BoJack Horseman


Gamberra e hijoputesca, ácida y sin cortarse un pelo. La serie animada de Netflix tiene todo lo necesario para hacerme reír e indignarme al mismo tiempo, tiene lo necesario para mantenerme enganchado durante sus tres temporadas, aunque yo realmente sólo he visto dos de ellas. Es una historia creada por el humorista Raphael Bob-Waksberg junto a la dibujante Lisa Hanawalt, ambos con un estilo muy peculiar consiguen combinarse a la perfección y dar grandes dosis de calidad. Es de verdad una serie para adultos, si de algo no se debe o no se puede hablar en BoJack se habla hasta no poder más, todo dentro de ese mundo extraño de seres antropomorfos como nuestro protagonista, un ser medio caballo medio hombre, estrella televisiva en su juventud y actor venido a menos y en paro en la actualidad que vive de aquellos maravillosos años. Su ex-novia y representante es una gata, su archienemigo un perro labrador, su mejor amigo un humano andrajoso ....  un disparate pensaréis, pues sí, pero con mucho estilo y personalidad, y muy poca vergüenza. Serie no apta para todos los público, ni para todos los gustos, ni para todos los terrícolas. Gran serie.

1 comentario:

  1. Pues no tenía idea de este invento 'hijoputesco' Nikochan!. Voy a investigar a ver, aunque me da que a mi mujer no le va a ir demasiado y tendré que encontrar los momentos de soledad para verla...

    ResponderEliminar