Si ya habéis devorado infinidad de sagas de literatura fantástica y no sabéis qué hacer ahora además de maldecir a George RR Martin por su vagancia y su forma de venderse a HBO, creo que con la trilogía del Mar Quebrado de Joe Abercrombie acertaréis seguro. Ya os hablé de sus dos primeras partes: Medio Rey y Medio Mundo; y de su buen hacer, su historia bien narrada, trenzada y desarrollada, de sus personajes profundos y carismáticos, de su ritmo juvenil, de su lectura amena y divertida. Cercano a los "Tronos" pero quitándole kilos y kilos de relleno, de nombres de personajes. Dejando casi en una estructura simple la historia sin dejar de ser adictiva, y ese ejercicio de estilo a Abercrombie hay que agradecérselo porque suele ser algo espeso. El padre Yarvi continua con su parsimoniosa venganza contra la madre Wexxen y el imperio que ha abrazado la religión de un Dios único. Para llevar a cabo dicha venganza tendrá que usar magia antigua, y sopesar el bien mayor ante el bien menor, sacrificando de esa manera personas y lugares a los que ama. No quiero contar nada de la historia que aunque no se sale del guión sí tiene algunos giros y sorpresas que hay que dejar que nos cojan con el pie cambiado. El ritmo de la novela como en las anteriores es avasallador, imparable, sin un respiro. Sus diálogos son ricos, sus personajes asombrosos y memorables, y algunas de sus capítulos como el asalto a la fortaleza del cabo de Bail son francamente perfectos. Como en las otras dos ocasiones podemos criticar que parece una trilogía enfocada a un público más joven que el de por ejemplo "Canción de hielo y fuego", pero eso tal vez se deba a que no quiere liarse en mil y una historias a las que no darles fin, pues los personajes del Mar Quebrado no corren mejor suerte que los de los Siete Reinos. En definitiva, os recomiendo esta trilogía como lo siguiente a leer si estáis cansados de buscar algo parecido pero diferente a los "Tronos", una lectura perfecta para los calores veraniegos.
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