A rebufo del éxito masivo de Stranger Things (T1, T2) llegaba a Netflix el año pasado la serie alemana Dark siendo catalogada como la "stranger things" europea. Rápidamente se convirtió en un éxito, el boca a boca consiguió que fuese de lo más comentado y visto de ese año, y eso hizo que un servidor tardase un poquito en ver Dark T1. Sí, no os engaño. Temía el efecto hype. El manido "no es para tanto". Pero sí, sí es para tanto. Estamos ante tal vez la mejor serie de ciencia-ficción de los últimos años. Nada se le puede comparar. Primero por un guión fabuloso y circular, que no sólo consigue brillar en la primera temporada sino que en la segunda, exceptuando el primer episodio donde el espectador tiene que volver a unir las piezas porque seguramente se olvidó de como encajaban, no es que mantenga el tipo y el ritmo sino que, sinceramente, lo supera y eso no es muy típico de este tipo de series donde esos guiones se pierden en tópicos visitados millones de veces. Segundo, la estética es brutal. Su fotografía, su ambientación, y su música. Y por último, las actuaciones, sensacionales. En esta segunda temporada habíamos dejado a nuestro protagonista aunque sea un reparto coral, en el futuro. Sí, porque esta serie habla de los viajes en el tiempo, de los agujeros de gusano, de los ciclos temporales inevitables o no , del destino... Y bien, Jonas intenta arreglar las cosas, y para ello viaja atrás y adelante en el tiempo, descubre sucesos y relaciones sorprendentes, y sobretodo, conoce a diferentes "Jonas" que lo complican todo. En definitiva, nos os cuento mucho porque no quiero destripar nada. Todo queda abierto para una tercera temporada que promete lo indecible. El final de esta segunda es brutal. Todo cuadra a la perfección. Todo se hace más grande y nos atrapa sin remisión. La espera para ver la tercera y última temporada se hará larga y pesada. Sin duda, una de las mejores series de los últimos años.


THE RACONTEURS/ HELP US STRANGER (2019)/ HELP ME STRANGER

 

El año pasado Jack White entregó el que tal vez sea su disco más decepcionante en una carrera repleta de trabajos estupendos englobados en muchos proyectos diferentes. "Boarding House Reach" quiso ser demasiado grande y al final todo le quedó pequeño. Había síntomas de agotamiento, de cansancio creativo y algo de piloto automático. Sí, claro, había buenas canciones, siempre las hay, pero escribirlas pensando que cambiarás el rock con ellas solo puede traer fracaso y decepción. No eran malas canciones pero les faltaba un punto de serenidad, de ser vestidas mejor. Tal vez les faltaba otra opinión, otro enfoque. White necesitaba a alguien que le frenase, le debatiese y le diese otro punto de vista. Necesitaba a su amigo Brendan Benson, sin duda. Y por supuesto, Jack White necesitaba divertirse, porque aquel disco del año pasado no daba buen rollo, era cansino, plomizo y aburrido, y creo que White acabó hasta los mismísimos y tal vez por eso decidió volver a divertirse, y para ello llamó a la banda, a The Raconteurs, y se pusieron a grabar. Cuando saltó las noticia de su vuelta, después de años de rumores, a un servidor le alegraron el año. Su álbum de debut y su continuación, su "Consolers of the Lonely", son dos tremendos trallazos de classic rock, de una superbanda formada por el propio Jack White, el maravilloso Brendan Benson y esa dupla originaria de los Greenhornes, Jack Lawrence y Patrick Keeler, que ponen todo en su sitio, con la inestimable ayuda del señor Dean Fertita como quinto miembro no oficial. Sí, una megasuperbanda de rock, haciendo rock, y nada más que rock,.

Es "Help Us Stranger" un ejercicio de classic rock en toda regla. En sus doce cortes apreciamos el buen hacer de la dupla White/Benson. Su química siempre ha sido especial, su empaste vocal, sus guitarras entrelazadas siempre nos han dado vigor y alegría. No hay nada que sorprenda ni haga temblar los cimientos del rocanrol, no hay vistas al futuro ni ruidismos varios. Como digo, es solo rock pero nos gusta. Estamos, porqué no decirlo, ante un claro ejemplo de superbanda. Ante un ejemplo de como poner cada carta ganadora en pos del grupo, aportando ideas y virtudes al conjunto para enriquecerse, mezclarse y hacer algo mejor. Vale, de acuerdo, White suele imponerse la mayoría de veces. Apreciamos de primeras más a Jack que a Brendan pero no se entenderían The Raconteurs sin este genial artista. El resultado es como meter en un batidora "Elephant" de The White Stripes y "The alternative to love" de Brendan Benson... Es decir, un resultado increíble, francamente enriquecedor. Sigue habiendo dejes retro. Siguen mirando por el retrovisor al rock de los setenta, tanto al de las Islas como al Americano. Toques vintage, psicodelicos y por supuesto aderezos soul, guitarras cruzadas y entrelazadas con la vena loca de Jack intentando retomar las melodías pop de Benson, mientras la dupla de los Greenhornes mantienen todo atado y ligado, sin fisuras, para obtener un disco de rock en toda regla, una rareza en los tiempos de samplers, autotunes y ritmos bailongos decadentes. Un disco de los de antes, de otra época, de esos que comienzan a escasear y parecer raros, extraños y fuera de lugar.


The Raconteurs - Help Us Stranger (2019): 01.- Bored and Razed/ 02.- Help Me Stranger/ 03.- Only Child/ 04.- Don’t Bother Me/ 05.- Shine The Light On Me/ 06.- Somedays (I Don’t Feel Like Trying)/ 07.- Hey Gyp (Dig The Slowness)/ 08.- Sunday Driver/ 09.- Now That You’re Gone/ 10.- Live A Lie/ 11.- What’s Yours Is Mine/ 12.- Thoughts And Prayers

La encargada de abrir el disco es "Bored and Razed", una marca de la casa. Una "aquí estamos, hemos vuelto". Sonido de guitarras de gran banda, riffs que suben y bajan, todo sostenido por la insuperable sección rítmica... White, desgañitándose y Benson disfrutando... Vale, no es "Steady as She goes" pero sí es fantástica. La influencia de Led-Zep es inevitable, y "Help me stranger" es un gran ejemplo, aunque también hay algo del pesado rock sureño.. Benson es un favorito de siempre, su forma de vestir canciones y darles ese toque tan pop es glorioso, véase "Only child" que hubiese encajado perfectamente en el anterior disco de la banda. Un tema lentorro que engatusa de primeras. El alocado rock de White se impone en "Don't bother me" donde las guitarras toman el mando... como si los White Stripes resucitasen pero con una bandaza detrás y no con la reina del bombo. En "Shine the light on me" Benson y White juegan a ser Lennon y McCartney, claro que no llegan a sus niveles pero se agradece esa forma de componer juntos, de arreglarse los temas, de darles un empaque conjunto.... Y ese pianito de juguete.... es delicioso. El pseudo-baladón "Someday (I don't feel like trying)" es fantástico, y Benson se luce. Sorprenden un algo con una increíble versión del "Hey Gyp" de Donovan, adaptada a la perfección al estilo del grupo para seguidamente entregar un dueto de canciones devastadoras. Primero ese "Sunday Driver" que es un despelote rocanrolero con esos riff tan desvengozados muy marca de la casa donde a un par de velocidades más podría colar por el enésimo hit de AC/DC, y luego con "Now that you're gone" que es oro puro con un Benson en estado de gracia. Encaminándonos al final nos encontramos con un punk-rock estupendo en "Live a lie" que recuerda a la esencia Pixies, esa que tanto gusta a White... "What's yours mine" es un despelote donde White disfruta como un canalla... Y el cierre definitivo es un acústico crescendo con aroma a los setenta, a gran banda, a rock de siempre, a classic album.....  The Raconteurs son una bandaza, son puro rock, son todo  lo que necesitábamos para seguir creyendo que el rock sigue vivo.

*post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan

Hace mucho tiempo que me bajé del tren de Los Vengadores...  La trama central no la he seguido y me da mucha pereza engancharme de nuevo. Sí he visto muchas de las películas individuales de los protagonistas pero casi siempre me queda un mal sabor de boca. Veré todas las de Los Vengadores, seguro, y creo que el verano será buen momento pero después de ver películas tan horripilantes como esta "Capitana Marvel" a uno, la verdad, no le quedan muchas ganas de ponerse a ello. Me dicen que la película tenía más sentido en la fase I de los Vengadores. Y qué coño es la fase I? Bueno, que esta precuela llega tarde y mal.. y que el feminismo no supera el de su rival, la Wonder Woman de DC, que a pesar de tampoco gustarme en exceso le da dosmil vueltas a la capitana Marvel. Como digo la película es una especie de precuela de todo. La capitana Marvel sale antes en "Endgame", al parecer con un papel determinante pero no lo sé porque no la he visto, que en su propia película. Así que todo este film parece servir para dar explicación (y sacar más pasta) a todo este engranaje superheroico. Lo que ha hecho Marvel con sus películas es brutal, su universo desplegado en mil películas dando un espectáculo grandioso. Lástima que con resultado dispares. A mi no me acaban de gustar algunas películas (no he visto todas, pero lo haré) pero no voy a quitarle merito a la propuesta global. Centrándonos en la película como si fuese un caso individual hay que decir que decepciona. Demasiado plana pero con explicaciones complicadas y bastante absurdas. Visualmente es notable que no excelente pero el argumento es de risa y algunas escenas de acción también. Creo que podemos estar ante la peor de las películas de Marvel, al menos que yo haya vista, con excepción de laguna de Thor que también se las trae. En fin, que el otro día vi este film y casi me duermo. Que me hago viejo y los seres con capa comienzan a aburrirme de lo lindo. Si os gustan Los Vengadores hay que verla para cerrar el círculo, y si no os va el rollo Marvel, huid de ella.

Sam Beam es uno de esos artistas a seguir la pista, uno de esos artistas que asombraron a principios del milenio con un trío de discos de esos que no se olvidan, cada uno hijo de su madre y de su padre, con sus estilos y sus diferentes formas, que desembocaron en el grandioso y muy reivindicable "The Shepherd's Dog" (2007). Beam contó para la gira con los Calexico, como lo había hecho antes de ese disco con dos estupendos Ep's, ambos del 2005: "Woman King" e "In the Reins". Después de aquello vino algo de gafapastismo, de sobradez, de creerse el más moderno del folki americano, y la cagó. Vale, había buenas canciones pero le sobraban a la mayoría muchísimo azúcar, eran casi almibaradas. Así pues un servidor dio un paso al lado y se olvidó del bueno de Sam hasta que mi famoso archienemigo Don Guzz me comentó que había recuperado algo la forma en su "Beast Epic" del 2017, pero no le hice demasiado caso, ya se sabe que no riega demasiado.... Otra cosa fue la llegada el año pasado de un magnífico Ep de titulo "Weed Garden". Es con sus Ep´s cuando Sam Beam o Iron & Wine si lo prefieren señala el camino a seguir, su nivel de inspiración y su sonoridad. Sin duda en "Weed Garden" recuperaba todo aquello que creíamos que había perdido. Si a esto, unimos que Calexico el año pasado publicó un disco, "The Thread That Keep Us", para quitarse el sombrero... pues la nueva colaboración entre estos artistas no podía pasar por alto en la Isla Nikochiana. Y sí, ya os digo que me ha gustado. 

Tampoco vamos a tirar cohetes ni a aplaudir con las orejas. No es el disco definitivo ni el que te llevarás a una Isla desierta pero sí que es un muy buen disco, con pocas pero largas canciones que recuperan el buen tino de Sam Beam gracias a la instrumentación de sus amigos. Pero, es un disco de Sam Beam con Calexico, o de estos con Iron & Wine??? pues tengo dudas....  pero a mi la mezcla me parece estupenda. Estupenda es la encargada de abrir el disco. "What heaven's left" me parece bonica del to, y los Calexico arropando a la perfección a Beam, con esa parte final trompetosa y trompetera que engatusa y se deja gustar. "Midnight sun" rememora sonoridades del "Shepherd's dog", la percusión y las guitarras agitanadas hacen muy grande a un tema a reivindicar. "Father Mountain" es una de las canciones del disco. No hay duda. Sam ha vuelto. Sin duda, junto a "Follow the water", es una de sus mejores canciones folk-pop en años, o en una década. En medio de ambas, algo de experimentación jazzística con "Outside El Paso", que no desentona. La "suite" es impresionante, me gusta más "Pájaro" con momentos en castellano que el resto aunque la parte final con "Tennesse train" es maravillosa. La canción que da nombre al disco es otra de las destacables del lote. Cierran este interesantísimo disco con la belleza absoluta de "In your own time". Parece que Sam Beam, gracias a sus colegas ha vuelto a la buena senda y nosotros que nos alegramos.

Calexico & Iron & Wine - Years To Burn (2019): 01.- What Heaven’s Left/ 02.- Midnight Sun/ 03.- Father Mountain/ 04.- Outside El Paso/ 05.- Follow the Water/ 06.- The Bitter Suite (Pájaro/ Evil Eye/ Tennessee Train)/ 07.- Years to Burn/ 08.- In Your Own Time.


*post aparecido originalmente en Exile SHMagazine por Nikochan
"Don't Box Me In"


Se me ocurren rápidamente más de una docena de nuevas series o al menos actuales de HBO que son mejores y que justifican más nuestro abono a la mítica plataforma televisiva que Juego de Tronos. Una de ellas sin duda alguna es la serie de Phoebe Waeller-Bridge (ahora, por fin, reconocida por su magnífica Fleabag, de la que tengo pendiente su segunda temporada) basada en las novelas de Luke Jennigs que ya nos engatusó con una primera temporada (T1) sensacional. Todo el elenco seigue. Los mimos personajes con algún que otro añadido. Las protagonistas, Sandra Oh y Jodie Corner, lo bordan con sus personajes, Eve Polastri y Villanelle respectivamente. Su química sorprende y sus actuaciones ya no tanto. Los secundarios mantienen el nivel como también lo mantiene un excelente guión que ya sin sorpresas sigue avanzando en la relación de las dos protagonistas de manera inteligente. Haré un pequeño spoiler: me parece sensacional que las dos temporadas acaben igual. O casi. Me explico. Me parece sensacional que en cada una de las temporadas acabe una de las protagonistas medio muerte a manos de la otra. Es sencillamente buenísimo, además de explicar esa relación de amor-odio entre ambas. Por lo demás, todo es un espectáculo televisivo de primer nivel. La acción, el humor negro, la violencia, la sangre, el glamour... todo sigue como siempre en una serie que sin vender humo se convierte una serie top del actual y nuevo catálogo del gigante HBO.


JUSTIN TOWNES EARLE/ THE SAINT OF LOST CAUSES (2019)/ FRIGHTENED BY THE SOUND


Si os contaba hace unos días de lo soporífero que resulta la escucha del nuevo disco de Bruce Springsteen, hoy os quería contar lo bien que me sienta escuchar la nueva colección de canciones del hijo de Steve Earle (al que prefiero antes que al Boss de aquí a Lima). Sí, Justin Townes Earle ha publicado el disco que debería haber entregado Bruce. Sí, ese disco que o no quiere o ya no puede hacer, Justin lo hace sin pestañear. Claro que eso no es nuevo, si uno repasa su discografía alucina, pues toda ella es una joya: The Good Life (2008), Midnight at the Movies (2009), Harlem River Blues (2010), Nothings gonna change the way you feel about me now (2012), Single Mothers (2014), Absent Fathers (2015), y Kids in the Streets (2017). Todos estupendos. Y sí, puede que Earle Jr. abuse del dicho "zapatero a tus zapatos", pero eso mismo se deberían aplicar muchos otros, véase el señor Springsteen, y todos andaríamos más contentos. Por suerte, Justin no quiere ser moderno, ni reinventarse, ni copar las listas de escuchas en spotify. Por suerte no hará un dueto con Maluma ni con Rosalía. Lo suyo es el blues, el folk, el rock de carretera y manta, el que ha mamado de su padre Steve, el del sonido americano, el que más me gusta, el que disfruto escuchando. Además, y para seros sincero, a pesar que muchas críticas no han dejado demasiado bien a "The Saint of lost causes" que es como se titula el disco, he de decir que creo que es un disco fantástico, de lo mejor que ha hecho o al menos al mismo nivel, que no es otro que el sobresaliente.Y sí, algunos le acusarán de disco calmado, de disco pausado y de tono lento, incluso aburrido, esos están muy pero que muy equivocados pues si no estamos ante el mejor disco de Justin por ahí vamos.


Justin Townes Earle - The Saint of Lost Causes (2019): 01.-The Saint of Lost Causes/ 02.- Ain’t Got No Money/ 03.- Mornings In Memphis/ 04.- Don’t Drink The Water/ 05.- Frightened By The Sound/ 06.- Flint City Shake It/ 07.- Over Alameda/ 08.- Pacific Northwestern Blues/ 09.- Appalachian Nightmare/ 10.- Say Baby/ 11.- Ahi Esta Mi Nina/ 12.- Talking To Myself.

La canción que da nombre al disco es la encargada también de abrirlo. Americana blusera por los cuatro costados. Atmosférica, muy de sala pequeña, muy de cercanía, de realidad. Más blues, pero ahora de esos que ama Jagger por encima de toda las cosas, ese que se respira en el "Exile" stoniano.... sí, "Ain't got no money" es sobresaliente. Entonces llega una marca de la casa "Earle", esas que tanto padre como hijo bordan. "Mornings in Memphis" es preciosa y reconfortante, y la voz de Justin se acerca más que nunca a la de su  padre. Una favorita personal. El clásico blues se presenta en "Don't drink the water", ese blues blanquito que tanto gustaba a manolenta Clapton, ese country-blues... y suma y sigue, y enlaza con el "americanismo" de "Frightened by the sound", más folki que otra cosa pero siempre estupenda. Llegados al ecuador del disco, Townes Earle, nos deja estupefactos con su "Flint city shake it", un jump blues de esos de libro. Y podíamos seguir así, disfrutando como niños con zapatos nuevos a pesar de la sencillez y clasicismo de la propuesta, así que tampoco voy a hacerme pesado hablando de si este tema o el otro es más o menos blues, si es del Delta o si es de Memphis... tanto da, pues Justin controla cualquier blues del Mississippi.... "Over Alameda" es muy bonica pero es de las que menos me gusta del disco, en cambio "Pacific Northwestern" y "Appalachian nightmare" son dos temas estupendísimos. "Say baby" y "Ahi esta mi nina" sí son más flojas y creo que eran prescindibles, más la primera que la segunda, por suerte el cierre con "Talking to myself" está a la altura, y deja un gran sabor de boca. Vale, puede que el disco necesite de varias escuchas atentas, puede que haya que darle tiempo y, sí, también puede que vaya de más a menos pero desde luego estamos ante un grandísimo disco de blues, de rock, de americana o como lo queráis llamar. 

Ni soy dylanita, ni dylaniano. Solo soy fan de BOB, tal vez el más grande. Es el único artista del que uno puede volver a sentirse sorprendido al retomar cualquiera de sus discos, el único que puede dejarte con la boca abierta al escuchar de nuevo un tema que pensabas te sabías de memoria, o un disco que pensabas que te lo había dado todo y entonces en un par de estrofas te descubre el sentido de la vida. Dylan es una artista completo. Un trovador, un poeta, un filosofo, un gigantesco músico, un cantante estupendo, un artistazo de los pies a la cabeza, un showman con una presencia y un carisma imposible de igualar. Dicho esto, solo un cineasta del nivel de Martin Scorsese podía realizar la tarea de enseñarnos aquella mítica gira amparada bajo el nombre de "Rolling Thunder Revue". Me importa un pimiento que se inventen anécdotas y pongan algo de picante a la historia. Bob y Martin se inventan un par de cosillas, sí, pero lo hacen para reírse un poquito y criticar de soslayo otras cosas... Bob es así... sutil y polémico. El viaje que nos propone Scorsese es una lección de historia, entre un documental y un reality de los setenta. Las imágenes utilizadas fueron grabadas en su momento para un documental que ahora ve la forma, y allí aparecen artistazos con casi cincuenta años menos, y uno queda alucinado, desde T  Bone Burnett, Mr Ronson, Scarlet, Baez, Ginsberg, Shepard, McGuin, Joni Mitchell, el "huracán" Carter, y Sharon Stone con su divertido cuento....  Una historia inmersiva, divertida y didáctica. De manera audaz y con ingenio nos introduce en la gira, en sus relaciones, en sus viajes y actuaciones... y lo mejor, es ver a Dylan desatado reversionando sus canciones... Hay muchas mentirijillas en el documental como bien se han ocupado los fans de destapar, pero a mi me da absolutamente igual porque no es un film ni un documental, es algo inclasificable, es un experiencia que llega y se va, como el sonido rodante del trueno. Sobresaliente.


Pasa con Bruce Springsteen que sus fans le tienen tan mitificado que le perdonan todo. Y digo sus fans porque yo para nada lo soy. No, no pongáis esa cara de estupefacción. Gustándome como me gusta el estilo musical que practica el Boss nunca he sido seguidor suyo. Tampoco vamos a quitarle méritos pues tiene media docena de discos fantásticos, casi todos ellos por no decir todos antes de 1980. A partir de ahí, son contados los discos que encandilan. El frío y magnífico "Nebraska", el muy vendible y aplaudido "Born in the USA" (1984), el siguiente, el "Tunnel of Love", las "Seeger sessions" y realmente poco más. Es decir, quitando "Shall over come" y canciones puntuales, lleva entregando discos reguleros indignos de la leyenda, en mi opinión poco merecida, que es. Así, y siendo bestias, podemos decir que lleva la friolera de más de treinta años sin entregar un disco que nos deje en pelotas. Por eso no es ni Papá Bob ni Tito Neil, dos auténticas leyendas capaces de entregar discos actuales que compiten con sus obras magnas. Ya no digo de comparar con otras leyendas "menores" de la música... Y sí, todo esto viene a cuento del nuevo disco de Springsteen, esta vez sin la E Street Band, un disco de abuelo cebolleta, complentativo, amable, bonito y de easy-listening, que aburre hasta a las ovejas. La duda está, como hemos comentado en foros, si esto lo firma otro y la gente aplaude con las orejas o si lo firma otro y va directamente al cajón de discos olvidados y desastrosos del año. Siendo Bruce, pues te están esperando para criticar pero los fans también son más benevolentes. Siendo yo un NO-fan digo claramente que he escuchado más de tres veces el disco por ser Springsteen quién lo firma porque si hubiese sido otro no llego a la segunda. También digo que al ser Bruce el autor espero más y la decepción es mayor, aunque en mi caso no esperaba nada y hablo pensado en seguidores del de New Jersey. Vamos, tampoco el disco es un desastre. Es amable, hay buena base, hay dos o tres canciones que sí, que son buenas, pero le falta todo lo que se le presume a Springsteen: garra y verdad. Todo está impostado en este disco, desde esos arreglos sinfónicos que llaman los más molones como "cinematográficos" (ay qué joderse!) a esa voz de geriátrico que se gasta. "Hitch Hiking" no está mal, "Tucson Train" aún se deja escuchar como la que da nombre al disco, y la dupla casi final de "There goes my miracle" y "Hello sunshine" con otros mimbres, con otras vestimentas... sí, hablaríamos de otra cosa.. pero a Springsteen el bótox le ha perjudicado mucho, y está en plan jubiletas todo por no reconocer que ya está para darle a público lo que realmente quiere. Déjate de experimentos Bruce, y danos rocanrol con toques soul, danos lo que sabes hacer realmente, libérate, no quieras ser moderno, ni rompedor que tienes una edad...   

Bruce Springsteen - Western Stars (2019): 01.- Hitch Hikin’/ 02.- The Wayfarer/ 03.- Tucson Train/ 04.- Western Stars/ 05.- Sleepy Joe’s Cafe/ 06.- Drive Fast (The Stuntman)/ 07.- Chasin’ Wild Horses/ 08.- Sundown/ 09.- Somewhere North of Nashville/ 10.- Stones/ 11.- There Goes My Miracle/ 12.- Hello Sunshine/ 13.- Moonlight Motel.

"Got it Alone"


La sección televisiva de hoy tratará de decepciones y bajadas de nivel asombrosas. Os hablaré de dos series que sorprendentemente han dejado de estar entre mis favoritas para situarse entre aquellas que no se deben ver bajo ninguna circunstancia, por aburridas, absurdas e insulsas. No se entiende esa caída en picado en la que entran las series. Les pasa a muchas aunque algunas consiguen mantener más o menos el interés, ya sea a golpe de talonario como el final de Juego de Tronos o simplemente por saber qué pasa como en The Handmaid's Tale que apunta a ir dándonos sopor episodio a episodio en esta tercera entrega que todavía no he visto. Vamos pues con esos dos bodrios sorpresivos.

Black Mirror T5: Sí queridos terrícolas. Estamos ante una bajada de nivel asombrosa e increíble. Para seros sincero estos tres episodios que conforman la quinta temporada son una auténtica y pestilenta mierda. Sin chispa, sin mala leche, sin buenas historias ni actuaciones, Una mierdaza absoluta. Black Mirror sorprendió con sus dos primeras temporadas, consiguió mantener el nivel en la T3 y T4,, y con el especial navideño White Crhistmas, e incluso el experimento de Bandersnatch no salió del todo mal, pero vamos que lo de estos tres últimos episodios es para mear y no echar gota. Ya de entrada solo tres episodios que visto el nivel casi mejor, siempre había en cada temporada uno o dos episodios flojos, pero nada comparable a lo visto en esta quinta. Vamos a ver. El primero de ellos, "Striking Vipers" es casi el mejor. Me da hasta vergüenza admitirlo. Es el que sigue más la línea de la serie, pero si lo colocamos en un top estaría en el vagón de cola. Absurdez y poca inspiración. El segundo, es infumable. Se titula "Añicos" o algo así, y me parece una mierda, y eso que los dos actores principales me gustan, pero no me parece ni que el espíritu de la serie esté presente. Y acabamos con "Rachel, Jack and Ashley too" donde Miley Cirus protagoniza un episodio horrendo, infantiloide, nada original, tonto, aburrido, ... y  vamos, que me parece que esta temporada es el principio del fin.


Fortitude T3: lo de Fortitude se veía venir. No lo negaré. No me cogió por sorpresa pero tenía que ver como finalizaba la serie. Su primera temporada (T1) me pareció fantástica y la recomendé a diestro y siniestro. Buena historia, buenas actuaciones de un elenco actoral que provenía de mil y un países distintos.. y un final que dejaba todo abierto... pero... La segunda temporada (T2) ya comenzó a desvariar y a ir por unos derroteros que no gustaban y apuntaban a desastre como bien ha confirmado la tercera y última entrega de tan solo cuatro episodios. Un final triste, absurdo y descabellado. Un irse por la tangente sin la ideas claras. Una auténtica paja mental de guión. Un despropósito. No tengo mucho más que añadir. No la veáis. 


ROBERT ELLIS/ TEXAS PIANO MAN (2019)/ FUCKING CRAZY

 

Había leído demasiadas buenas críticas y alabanzas hacia el nuevo trabajo del tejano Robert Ellis para ignorar su "Texas Piano Man", antes, lo reconozco, no había seguido con demasiada atención su carrera aunque sí recuerdo escuchar con atención su "Photographs" allá por 2011. Recordaba un servidor a un Ellis más campestre y countrificado que lo que me encuentro en esta nueva colección de canciones en las que el piano es absoluto protagonista, un piano que rememora ese sonido setenteto otra vez muy de moda en estos días, el de Billy Joel, Leon Russell y sobretodo Sir Elton. Ese sonido que parece haber contagiado a muchos de los discos de este 2019. En este caso ese sonido es un acierto y un regalo. Robert Ellis se enfunda botas y sombrero de cowboy blancos, al igual que su impecable traje y pajarita incluida, le da todo el protagonismo al piano y se transforma completamente en el pianista tejano. Todos los temas están escritos y  musicados por Ellis, menos un par donde comparte firma con Kyle Ryan en uno, y con Daniel Tashian en otro. La producción también corre a su cargo, así que estamos ante un volantazo personalísimo, una colección de canciones maravillosas y de corte clásico setenteto que nos devuelve a la mente a otros pianistas del rock ya citados anterioremente. No es un disco que de primeras provoque que se te caigan las bragas al suelo, pero sí hay cierta excitación, cierta humedad y no precisamente en el ambiente. Las canciones lentamente nos llevan a un territorio precioso que con suma facilidad embruja, seduce y lleva al huerto. No podemos olvidar esas letras con segundas y mucho humor, ese mirar de soslayo a Randy Newman, esa sonrisilla que se nos escapa al escuchar algunos momentos del disco. Simplemente grandioso e inesperado.


Robert Ellis - Texas Piano Man (2019): 01.- Fucking Crazy/ 02.- When You’re Away/ 03.- Nobody Smokes Anymore/ 04.- Passive Aggressive/ 05.- Father/ 06.- There You Are/ 07.- Let Me In/ 08.- Aren’t We Supposed to Be in Love/ 09.- Lullaby/ 10.- He Made Me Do It/ 11.- Topo Chico.

La inicial "Fucking Crazy" tiene esa atmósfera grandilocuente, ese piano que se sabe grande pero que prefiere jugar en ligas menores. La melodía es preciosa, sus coros originarios del Abbey Road, su cadencia de cantautor pianístico de los setenta, y esa letra maravillosa... Sí, es una puta locura. El romanticismo se impone en "When you're away", gusta pero después de la brutal canción inicial se nos viene todo algo abajo aunque es notable, no nos engañemos. Claro que los tres siguientes temas son mi momento favorito del disco. Primero con la espectacular y cachonda "Nobody smokes anymore", entre Randy Newman en su letra y Sir Elton en el piano....  Lo de "Passive agressive" ya es para darle de comer a aparte, es mi canción favorita del lote. Qué maravilla! Y la tercera es una canción que remite a las melodías, giros y dejes del gran James Taylor (amén). El azúcar vuelve a aparecer en "There you are" con estructuras similares al mejor Billy Joel, pero claro que luego llega "Let me in" y deja en la sombra a la canción anterior, puesto que ésta, es una delicatessen absoluta con sonoridades de musical de Broadway. Tremenda. Ese humor negro y sarcástico lo encontramos de nuevo en "Aren't we supposed to be in love?", para despelotarnos luego con "Lullaby" y rematarnos con otra de las canciones del disco. Hablo, lógicamente, de "He made me do it", y la bipolaridad al cuadrado. Cierra Ellis su excelente y esencial disco con la estupendísima "Topo Chico", que particularmente me parece sensacional y salida de una jam en casa de Harry Nilsson, junto a algunos ex-beatles, Elton haciendo el loco y Keith Moon sirviendo las copas.... Esa canción es pura libertad y felicidad. Una pequeña locura que deja un sabor de boca sobresaliente, no de extrañar,p estamos ante uno de mis discos favoritos del año. Una grata sorpresa. 

Hubo un buen día en el que M. Night Shyamalan tocó fondo. Puede que toda su caída libre cinematográfica comenzase con la fallida "El Incidente", desde entonces sus films se cuentan siempre como decepciones y regulerías. Así que en un momento de lucidez, paró y repensó donde hurgar en una nueva historia, y mirando atrás se fijó en su segunda película, su "El Protegido", y comenzó a darle vueltas a su quijotera. Desgraciadamente, no me creo que desde antes de realizar esa película tuviese en mente hacer una trilogía. No se sostiene esa afirmación, otra cosa es que al final el tipo se las haya ingeniado para que todo resulte muy bien empaquetado. "El Protegido" es una gran película de superhéroes y sus dos continuaciones son dos películas interesantes de gente con poderes. Estas dos secuelas si están unidas y sí tienen un nexo pero con la primera era difícil, y Shyamalan con clase e ingenio unía a las dos películas en su parte final y dejaba la puerta abierta para otra. "Múltiple" no acabó por gustarme demasiado, es aceptable pero me irrita la interpretación de McAvoy. Aún asíme interesaba visionar el film que cerraba la trilogía y que parecía se centraba en Mr Glass (interpreta de nuevo magistralmente por ese hijoputa peligroso que es Samuel L Jackson). Al final tampoco es el protagonista absoluto, más bien es un film coral, donde Shyamalan coloca las piezas para que todo le encaje y todo parezca pensado de antemano. El film es resultón, y aunque definitivamente acaba con la historia de los tres tipos con superpoderes deja la puerta entreabierta a continuar cualquier día con la historia, ya sea con la organización secreta que controla a estos héroes, a los familiares/amigos de los protagonistas o simplemente con algún recién llegado que puede incluirse en ese escenario. No voy a contar demasiadas cosas sobre la historia, mejor, no contaré nada. Me ha gustado Jackson y Willis, me ha vuelto a decepcionar McAvoy, me ha gustado que se repesque a los actores de películas pasadas, como el que interpreta al hijo de Willis, y otra vez no me ha gustado del todo el final ni que se vuelve a tirar diez minutos para explicarnos las cosas.... bueno, en definitiva, estamos ante un film correcto, una trilogía interesante que no imprescindible... A ver si Shyamalan ha conseguido retomar el pulso. 

Seguramente el nuevo disco del tejano Ryan Hamilton junto a The Harlequin Ghosts no será el disco del año, ni estará en ninguna de la listas snobs o más in, claro está, pero debería. La docena de canciones que componen "This is the sound" son un pelotazo, un chute de energía y vitalidad necesario como el comer. Una buena dosis de trempera matinera. La fórmula está más vista que el tebeo, no lo vamos a negar o a pasar por alto, pero no por eso deja de funcionar, de gustar. Si no me han engañado mis fuentes, los fantasmas arlequinados son más ingleses que el té de las cinco, así que esa mezcla del rock americano con el power-pop británico tirando al sonido new-wave costelliano parece una mezcla de esas tremebundas, como así es. Mr Hamilton ya hizo sus pinitos con buena prensa junto a The Traitors pero, al parecer, ha encontrado la inspiración, el tino y el pulso junto a sus Harlequin Ghosts y la influencia del mítico Little Steven que viene a ser como su padrino, al cual no le cuesta decir que su música es así como una buena mezcla de Eddie Vedder, Dave Grohl y Billie Joe Amstrong, este último es fácil que se nos venga a la cabeza en cuanto escuchamos este "This is sound", más por el tono vocal que por otra cosa, pero sí hay esa frescura. Ese ser descarado. Esa vitalidad juvenil. Todo el pescado está vendido y ya conocemos los aromas y sabores, pero no podemos parar de saborearlo. Nada nuevo pero todo muy bueno.


Si todavía no os he convencido basta con escuchar el rocanrolito de "Mamacita" que abre el disco para darse cuenta que lo que tenemos entre manos es pura dinamita. Perfecta mezcla de rock, punk y pop a partes iguales. Tremendidad efervescente para nuestros castigados cuerpos con Mr Van Zandt a la guitarra. Y entonces, llega "Bottoms up (here's to goodbye) que creo fue single, y contiene un estribillo infalible. "Feels like falling in love" suena a unos Kinks hipervitaminados, aquellos del "Give the people..." o el "Schooldays"... ese sonido...  y el de Hot Steady en el retrovisor... ese sonido también está ahí. "Get down" vuelve al rocanrol de toda la vida, el simple, efectivo y demoledor. Y no hay secreto... podemos seguir así hasta el final, hasta la última de sus doce canciones. Todas estupendas, todas ya escuchadas pero no por eso dejaremos de disfrutarlas. A destacar, por supuesto, la canción que da nombre al disco, el estupendo piano de "So Gone", el country enmascarado de "Girl vs Monster" y, obviamente, ese final tan emotivo y típico de las baladitas de fina de los setenta. "This is the sound" no es el disco que cambiará tu vida pero seguro que te la hará mucho mejor.

Ryan Hamilton & The Harlequin Ghosts - This Is The Sound (2019): 01.- Mamacita/ 02.- Bottoms up (Here’s to Goodbye)/ 03.- Feels Like Falling in Love/ 04.- Get Down/ 05.- Far Cry/ 06.- All Fall Down/ 07.- This is the Sound/ 08.- Let You Go/ 09.- So Gone/ 10.- Girl vs. Monster/ 11.- Same Page/ 12.- Won’t Stop Now


*Post aparecido originalmente en ExileSHMagazine por Nikochan
"Atomic"


HBO es especial y única. Y otra prueba irrefutable más es "Chernobyl". Nadie más hubiese podido realizar una mini-serie (5 capítulos la forman) de ese nivel, ese calado y esa temática, aunque aquí cuenta con la colaboración de Sky. Es exagerado hablar de la mejor serie de la historia. Exagerado y excesivo, pero desde luego no baja del sobresaliente. Estamos ante un drama histórico que recrea los acontecimientos acaecidos antes, durante y después del desastre nuclear de Chernobyl. Johan Renck  (Bloodline) se encarga de la dirección y Craig Mazin (Resacón en Las Vegas) de un guión maduro y adulto, que intenta recrear con cierta veracidad aquel desastre. La tensión y desasosiego aparecen desde el primer minuto aunque sabemos lo que sucederá y las consecuencias que tendrá. Tiene algo de documental ficticio, tiene esa fotografía tan cruda y real, y tiene unas actuaciones maravillosas, sobretodo de Jared Harris y Stellan Skarasgard, y como no Emily Watson. Sin olvidarnos de una banda sonora espléndida muy superior a la de la mayoría de productos televisivos. En definitiva, no sé si es o no la mejor serie de la historia, creo que no, pero desde luego es un producto excelente, de lo mejor que he podido ver este año y dudo que globalmente alguien pueda superar esto. Simplemente imprescindible.