The Cooler

Aburrido por la mierda que suele aparecer por los canales televisivos de TDT o cansado de las insufribles repeticiones de los canales de cualquier plataforma televisiva la otra noche decidí ponerme un film después de cenar. Qué elegir era la tarea más difícil, no hay especialmente nada nuevo que posea o que me muera de ganas por ver. Y ando algo escaso de clásicos por casa que no haya visto más de un millón de veces, así que busqué y busqué y di con la solución. “The Cooler”. Un film recomendado por el señor Meeple y puesto que su última propuesta resulto ser tan buena decidí hacerle caso y darle una oportunidad a este film que data de 2003, y que significó el debut del director Wayne Kramer, un magnifico debut sin duda salpicado por sus apestosos siguientes films. Confieso haber visto la infumable “Mindhunters” por casualidad una tarde de domingo, y no os la recomiendo, es una mierdaca. Y confieso tener en el disco duro “Crossing over” con Harrison Ford y Liotta, aunque pinta mejor me da algo de pereza. Pero “The Cooler” llegó a mi con muy buenas críticas y un muy buen reparto, principalmente William H. Macy, Maria Bello y Alec Baldwin. Estos dos últimos pájaros fueron multinominados a los Globos de oro y Oscars por sus papeles secundarios en el film. Todos ellos están realmente espléndidos durante toda la película, aunque no es una gran película su historia te atrapa casi sin querer, a veces avanza a trompicones de la mano de Kramer pero las actuaciones la mantienen a flote. Sin duda un film muy interesante, una historia de tres personajes, sencilla pero redonda, que deja un muy buen sabor de boca.

SINOPSIS: Bernie Lootz es el tipo más desgraciado de Las Vegas. Todo lo que toca se estropea, incluyendo su matrimonio y la relación con su hijo. Tiempo atrás, Bernie fue un jugador con deudas por toda la ciudad, incluyendo una muy considerable en el Shangri-la, el casino de Shelly Kaplow. Cuando no pudo pagar, Shelly le salvó la vida, saldando sus cuentas pendientes, pero también le incapacitó, destrozando su rodilla. Después le obligó a trabajar para él en el Shangri-la, de manera que pudiera pagarle la deuda al cabo de muchos años. Shelly se dio cuenta de que la mala suerte de Bernie era contagiosa, y lo convirtió en el «gafe oficial» del casino: su sola presencia junto a una mesa en la que alguien esté ganando basta para acabar con la buena racha. A Bernie le faltan unos pocos días para quedar en paz con Shelly cuando conoce a Natalie, la nueva camarera del Shangri-la.

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