NUMA (1998-2014), I love your kisses

NUMA (1998-2014)

Por favor, perdonadme por desahogarme en la Isla pero lo necesito. Hoy es un día de esos que uno no olvidará nunca, hoy es el día que mi buen amigo gatuno NUMA nos ha dejado. Es duro perder a tu mascota, a tu amigo, a tu compañero de fatigas aunque ya sea un viejecito pues casi 17 veranos hemos pasado juntos pero ha sido un gato estupendo, noble y bueno, nunca tuvo un mal gesto con nadie y siempre agradecía la compañía de la familia. Supongo que nadie entiende como se puede querer así a un animal si es que no lo ha tenido, lo ha querido y luego lo ha perdido. A veces son mejores que las personas y el amor que nos dan es totalmente gratuito.

Después de un mes malo para él, de malestares, de analíticas y rehidrataciones pues el hígado no le funcionaba bien y ya se había negado a comer en redondo, y de perder el 50% de su peso corporal aunque no su amor por la familia y es que hasta el último día ha dormido con Arlet tuvimos que tomar la decisión de dejarle descansar. Duro no, durísimo. He llorado un porrón estos días y he recordado todo lo que hemos pasado, mucho sin duda pues ha estado conmigo casi la mitad de lo que llevo vivido. Ha vivido primero en casa de mis padres con toda la familia, luego siempre estuvo allí ayudándome a estudiar para los exámenes de carrera, estuvo al pié del cañón cuando mi otro gato Mr.Q nos dejó, ayudándome a pasar el trago, estuvo siempre con mi nikochana que lo adoptó cuando nos fuimos a vivir juntos, vivió mi boda, los embarazos y mis niñas.

Hasta hace poco dormía junto a la pequeña Èlia sus siestas y era un placer verlos dormir tan a gustito. Pero hoy cuando vuelva a casa de trabajar ya no estará allí, ya no se pondrá a mi lado en el sofá despanchingados mientras le acaricio el lomo y ronronea para ver la película o serie de turno. Ya nos dejó y mientras escribo esto me cae la lagrimilla. Perdonadme si estos días dejo la Isla algo descuidada, me refugiaré en los míos y en mi música, en música balsámica para el corazón, en las baladas descarnadas de Lucinda, en la melancolía de Tito Neil o en la belleza del último disco de Hiss Golden Messenger. Os dejo con una canción que escuchaba ayer en el ipod mientras me despedía de él tumbados ambos en la cama. Aceptaremos tu marcha querido pero ya nunca será como antes.