Tanto había escuchado hablar de las bondades de Luke Winslow-King que he tenido que arremangarme y hacerme con su último trabajo, creo que quinto personal, llamado "I'm glad trouble don't last always", y todo esto debido a su paso por nuestras tierras y que desgraciadamente me perdí por varias razones que no vienen al caso, su cita barcelonesa en la siempre reivindicable sala Rocksound cayó en saco roto, sí, así es, así soy yo, un cenutrio. Luke Winslow-King es de New Orleans y lleva la música de raíces en su sangre. El blues, el rock, el soul..... todo corre por sus venas, todos esos sonidos aparecen en sus composiciones pasados por un tamiz de actualidad. Antes de este disco no había oído hablar nunca de él, así que mi primer contacto es este disco, un disco de country-soul con gotas bluseras y de rocanrol americano, puede que clásico y previsible pero también perfectamente ejecutado, con gusto y mucha clase, algo retro y muy bonico, que francamente tiene todos los elementos para enamorarme y llevarme al huerto pero que no acaba de llegar al alma. Sí, me gusta y mucho, pero como a veces les pasa a los trabajos de Isbell, me deja algo frío, frío no, como que les falta fuego a las canciones o a la manera de interpretarlas. No digo con esto que no sea un trabajo notable, que lo es, sólo digo que le falta un puntito a todo (en mi modesta opinión) para encender la chispa, que seguramente en directo acaban por estallar. Aún así, aún con este pequeño/gran "pero" creo que en el disco hay al menos media docena de canciones estupendas y muy disfrutables, claro que no voy a engañar a nadie diciendo que le veo mucho recorrido al disco, pues no me veo dentro de un año delante de mi discoteca eligiendo este trabajo de Winslow-King. Dicho queda, ya podéis ponerme de vuelta y media pero así lo creo y así lo siento. Claro que escuchando la inicial "On my way" nunca hubiese pensado que me pasara eso pues es un tema sensacional, un tema soul con aroma gospeliano y dejes vocales tanto a Lamontagne como por ejemplo al "Delilah" de Anderson East del año pasado, tiene ese toque soul aunque más blusero como indica el segundo tema, una fantástica canción que nos lleva al Mississippi, pues la canción que da nombre al disco, "I'm glad trouble don't last always" es sensacional. En eso no hay pegas, ni discusión alguna. Como tampoco en la canción que cierra la tripleta inicial, "Change your mind", con un desarrollo muy muy  muy Ryan Adams, con sabor a clásico americano. Sí, hasta aquí el disco me atrapaba pero poco a poco creo que va perdiendo fuelle o a mi eso me parece. Como he dicho escuchando el disco me vienen a la cabeza los últimos discos de Isbell. Notables, bonicos pero bajos en temperatura. De lo que queda del disco me gusta "Esther Please" y lógicamente "Act like you love me" que es simpática y algo retro. Tampoco está nada mal el cierre con "No more crying today" que vuelve a sonar a todo eso que me gusta pero como todo el disco en general se queda en la superficie, supongo que de haber asistido al concierto mi opinión sería algo diferente, y me da en la nariz que el tiempo acabará por darle la razón al señor Winslow y quitándomela a mi. De todas formas creo que habrá que estar atentos a lo que haga Luke Winslow los próximos años aunque Rey, sólo hay uno.

Luke Winslow-King - I'm Glad Trouble Don't Last Always (2016): 01.- On My Way/ 02.- I’m Glad Trouble Don’t Last Always/ 03.- Change Your Mind/ 04.- Heartsick Blues/ 05.- Esther Please/ 06.- Watch Me Go/ 07.- Act Like You Love Me/ 08.- Louisiana Blues/ 09.- No More Crying Today.



Una vez finalizada la temporada 3 de The Strain poco o nada tengo que decir a su favor o en su contra. Es una serie para seguidores de Guillermo del Toro con todo lo que ello conlleva, y lógicamente para los fieles de su trilogía de la Oscuridad junto a Chuck Hogan: Nocturna, Oscura y Eterna; que he leído y disfrutado, y de la que me declaro fan incondicional. La serie no es más que el llevar aquella historia fantástica de la novela a la televisión, y como ya supongo que sabéis, pues lo he comentado en la Isla mil y una veces, la serie tiene una estética "serie b" acojonante, los vampiros unos maquillajes marca de la casa, hay mil y un cachivaches y toda la mitología vampírica dada la vuelta como un calcetín. Para mí, fetén. La temporada 2 fue un despiporre, subiendo en intensidad a cada episodio, dejando muy buen sabor de boca y el reconocimiento de freaks de lo fantástico en Comic Con y similares. Tanto éxito tuvo que las previstas tres temporadas fueron estiradas a cuatro, y por tanto en esta T3 se andan en ocasiones demasiado por las ramas. Esa es mi impresión. Ese creo que es su problema pues de haber ido al grano, ni el ritmo ni la tensión ni la sangre hubiesen bajado de intensidad como si ocurre. Del resto, poco que decir, todo en esta historia me gusta aunque todo sea un refrito. El desenlace está al llegar y un servidor tiene muchas ganas de ver como lo llevan a la pantalla.

QUEEN/ NEWS OF THE WORLD (1977)/ WE WILL ROCK YOU (fast)


En una época donde el háztelo tu mismo, las tachuelas, el cuero y una actitud gamberra dominaban la escena musical de mano de los Clash, Sex Pistols, Jam, Ramones y otras perlazas eso sí de otro pelaje como Talking Heads, Television, el mismísimo Iggy Pop o la irrupción Costelliana, que dejaban poco margen para otros estilos aunque de haberlos haylos y de esos otros estilos salieron discos grandiosos como el "Heroes" de Bowie, el "Exodus" de Marley o el "Rumours" de los Fleetwood Mac por poner tres ejemplos espectaculares e insaltables. En Inglaterra antes de 1977 se produjo el caldo de cultivo de todo aquello, el final del glam y el principio de la vuelta a la pureza rock, el punk, pero dicho esto tendríamos que aclarar que quién reinaba en las Islas no era precisamente Isabel II sino la otra Reina, la Reina Federica, Federica Bulsara al frente de sus Queen quienes con la dupla dedicada a los hemanos Marx: A night at the opera (1975) y One day at the races (1976) tenían el favor del público inglés y se habían hecho dueñas y señoras de las listas de ventas y de las radiofórmuals. Encontraron el éxito por otro camino, con esos dos discos que son para enmarcar, para escucharlos una y otra vez, dos discos repletos de grandiosos temas pero con dos joyas de esas inolvidables como son "Bohemian Rhapsody" y "Somebody to love". Reinaban en su tierra pero aún no habían conseguido triunfar al otro lado del charco. Las Américas se les resistían y ellos querían invadir aquel mercado, que jugaba en otra liga y estaba por otras cosas. Aquel mercado no sería invadido por Queen, los ingleses triunfadores fueron los Stones al año siguiente, encocados en la Gran Manzana parieron el desvergonzado y sexual "Some Girls" pero eso es otra historia. En 1977 Mercury y compañía no podían desembarcar con sus incontables capas de voces e instrumentos, ni con operetas ni disfraces estrambóticos repletos de lentejuelas. Sabían que allí eso no les funcionaría así que decidieron cambiar, y ese fue el primer gran cambio de Queen, el primer giro de estilo, apuntando directamente al rock americano, a ese mercado.


Queen - "News of the World" (1977): 01.- We Will Rock You/ 02.- We Are The Champions/ 03.- Sheer Heart Attack/ 04.- All Dead, All Dead/ 05.- Spread Your Wings/ 06.- Fight From The Inside/ 07.- Get Down, Make Love/ 08.- Sleeping On The Sidewalk/ 09.- Who Needs You/ 10.- It's Late/ 11.- My Melancholy Blues.

El sexto disco de Queen fue grabado igualmente en casa pero sin la parafernalia habitual cosa que provocó  que estuviese listo en solo cinco meses. Era la primera vez que los miembros de Queen autoproducían el disco con la ayuda de Mike Stone y querían darle un toque más rockero, más simple.. más americano. Desde la excelente portada que debe apreciarse plenamente abriendo el vinilo obra del ilustrador Frank Kelly Frears, especialista en ciencia-ficción, consiguen dar ese toque menos inglés, idea que rematan con el excelente título del disco: "News of the World". Estamos ante un grandioso disco de Queen, un poco por debajo de "Sheer Heart Attack" y la dupla Marxiana pero desde luego que es un grandioso disco que contiene esas dos canciones al inicio, magníficas canciones por cierto, tan tan escuchadas y utilizadas que parece que el disco sea solamente eso. Dos cosas: primero, el disco es mucho más que eso; y segundo, esas dos canciones son espectaculares se mire como se mire. Esas dos canciones son "We will rock you" y "We are the Champions". El inicio del disco con la percusión de Taylor a todo trapo no tiene precio, cuando entra Freddie la cosa se pone calentita y el solo de May a la guitarra es de los de aquí te espero bonita, lástima que se haya abusado tantísimo de él porque es un tema excelente como lo es la versión rápida y cañera que solían tocar en los conciertos de la época. Un despelote. Seguidamente a "We will rock you" y sin darnos un respiro, casi pegadita a ella, encontramos la balada "We are the champions" que, como no, también ha sido mangoneada hasta el aburrimiento pero que a pesar de su final llena-estadios tiene un inicio de pelos de punta. Para muchos aquí empieza y acaba el disco, disco ninguneado y maltratado por infinidad de personas, disco que merece más porque es mucho mejor que esas dos canciones y ahora yo os lo voy a contar.


El tercer corte es para un descarte de "Sheer heart attack", la canción del mismo nombre firmada por Roger Taylor no pudo entrar en aquel disco y escuchándola sabemos que pertenece a aquella época, aquí sirve para romper con la dupla inicial a base de hardrock pseudo-punkoide. Un trallazo. Llega el momento para la balada melancólica total. "All dead, All dead" está escrita por May, y en ella podemos escuchar un bellísimo piano tocado por May y no por Freddie que sí está a los coros mientras Brian aunque justito vocalmente nos hace estremecer. Como siempre en los discos de Queen encontramos temazos escritos por cualquiera de sus miembros, es una peculiaridad de la banda, todos sus componentes han escrito éxitos en las listas y de esa manera hasta que llegó la enfermedad de Freddie firmaba cada uno sus canciones. Deacon hace lo propio con "Spread your wings", un temón que llegó a ser single y que francamente es un caramelito. Siempre he pensado que debería considerarse un tema imprescindible de la banda, y como es  habitual Freddie lo borda. "Fight from the inside" cerraba la cara A. Es un tema de Taylor prescindible, nunca me ha gustado en exceso y creo que baja el nivel del disco. Por suerte la entrada de la segunda cara con la dramerótica "Get down make love" es la repera, con un Mercury desatado, calenturiento, empitonado... y una orgía desatada a la mitad del tema rememorando otros jadeos varios zeppelianos. "Sleeping on the sidewalk" es muy McCartniana, está firmada e interpretada por May, es un tema sencillo y cuco que no sé porqué siempre me viene a la cabeza cuando camino sin rumbo, la suelo tararear a menudo y eso que no es nada del otro mundo, como tampoco lo es "Who needs you", canción amariconada de Freddie que me encanta, no os voy a engañar, me encanta esa guitarrita mediterránea, esa sencilllez, esa calidez.... Y entonces llega otro de los temas del disco, llega "It's late" para que el público se vuelva loco, sobretodo el americano. Un temón, hard-rockero de largo minutaje que va creciendo en intensidad a cada segundo que pasa,  con la guitarra como protagonista absoluta y un Mercury que interpreta a la perfección, siempre sobresaliente. Cerramos este disco con una joya mercuriana, una de mis canciones favoritas de toda la discografía de Queen, una rara avis, un capricho de Federico que demuestra que no había esos años nadie como él sobre un escenario. "My Melancholy blues" es indescriptible. Genial. Y así cerramos "News of the World", un disco maltratado y ninguneado que merece ser recuperado y escuchado aunque nos de pereza por sus dos primeras canciones que siendo geniales suenan cansinas. Diós salve a la Reina.

*Post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan
5/9/1946 - 24/11/1991 GOD SAVE THE QUEEN


Con la llegada del otoño también ha llegado la predilección por discos de sonidos americanizados, preferencia absoluta por discos country como "The Ghost of Highway 60" de Lucinda Williams, aderezos de banjo como el tesoro de Kaia Kater, "Nine Pins", rescates obligatorios y necesarios como por ejemplo el de "The New Basement Tapes", de ahí a "Mosters of Folk" y de banda sonora diaria de vuelta con The Band y Grateful Dead. Y es, tal vez, la nunca lo suficientemente reconocida banda de Jerry Garcia la que al parecer se está llevando el gato al agua, la que finalmente se hace con el número uno de escuchas en uno de mis meses favoritos, Noviembre. Y..., tengo que añadir, el nuevo descubrimiento de este 2016 que me tiene con la boca abierta y el culo prieto, esa recomendación a cuatro manos, esa casi obligación por parte del que escribe de escuchar un disco cuando Johnny JJ y Jesús del Cierzo recomiendan al unísono un álbum, cuando lo señalan entre otros miles y dicen sin titubear: ese es, ese es el bueno. Y resulta que ese disco es "Okey Dokey" que ya desde su brutal portada me enamora y me lleva al huerto, y es que esta banda salida de Nashville (Tennessee) tiene ese sonido de antaño, ese sonido que como bien hacen  referencia en el Espacio Woodyjaggeriano tiene un poco de mis Grateful Dead pero también de los que se cita en esa fantástica reseña, cito casi literalmente a  Creedence, Allman Brothers, Eric Qincy Tate, Marshall Tucker Band, Lynyrd Skynyrd, Country Joe, Charlie Dabiels, Little Feat.... pero también como afirma Jesús con gran acierto con un toque nuevo e incluso moderno, que les hace no sé si únicos pero sí diferentes y especiales. Se me escapó de las manos su disco del 2014 "Dancing with Wolves", se me escapó, pero ando estos días poniendo remedio y recuperando un artefacto que mereció sin duda más atención por mi parte. De todas formas este "Okey Dokey" es muy superior, empezando claro está por la maravillosa "Sure is Nice" que está siendo para mí como un himno otoñal, con su ritmo trotón entre los Dead y la Velvet, como si hablásemos de unos Grateful Underground, en cambio, "NSA Blues" es finales de los sesenta principios de los setenta, con su esencia "good morning Vietnam", con su olorcillo a marihuana en el ambiente, con un bajo descomunal porqué no decirlo. "Out of Sight" empieza con sonoridades más modernas, nada que no se haya escuchado antes, pero resulta inesperado y algo salido de tono en un principio aunque rápidamente se reconduce en una tema rocanrolero y unas guitarras lisérgicas. "Now and Them" se countrifica por momentos, recordándome algo a los "countris" que se marcaban los Stones o sin irnos muy lejos podríamos perfectamente emparentar el tema con los del segundo disco de Cracker en su "Bekerley to Backersfield", es decir, algo brutal y delicioso. Siguiendo con la senda Stoniana, sureña y putoamarocanrolera nos encontramos con "Transcendental meditation" que es una de mis favoritas del lote, un temón como la copa de un pino, como también lo es la canción que le da nombre al disco, pues "Okey Dokey" bebe de la costa oeste, tiene la acidez de San Francisco y el calor de Los Angeles. Lo tiene todo. "Juanita" es otro trallazo de rocanrol clásico, y mientras este temazo menea nuestras neuronas "Self centered blues" nos hipnotiza con su regusto a The Band y su Último Vals, o al Young más campestre, pues me imagino perfectamente a Tito Neil entonando con su voz de otro  mundo este estupendo tema. "Benny's here " es de otra década, es magia a las seis cuerdas, es oro puro. Finalizan Natural Child con el cuelgue crepuscular de "It's a shame... ", cerrando el disco a las mil maravillas, un disco de los que ya no se hacen, o se hacen muy pocos. Un discón queridos.

Natural Child - Okey Dokey (2016): 01.- Sure is Nice/ 02.- NSA Blues/ 03.- Out of Sight/ 04.- Now and Then/ 05.- Transcendental Meditation/ 06.- Okey Dokey/ 07.- Juanita/ 08.- Self Centered Blues/ 09.- Benny’s Here/ 10.- It’s a Shame.


Tenía muchísimas ganas de ver este rockumental sobre los dos hombres que influenciaron artísticamente a una de mis bandas favoritas de la historia. Conocía la historia, bueno, conozco la historia en profundidad de The Who, y de Pete Townshend en particular y mi primera reflexión después de ver este documento es que si no conoces más o menos al dedillo la historia, te pierdes. Te pierdes porque no profundizan nunca, porque pasan de puntillas por todo. Ni se meten a fondo con la música de la banda (cosa comprensible) ni con las relaciones entres sus miembros. Diréis, coño, claro, no es un documental sobre The WHO, es sobre sus managers: Chis Stamp y Kit Lambert; joder, y puede que llevéis razón pero es que tampoco profundizan en la relación entre ellos dos, ni la que tenían con la banda y especialmente con Pete. Esa es mi gran pega, pues ver un documental sobre una de las cinco mejores bandas de la historia siempre apetece y gusta, pero hay algo en el rockumental que no convence. Nos cuentan comos se conocieron, como soñaban ser directores de cine, como su idea cambia a producir a una banda de rock y acaban haciendo una película sobre ellos, cuentan como de High Numbers pasan a The WHO aunque de puntillas, no explican su historia con Shel Talmy (que hubiese sido muy interesante), no cuentan mucho, la verdad, y acaba todo desembocando en "Tommy" y en la edición del film que acabó con todo. En la autobiografía de Pete, Who I Am, sabemos más cosas sobre Lambert y Stamp que en su propio documental, claro que aquel libro es POM. El ritmo está bien conseguido, en eso el director y guionista James D Cooper no falla, nunca se hace aburrido ni pesado pese a sus casi dos horas de metraje, pero como he dicho ya le falta chicha, hay mucha salsa y poco tema. Si sois seguidores de The WHO, hay que verlo, sino, no deja de ser un producto de relleno para fans. Podría haber sido muy interesante pero se quedó en anecdótico.

Lambert & Stamp
6/10
Director: James D Cooper
Duración: 117 min
Año: 2014






Me gusta la serie Ray Donovan, y  me gusta mucho. Había cosas en sus dos primeras temporadas que me rechinaban, sobretodo los niños, pero ya en la tercera (que es sublime) fui consciente de lo enganchado que estaba, y me quedé esperando la cuarta con ansia porque no sabía por donde tirarían, y la cuarta llegó, y ya la he visto, pero......  Esta cuarta temporada es una temporada, no fallida, pero sí por debajo de lo esperado y algo repetitiva. Se agotó la fórmula? yo creo que sí, tendrían que sorprenderme muy mucho, hasta Ray se ha reconciliado con su padre Micky, y las historias de sus hermanos no dan para más, ni que la familia se una como nunca para acabar como siempre. Me gustaría deciros punto por punto lo que no me gusta, lo que creo que no funciona pero tampoco quiero spoilear demasiado. La historia de la mafia rusa es floja, la de Lisa Bonet más aún, las tramas secundarias de los hermanos son estúpidas, cierta gracia tiene la de Micky Donovan robando en un casino de mala muerte pero es más de lo mismo, y por supuesto la escena del karaoke es de risa, no sé si es una coña a Leftovers, lo que sería memorable, o una estupidez como una casa. Habrá quinta claro, porque Ray Donovan es la gallina de los huevos de oro de Showtime, porque Liev Schreiber no tiene un proyecto mejor, además por no tener no tiene ni pareja pues se ha quedao plantado, el bellezón de Naomi Watts le dio boleto. Así pues, Ray Donovan seguirá dando guerra y crucemos los dedos porque consiga sorprendernos la próxima temporada, o eso, o creo que la cancelación llegará. 

LUCINDA WILLIAMS/ THE GHOST OF HIGHWAY 20 (2016)/ DUST

 

"...Por supuesto este disco demanda inmersión y abandono a sus canciones, no puede someterse al juicio rápido y superficial. Un disco que está hecho para las horas de esparcimiento nocturno y no apto para todos los paladares, de hondo calado y de los que acompañan a largo plazo..." 
 (Chals Roig para ON THE ROUTE)


Áspera melancolía. Eso es nada más y nada menos que "The Ghost of Highway 20". El nuevo y desgarrador trabajo de la reina del country-folk, Lucinda Williams. Un disco que es un viaje fantasmal por la vida de Lucinda, su vida como la carretera que da nombre al disco está llena de recovecos, de baches, de polvo.. y ella se los conoce todos. Un disco y unas canciones que como bien decía mi buen amigo Chals en su "On the Route" piden a gritos inmersión y abandono, piden paciencia y dejarse llevar, no cayendo en el juicio rápido, en la inmediatez de nuestros días. Sin duda este disco es un buen compañero nocturno, y sus canciones una tabla de salvación, de redención diría yo, un disco que debe ser escuchado en el momento justo y con el sentimiento adecuado. 

Lucinda Williams a sus 63 años lleva más o menos una década viviendo una etapa de gran creatividad y libertad total. Los tiempos de "Car Wheels.." y "Essence" tal vez no vuelvan, pero Lucinda desde "Blessed"y sobretodo con aquel fantástico doble "Down where the spirits meets the bone" junto a los compinches habituales de Elvis Costello se reivindicó como lo que es, una grande entre las grandes. Lucinda tiene en Dylan un buen espejo donde mirarse, sin duda sus últimos discos tienen eso que tenían los discos de Bob de este milenio. Tienen canciones perfectas, pero no hablo de eso, hablo de algo más allá del sentido, algo que tiene más que ver con el sentimiento que con las mismas canciones, quién conoce los discos de ambos sabrá sin duda de lo que estoy hablando. También Lucinda ha sabido rodearse de músicos de postín que dan a sus discos un plus especial, en "Blessed" por ejemplo estaban Elvis Costello y Matthew Sweet, en el fantástico doble del 2014 estaban dos de los Imposters (Pete Thomas y Davey Faragher), estaba Tony Joe White, Stuart Mathis, Greg Leisz y Bill Frisell. Estos dos últimos repiten en "The Ghost of highway 20", y realmente ellos dos son los protagonistas del mismo, ambos llevan el peso del sonido, un maravilloso, atmosférico y absorvente sonido. Delicatessens a las seis cuerdas, sin duda sus pasajes sonoros son los más bellos de los discos escuchados durante este 2016 y a estas alturas dudo que ningún disco ni artista puedan siquiera igualar la belleza musical de las canciones que componen este nuevo artefacto de Lucinda Williams. 


Lucinda Williams - "The Ghost of Highway 20" (2016): 01.- Dust/ 02.- House of Earth/ 03.- I Know All About It/ 04.- Place in My Heart/ 05.- Death Came/ 06.- Doors of Heaven/ 07.- Louisiana Story/ 08.- Ghosts of Highway 20/ 09.- Bitter Memory/ 10.- Factory/ 11.- Can’t Close the Door On Love/ 12.- If My Love Could Kill/ 13.- If There’s a Heaven/ 14.- Faith & Grace. 

El fantasma de la carretera 20 llevaba mucho tiempo acechándome pero yo aún no estaba preparado para despojarme de la coraza que protegía mi alma, así que finalmente las canciones del disco me encontraron y desquebrajaron la coraza, y ahora, después de innumerables escuchas en soledad puedo deciros que este es uno de los discos del año. Nada fácil, nada inmediato, nada alegre..., pero sin duda de belleza descomunal. Un paseo por la América de carretera y manta, de desierto y gasolineras abandonadas. Por la américa del country, del folk, y del rock. Un doble disco al que no le falta ni le sobra nada. Un disco de los que te agarran y no te sueltan. "Dust" bien puede resumir la esencia del disco, sus perfectas y deliciosas guitarras son un ejemplo de lo que nos espera en todo el disco y la voz de Lucinda, gastada y envejecida por los años y el alcohol es francamente de otro mundo. "House of earth" coescrita con Guthrie es tenebrosa, mientras que "I know it all about it" presenta unas guitarras fronterizas perfectas. Podría estar hasta una semana entera hablando de las canciones pues todas me parecen imprescindibles. "Place in my heart" es una de las cosas más bonicas que uno puede escuchar y hace buena pareja con "Lousiana story". "Death came" es como una puñalada que nos deja sin respiración y "Doors of heaven" es..., una pequeña obra maestra. El segundo disco empieza a lo grande con dos temazos descomunales: "Ghost of Highway 20" y "Bitter memory". El primero que da nombre al disco es un magnífico tema folk largo, de unos siete minutos; y el segundo es un tesoro blues con dejes stonianos en sus guitarras. De lo que queda del disco, porque no me quiero hacer pesado, estoy en la obligación de destacar "Can`t close the door on love" de belleza galáctica, y "If there's a heaven" que consigue ponerme la piel de gallina y que casi la lagrimilla caiga por mis mulliditos mofletes. Todo el disco es exquisito, todas sus canciones transmiten sinceridad, todas tienen una enorme calidad y todas ellas sin excepción consiguen apaciguar nuestra alma a menos que las escuchemos con atención y cariño. Lucinda es muy grande y no sé con seguridad si nos la merecemos. 

Desde que en 2012 apareciese el maravilloso debut de Michael Kiwanuka, "Home Again", un servidor ansiaba verle en directo, medir su voz y su música en vivo, y comprobar que la magia que es capaz de crear en el disco también puede transmitirla en el cara a cara. Kiwanuka desde aquel ya lejano 2012 permanecía agazapado y en silencio hasta este año, pues nos sorprendió con un segundo disco que como ya dijimos en la Isla es soberbio. Sí, "Love & Hate", es un disco diferente, más maduro y arriesgado, puede que por culpa o gracias al omnipresente Danger Mouse, aunque en realidad hay vestidos diferentes y diversos pero con idéntico esqueleto. El resultado ha sido un disco que en mi opinión supera al debut, y las ganas de escuchar esas nuevas canciones en directo iban in crescendo. Por suerte, se anunció gira peninsular de Kiwa, y Barcelona fue una de las ciudades escogidas, sólo dos citas: Barcelona y Madrid; así que me decidí rápidamente y me hice con la entrada a pesar que la sala escogida no era de mi agrado, ni lo sigue siendo. La sala Bikini es un desastre. No hay un sonido decente y la gente se amontona quedando muchos sin una visibilidad aceptable, si a eso añadimos exceso de aforo y mucho mucho calor..... Por suerte a Michael Kiwanuka le importó todo eso un pimiento y se lució, él y su banda, haciendo constar que ya forma parte de la primera división y que dará mucho que hablar. Tanto él como su banda de acompañamiento, destacando a ese guitarrista superlativo de pelo afro, un primor. Kiwa sonó como le dio la real gana, su voz aterciopelada brilló, pero la sorpresa sin duda fue su pericia a las seis cuerdas, y que nos puede enamorar tanto en plan íntimo como electrizándose a lo loco. La versión de su "I´ll get alone" a todo trapo junto a la funki y sudorosa "Black man in a white world" fueron de los momentos álgidos del concierto. Sonar, sonaron muchos de sus míticos e imprescindibles temas, una hora y media da para mucho, y por ejemplo su "Home again" hizo casi aparecer la lagrimilla por mi cara. Bonica del to. Preciosas "One more night" y "Falling" como no podía ser menos. Otra de mis favoritísimas y sin duda otro de los grandes momentos del show fue "The final frame" que me desgarró el alma y me partió el corazón. No os puedo decir una a una las canciones del setlist porque la emoción me envolvió y no lo recuerdo del todo bien... momento mágico cuando antes del bis de rigor iban abandonando uno a uno los músicos, empezando por Kiwa, el escenario, precioso y sorprendente... Para cerrar con la magistral "Love and Hate", un temón. Y así, rapidito, saco varias conclusiones: la primera que la sala Bikini es una mierda pinchá en un palo, segunda que "Love and Hate" es un discón como la copa de un pino pues las canciones de ese disco brillaron, y tercera y última: Kiwanuka es muy grande, tiene mojo, tiene magia. Talento a raudales. Ganas de volver a verle y disfrutarle en un espacio más acorde con su arte. 

Era el momento del punk, de los vaqueros rotos, el pelo de colores y tachuelas por doquier. Eran años de guerra fría, de conservadurismo y Thatcherismo. Tiempos de Sex Pistols, Clash, Damned, Buzzcocks....  y The Jam. La historia de este trío que acabó por conquistar a la juventud inglesa está muy bien plasmado en el rockumental "About the young idea" a través de las opiniones de sus tres miembros: Paul Weller, Rick Buckler y Bruce Foxton. Y como no de Steve Brookes quién junto a Weller formó a la banda en Woking para ir reclutando músicos hasta su marcha que justo fue cuando la banda, ya trío, despegó. Hay opiniones de fans,productores, periodistas, músicos, actores.. por nombrar a los más famosos tenemos a Steve Cradock y a Martin Freeman (mítico por ser el Hobbit y nuestro querido Watson). La historia de The Jam viene ligada a la de Weller pues aunque los otros miembros del grupo son fundamentales para el sonido, todo la idea general desde como sonar a como vestir estaba determinada por Weller, autor de las letras. Necesitaban la energía punk, pero ellos eran más melódicos, ellos eran fan de bandas de los sesenta y estaban muy influenciados por Dr Feelgood, y no querían renunciar a eso, y finalmente Weller tuvo en su juventud una gran idea, serían mods, mods con una fuerza descomunal, con una energía fuera de lo normal, así pues su imagen fue modelada con estilo, su energética música tomó caminos más melódicos que las otras bandas punk y las letras comenzaron a politizarse... y los jóvenes ingleses cayeron a sus pies. El resto, su carrera, es historia. Curioso que ninguno de los tres componentes del grupo salen en el mismo plano, a pesar de que ya se han reconciliado. Curioso el NO rotundo de Weller a reunirse (aunque muchos lo deseamos) y curioso como Rick y Bruce han quedado penosamente relegados a capitanear una banda clon: From the Jam, mientras el talentoso Weller sigue desarrollando una carrera para enmarcar además del legado de Style Council. No os engaño. No es el documental perfecto. Está grabado con muy pocos medios y se nota, pero es lo suficientemente bueno para explicar la historia de tres jovencitos de Woking que tocaron el cielo, y se sobra para que volvamos a escuchar sus discos de principio a fin. 

THE JAM: About The Young Idea
8/10
Director: Bob Smeaton
Duración: 90 min
Año: 2015






La serie madre de Robert Kirkman, The Walking Dead, es insuperable, es un fenómeno mundial aunque no dudo que tiene sus detractores que supongo yo viendo el primer episodio de la séptima temporada mantendrán la boca cerrada durante meses. Con ese nivelón de serie el retomar la idea original pero en otra ciudad, con otros personajes era una apuesta difícil que tenía todas las de perder, todas las papeletas para ser devorada por la serie madre como casi ocurrió después de ver la primera temporada de "Fear The Walking Dead", dejándonos muchas dudas, algo fríos y sin muchas ganas de retomar al nuevo grupo pero AMC seiguió en sus trece, y la primera parte de la segunda temporada ya era harina de otro costal, ya explicaba sus propias historias, ya nos dejaba ver que podría ser también grande, y al retomar la segunda temporada con la segunda tanda de episodios tengo que decir que sorprendentemente me ha enganchado y tengo unas ganas terribles de ver qué pasa en la tercera temporada y si alguna vez se cruzaran con Rick y lo suyos (si es que queda alguno de ellos... ja ja..). De momento sigo sin querer a ningún personaje lo que en realidad es una ventaja porque me da igual quién muera o quién no, sólo quiero que me sorprendan, no quiero ataduras sentimentales con los personajes, que como en la serie original dan más miedo que los caminantes. Vale la pena aguantar el lento desarrollo de la historia pues al fin se han sentado las bases de algo que, porque no, puede ser muy grande. 

STEALERS WHEEL/ STEALERS WHEEL (1973)/ STUCK IN THE MIDDLE WITH YOU

 

La vida es caprichosa y está repleta de puñetas. Desde 1973 podíamos disponer de un verdadero tesoro musical de dos de los grandes talentos compositores de la década de los setenta pero desgraciadamente exceptuando un pequeño grupo de oyentes y supongo yo debido a la competencia existente el disco no fue recordado como se merecía, quedando como muchos otros discos catalogado como joya oculta. Digo que la vida es caprichosa y el mundo de la industria musical más debido a que casi veinte años después un joven cineasta que se convertiría en amo absoluto de los noventa, coronado como Rey del corta-pega, filmaba su ópera prima y en mi opinión su mejor trabajo. En aquel film podíamos ver una escena mítica donde un locuelo gangster cortaba la oreja a un policía mientras bailaba jocosamente una maravillosa canción, representativa del supersonido de los setenta. El cineasta era Quentin Tarantino, el film Reservoir Dogs, el gangster Michael Madsen aka Mr Blonde y el temazo "Stuck in the Middle" del primer disco de la banda de Gerry Rafferty, Stealers Wheel. A partir de entonces, como un capricho del destino, la canción se convierte en mítica, es reconocida por todo el mundo, aunque como siempre la gente no profundiza en el disco y se queda en ese tema. Hoy, en el Exilio, hablaremos de un disco maravilloso, uno de mis favoritos, al que acostumbro a recurrir a menudo. Para mi, una pequeña obra maestra en la sombra, una joya oculta, un tesoro escondido. Viva el supersonido de los setenta!!! 


Antes de abordar el disco como es debido me gustaría hablar un poquito del co-líder de la banda, Gerry Rafferty. Un geniecillo siempre oculto al que siempre se le hace de menos pero que sin duda tiene canciones que son lo más. Antes de Stealers Wheel, Rafferty, ya había formado parte de una banda llamada Humblebums sin éxito alguno y editado un disco en solitario, "Can I have my money back? (1971), que debido a la calidad descomunal de la época no llegó a tener a penas repercusión. Entonces en 1972 se lía la manta a la cabeza y convence a Joe Egan para formar una banda con cara y ojos, y se acompañan en al menos el primer disco por Paul Pilnick , Tony Williams, Rod Coombes. Así nacen Stealers Wheel. Esta formación exceptuando a Rafferty y Egan fue variando pero el núcleo duro es el que encontramos en este disco, siendo los dos primeros muy recomendables. Rafferty se marchó, y comenzó una carrera en solitario no demasiado triunfal pero en la que podemos encontrar verdaderas joyas como esa mítica canción llamada "Baker Street". Sin duda por lo que será recordado el bueno de Rafferty y compañía es por su álbum homónimo de 1973, esa joya de los setenta que desde su descomunal portada nos invita a disfrutar.



Stealers Wheel - Stealers Wheel (1973): 01.- Late Again/ 02.- Stuck in the Middle/ 03.- Another Meaning/ 04.- I Get By/ 05.- Outside Looking In/ 06.- Johnny's Song/ 07.- Next to Me/ 08.- José/ 09.- Gets So Lonely/ 10.- You Put Something Better Inside Me.

Los "Stealers" no son solamente Rafferty, la responsabilidad de liderar la banda la comparte con Egan quién junto a Gerry forman un dúo descomunal, podríamos decir que el grupo es un dúo y el resto de componentes entran y salen en función de lo que demandan los jefes, y de tener que elegir a un favorito de los dos, personalmente me quedo con Egan. La composición e interpretación de los temas suele ser conjunta aunque Egan se muestra algo menos solidario y la mitad de canciones las firma de forma individual como el temazo que abre el disco, "Late again", donde aparece ese folk beatleliano descendiente directo del Rubber Soul, donde las voces empastan muy mucho como aquellas y a las que añaden unos vientos preciosos y delicados. El segundo tema queda reservado para el temón universal, "Stuck in the middle" es una POM en sí misma, con ese toque entre Dylan y Randy Newman de juerga loca. Poco o nada más que decir de este tema que no se haya dicho, únicamente que siempre que escucho la canción me saca una sonrisilla y me hace feliz: Clowns to the left of me, Jokers to the right, here I am, Stuck in the middle with you!!!!. Seguimos con el deje o aroma al Rubber Soul de los Beatles en "Another meaning", y nada que objetar porque aquello era una maravilla sideral. "I get by" ya es otra cosa, tiene más chicha, más guitarras, más nervio, más rocanrol. Con esa percusión tan setenta, esa estructura tan "Bad Company", una de mis favoritas del disco, una delicia. "Outside looking in"en cambio podría ser la que me sobra o menos me gusta, tiene esa psicodélia de bajón tripero que no me apasiona aunque el tema no es malo ni de lejos, lo que pasa es que queda en medio de todo lo bueno porque la tripleta que viene después es fantástica: "Johnny's song", "Next to me" y "José". La primera de ellas es un rock tranquilo muy de los setenta, la segunda es una maravilla sonora, un tema folkie precioso emulando a cualquier singer-songwritter de postín, ya sea Nilsson o Donovan; y por último, para cerrar la tripleta nos encontramos con "José", que es un despiporre total, un goce, otra de mis favoritas. Antes de finalizar el disco suena "Gets so lonely", bonica del to, que parece ser de donde sacan la inspiración catautores modernos como Josh Rouse. Y acabamos con "You put something better inside me", otra vez muy Beatle, otra vez maravillosa, incluida esa guitarrita que llora o lo intenta como la de George. El primer disco de "Stealers Wheel" es para mi una joya oculta, un tesoro a descubrir que puede quedar tapado por el mega single que contiene pero que es mucho más que eso, es mucho más que un simple disco, pues es representativo del sonido de aquella década sin estar casi nunca en boca de nadie. Rafferty y Egan lograron algo maravilloso que puede que nunca consiguieran repetir ni igualar pero que debe ser disfrutado como lo que es, una pequeña obra maestra en la sombra.

*Post aparecido originalemnte en Exile SH Magazine por Nikochan

La primera pista que tuve de esta afrocaribeña criada en el Quebec fue su EP "Old Soul" que si os digo la verdad no recuerdo demasiado bien como llegó a mis oídos. Recuerdo escuchar esa preciosa voz y ese banjo juguetón, y entonces esbozar una sonrisa y notar como la calidez envolvía mi alma. Aquello fue hace tiempo, casi al mismo tiempo que escuché de refilón "Sorrow Bound", su creo primer disco oficial. Era 2015 y yo estaba enfrascado en otras cosas, en otros estilos y sonoridades, me seguía gustando pero no recuerdo volverme loco y olvidé su nombre y perdí su pista. Seguramente fue el momento o simplemente uno mismo con sus mil y una tonterías a cuestas porque una vez su segundo trabajo, "Nine Pin", ha sonado en el hogar nikochiano he recordado a toda velocidad quién era ella, y lo que me enamoró de aquel EP: la voz y ese mágico banjo. Kaia Kater tiene una voz angelical y sin duda toca el banjo con maestría, su folk de raíces es especial y sumamente bello, no hay palabras para describir el talento que tiene esta jovencita, y visto lo visto y escuchado lo escuchado, si hace esto a los 22 años que hará dentro de un tiempo. Puede que os venga a la memoria la talentosa Rhianon Giddens con sus Carolina Chocolote Drops, e incluso haya ecos de Gillian Welch, sin duda si os gusta la música de esas dos féminas acabaréis entregados a la de la señorita Kater. A mi, este "Nine Pin", me tiene totalmente embrujado. Ya su inicio con "Sant Elisabeth" no puede ser más bonito, la voz de Kaia brilla pero es el banjo el que aporta el embrujo, el que nos seduce y nos lleva al huerto. Un tema redondo. El disco por cierto está repleto de temas espléndidos como "Little Pink" o "Paradise Fell", este segundo sin duda además de embrujarnos nos lleva de viaje por el tiempo al folk de las cantautoras de los sesenta, mientras que "Rising down" ya directamente rememora a la Mitchell, salvando las distancias claro que aquella es una Diosa. Antes de la maravillosa y favoritísima "Nine Pins" nos encontramos con la sencilla "Harlem's little blackbird", medio capela medio canto tribal medio gospelito, y luego con la instrumental "Past" que sirve de perfecto enlace a la canción que da nombre al disco, que es simplemente preciosa y a la tradicional "Fine time at our house", ambas de lo mejor del disco, esta segunda con tonos más celtas, gracias sobretodo a unos estelares violines. La también instrumental "Passing" nos enseña el camino hacia el final del disco, en el cual brilla "Viper's nest" donde el tema es arropado por un delicado piano. Recupera Kaia el banjo acertadamente en la jovial "White" y en "Harvest and the plough" ambas con ese regusto celta, mientras que en francés nos deleita con "Petit chagrin" antes de cerrar primero con la instrumental "To come" y luego con la maravillosa y hillbilly "Hangman's reel" que nos llenan de felicidad y de ganas por volver a pinchar este coqueto disco. 

Kaia Kater - Nine Pin (2016): 01.- Saint Elizabeth/ 02.- Little Pink/ 03.- Paradise Fell/ 04.- Rising Down/ 05.- Harlem's Little Blackbird/ 06.- Past/ 07.- Nine Pin/ 08.- Fine Times at Our House/ 09.- Passing/ 10.- Viper's Nest/ 11.- White/ 12.- Harvest and the Plough/ 13.- Petit Chagrin/ 14.- To Come/ 15.- Hangman's Reel.


Gandalf, Magneto..... y finalmente, Holmes. Tres personajes míticos para uno de lo viejos conocidos de la interpretación inglesa: Sir Ian Murray McKellen. Puede parecernos que introducirse en la piel del personaje más carismático de Sir Arthur Connan Doyle le llega algo tarde pero no es así pues su Holmes no es un Holmes al uso, su Holmes es un Holmes de 93 años, retirado en la campiña inglesa, con problemas de memoria y un caso que no supo resolver del todo o puede que no acabase como el quería provocándole un extraño sentimiento que no le deja vivir en paz. El film dirigido por Bill Condon (autor de la serie Big C, Dioses y monstruos, y próximamente del remake de La Bella y la Bestia) es como suele ser habitual en las historias de Holmes una versión de un libro, en este caso no del señor Doyle pero sí de la novela de Mitch Cullin "A slight trick of mind". Como Holmes está un soberbio Ian McKellen aunque eso ya no es noticia, y la replica se la dan la siempre maravillosa Laura Linney como su nueva y desganada ama de llaves, y completando el reparto el hijo de ésta, el joven actor Milo Parker, visto en la última de Tim Burton (Miss Peregrine's Home for Peculiar Children) y que francamente está genial. El film es una película pequeña, hecha con cariño y amor por el personaje, una pequeña delicatessen sin pretensiones de grandeza que nos habla de la vejez, la culpa y la redención. Un film que se hundiría estrepitosamente sin la presencia de McKellen y que sin duda, gracias a él consigue salir a flote y regalarnos una visión más del mítico detective de Baker Street. 

Creo que sería digno de estudio analizar la cantidad de grandes bandas y buena música que se crea en Portland (Oregón), al menos a un servidor le parece asombroso o al menos curioso que de allí salgan tan buenos artistas de muy diferente pelaje, o eso, o es que existe una extraña y sobrenatural conexión entre esa localidad y mi gusto musical. En Portland fue donde se crió Kyle Craft aunque en realidad nació una pequeña localidad cerca del Mississippi allá por 1989 (sí, es muy joven y yo me voy haciendo viejo...). Durante su infancia en la yanquilandia profunda Kyle intenta como todo joven salirse de la rutina y por suerte encuentra una tienda de discos donde como él cuenta en alguna entrevista pasó casi dos años escuchando por la cara toda clase de música aunque fueron Dylan y Bowie los que le marcaron de por vida, y eso lo entiendes y lo crees a pies juntillas cuando escuchas su música, que tiene a esos dos monstruos como claros referentes. En cuanto a Kyle, hay dos rasgos a destacar poderosamente. Primero es su magnética imagen, una imagen que seduce e invita a conocer su música, entre el cantante folk y la estrella glam, vamos una especie de Marc Bolan rubio versión 2.0; y en segundo lugar su voz, una voz especial, una voz muy glamera, a veces incluso operística, algo "Mercuriana", una voz especial sin duda. Pero al final, como siempre, lo que importa son las canciones y de eso el señorito Craft va sobrado, porque su debut, su "Dolls of Highland" es un sorprendente debut, una colección de temas alucinantes y adictivos que beben tanto de Bowie como de Dylan, aunque también lo hacen de Elton, Mercury, incluso de los Beach Boys.....


Kyle Craft - Dolls of Highland (2016): 01.- Eye of a Hurricane/ 02.- Balmorhea/ 03.- Berlin/ 04.- Lady of the Ark/ 05.- Gloom Girl/ 06.- Trinidad Beach (Before I Ride)/ 07.- Future Midcity Massacre/ 08.- Black Mary/ 09.- Pentecost/ 10.- Dolls of Highland/ 11.- Jane Beat the Reaper/ 12.- Three Candles.

Sin duda "Dolls of Highland" es un disco de esos que enamoran de primeras, que seducen... Un amor a primera vista, un polvo en la primera noche....  Mi única pega es que con el pasar del tiempo lo que era excitante ya no lo es tanto y aunque Kyle conserva el magnetismo, después de la tormenta viene la calma, y después del calentón uno se queda forzosamente frío. Frío no me he quedado pero siendo sincero no me veo yo escuchando este disco dentro de un año por ejemplo. Entonces, os preguntaréis, en qué quedamos marcianito?, es un sí o un no? Pues es un depende. Al disco le sobra calidad como en por ejemplo la inicial "Eye of a hurricane" que puede presumir de ser un himno muy mariconcete, "Lady of Ark" es otra delicia glam, así como "Future midcity massacre" es uno de los mejores temas del disco. Kyle tiene una voz especial, sin duda, pero no única. Me recuerda un poco a la voz de Christopher Denny, eso sí, con lentejuelas y taconazos. De todas formas a mi Kyle me gusta más en "Balmorhea" o "Trinidad Beach" o cuando, como en "Berlin", todos los astros quedan alineados. Por último quería destacar la indudable calidad de "Black Mary", la cual contiene ecos y referencias a lo que quieras, parece todo un tuttifrutti, cabe Bowie, Small Faces, Bolan, Elton e infinidad de más artistas y referencias. Un poti poti muy bien resuelto, no diré que no aunque me reservo, de manera tramposa, para su segundo disco pues no me gustaría quedarme en la primera impresión, en el hype, en el aquí te pillo aquí te mato. "Dolls of highland" es un debut notable y Kyle Craft tiene un futuro prometedor. Un futuro, el presente aún está verde y en 2016, a pesar que no hay grandes discos de verdad, encontramos artefactos de mayor calado aunque su propuesta sea francamente diferente y fresca. 

Sí. Pablo Escobar muere en la segunda temporada de Narcos. Esto no es un spoiler, esto es la realidad, la verdad verdadera que cuenta esta magnífica serie de Netflix, o media verdad porque las cosas que pasan en la serie sí y no pasaron, mejor dicho casi pasaron como cuenta la serie, casi. La primera temporada de Narcos me pareció sublime y me enganchó como nunca. No es peor que la primera pero ya no hay sorpresa y se espera lo que se espera: El final de Escobar aunque han dejado todo preparado para seguir sin él en una tercera temporada que seguro veré. Durante esta segunda parte Escobar huye y pelea como gato panza arriba y a pesar que ya no hay mucho más que contar la tensión nos tiene amarrados a la silla o mejor dicho, al sofá. La única pega es el acento de Wagner Moura (brasileño de nacimiento) pero a pesar que descuadra un algo, sus "higuoputas" son maravillosos y ya míticos para un servidor. Espero seguir viendo a Peña (Pedro Pascal parece fijo) y a Murphy (Boyd Holbrook). Y esperamos más de lo mismo, porque yo no quiero que cambie, me gusta así, con sus divertidos tacos y la maravillosa canción de Rodrigo Amarante. 

CAR SEAT HEADREST/ TEENS OF DENIAL (2016)/ VINCENT

 

Hay un nuevo geniecillo gafotas en el planeta y responde al nombre de Will Toledo. A sus 24 años lleva sorprendentemente una docena de discos a sus espaldas o eso creo, aunque para seros sinceros ha sido con su último trabajo, su "Teens of Denial" cuando ha explotado mundialmente gracias a su talento como no, a decidirse a ir en solitario y a la mezcla de referencias tan brutales que nos muestra que van desde Pavement y Pixies a Chuck Prophet y Kinks con todo lo que ello conlleva y la innumerable cifra de bandas que engloba llámale Strokes o Jack White, y aún así, Toledo tiene estilo propio. Tiene eso que muy pocos poseen, tiene el geniecillo dentro, el mojo que dicen algunos, eso que ni se da ni se compra, y tan siquiera se aprende. Will Toledo sigue la tradición de geniecillo gafotas con cara de lelo pero ahí lo tenemos, con una docena de nuevas canciones de esas que te devuelven la juventud, de las que te hacen sentir joven, alegre e hiperactivo sin necesidad de recurrir a la química. No se equivoca mi maestro Johnny JJ en su reducto intergaláctico cuando habla de "Teens of Denial" como una puta obra maestra de nuestros días, y de Will Toledo aka Car Seat Heardrest como una figura capaz de transformar a los maduritos cuarentones en jovenzuelos y darles todo aquello que otros no pueden a pesar que el susodicho artista ande casi en pañales. Fresco rock cercano a veces al garage, otras en cambio acariciando lo "indie", otras bebiendo descaradamente de los Pavement o Pixies (para que negarlo), eso es, resumiendo, lo que nos encontraremos en este disco, disco que por cierto va creciendo en adicción conforme lo escuchamos. Droga dura señores terrícolas. Así que cuidado, están avisados. 


Car Seat Headrest - Teens Of Denial (2016): 01.- Fill in the Blank/ 02.- Vincent/ 03.- Destroyed By Hippie Powers/ 04.- (Joe Gets Kicked Out of School for Using) Drugs With Friends (But Says This Isn’t a Problem)/ 05.- Just What I Needed, Not Just What I Needed/ 06.- Drunk DriversKiller Whales/ 07.- 1937 State Park/ 08.- Unforgiving Girl (She’s Not An)/ 09.- Cosmic Hero/ 10.- The Ballad of the Costa Concordia/ 11.- Connect the Dots (The Saga of Frank Sinatra)/ 12.- Joe Goes to School.

Quién necesita la dichosa pastillita azul si tiene "Fill in the blank"? pelotazo de afiladas guitarras púbers que nos saca fácilmente la sonrisilla y nos hace (en mi caso) bailar/saltar en calzoncillos en el salón del hogar nikochiano bajo la atenta y avergonzada mirada de mis hijas (menudo ejemplo!). Sí, "Fill in the blanck" es tremenda, las referencias a Pavement son claras , aquí y en todo el disco así que no lo volveré a repetir, pero aquí hay mucho Pixie, claro. El inicio de "Vincent" es como mínimo del mismo nivel, es decir, acojonante. Vemos aquí una intro muy townshiana (imaginemos aquí el famoso organillo de Pete...), al cabo de dos minutos entra la batería a todo trapo y empieza a rugir la guitarra.... Toledo en esta ocasión recurre al tono vocal de Pixies aunque podríamos definirlo como una extraña mezcla entre Casablancas y Jack White. En cualquier caso, un despelote de siete minutos de duración. "Destroyed by hippie powers" abre con pesadas guitarras noventeras que parece han ido a tomar un café con "Doolitle", y entonces llega una de mis favoritas, hablo de "Drugs with friends" con un sorprendente deje al Profeta Chuck o al Ray Davies más americanizado, sobretodo al mayor de los Kinks se parece en la demoledora "Just What I Needed.." en el deje vocal aunque en el segundo 30 y por unos instantes parece que el que grita a pechopalomo sea el rechoncho líder de los Pixies. Otra favoritísima de un servidor es "Drunk driverskiller whales", sino la mejor de todas, que vuelve a las enseñanzas del Profeta, incluso con el truquito vocal que se gasta el amigo Chuck en sus conciertos y un final digno de Black Francis para cantar a pechopalomo como si nos fuese la vida en ello. Y hasta aquí el tema de ir buscándole parecido a cada tema, porque a referencias no le ganamos a mi archienemigo Don Guzz que en su IGWT ya destripó este grandioso disco. "1937 State Park" es una miniPOM, un deleite noventero espectacular mientras que "Unforgiving girl" es un temón como la copa de un pino, difícil de clasificar pero maravillosa. Encarando el final y antes de la bendita locura con aires loureedianos de "The Ballad of the Costa Concordia" nos topamos con la delicatessen sonora de "Cosmic hero" (otra favoritísima personal). El amigo Toledo nos medio punkea con la genial "Connect the dots" antes de finalizar a lo grande con la breve "Joe goes to school", y así cerrar un disco fresco, adictivo, de aires noventeros y de rock adolescente en el buen sentido donde predominan las guitarras y los "homenajes" a bandas míticas del mal llamado indie-rock. El tiempo dirá si Toledo es encumbrado o no como genio absoluto, de momento con este tremendo disco oposita para ello con cierta ventaja ante otros osados artistas. Sin duda "Teens of Denial" estará entre lo mejorcito del año. 

Por fin. Esta vez sí. Un film de esos que me llega hasta los adentros. Tan duro como desconcertante. Tan delirante como incómodo. Tan extravagante y recargado como enfermizo. "Tenemos que hablar de Kevin" es la adaptación al cine de la novela homónima de Lionel Shriver, dicha adaptación la lleva a cabo Lynne Ramsay que se ocupa tanto del guión como de la dirección. Para el film cuenta con una de las mejores actrices del momento, sino la mejor, hablo claro de Tilda Swinton, ama y señora del film, quién está muy bien acompañada por John C Reilly y Ezra Miller. El film narra la tortuosa relación entre Eva y su hijo primogénito, el Kevin del título. Un chico con algún que otro trastorno desde su nacimiento, un niño inquietante e hijoputesco, un hijo no querido ni deseado por su madre, pero un niño al fin y al cabo. El film es una disección del trabajo de padre, un análisis a la educación, una imagen de la familia de los nuevos tiempos. Un retrato exagerado sin duda pero que ciertamente provoca un shock en todos aquellos que somos padres, e invita a pensar y reflexionar sobre como se hacen las cosas. En fin, la historia es la historia, y desde luego lo que hace Kevin y todo lo que le lleva a ello puede estar en su ser desde siempre o puede que sus padres lo empujasen a ello, o puede que simplemente lo que tiene que pasar pasa. Quién sabe?. Particularmente me parece un film sobresaliente, con un ritmo que atrapa a pesar de su dureza e incomodidad. y con planos y secuencias poderosas, inquietantes y perturbadoras. Un gran film. 

Moses Rubin pertenece a esa rara vis de artistas españoles que a pesar de tener un talento descomunal cuesta que sean reconocidos, y este hecho es sin duda una verdadera lástima ya que tan solo uno cuantos apasionados de la música que buscamos y rebuscamos lo podemos disfrutar, pero es así, y aunque el bolsillo de Moses no opinará lo mismo puede incluso que así esté bien pues la música de este artistazo madrileño doctorado en Leeds es nuestro pequeño tesoro. Todo lo apuntado en el espléndido EP "Bear with me" queda refrendado en su primer LP, donde tres de los temas repiten presencia aunque en diferentes versiones a las escuchadas en dicho EP, y para ver la luz ha tenido que contar con el dichoso, y parece que ya imprescindible micromecenazgo del cual me enorgullece deciros que participé, pues creo sinceramente que la música de este artistazo lo merece. El disco fue grabado en los Estudios Reno y en El Invernadero, y está producido por Ramiro Nieto y Martí Perarnau, quienes también forman parte de la banda que grabó junto a Rubin: Lete G.Moreno, Rodrigo Garcia, David Velasco y Sergio Valdehita, Además, para poner la guinda al pastel Moses Rubin ha tenido la suerte de colaborar con Germán Salto, uno de los músicos nacionales predilectos del marcianito que os habla, quién el año pasado se sacó de la manga un grandísimo disco, "Salto", comentado, reivindicado y recomendado hasta la saciedad en la Isla Nikochiana. Muchos soñamos con una gira conjunta, esto es una petición pero puede pasar a amenaza si no se concreta para ayer. 

Moses Rubin - Subtle Atmospheres (2016): 01.- Stepping Stones/ 02.- Friday/ 03.- Halfway Through/ 04.- The Rain/ 05.- Shiny Coloured Waistcoast/ 06.- Surreal Deal/ 07.- Look Back/ 08.- D Woman. 

Es imposible al escuchar la voz de Moses Rubin no pensar que estamos ante el Cat Steven patrio. Moses parece sacado del movimiento cantautor de los setenta, cosa que particularmente me encanta. Si no creéis mis palabras tal vez escuchando "Stepping Stones" disiparéis dudas y dejaréis la incredulidad a un lado. Un perfecto tema folk-pop, un tema de cantautor de esos que enamoran, y como escucharéis los dejes vocales son idénticos a los de Stevens, es decir, canelita. El tema setentero "Friday" es de los que me ha robado el alma. Temón  de deliciosas guitarras, acabados de lujo y la voz de Salto por allí en medio. Un lujo. El Cat Stevens de "Tea for the Tillerman" sale de nuevo a pasear por "Halfway through" que es de una sensibilidad y belleza extrema, es más en la guitarra recuerda también a algunos pasajes "blancos" beatlelianos, es decir, es un despiporre. Y hablando de los Beatles (ya os podéis arrodillar y santiguar al leer su nombre), claramente mi favorita del disco es "The Rain", me encanta, me pone las pilas, y me desarma con esa mezcla entre Stevens y mi amado George Harrison, pues la canción presenta el tipo de construcción compositiva que Harrison realizaba, cuesta poco imaginársela cantada por el Beatle George, y cuesta poquito emparentarla con su mítico disco "All things must pass", a lo que acabe añadir una guitarra rocanrolera brutal y un final esplendoroso, casi de jam, que en directo puede ser el acabose definitivo. Ya digo, para mí el tema del disco. Después del orgásmico final de "The Rain" llega la calidez de "Shiny coloured waistcoast", pop de etiqueta, un caramelito, un rayo de felicidad. "Surreal Deal" mezcla muy bien elementos de Nilsson, otra vez de "Cat", e incluso de los Stones más poperos, más de "Between the buttons" para que me entendáis. Otra vez Moses Rubin en "Look back" saca al cantautor setentero que lleva dentro a pasear, y otra vez sale triunfador. Pedazo de tema terrícolas. Estoy asombrado con este disco, "Bear with me" me gustó, pero esta nueva colección de canciones supera mis expectativas. Finaliza el disco con la magistral "D Woman" donde la guitarra toma protagonismo, un tema precioso, bonico del to. "Subtle Atmospheres" es un disco sobresaliente que nadie en su sano juicio debería dejar de escuchar,  una de las agradables sorpresas del año. Creedme, acabaréis enamorados de él.