlights
- Carolina
- My love has gone





"Under Cold Blue Stars" (2002)

- Nothing Gives me Pleasure
- Feeling no Pain
- Under Cold Blue Stars
- Ugly Stories
- Miracle





"The Happines Waltz" (2013)

- Julie
- Simple Pleasure
- This Movie's Way Too Long
- A Lot Like Magic
- It's Good to Have You






Por último no quiero dejar la oportunidad de sacarme el comodín de la manga para el repóker. Ese comodín sería sin duda la compilación de 2008 "The Best of Rykodisc Years" porque Josh Rouse se presta muy mucho a la compilación, y creo que ésta se debe tener al menos como fondo de armario. Melodías bonicas del to, pop sencillo y efectivo que nos hacen pasar un buen rato. Os dejo con un buen ejemplo:


01.- Solsbury Hill
02.- Sledgehammer
03.- Mercy Street
04.- Big Time
05.- Shock the Monkey
06.- Don't Give up
07.- Family Snapshop
08.- DIY
09.- I Don't Remember
10.- Steam





11.- Shaking the Tree
12.- San Jacinto
13.- Games Without Frontiers
14.- I Have the Touch
15.- On the Air
16.- Biko
17.- Red Rain
18.- Digging in the Dirt
19.- Here Comes the Flood
20.- Zaar



Hacía ya unos cuantos meses que "Jinetes en la tormenta" viajaba conmigo. Juntos, cada día, nos encaminábamos a una jornada laboral más, nos mirábamos dulcemente en el autobús mientras susurrábamos mil y una anécdotas musicales y nos decíamos un "hasta luego" al comenzar la jornada. Volvíamos a encontrarnos a la tarde-noche y de camino a casa volvía a explicarme pequeñas historias de algunos de mis artistas favoritos. Una vez terminado siento una extraña sensación. Un sabor agridulce. 

"Jinetes en la tormenta" es un libro editado por Espasa, escrito por Diego Manrique  al que no creo que haga falta presentar por estos lares, menos aún por el Exilio, pero que en pocas palabras podríamos decir que ha sido/es uno de los principales críticos musicales de este país, uno de esos críticos de la vieja escuela, con una dilatada carrera que empezó allá por el 75 y que hemos visto, leído y escuchado en toda clase de medios, unas veces con mejor fortuna que otras. "El ambigú" era su gran programa de Radio3 hasta que el partido político de turno decidió realizar una de sus limpiezas injustificadas. Ese no es el tema de hoy aunque creo que no se fue correcto con él, como con muchos otros... 


El caso es que este "Jinetes en la tormenta" es una especie de libro compilación de diversos artículos editados por Manrique años atrás, ordenados en mi opinión de manera inteligente y con algunos miniprólogos antes de dichos artículos. Todo siempre a un alto nivel, muy educativo, muy instructivo aunque personalmente creo que le falta algo de mala leche. Tampoco este argumento, que por cierto he leído en otros lugares, puede hacernos creer que no es un gran libro, porque sí lo es. Como dije anteriormente, este libro me ha acompañado en mis viajes al trabajo en transporte público pues la forma en que está organizado es perfecta para este momento de lectura. Pasajes cortos que se pueden leer cómodamente en unas cuantas paradas de metro o de bus. Reconozco también, y perdóneme usted don Diego, que "Jinetes" me ha acompañado muchas veces al baño estas últimas semanas. Con dos niñas es difícil encontrar un momento de tranquilidad y el lavabo, y su libro, me han proporcionado algún momento de paz y sosiego. El contenido es exquisito y hay muchas anécdotas que desconocía y que me alegro mucho de haber incorporado a mi disco duro. 

El libro viene organizado de la siguiente manera: 

- Venimos de África 
Wilson Pickett, incandescente cantante de soul 
Viejo soul con más azúcar: Sam Moore 
Muere el apostol del funk: James Brown 
El amo de la plantación 
La cuna del soul sureño: Memphis 
La vida perra de Billie Holiday 
El fuego eterno de Otis Redding 
Los discretos ochenta años de Fats Domino 
Un Miles Davis enigmático y sensual 
Michael Jackson: la vida en un elepé 
En la muerte de Michael Jackson 
B.B. King no se jubila 
El diablo y Robert Johnson 
La voz suprema del siglo XX 
Etta James, la fiera nunca domada 
La hipersexualidad de R. Kelly 

- Raros, malditos, insumisos 
Se apagó el candil de Syd Barrett 
John Cale: el zen galés 
Yoko Ono: "Siempre supe que me adelantaba a mi tiempo" 
Manu Chao. La vida libre 
Patti Smith: «Rimbaud escribió el manual de la estrella del rock» 
Patti Smith: poeta, feminista, ex punk 
Nick Lowe, del fulgor new wave a la canción adulta 
La productiva vida de Tom Waits 
Tom Waits: de las cloacas vino su canto 
La patética recta final de Phil Spector 
Jerry Lee Lewis: el hombre terremoto 
Los reyes del glam 
Ry Cooder: «Reaccionar es terapéutico» 
Amy Winehouse: maravillosa calamidad 
Caza y captura de Amy Winehouse 

- Los colosos 
El poder de las leyendas 
John Fogerty y la fuerza del rencor 
Prince: método en la locura 
Los Doors. Solos ante la indiferencia 
Una vez más... El año de los Doors 
Los Who, para cualquier generación 
Chrissie Hynde repasa en Pirate Radio la agitada carrera de Pretenders 
U2, desde el ojo del huracán 
El rey de Las Vegas 
Bee Gees: la secreta grandeza 
La cruda vida de Jimi Hendrix 
The Police vuelve a la carga 
Bob Dylan y España 
La tormenta del 7 de julio de 1982 
La quinta del 77 
La verdad, la mentira y Elvis Presley 
El vuelo interrumpido de Led Zeppelin 
Madonna, Prince, Michael Jackson: las últimas megaestrellas 
Lou Reed: chico salvaje, poeta americano 
Rulando con los Clash 
Los Beatles todavía reinan 
Una epopeya del rock: Exile on Main Street 
Los Rolling Stones ante el abismo 
Deep Purple toma el califato 
John Lennon en el armario 
El hippy irreductible: Neil Young 
La química de los Grateful Dead 
El héroe trágico del primer rock & roll: Buddy Holly 
Cuando los Beach Boys desafiaban a los Beatles 
Cuando e grunge rompió aguas 
Coldplay: lo consigues si lo intentas 
El golpe maestro de David Bowie 

- Los mejores años de nuestra vida 
La boca de la noche: El Sol 
Homenaje a Canito: una feliz promiscuidad 
Secretos auténticos 
La historia más triste del mundo: Antonio Vega 
El arte del diletante: Carlos Berlanga 
Enrique Sierra, el señor del sonido 
Kiko Veneno, guerrillero 
Fito Cabrales, el rockero corriente 
Palabras mayores: Sabina y Serrat 
La Bebe resabiada 

- Así suena las palmeras 
Ray Barretto, percusionista todoterreno 
Cachao, una vida con happy end 
La secreta historia de Bob Marley 
Desmond Dekker, coloso de la música jamaicana 
Misterios de la bossa nova 
La garota inmortal 
Apoteosis de Calamaro 

- La sacristía 
La portada más imitada de la historia del rock 
Crowley, el amigo del diablo 
La verdadera Eleanor Rigby 
Espiando a los Beatles 
Sexo, drogas y micrófonos ocultos 
El rufián más afortunado del mundo 
Lennon, ángel y demonio 
Por qué nos fascinan las vidas de los canallas 
Los discos prohibidos del franquismo.


Como podéis observar el libro viene completito, y su estructura permite o nos deja escoger el orden de lectura a seguir. Aquí un servidor siguió el mismo que indica el libro pero podemos saltar fácilmente de uno a otro. Puede que muchos piensen que "Jinetes en la tormenta" no es un libro básico, que Manrique está caduco, que el libro es un refrito, que falta mala uva y menos vaselina. Puede, quién sabe. A mi me ha parecido interesantísimo, no definitivo pero sí muy instructivo e interesante. Al fin y al cabo quién nos cuenta todo es Manrique, uno de los grandes y a esos, al menos a esos, tendríamos que respetarlos. 


"Jinetes en la tormenta" por Diego Manrique 
8/10

Editor: Espasa Libros
ISBN: 9788467009132
Año de la edición: 2013
Páginas: 224
Idiomas: Castellano






* post aparecido originalmente en "Exile: subterranean homesick magazine" por Nikochan


Recuerdo el día que mi hermano me habló del disco "1972". Josh Rouse, un cantautor de Nebraska, había editado un precioso disco de esos que se convierten fácilmente en el favorito de aquel año, creo que era el 2003. El disco es una maravilla no os diré más. Tanto me gustó que conseguí algún que otro trabajo anterior que me pareció notabilísimo pero que no estaba al mismo nivel. Lo que vendría inmediatamente después, sí lo estaba, aquel "Nashville" puede incluso que sea mejor pero carece de esa magia, de esa atmósfera, de ese factor sorpresa que sí tenía "1972". Así pues un día de frío en Barcelona, de esos que se recuerdan porque incluso llegó a nevar, Rouse nos visitó para presentar su magnífica obra, y ahí estaba yo junto a mi hermano y tal vez 50 personas más, no muchas más. Allí, en la intimidad de la pequeña sala se marcó "1972" casi enterito. Fue uno de esos pequeños conciertos mágicos. Luego, como dije, vino el espléndido "Nashville" y el correcto "Subtítulo", su noviazgo con una Valenciana y su residencia fija en el mediterráneo que le llevó incomprensiblemente a una baja calidad en sus nuevos trabajos. 

La verdad es que aunque sus trabajos eran cada vez peores yo seguía escuchándolos esperando que volviese por sus fueros, pero no, cada vez eran más flojos y las siguientes veces que pude verle en directo me pareció aburridísimo, aquel concierto en el Auditori fue de lo más soso que he visto jamás. A estas, el año pasado, llegó "The Happiness Waltz" que si bien no llega a niveles del citado "1972" o "Nashville" sí que contenía media docena de canciones que se acercaban mucho a aquello y en general el disco nos hacía retomar la esperanza. Tal vez Rouse no era un caso perdido. El disco me gustó lo bastante como para darle otra oportunidad y comprar una entrada para volver a verle en directo. La sala Heliogàbal de Barcelona, una sala pequeñísima en el barrio de Gràcia, parecía el lugar idóneo para que Josh nos deleitase con sus nuevas y bonicas canciones. Pero el día previsto se retrasó por gripe y quedó fijado para el viernes pasado. Misma sala, mismo deseo de que Rouse nos hiciese disfrutar.

Ambiente raro y desangelado. El telonero, Barbacoa, no ayudó en exceso ni tampoco algún que otro terrícola que teniendo entrada, de un sitio donde no caben ni 100 personas y las entradas son nominales, se dedica a hablar sin parar, sin prestar atención al músico ni a sus canciones, molestando a todos los presentes en la sala, bueno, pero ese es otro tema. Aparece Rouse con mala cara, viejuno y algo pasado de kilos, bueno, eso como todos pues los años no pasan en balde ni para un extraterrestre tan sumamente atractivo como yo. Nos pide perdón pues vuelve a estar resfriado, así que cantar no podrá cantar mucho..., mal asunto, si algo tiene bonito este hombre es la voz y sus melodías de salón de estar. Eso me jode, pues ya comenzamos con muy  mal pie. Todo se confirma cuando entona las primeras canciones. No llega a las notas y está despistado. Sin ganas, sosaínas total. Además es un verdadero desastre. No enlaza las canciones. No tiene preparado una mínima estructura y va algo a salto de mata. Caen algunas joyas como "Comeback", "Quiet Town", "Love Vibration", "It's the Nightime", "Julie", "A lot like magic" y, "Flight Attendant" y "Sad Eyes" a petición del público. Para las últimas canciones invitó a Raúl Fernández aka Refree, que estaba entre el público, a tocar varias canciones junto a él y entonces, como por arte de magia, todo  subió de nivel, excepto su voz, que no daba para más. 

De nuevo otro concierto de Josh Rouse que me deja una sensación de vacío muy grande. Podría hacer grandes pequeños conciertos pero no sé porqué se pierde en el intento, o lo que es peor, creo que no lo intenta, que pasa de todo, que le da igual. En 2003 tocaba su gran disco en una sala pequeña de Barcelona, más de una década después con grandes discos a sus espaldas, un Goya, y algún que otro fiasco memorable sigue en un sala pequeña dando la sensación de que sí pero no, de que hace discos bonitos pero que es un soso, que le pone mucho azúcar al disco y luego en directo no llega ni al punto de caramelo. Es un placer escucharle. Siempre, y aún mejor con su voz en plenas condiciones pero su actitud no me gusta, hay que disfrutar en el escenario y que el público se contagie, la otra noche parecía que molestábamos. Una pena. 
DAMON ALBARN
EVERYDAY ROBOTS (2014)
LONELY PRESS PLAY

 


DAMON ALBARN
EVERYDAY ROBOTS (2014)
HEAVY SEAS OF LOVE




DAMON ALBARN
EVERYDAY ROBOTS (2014)
MR TEMBO



Para bien o para mal aquel solitario bailoteo del regordete negro que sirvió de avanzadilla a "El Camino" de finales del 2011 marcó un antes y un después en la carrera del dúo de Akron, Ohio. Es el tema que todo el mundo quiere realizar. Sobrado de calidad, con un estribillo demoledor, las guitarras haciéndonos mover el esqueleto y por supuesto que a todo el planeta entero le guste. Ellos lo consiguieron, y su disco, que no sólo era ese tema pues había temazos para dar y regalar fue un asombroso éxito en ventas y encumbraron al grupo a lo más alto cuando antes, haciendo discos mejores, no estaban tan bien considerados. Sin ir muy lejos, en mi modesta opinión, "Attack and Release" y "Brothers" son mejores discos que aquel, pero así es el negocio. Tampoco voy a volverme loco defendiendo su primera época. Sí, aquella en que no llenaban salas pequeñas, aquella en que no les conocía ni el Tato y en las que si vendían 50 entradas se daban con un canto en los dientes. Otra época, otro tipo de música. Sí, hay terrícolas que defienden a capa y espada esos discos, joder, claro que "Rubber Factory" es un discazo de tomo y lomo, pero hay que evolucionar y el resultado, para mi gusto fue "Brothers", discazo absoluto. En este 2014 han aparecido con nuevo disco bajo el brazo, parido después del éxito de "El Camino" y la ruptura sentimental de Dan Auerbach quién además ha compaginado todo esto con labores de productor, entre otros el discazo aquel de Dr John "Locked Down" y el que parece será una de las decepciones del año, sí, lo nuevo de Ray Lamontagne. Ya veremos. Hablando de decepciones, ese es el sentir generalizado de los seguidores de The Black Keys con "Turn Blue". Por qué? No lo sé. Tal vez esperaban ver otra vez al gordito marcándose un bailoteo, otros puede, pensaron que volverían al garage grasiento pero no, aquello ya pasó. Sigue Danger Mouse en la producción y los Black Keys siguen mutando. Para bien o para mal. Pero, es tan malo el disco como se dice y se lee por ahí? rotundamente NO. Es desconcertante, no es tan directo ni glamuroso. Ni mola tanto decir que te gusta. Si uno se fija, todas las señas de identidad siguen estando ahí, todo lo que nos gusta de ellos está, pero han utilizado otra receta que tal vez no nos acabe de convencer, más piscodélia menos rock, más sintetizadores y menos riffs demoledores, hay más soul, más funki y más pista de baile. Y claro, está Auerbach que además de un gran guitarrista es un gran compositor y un cantante especial. 


The Black Keys - "Turn Blue" (2014): 01.- Weight Of Love/ 02.- In Time/ 03.- Turn Blue/ 04.- Fever/ 05.- Year In Review/ 06.- Bullet In The Brain/ 07.- It’s Up To You Now/ 08.- Waiting On Words/ 09.- 10 Lovers/ 10.- In Our Prime/ 11.- Gotta Get Away.

Los siete minutos que abren el disco. Los siete minutos de "Weight of Love" son acojonantes. Es un temazo se mire por donde se mire. La guitarrita entra disfrazada de Pink Floyd, y el tema se desarrolla por esos derroteros cosa clarísima si no fuese por el falsete de Auerbach quién se marca en la parte final un sólo de guitarra acojonante. Encantados con el tema inicial nos llega una intro muy negroide, "In Time", Carney marca el tiempo y la sexi guitarra nos seduce. Vamos bien. Ese groove funkoide me encanta. Sí señor. Llega el tema que da nombre al disco, llega "Turn Blue" que sigue manteniendo el nivel. La atmósfera creada es impresionante, aquí se sacuden un algo o un mucho la etiqueta de su estilo, gran canción. Y llega entonces el polémico tema que sirvió de avanzadilla, sí, ese para vender como churros el disco, ese para estar en las radios, en las listas, para ser modernos, para que se hable de ellos. Llega "Fever" con su aire discotequero y bailongo, y nos descoloca. Estos no son mis chicos, me los han cambiado!!! se han vuelto locos!!!. Pues no. A mi el tema me gusta. Lo digo con dos cojones, ya sé que toca darles candela pero a mi me parece un temazo. Qué queréis que os diga, se pega como una cosa mala aunque dentro de un tiempo puede que pase al olvido colectivo. Para quitarnos esa sensación de estar escuchando a otra banda, nos presentan "Year in review" que es lo que más o menos la gente esperaba, podría haber estado en "El Camino" perfectamente, pero su nivel es inferior. Otra vez la guitarra pinkfloidiana abre "Bullet in the Brain" que es otro tema que me gusta mucho de este disco aunque como a todo el disco le falta algo de punch, de mala uva. "It's up to you know" es muy buena, muy "Brothers", de mis favoritas del paquete, rememorando otros tiempos. "Waiting on words" no me gusta, floja floja, y tampoco me gusta "10 lovers", es un "Fever" de cutrelux. Llegamos al final, primero con "In our prime" que sube el nivel del disco, un medio-tiempo muy Clapton y finalizan con la estupenda y festiva "Gotta get away" que tiene ese toque Creedence tan estupendo que hace a esta canción de las mejores del disco. Un disco irregular, diría yo que bipolar, extraño, inseguro. No es para enterrarlos pero si es decepcionante, quedándose a medio camino de todo y despistándonos. Esperemos que se centren y encuentren el camino que tan bien supieron tomar en otros tiempos.
01.- Parklife
02.- Song 2
03.- The Universal
04.- Girls and Boys
05.- Coffe and TV
06.- Trimm Trabb
07.- Tender
08.- Country House
09.- Beetlebum
10.- There's no other way

Ayer hizo seis meses que aquello que se sembró en Frías germinó. Hace ya nada más y nada menos medio año que Exile: subterranean homesick magazine apareció en la blogosfera con la idea de ser un lugar repleto de críticas musicales abordadas por críticos amateurs, blogueros, apasionados por la música, locos, enfermos. Las críticas de Exile salen del corazón, del alma con la idea de compartir nuestros gustos, nuestra pasión por los artistas y sus obras, y claro, nos gustaría que nos leyeran muchos más terrícolas. Me consta que en otras galaxias la revista es un auténtico éxito pero al parecer este planeta en concreto se nos está resistiendo un algo. Nosotros seguiremos erre que erre comentando obras maestras, POMS que dicen algunos, y otras no tan maestras, los libros que nos marcan, los rockumentales y los conciertos a los que podemos asistir. Más tarde nacieron las Exiled News que aún pobrecitas están en pañales, pero ahí andamos, dando guerra. Nada más, hoy es tiempo de revisar lo hecho hasta el momento, esperando que os guste, de escuchar propuestas, ideas, recomendaciones y críticas. Aquí, en este post, podéis decir todo lo que se os ocurra sobre el Exilio. Os dejo con papá BOB, uno de los culpables de nuestra enfermedad: passion is no ordinary word. Y nada más terrícolas, sólo os pido una cosa: exiliaros!!!

 

La primera vez que escuché la voz de Damon Albarn me quedé totalmente prendado de ella. Hace muchísimo tiempo de eso, puede que algo menos de veinticinco años. Podríais apostar que lo primero que llegó a mis oídos fue "Parklife" o algo de ese disco, pero perderíais vuestros ahorros. Lo primero que me llegó fue "There's no other way" de su disco debut "Leisure". Me quedé de pasta boniato. Guitarras de alucine, british total, y la voz especial de Albarn. Y es que para que un grupo realmente me seduzca es necesario que la voz de su cantante tenga algo especial, sea reconocible, sea en definitiva la monda lironda. Es curioso que con el vozarrón que tiene Damon cuando habla cante en ese semifalsete constante, es de alucine, pero para nada suena forzado. Daltrey de The Who también recurría al falsete al principio pero se le notaba algo más encorsetado, y eso que de chorro de voz va más que sobrado. Sinceramente los dos primeros discos de Oasis me parecen tremendísimos pero en términos generales me quedo con Blur. Tal vez no tengan un disco mejor que esos dos de los Gallagher pero a los puntos ganan claramente. No hace falta pero lo haré, diré que "Modern life is rubbish",  "Parklife", "The Great Escape", "Blur" y el poco valorado "13" son grandísimos discos. El debut "Leisure" es algo más flojete y no comentaré lo de "Think Tank" porque no sé si considerarlo del todo un disco de Blur. Como digo una discografía excelente. 

Albarn totalmente consagrado disuelve el grupo y crea otro. Un proyecto extraño que acaba superando al original en cuanto a ventas. Gorillaz es utracomercial pero de una calidad muy alta. Muy moderno todo ello, sí, pero las colaboraciones son de lujo y la puesta en escena, con la animación es de alucine. De todos los proyectos de Albarn el que más me gustó fue el que lideró al lado de Paul Simonon, Simon Tong y Toni Allen. Sí, aquel disco maravilloso de "The Good, the Bad and the Queen" se ha ido convirtiendo en una delicatessen en el hogar nikochiano, poco a poco, a fuego lento, aún recurro a él, claro síntoma de que era mucho mejor de lo que me pareció en un principio. A partir de aquí Albarn decidie darse un caprichito y un baño de masas y reúne a Blur, algún que otro single y conciertazos para los fans. Luego crea una ópera: "Doctor Dee" de la que no opino porque no la escuché pero tampoco me atrae demasiado. Y no quería acabar este repaso sin comentar su faceta en la creación de bandas sonoras. Tal vez la de "Ravenous" sea la que me gustó más, y por ahí tengo el CD de la banda sonora en la que también participaba Michaeal Nyman. Así pues estamos ante un geniecillo de culo inquieto, y como no, su disco en solitario tenía que llegar tarde o temprano y este 2014 ha sido el momento adecuado para ello. 


Damon Albarn - "Everyday Robots" (2014): 01. Everyday Robots/ 02. Hostiles/ 03. Lonely Press Play/ 04. Mr Tembo/ 05. Parakeet/ 06.The Selfish Giant/ 07. You and Me/ 08. Hollow Ponds/ 09. Seven High/ 10. Photographs (You Are Taking Now)/ 11. The History Of A Cheating Heart/ 12. Heavy Seas Of Love.

No esperéis temas moviditos ni bailongos, ni riffs de guitarra, ni rapeos ni hits radiables. Tal vez este "Everyday Robots" es más parecido a "The Good the Bad and the Queen" de lo que hubiésemos podido imaginar. Melodías electrónicas en su mayoría, tristes, melancólicas, ensoñadoras. Damon en plan señor maduro y consciente de que es una gran estrella. Reflexivo y autocrítico. El single de presentación, el que da nombre al disco y se ocupa de abrirlo es sencillamente precioso. "Everyday robots" me encanta. La melodía es de una belleza sublime y la letra aunque hable de cosas ya sabidas está de plena actualidad. La primera parte del disco es tal vez donde se concentran las mejores canciones del disco, por ejemplo encontramos la preciosa "Hostiles" y ese lujo llamado "Lonely Press Play" que sin duda es una de las mejores composiciones del álbum. En cambio, en la segunda parte del disco todo decae un algo, pero poco, muy poco. Claro que como os dije la parte fuerte de este disco viene del primer tema al séptimo, hasta aquí el disco es excelente. Ese tema, el séptimo, "You and me" es demoledor. Después, sí, "Hollow Ponds " no está nada mal, y el resto van ganado con las escuchas pero da la sensación de monotonía en esa parte final, cosa que se rompe con el final alegre y esperanzador de "Heavy seas of love" que es otra joyita. Antes ya hubo otra canción divertida y alegre, la otra excepción, que era "Mr Tembo" con ese ukelele glorioso y ese coro infantil de lujo que junto a la coqueta "Parakeets" y "The selfish giant" que es sencillamente preciosa forjaban una parte central bonica del to. "Everyday Robots" no es un disco perfecto aunque sí notabilísimo, tal vez demasiado melancólico, tal vez demasiado electrónico, pero eso sí, gana a cada escucha si le damos una oportunidad y conforme pasan los días me parece mejor. De entrada no me engatusó del todo pero como aquel "The Good, the Bad and the Queen" va encontrado su sitio, su lugar y su momento en el hogar nikochiano. 
DAMON ALBARN
EVERYDAY ROBOTS (2014)
EVERYDAY ROBOTS


 

Si sois de aquellos que todavía no han caído rendidos al hechizo de la música de Mark Oliver Everett tal vez este nuevo disco de Eels sea un buen punto de partida para ello. Particularmente creo que el mejor disco para empezar a entrar en el mundo mágico de Mr.E es sin duda "Daisies of the galaxy", luego depende de las preferencias de unos y otros. Hay un Eels introspectivo, melancólico, pseudoromántico como en "Electro-Shock blues" o "End times". Un Eels festivo y rocanrolero como en "Hombre Lobo" o "Wonderful, Glorious". Un Eels de culto como en "Blinking Lights..." o un Eels de corte clásico bluesrocanrolero como en "Shootenanny" o tal vez "Souljacker". Si queréis un repaso de esos que dejan al personal con el culo prieto, aquí tenéis el que le robé a mi archienemigo hace poquito y disfracé de sección "5cèntims" para la isla. La verdad es que hay muchos Eels, y tal vez "Daisies" es el que resume mejor todo ello, pero claro, escucharle es volver siempre a ese recuerdo familiar y aunque su estilo sea personal, también es sumamente adictivo. Como decía el maestro en el Exile seguramente Eels es como la tortilla de patatas de mamá, siempre sabe igual pero está buenísima y nunca te cansas. Sí, así es. Sabes lo que te vas a encontrar, lo hueles, lo paladeas y sigue sorprendiéndote, llevándote en volandas a ese momento de tu vida, sí, ese momento que describe E con el que te identificas al instante, consiguiendo engatusarte, rompiéndote el alma en cachitos. Me consta que muchos prefieren a Mr E en plan tranquilito con esas preciosas baladas y medios-tiempos que se gasta pero coñe, cuando rocanrolea, aunque lo haga en chándal Adidas, te deja con el culo al aire. A mí, sinceramente, me gusta de todas maneras, incluso de escritor me encantó! Este 2014 vuelve a sorprendernos con otro disco, está que no para últimamente y además parece que repite táctica, disco movidito seguido de un disco más tranquilo, de chimenea y manta. Sí, lo hizo con Hombre Lobo/End Times y ahora hace lo propio con Wonderful,Glorious/The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett. En cuanto a los dos discos moviditos, si los comparamos, andan por ahí de calidad, pero en cuanto a los tristones, me quedo con éste último pues es un disco con grandes canciones, de esas que ganan con cada escucha, y al menos 3/4 partes de ellas ya son imprescindibles. No es un disco redondo, claro que no, no es otro electro-shock, se le acerca, pero es otra cosa, otra maravillosa entrega de Eels, de eso tenéis que estar seguros.


Eels - "The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett" (2014): 01.- Where I'm At/ 02.- Parallels/ 03.- Lockdown Hurricane/ 04.- Agatha Chang/ 05.- A Swallow in the Sun/ 06.- Where I'm From/ 07.- Series of Misunderstandings/ 08.- Kindred Spirit/ 09.- Gentlemen's Choice/ 10.- Dead Reckoning/ 11.- Answers/ 12.- Mistakes of My Youth/ 13.- Where I'm Going.

De entrada, con la instrumental "Where I'm At" Mr E consigue que nos dé un vuelco el corazón. Precioso inicio. Melancolía pura. Si te coge en un día malo igual te saca una lagrimilla, os lo aseguro, lo he vivido en mis carnes. Luego, al final del disco, pone letra a este melodía. Cerrando el círculo. Finiquitando el disco magistralmente con "Where I'm going", demostrando que su voz es un prodigio de tristeza, de escalofrío en la noche, de genio absoluto. Entre la primera y la última canción que definen el tono del disco encontramos canciones descomunales, como el segundo corte. Esa maravilla cósmica que responde al título de "Parallels". Bellezón acústico. De mis favoritas del disco. "Lockdown Hurricane" tiene ese pianito marca de la casa Incluso la melodía, la cadencia, el sentimiento.... parece que ya lo hayamos vivido antes pero no. El disco no para de crecer, hay la sensación de estar ante una escandalosa POM y esa sensación se agiganta con "Agatha Chang" que fue de las elegidas para darnos un adelanto del disco. "Agatha" es beautiful, sin más. Y llega "A swallow in the sun"...., y sí, nos damos un traguito de sol, de su luz, de su calor, de su toque condescendiente, de su belleza. Canción de esas que erizan el bello, que te desmontan el alma, que te arrancan el corazón. Encadena de seguidillas con un ritmillo simplón medio folki medio canallesco de "Where I'm from", con sus campanillas incluidas, campanillas que por cierto cogen un toque misterioso para abrir junto a lo que parece un xilófono en la estupendísima "Series of misunderstandings" que nos trae al recuerdo aquellos primeros discos de Eels.

Lo que vendría a ser la cara B comienza con una de esas melodías marca de la casa de las que es fácil enamorarse, la guitarrita que abre "Kindred Spirit" es una delicia, una de esas que me acompañará el resto de mi vida. Luego, claro, "Gentlemen's choice" te ata un yunque al pie y te tira al mar. Sin compasión. El piano, gota a gota, nota a nota, te va hundiendo un poco más, lentamente. "Dead reckoning" es la parte dura del disco. La parte menos amable. Dramón. La voz rota de Mr E abre esa nana de ensueño que es "Answers" con esa reminiscéncia, recuerdo, aroma o como cojones queráis llamarla al Boss de antaño, al bueno. La estructura, la narración, el drama todo es como una canción del Boss, excepto la musiquilla infantil de fondo, de caja de música, eso es, esencialmente lo que la hace especial. Antes de terminar, el señor Everett, nos deleita con tal vez la mejor composición del disco. La espléndida "Mistakes of my youth". Simplemente magistral. Cierra como dije "Where I'm going" retomando la melodía del primer corte pero vistiéndola con letra. Estamos, sin duda, ante un grandísimo disco que puede que no lo parezca de entrada pero con las escuchas te lo deja bastante claro. La calidad no se discute. La magia tampoco. Sobretodo este disco es honesto, es de verdad, y está vivo. Tal vez por eso E ha decidido poner su nombre auténtico al disco. Quién sabe. Mark Oliver Everett como Eels ha vuelto ha dar un golpe sobre la mesa. Uno de los mejores discos del año, así de claro. 

Aquellos que seáis padres, sobretodo de niños aún pequeños, me entenderéis perfectamente cuando os diga que mi tiempo de ocio se ha reducido un mucho. Mi tiempo de ocio y cualquier otro tiempo que no sea el que gasto junto a mis niñas. Tiempo y energía. Y uno acaba agotado tanto metal como físicamente. A la noche, después de cenar, a uno sólo le viene una cosa a la cabeza: dormir. Durante el día lo llevo mejor. Escucho música como respiro. Eso no puedo evitarlo. Lo de leer lo hago furtivamente y lo del cine y las series de televisión..., eso sí lo llevo francamente mal. Dispongo de muy poco tiempo de "sofá" para ver algo. Evito programas absurdos y deportivos, de todas maneras no hay mucho tiempo para el cine. Esta semana encontré una fisura temporal y pude ver el último film de Álex de la Iglesia. Sí, esas "Brujas de Zugarramurdi" de la que tanto había oído hablar. Acabó a las tantas y lo pagué al día siguiente, vamos si lo pagué. 

De la Iglesia no es que sea precisamente mi director favorito. Si hago balance de sus films, de los que creo he visto todos excepto "Balada triste de trompeta", tengo que decir que el resultado es bastante regulero. Gustar, lo que se dice gustar, me gustaron "El día de la bestia" que es cojonuda y "La comunidad", el resto ni fú ni fá, bueno, más fú que fá sinceramente. En la de "Zugarramurdi" vuelve a la comedia gamberra con toques satánicos, en este caso brujería pura y dura y bueno, es algo irregular y a veces los chistes funcionan y otras... pues no, todo con sabor a refrito, a esto ya lo he visto, a querer volver a la fórmula del éxito del "día de la bestia" con más pasta pero con menos tino. 


No voy a romperme la cabeza con la sinopsis. Corto y pego de filmaffinity y listo: "Dos parados (Mario Casas y Hugo Silva) cometen un atraco y huyen perseguidos por la policía (Pepón Nieto y Secun de la Rosa) y por la ex mujer de uno de ellos (Macarena Gómez). Así, se adentran en los bosques impenetrables de Navarra y caen en las garras de una horda de mujeres enloquecidas que se alimentan de carne humana".

A priori, que el film esté protagonizado por Mario Casas y Hugo Silva me tiraba para atrás cosa mala. Para mi sorpresa, ambos están muy bien. Esa es la verdad. El casting está bien, correcto, lleno de amiguetes: Jaime Ordóñez, Carmen Maura, Terele Pávez, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, Carolina Bang, Carlos Areces, Gabriel Delgado, Macarena Gómez, Enrique Villén, María Barranco, Javier Botet, Manuel Tallafé, Santiago Segura, Alexandra Jiménez, Javier Manrique... Bueno, y el film, como os digo tontaco tontaco pero entretenido. Un film que es más un capricho de De la Iglesia que otra cosa, tirando de sus propios clichés, autohomenajeándose, como hacen otros directores como Tarantino. Quieren que aparezcan sus señas de identidad, sus "maneras", sus gracias, su estilo... y acaban por empacharnos. El film, correcto. La historia, simplona. Los actores, bien gracias. Qué esperaba? pues nada sinceramente. Ya no espero nada de De la Iglesia, bueno sí, que me haga pasar el rato, y bostezar no bostecé, pero claro, tampoco es que me hayan dado ganas de ver más films suyos y mucho menos volvería a ver esta película que por cierto, en otros tiempos se diría que es carne de videoclub. "Las brujas de Zugarramurdi" es a "El día del a bestia", lo mismo que "Arrástrame al infierno" a "Posesión infernal", un sucedáneo algo insulso.
01.- Wilko Johnson and Roger Daltrey - Going Back Home
02.- Sharon Jones and the DapKings - Give the People What they Want
03.- Eels - The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett
04.- Beck - Morning Phase
05.- Micah P Hinson - ...And the Nothing
06.- Doug Paisley - Strong Feelings
07.- Jimbo Mathus - Dark Knight of the Soul
08.- The New Mendicants - Into the Lime
09.- The Fakeband - Shining On Everyone
10.- Bap Kennedy - Let's Start Again


*la lista a principios de marzo
El otro día me dí un paseo sin rumbo alguno y callejeando llegué a la nueva y flamante tienda Gigamesh de Barcelona situada en calle Bailén 8. Antes había dos tiendas, la librería y la freak, pero ahora todo ha quedado bien recogidito en una sola superficie. Para los que no conozcan la librería hay que decir que es toda una referencia en el género fantástico. "Vicio y subcultura" es uno de sus lemas. Por allí han pasado grandes de la literatura fantástica como George RR Martin, autor de la saga "Canción de Hielo y Fuego" aka "Juego de Tronos", dichos libros son publicados por la editorial Gigamesh. Sí, supongo que se habrán forrado pero no sólo de los "Tronos" vive Gigamesh, su librería es bastante completita ya sea traducida al castellano o al catalán, o directamente en inglés. La verdad es que estuvo bien visitar la tienda y ver ese impresionante mural de Enrique Corominas que es el ilustrador de la saga de Martin. No compré ningún libro, no y no, de haberlo hecho seguramente me hubiese decidido por "Bioko" de Marc Pastor porque me han hablado muy bien de él. Pero no, acabé en la otra parte de la tienda, la de libros no, la de juegos de mesa, sí. 


"Sobek" fue mi elección jueguil por un poquito más de quince euros. Un juego con más miga de lo que aparenta. De cartas pero con tablero, más que un simple filler pero de corta duración. Un juego que básicamente consiste en conseguir sets de cartas e ir aumentando la puntuación. Un juego creado por Bruno Cathala e ilustrado con mucha clase por Mathieu Beaulieu, y el material es francamente notable. Está ambientado en el Nilo, en la construcción de un Templo para el Dios Sobek, y nosotros entramos en la puja por conseguir mercancías y conseguir dinero aunque para ello tengas que cruzar el umbral de lo ético y lo corrupto.


El juego consta de tres rondas. En cada uno de nuestros turnos podremos coger una carta, realizar un set con ellas o jugar una carta de personaje. Las cartas que permiten hacer sets son las de mercancías, hay diferentes tipos y algunas de ellas pueden llevar en la parte superior de 1 a 3 pedruscos de oro. Existen comodines y los personajes pueden jugarse como una carta más del set pero entonces pierden su función especial. Se disponen 9 cartas a lo largo del Nilo, las de materia boca arriba y las de personajes boca abajo, y comenzamos a recoger por turnos. Se pueden coger sólo de entre las cuatro primeras, si decidimos coger la segunda y saltarnos la que por lógica nos tocaría, ésta va a parar a la placa de corrupción, cosa que al final de la partida puede hacernos mucho daño. Bien, se van cogiendo las cartas y en algún momento, cuando tenemos como mínimo tres cartas del mismo material podemos decidir realizar el set de cartas. Se puntúa de la siguiente manera: número de cartas por número de pedruscos de oro. Cuando se acaban las nueve cartas se vuelve a rellenar en la orilla de Nilo con nueve cartas más de la pila. Cuando se acaban las cartas acaba la primera ronda. Se suman los puntos y se avanza por el tablero. Quién tuvo más puntos en la pila de corrupción, y sólo el que más, será castigado y verá como se le restan un buen puñado de puntos, no entro en el "cómo" por no enrollarme. 


Lo sé, soy muy malo explicando juegos, más aún por escrito y más aún de memoria sin plantearme como estructurar la explicación. Pero esto no es una reseña ni nada de eso, esto es una recomendación y nada más. El juego tiene mucho puterío: por evitar que el otro haga sus sets de cartas, por utilizar las acciones de los personajes, que van desde robar cartas de la mano o de la pila de corrupción a por ejemplo coger una carta de cualquier posición del río sin penalización, o pasando porque los jugadores rivales se queden sólo con seis cartas en la mano. Además al hacer un set podremos disponer de alguna que otro habilidad como volver a tirar, multiplicar por dos el valor del set, etc, etc... Mucho puterío aunque no lo parezca. El juego, en principio es para 2,3 o 4 jugadores pero para 4 puede que se vuelva un poco ingobernable y la suerte acabe por aparecer en exceso. Lo justo, creo yo, sería para 3 aunque para 2 jugadores funciona bastante bien. El juego podréis disfrutarlo gratuítamente y online, contra rivales humanos, en la magnífica página de yucata.