A veces uno siente un pálpito. Siente una resistible atracción y no se puede controlar. Eso me pasó con "Cubirds", el juego de cartas editado en España por Maldito Games y creado por Stephan Alexander. Esa atracción se debe sin ninguna duda a sus espectaculares ilustraciones obra de Kristian Der Nederlanden. Esas ilustraciones fueron las responsables de que me fijase en este sencillo y adictivo juego, en el que pueden participar de 2 a 5 jugadores a partir de unos 8 años más o menos. Estamos ante un juego sencillo, un filler que le llaman, en el que las partidas no se van a más de veinte minutos. Nuestro objetivo es coleccionar familias de aves. Así de sencillo. Tendremos que conseguir 7 aves diferentes o por otro lado, también podremos conseguir dos pero con tres individuos cada una.
Disponemos de 110 cartas de pájaros. En cada carta hay en la esquina inferior izquierda el número de cartas de esa familia, y en la superior derecha dos números. Esos números indican las cartas necesarias para añadir a la colección nuestra ave. Si optamos por el número más bajo añadiremos una sola ave, si lo hacemos por el número más alto podremos añadir dos aves a nuestra colección. Para empezar disponemos 4 filas de tres cartas, fijándonos en que en cada fila no puede repetirse ave. Repartimos ocho cartas a cada jugador que colocará en su mano y otra boca arriba sobre la mesa a cada uno con la que comenzará su colección. En cada turno, el jugador deberá colocar cartas de la misma especie en una fila. Intentando que en ambas puntas haya la misma especie de ave, entonces todo lo que quede en el medio se recoge, recolocando correctamente esa fila, y añadiendo cartas sobrantes para que haya más de una especie. Luego si llega a aquellos números de la esquina superior derecha puede bajar una o dos cartas de ave a su colección y el resto queda para el montón de descartes. Y así, sucesivamente. Muy fácil. Si el jugador al colocar carta no recoge familia de ave puede robar dos cartas extras, y si alguno de los jugadores se queda sin cartas, se resetea. Es decir, todo el mundo deja las suyas y se vuelven a repartir ocho, ojo que esto es muy puteante...
"Cubirds" es un juego precioso y sencillo, con más chicha de lo que parece. Perfecto para jugar en familia y que no se haga pesado. Justo da para unas risas y sirve de magnífico entrante para otros juegos más sesudos. Por su módico precio es muy recomendable hacerse con él.
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