Big City


Tal vez desde el último lustro o década el mundo lúdico en nuestra Tierra ha sufrido un inesperado y sorprendente repunte cuando tiene toda la tecnología en contra y como no, la poca cultura de juego de mesa que por aquí se limita a Trivial, Monopoly y cuatro cosas más. Han proliferado las compañías editoras, ha aumentado su venta, su distribución, su espacio en grandes almacenes, su variedad... han aumentado los blogs y páginas web que hablan sobre ellos, han aumentado reediciones y por supuesto los precios, y se ha creado eso que llamamos hype a medida que el interés aumentaba. The Black Meeple es un blog referente en cuanto al mundo lúdico, y allí encontraréis reseñas y opiniones, podréis descubrir nuevos y viejos juegos, podréis preguntarle consejo y si estáis cerca de su radar podréis visitar su Meeplecueva con cientos de juegos donde elegir. Gracias a él descubrí un gran juego, viejuno para lo que se lleva aunque su fecha de edición es de 1999, y en un par de partidas me había enamorado de él, y tuvimos que rebuscar por Europa y hacer un pedido a un particular que se lo vendía, y ahora forma parte de mi familia de juegos. 


"Big City" es espectacular aunque de entrada su estética noventera no guste a muchos pero que a otros tantos permite que sea tuneado y la verdad, visto lo que hacen los fans.. yo también quiero. La estética es fea o poco agraciada pero los componentes son de muy buena calidad. El objetivo del juego es conseguir el mayor número de puntos posibles que se obtienen al construir edificios, tranvías, cines, parques...etc... en los nueve diferentes distritos de los que se disponen. Los distritos van en cartas, y en una mega loseta. La loseta es para ir creando el tablero a medida que jugamos y eso es una de las mejores cosas del juego pues en cada partida acabamos con un tablero diferente y una ciudad completamente distinta. Antes de empezar separaremos las cartas por distritos, y cada jugador coge una carta de los primeros cinco distritos, y así nos quedamos con 5 cartas para poder hacer una de las siguientes acciones: construir edificio (que se hará a través de las cartas que tenemos en mano, que sirven de coordenadas), crear un distrito aún no colocado, cambiar cartas, colocar tranvía, o puede pasar... Sencillo no?

La mayor dificultad del juego es entender como se puntúa. Los edificios dependiendo de su tamaño dan 2, 6 o 10 puntos que pueden verse modificados si hay una fábrica al lado (-2), o aumentados si hay un parque (+1), o doblar su valor si tiene un tranvía tocando. Las oficinas operan de forma similar, y ayuntamiento, cines, bancos, correos, Iglesia, centro comercial necesitan unos requisitos concretos para ser colocados y  no os quiero marear con cientos de normas, pero en el blog de Black Meeple encontraréis todo bien detallado. También hay losetas de parques y fábricas, dos de cada, una mayor que la otra, que una vez puestas ayudan a putear al personal y a montarte una estrategia para bonificar tus puntos. El juego normalmente se acaba cuando no se puede colocar nada más, y su duración dependerá del número de jugadores que va de 2 a 5, con dos funciona bien pero puede que el mejor número sea 3 o 4 jugadores. Una vez entendido como se puntúa su nivel de sencillez y rejugabilidad hace que sea un juego perfecto para jugones y novatos, una pequeña joya ya antigua, difícil de encontrar pero si por casualidad os lo encontráis, compradlo. Y nada más, sólo que me muero de ganas porque alguien habilidoso me pinte mi versión, porque lo que hace el personal es una maravilla. 


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