Todavía hoy me parece algo inexplicable que una banda como Supertramp no haya tenido su sitio, su momento en el Exilio, supongo que tiene algo que ver con esa supuesta corriente que tiende a ignorar los discos que parieron en los setenta Rick Davies y Roger Hodgson. En contadas ocasiones son citados como fundamentales en aquellos años y creedme si os digo que lo fueron aunque casi nadie quiera reconocerlo. Son seguramente los abanderados de ese grupo de bandas a las que un servidor cariñosamente llama "guilty pleasures", pues parece hoy un delito reconocer que uno es fan de Supertramp, pues yo lo soy y me enorgullezco de ello. Entiendo que se diga que son un grupo de "grandes éxitos" porque de esos, de grandes éxitos tienen un porrón, en la década de los setenta hacían grandes canciones a cascoporro y la rivalidad creativa entre Davies y Hodgson nos dieron a los habitantes de la Tierra muchísimas alegrías.
Es comprensible que cuando hablamos de Supertramp nos venga a la memoria el descomunal "Breakfast in America", un discazo lleno de singles de radiofórmula con los que sin duda hemos crecido los nacidos en los benditos setenta con adolescencia ochentera. Aquel disco desde su portada transmite genialidad, era y es un disco esencial pero en mi modesta opinión el disco de Supertramp, su obra magna, el disco que les hizo dar un salto de calidad fue el que hoy nos ocupa, fue sin duda "Crime of the Century" que no sólo les colocó en un lugar privilegiado de aquellos años junto a Pink Floyd y Mike Oldfield sino que consiguió rescatarlos del olvido, de la mediocridad, del fracaso en ventas, de la disolución absoluta. Contaron con nuevo productor después de dos discos reguleros que pasaron sin pena ni gloria, contaron con Ken Scott que había trabajado en discos míticos como los "Hunky", "Ziggy" y "Aladdin" de Bowie y en el "Transformer" también de Bowie bajo el seudónimo de Lou Reed, pero es que en esos años trabajó con los Beatles por separado, con el jovenzuelo Elton John, con Harry Nilsson, incluso con los Stones!. Y además se habían reinventado con nuevas ideas y remozado con nuevos integrantes: el bajista Dougie Thompson, el carismático saxofonista John Anthony Helliwell, y la lujosa incorporación del gran batería de Los Angeles, Bob Siebenberger. Cuando uno escucha 40 años después de su salida al mercado "Crime of the Century" siente que su sonido es descomunal, mágico, atómico. Siente que es un gran disco, que sus canciones son estupendas y frescas, y que nunca los Supertramp sonaron mejor o sí, tal vez ese desayuno en América recuperaba la magia, el buen pulso, entre medias y sin bajar casi el nivel, encontramos "Crisis? What Crisis?" y "Even in the quietest moments" que forman el póker imprescindible de esta superbanda británica que en 1974 cometió sin duda el crimen del siglo dándonos uno de los más destacados placeres culpables.
Supertramp - "Crime of the Century" (1974): 01.- School/ 02.- Bloody well right/ 03.- Hide in your shell/ 04.- Asylum/ 05.- Dreamer/ 06.- Rudy/ 07.- If everyone was listening/ 08.- Crime of the century.
Como bien dijo en su día Roger Waters "Crime of the Century" es una combinación devastadora de lujuria, codicia y gloria. No se equivocaba para nada, ya lo intuimos en las primeras notas de la canción que abre el disco, "School". Un tema espectacular, mítico, de lo mejor de la banda con esa armónica abriendo fuego y poniéndonos la piel de gallina.... cuando entran los teclados y la voz la cosa se pone al rojo vivo.... Una pequeña "mini ópera", con cambios de ritmos, momentos de gran intensidad instrumental y un final épico donde la voz suena de miedo y no tiene nada que envidiar a nadie. Temón y requetemón. Es momento de que Davies se luzca, después de la brutal "School" de Hodgson. "Bloody well right" es estupendísima, con esa entrada tan... jazzística... guitarras bluseras y unos coros de acojonarse. Lo de "Hide in your shell" ya es para darles de come a parte. Muy clásica de los setenta, una maravilla cósmica, con ese final tan radiofónico, tan intenso, tan orgásmico. "Asylum" es de las pocas que no es un "hit",con ese pianito tan Harry Nilsson, tan Elton, tan estupendo que da paso a dos temas imprescindibles ya no del disco si no de toda su discografía. Primero "Dreamer" nos deja con los ojos como platos y el culo prieto, pop a la enésima potencia, clásico instantáneo, cancionarra del copón bendito. Y segundo "Rudy", en la línea de "School", esta vez la intro es al piano pero se extiende maravillosamente hasta llegar a un clímax épico de dimensiones siderales. La belleza y melancolía de "If everyone was listening" pone los pelos de punta, magnífica interpretación de Hodgson, bonica del to......, y para finalizar esa joya que da nombre al disco, esa "Crime of the century" con un Davies descomunal al que se le van añadiendo poco a poco los integrantes del grupo, lo arropan y lo llevan al paraíso. Un temón como la copa de un pino, puro "setenta", descomunal, mágico, tremebundo, alucinante, sofisticado y dramático. Simplemente genial y necesario, como este disco, como esta banda, que seguramente con este disco tocaron el cielo.
Post aparecido originalmente en EXILE SH Magazine por Nikochan
"Supertramp" fue una banda mítica, se mire como se mire.
ResponderEliminarSaludos.