"White Gold", la miniserie de seis capítulos de la BBC2 que aquí emite Netflix, es oro puro, blanco para ser más exactos. Una serie tan canalla e hijoputesca que sólo podía salir de la Gran Bretaña. La serie dirigida y escrita por Damon Beesley (responsable de otras joyas como "Flight of the Conchords y The Inbetweeners) está ambientada en la ciudad de Essex durante los años 80, época de Thatcherismo, en la que tres hombres se desviven por hacerse millonarios vendiendo ventanas de PVC. El protagonista y líder es Vincet Swan interpretado magistralmente por Ed Westwick (visto antes en Gossip Girl, Hijos de los Hombres, Son of Rambow, etc, etc..). Westwick borda un personaje de lo más cabroncete que se permite chulearnos contínuamente mirando a cámara, y haciendo todo aquello que le haga sentir superior, machote y ganador cuando es un loser de cuidado. Sus dos compinches están interpretados por James Buckley y Joe Thomas (ambos de Inbetweeners) y como no, están geniales. Las féminas por su parte son divertidísimas, sobretodo Lauren O'Rourke (de This is England 90) haciendo de secretaria bobalicona y empanada, y Linzey Cocker (Shameless) magnífica como la señora Swan. Si no se ha visto nunca "Inbetweeners" esta "White Gold" sorprenderá, si ya la hemos visto apreciaremos un crecimiento locuelo por parte de su creador Beesley. La serie es una mamarrachada absoluta, carece de buen gusto y su sentido del humor es grosero y algo tontuno, pero por eso me encanta, por eso y por su genial banda sonora, la mejor que he escuchado en los últimos años repleta de éxitos radiofónicos de los ochenta. No es para todos los gustos, pero para seros sincero no puedo esperar más para ver la segunda temporada que ya se está grabando. Necesitamos a Vincent Swan, ya!
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