Middle Brother: Middle Brother (2011)

Hay un par de cosas en las que casi toda la blogosfera parece haberse puesto de acuerdo. Una de ellas es que considerar a “Middle Brother” como un supergrupo es algo atrevido y desvergonzado pues ninguno de sus componentes por así decirlo, y aunque tienen un talento enorme, son unas superestrellas. La segunda es que el disco que lleva el mismo nombre del grupo es simplemente cojonudo. Por supuesto no pienso hacerle la contraria a tantísima gente, y visto lo visto, y después de haber escuchado dicho artefacto que data del 2011 solo puedo alinearme con aquellos que piensan que John McCauley de los Deer Tick, Taylor Goldsmith de los Dawes y Matt Vasquez de los Delta Spirit han parido un disco maravilloso que me está haciendo disfrutar estos día de lo lindo. Y ojo, no sólo ese disco, de momento “Divine Providence” de Deer Tick se me antoja como uno de los mejores discos que he escuchado en los últimos meses y ya no digo esa delicia que ha resultado ser “Nothing is wrong” de los Dawes que me gana a cada escucha. Acojonantes todos ellos. El grupo se llama Middle Brother, el disco se llama “Middle Brother” y sí, también hay un tema que se llama “Middle Brother” y qué? Para que se van a romper la cabeza con nombrecitos, lo importante es la música y en este caso realmente es cojonuda.

Middle Brother – "Middle Brother" (2011): 01.- Daydreaming/ 02.- Blue Eyes/ 03.- Thanks For Nothing/ 04.- Middle Brother/ 05.- Theater/ 06.- Portland/ 07.- Wilderness/ 08.- Me Me Me/ 09.- Someday/ 10. -Blood and Guts/ 11.- Mom and Dad/ 12.- Million Dollar Bill.

Por lo leído por los puestus el disco comenzó a cocinarse a fuego lento a partir del 2009 así pues toda esa mandanga de que después de tener éxito con sus respectivas bandas para unirse en supergrupo y tal y que cual no es del todo cierto. El disco se da a conocer a partir del éxito de sus componentes en sus bandas, claro, pero estaba antes. De todas maneras eso me importa un bledo. El disco es sensacional, de la primera hasta la última canción, y aunque los listillos de la industria discográfica cataloguen la música del grupo como Indie aquí hay más rollo setentero que en cualquiera de los ocho millones de grupos revival que nos quieren vender. Aquí hay cancionacas del copón, ni más ni menos, y tres tipos con mucho talento que darán que hablar. Por lo menos un servidor va corriendo la voz y grabando discos a tutiplén. Deberían pagarme por el trabajo que hago? No sé, con que me regalen sus discos ya me daría por satisfecho. Ah! Me dejo de historias, me remango y me pongo a ello. “Daydreaming” es bonica del to, perezosa sí, pero te deja agustito con ese estribillo de lujo. Esto es Indie? Paparruchas!!. “Blue eyes” suena al mejor sonido de los setenta, qué coros, qué guitarras, qué deje stoniano se deja entrever en ocasiones. Y “Thanks for nothing”? No os parece cojonuda? Que más se le puede pedir a una canción? Y esto, como que yo no lo había descubierto antes? Más vale tarde que nunca. “Middle Brother” es un caramelito que ya os puse en “videoniko”, “Theater” me suena muy Lennon y para rematar con el inicio demoledor tenemos la versión de Westerberg, esa “Portland” que les ha quedado cojonudísima. Os preguntaríes si a partir de aquí el disco baja no? Lo hace? Ni pensarlo! Pero, como me estoy enrollando mucho (ya parezco mi archienemigo espesando la lectura) os digo que de lo que queda lo mejor es todo, pero además “Me, me, me” es un rocanrol de los buenos y “Million dollar bill” una joyita. No os lo penséis terrícolas, este es un gran disco. Recuperarlo, vuestra vida será algo mejor.