Dark T2


A rebufo del éxito masivo de Stranger Things (T1, T2) llegaba a Netflix el año pasado la serie alemana Dark siendo catalogada como la "stranger things" europea. Rápidamente se convirtió en un éxito, el boca a boca consiguió que fuese de lo más comentado y visto de ese año, y eso hizo que un servidor tardase un poquito en ver Dark T1. Sí, no os engaño. Temía el efecto hype. El manido "no es para tanto". Pero sí, sí es para tanto. Estamos ante tal vez la mejor serie de ciencia-ficción de los últimos años. Nada se le puede comparar. Primero por un guión fabuloso y circular, que no sólo consigue brillar en la primera temporada sino que en la segunda, exceptuando el primer episodio donde el espectador tiene que volver a unir las piezas porque seguramente se olvidó de como encajaban, no es que mantenga el tipo y el ritmo sino que, sinceramente, lo supera y eso no es muy típico de este tipo de series donde esos guiones se pierden en tópicos visitados millones de veces. Segundo, la estética es brutal. Su fotografía, su ambientación, y su música. Y por último, las actuaciones, sensacionales. En esta segunda temporada habíamos dejado a nuestro protagonista aunque sea un reparto coral, en el futuro. Sí, porque esta serie habla de los viajes en el tiempo, de los agujeros de gusano, de los ciclos temporales inevitables o no , del destino... Y bien, Jonas intenta arreglar las cosas, y para ello viaja atrás y adelante en el tiempo, descubre sucesos y relaciones sorprendentes, y sobretodo, conoce a diferentes "Jonas" que lo complican todo. En definitiva, nos os cuento mucho porque no quiero destripar nada. Todo queda abierto para una tercera temporada que promete lo indecible. El final de esta segunda es brutal. Todo cuadra a la perfección. Todo se hace más grande y nos atrapa sin remisión. La espera para ver la tercera y última temporada se hará larga y pesada. Sin duda, una de las mejores series de los últimos años.

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