"Lady Bird" es sencillamente maravillosa. Llegaba a mis manos con la etiqueta de "indie generacional molón" y eso no era muy halagüeño. Por suerte, ese hipsterismo que endiosaba a la película no se equivocaba en nada. Es una película sobresaliente a pesar que cuenta una historia vista y requetevista en innumerables ocasiones como bien explica la sinopsis oficial: Una joven estudiante que se hace llamar "Lady Bird" se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre. La joven protagonista está espectacularmente interpretada por Saoirse Ronan (vista antes en City of Embre, Lovely Bones, The Host, The Gran Hotel Budapest..) y a la que pienso tendremos que seguir de cerca y tener muy en cuenta. Además está rodeada por unos excelentes secundarios: Laurie Metcalff (Roseanne), Lucas Hedges (Moonrise Kingdom), Timothée Hal Chalamet (Call me by your name), Beanie Felstein, etc.. etc... Estamos ante un típico film de adolescente rebelde que no encaja o que cree que nada de lo que tiene es lo que quiere. Típico film de final de instituto e inicio universitario. De nuevos amores, amistades nuevas y pérdida de virginidad. Nada, como ya he dicho, que no hayamos visto antes. Pero en "Lady Bird" todo está explicado con una clase magistral, además de las notables interpretaciones. Hay un ritmo muy indie, sí. Muy del tipo Noah Baumbach, con quién por cierto está casada la directora y guionista Greta Gerwig ... así que sí, ese es el rollito. Dicen que tiene algo de autobiográfico, pero lo realmente interesante es ese ritmo perfecto que lleva en volandas a un guión excelente, y por supuesto a esos silencios, a esas miradas, a esa pausa necesaria que nos obliga a imaginar que es lo que pasa por esa cabeza. En mi opinión, una adorable película.
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