Cuando llegue el momento de recopilar los discos escuchados durante este 2018, de clasificarlos y ponerles nota, seguro que "People are my drug" estará entre los mejores trabajos del año para un servidor. Con total seguridad Phil Cook ha firmado uno de los discos más bonitos de los últimos meses, una delicatessen de belleza gigantesca. Un disco de esos agustito total que ha llegado para iluminar nuestros corazones, darles algo de paz y de alegría. Os mentiría si os dijese que sigo a Cook desde Megafaun. Os mentiría como un canalla porque nunca le he seguido la pista, ni a él ni a su banda, y siempre le he considerado un secundario de lujo. Ya sea en el propio Megafaun, en sus apariciones junto a MC Taylor como por ejemplo tocando el piano en el "Heart like a levee" de Hiss Golden Messenger o acompañando a su amigo Justin Vernon aka Bon Iver. Sobretodo debería destacar aquel trío que formaron Vernon, Moen y Cook. Sí, aquel trío llamado The Shouting Matches, entregó un disco en 2013 que pasado el tiempo no sé como no fue mi favorito del año, y es que "Grownass man" es un disco sobresaliente. Un tesoro. Digo esto, hablo de estas referencias de Cook y no me perdono haber pasado olímpicamente de su anterior trabajo. Me lo recomendaron por activa y por pasiva, me dijeron que era estupendo pero lo dejé caer en el olvido y cuando lo recupero ahora pienso en lo estúpido que fui, pues "Southland Mission" es notable, claro que "People are my drug" es excelente. Es gloria. Es belleza. Es espiritual, celestial y atemporal. Es un disco imprescindible de este 2018.
Phil Cook - People are my drug (2018): 01.- Steampowered Blues/ 02.- Tide of Life/ 03.- Miles Away/ 04.- Another Mother's Son/ 05.- He Gives Us All His Love/ 06.- Now That I Know/ 07.- Tupelo Child/ 08.- Deeper Kind/ 09.- Life.
Es escuchar las primeras notas de "Steampowered blues", canción que abre el disco, y caer rendido a lo pies de Cook. Estamos ante un tema con aroma a New Orleans donde Phil se hace acompañar por las voces de Tamisha Waden y Chastity Brown, que le dan al tema ese toque gospeliano, ese toque que va de las bellas tonadas de Paul Simon al Exilio de los Stones. Ni más ni menos. Casi ná. "Tide of life" sigue por los mismos derroteros, sigue con la misma esencia, con la misma magia negra. Las dos primeras canciones son sobresalientes pero al llegar al tercero corte nos damos cuenta que estamos ante algo grande. "People are my drug" no es un disco cualquiera y "Miles Away" no es una canción más, es pura pasión, pura belleza, pura verdad. "Miles Away" es una de las mejores canciones del año. Preciosa de principio a fin. Cook está brillante pero todo sube a un nivel inigualable cuando Amelia Meath (Sylvan Esso/Mountain Man) hace acto de presencia. Vocalmente Phil Cook está inspiradísimo como vemos en la hermosa y delicada "Another mother's son", una de mis favoritas del disco. Melodías delicadas y sencillas con una percusión hipnótica casi jazzistica en "He gives us all hislove", donde el soul saca la cabeza para enamorarnos, nos llevan en volandas a "Now that I Know" donde la guitarra se hace protagonista absoluta. Delicia con guiños sureños que demuestran que Cook emana talento por todos sus poros. Si faltaba algo al disco era tal vez un guiño al León de Belfast y sin duda en "Tupelo Child" encontramos esa referencia, tanto por el título como por la forma de componer y arreglar el tema. Glorioso. El final se acerca, primero con "Deeper Kind" que tiene ese toque rocker divertido y desenfadado, y segundo y para culminar este discazo nos topamos con "Life", un mediotiempo que va cogiendo fuerza y poder conforme el piano toma protagonismo. Una joya de canción. Un final a la altura de un soberbio disco, una joya del 2018, una masterpiece. Una POM. Sí, por qué no decirlo?
Es escuchar las primeras notas de "Steampowered blues", canción que abre el disco, y caer rendido a lo pies de Cook. Estamos ante un tema con aroma a New Orleans donde Phil se hace acompañar por las voces de Tamisha Waden y Chastity Brown, que le dan al tema ese toque gospeliano, ese toque que va de las bellas tonadas de Paul Simon al Exilio de los Stones. Ni más ni menos. Casi ná. "Tide of life" sigue por los mismos derroteros, sigue con la misma esencia, con la misma magia negra. Las dos primeras canciones son sobresalientes pero al llegar al tercero corte nos damos cuenta que estamos ante algo grande. "People are my drug" no es un disco cualquiera y "Miles Away" no es una canción más, es pura pasión, pura belleza, pura verdad. "Miles Away" es una de las mejores canciones del año. Preciosa de principio a fin. Cook está brillante pero todo sube a un nivel inigualable cuando Amelia Meath (Sylvan Esso/Mountain Man) hace acto de presencia. Vocalmente Phil Cook está inspiradísimo como vemos en la hermosa y delicada "Another mother's son", una de mis favoritas del disco. Melodías delicadas y sencillas con una percusión hipnótica casi jazzistica en "He gives us all hislove", donde el soul saca la cabeza para enamorarnos, nos llevan en volandas a "Now that I Know" donde la guitarra se hace protagonista absoluta. Delicia con guiños sureños que demuestran que Cook emana talento por todos sus poros. Si faltaba algo al disco era tal vez un guiño al León de Belfast y sin duda en "Tupelo Child" encontramos esa referencia, tanto por el título como por la forma de componer y arreglar el tema. Glorioso. El final se acerca, primero con "Deeper Kind" que tiene ese toque rocker divertido y desenfadado, y segundo y para culminar este discazo nos topamos con "Life", un mediotiempo que va cogiendo fuerza y poder conforme el piano toma protagonismo. Una joya de canción. Un final a la altura de un soberbio disco, una joya del 2018, una masterpiece. Una POM. Sí, por qué no decirlo?
Un disco mayúsculo, sobresaliente; un verdadero clásico.
ResponderEliminarGracias.