Un ser llamado Guzzest. Capítulo 43: Willkommen

La caída por aquel oscuro y amenazador agujero pareció durar un siglo, el golpe fue tremendo. Guzzest despertó magullado, la cabeza le iba a estallar debido al golpe que Ude le propinó en la quijotera, tenía la boca pastosa y un aliento apestoso debido a la ingesta de queso en mal estado. Aquel lugar era espeluznante, frío y aterrador, no parecía haber nada ni nadie en él, como no veía a mas de un palmo de su nariz decidió encender el mechero que siempre le acompañaba, el fuego iluminó por un instante aquel lugar y Guzzest pudo ver una vieja y polvorienta butaca justo delante suyo a la que se acercó con cuidado de no tropezar con nada. Al mechero se le acabó el gas justo cuando Guzzest aposentó sus posaderas en la butaca y volvió la oscuridad. - Hooola!!- gritaba Guzzest.- Hola, hoolaa, hooolaa!!.- parecía responder la oscuridad. Definitivamente estaba completamente solo en aquel lugar, así que decidió relajarse y dormir un poco, ya tendría tiempo después de pensar como salir de ahí, cerró los ojos y de golpe, zas!, de la butaca salieron unos hierros que le dejaron completamente inmóvil, unos focos iluminaron un escenario delante suyo que de manera sorprendente había pasado inadvertido, y una música de cabaret empezó a sonar, el telón se abrió y unos pollos asados sin cabezas y sin plumas a modo de vedettes comenzaron a bailar, cuando una voz espeluznante entró en escena: "Willkommen, bienvenue, welcome! Fremde, etranger, stranger. Gluklich zu sehen, je suis enchante, Happy to see you, bleibe, reste, stay...", la voz era del Dr Nikochan ataviado con un sombrero de copa, una pajarita, unos zapatos de tacón y un bastón, su cuerpo se movía de manera muy sexi mientras se acercaba a Guzzest cantando, se le abalanzó como una vulgar streaper y al unísono los pollos sin cabeza y Nikochan gritaron: "Willkommen, bienvenue, welcome. Im Cabaret, au Cabaret, to Cabaret...". - Hola querido, no te alegras de verme?.- preguntó con ironía un atractivo Nikochan.- no me respondas ahora, espera que los polluelos se marchen, son muy sensibles.- Qué cojones quieres ahora de mi? y donde narices estoy?.- preguntó un angustiado Guzzest.- Querido, estás en un lugar mágico, una prisión, la prisión donde tú y tus amigos me enviasteis, y de la que no puedo salir si no es derramando la sangre de quién me envió aquí, así que ya puedes prepararte a morir.- entonces Nikochan apretó un botón del bastón que sujetaba y una afilada cuchilla salió de él.- No me mates, por favor, haré lo que sea, de verdad, lo que sea.- decía entre sollozos Guzzest.- Tranquilo nenaza, era broma, no te mataré pero me tendrás que ayudar, no puedo salir de aquí aunque sí puedo hacer que tú y tus amigos lo paséis muy pero que muy mal, así que o me ayudas a escapar o Cucu morirá, mis polluelos se encargarán de todo, aceptas?.- preguntó el doctor. - Pues claro, acaso tengo opción? dime que tengo que hacer y lo haré sin mas, pero promete que luego nos dejarás en paz.- respondió Guzzest.- Je, je, pues claro, sí, sí, seré piadoso, bueno, a lo que iba, deberás colarte en casa de la bruja Munthes, robarle el libro La espuma nikochiana de los días, es la Biblia nikochiana para entendernos, allí aparece un personaje cocinero llamado Nicolás, en sus actos están las pistas para llegar a un lugar sagrado, un paraíso llamado El Yuyu, una vez allí tendrás que conseguir el cofre y traerme lo que contiene, está claro?.- explicó con sabiduría Nikochan.- Claro, como el agua, pero que hay dentro? - curioseaba Guzzest.- Dentro del cofre está el llamado Momofuku, un copón que data de hace millones de años, con una inscripción, quién la lea y beba del Momofuku obtendrá la vida eterna y poder suficiente para dominar el mundo, pero ni se te ocurra utilizarla, porque, no querrás vivir en un mundo sin Cucu, verdad Guzzest?, verdad?, veeerdaaad?.- preguntaba repetidamente Nikochan mientras Guzzest con la mirada perdida sonreía diabólicamente..- Escúchame Guzzest, no solo acabaré con Cucu sino con todo lo que te gusta, destruiré el tabaco, el alcohol, destruiré todos los discos de Costello, las películas de Sellers y quemaré todas las copias existentes de Golfus de Roma, así que quiero un sí, un sí contundente.- dijo un enrabietado Nikochan.- Sí, sí, síiiii.- gritó Guzzest y justo después recibió un fuerte puñetazo de uno de los polluelos, mareado y confuso escuchó a Nikochan decir - contaré hacia atrás desde diez, tus ojos se cerrarán y despertarás en casa, 10, 9...5...3, 2, 1... .- Noooooooooooo!.- gritó Guzzest, se despertó sudado y alterado, alrededor de la cama Cucu y Maqui le miraban con lástima, sentado a su lado Flush haciendo calceta. - Quieres algo cariño?, te encuentras bien? te he preparado un caldito de pollo? quieres un poco?- preguntó con cariño Cucu.- Pollo?, noooo!, noooo! - gritaba Guzzest mientras convulsionaba como si un demonio le hubiese poseído. – Maqui, salgamos de aquí, el tipo no tiene arreglo, eso le pasa por ponerse hasta el culo de queso, las intoxicaciones no son nada buenas.- dijo Flush con voz solemne mientras salían por la puerta. - Tranquilo, cariño.- decía Cucu.- No ha sido nada, todo pasará… y con dulzura le cantó una nana: “Close your eyes, have no fear, the monsters gone, he's on the run and your Cucu's here, beautiful, beautiful, beautiful, beautiful boy... Darling, darling... darling Gu-u-uuuzzzz...”

1 comentario:

  1. Es de recibo admitir que la imagen de Flush haciendo calceta es de lo mejor de la semana.
    Pd: "Ludovicos" a mi...

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