La forma del agua (2017)


No voy a ocultar ahora mi admiración por Guillermo del Toro, ni tampoco voy a reivindicar su figura. Le sigo desde aquella obra maestra de 1993, "Cronos", y siempre me ha parecido un apasionado del cine pero más aún de lo fantástico. Es un gran creador de historias pero más aún del elemento visual, básico para el séptimo arte aunque esa característica suya se refleja hasta en sus aventuras literarias como por ejemplo en la Trilogía de la Oscuridad/The Strain. Además de "Cronos" creo que tiene al menos dos películas sublimes. Primero aquella maravilla llamada "El laberinto del Fauno" y después esta película que hoy nos ocupa, esta película que tiene todo lo bueno de Guillermo del Toro y algo más, algo que hace a "La forma del agua" tal vez su mejor película, la película no solo de un loco de la fantasía sino también de un enorme director, maduro y genial. Ambientada en Baltimore allá por 1962, cuenta la historia de una joven limpiadora que trabaja para el gobierno que acaba enamorándose de la criatura atrapada por los militares. Sí, no lo negaré. Ante todo estamos ante una película de amor. De eso no hay duda. De un amor raro, a lo Bella y la Bestia donde la Bella es Elisa Espósito, interpretada magistralmente por Sally Hawkins, y la Bestia-Pez por el habitual Doug Jones. Otra de las fantásticas cosa buenas que encontraremos en el film son sus secundarios: Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins y Michael Sthulbarg están soberbios. La música es una delicia, la fotografía un deleite, el homenaje al cine maravilloso, y por supuesto las sensaciones que transmite son indescriptibles, es poética y bella, es posiblemente como dije la mejor y más completa película de Del Toro. Un clásico moderno, romántico, fantástico y eterno.

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