Estamos ante un producto algo extraño. Sin duda de culto y no para todos los públicos. Una rareza a la que llegué por casualidad y que pienso recomendar a todo aquel que pueda. Muchos al verla pensarán que me he vuelto loco, que es un absurdez, una gran memez, pero para mí es la mejor comedia que he visto en años. Los culpables de dicha genialidad son los neozelandeses Taika Cohen (AKA Taika Waititi) y Jemaine Clement que se ocupan de la dirección, del guión y de la interpretación, y que puede que os suenen del Flight of the Conchords de la HBO, o puede que no os suenen de nada. Da lo mismo porque lo que tenemos delante es algo totalemente impresionante. Un mockumentary (falso documental) sobre la vida de unos vampiros que comparten piso... os aviso, es un descojone. En la casa habitan cuatro vampiros, el mayor Petyr con estética a lo Nosferatu no da muhco juego pero lo mejor se lo guardan los guionistas/directores: Jermaine Clement interpreta a Vladislav el vampiro tipo Drácula, Taika al vampiro romántico y líder del grupo mientras que Jonathan Brugh lo borda en el papel del más joven de los vampiros, algo agresivo y alocado. Como digo está grabado como un falso documental, cámara en mano, dichos cámaras llevan crucifijos y la promesa de que no serán mordidos, y les siguen en sus desventuradas noches, fiestas, peleas con hombres lobos, etc, etc... la verdad es que las situaciones son absurdas y mundanas pero consiguen, al menos a mí, hacer reír. Un humor entre la caspa de los Muchachada Nui y la grandeza de los Monty Pyhton, claro que sin llegar a esos extremos, sin ir muy lejos y como bien he leído no sé donde el personaje de Taika es puro Palin. En definitiva, una agradable sorpresa algo loca y freak que ha conseguido sorprenderme y hacermelo pasar en grande. Recomendable es poco.
0 comentarios:
Publicar un comentario