La película dirigida por David Lowery basada en la historia real del ladrón de bancos Forrest Tucker parece que será el adiós definitivo de una leyenda. Robert Redford dice adiós al cine, o eso dicen con otra interpretación magistral que a muchos les parecerá sencilla pero que derrocha clase a borbotones. El film es una película sencilla. Sin estridencias, ni efectos, ni las tonterías que se llevan ahora. Cuenta una historia de manera delicada, divertida, ligera pero que nos atrapa con rapidez y suma facilidad. No es el film del año pero se agradecen estos ejercicios de simplemente narrar una historia. Redford, como es habitual, está sublime, y muy muy muy mayor.... No por eso deja de hacer lo que sabe hacer a la perfección: actuar. Siempre muy bien arropado en su adiós a la actuación por amigos como Sissy Spaceck, Danny Glover, Tom Waits, Casey Afleck, Keith Carradine, Elisabeth Moss... Ya digo, no es oficialmente la última película de Redford pero todo parece indicar que así lo es. Una película ligera, como ya he dicho, de otra época podríamos decir que también, pero una película más que notable, en la que Redford interpreta a Forrest Tucker, un ladrón de bancos que pasó su vida robando y entrando y escapando de la cárcel, un ladrón que disfruta de su trabajo, que lo necesita, que le da la vida. Es feliz robando, haciendo lo que sabe hacer bien sin hacerle daño a nadie, solo pidiendo las cosas casi por favor. Poco más que deciros, que veáis el film , que disfrutéis de tal vez la última actuación de Redford y que prestéis atención a la maravillosa banda sonora de Daniel Hart, y ojo, que la "Lola" de los Kinks suena durante el film de forma radiante. Puro cine.
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