The Who - Endless Wire (2006)


La lectura de la autobiografía de Pete Townshend, Who I Am, me ha llevado irremediablemente al repaso, una vez más, de toda su obra. Amo a los WHO, los adoro, forman parte de mi vida como Beatles, Stones y Kinks, mi póker británico, mis bandas favoritas de todos los tiempos. En esta especie de magazine musical que es Exile ya he podido dar buena cuenta de dos de sus grandes discos: Who sell out y Who's Next, pero mientras leía el libro volví a engancharme a Tommy que me sigue pareciendo una POM entre POMS, a nivel musical, a nivel de ópera-rock o como cojones queráis llamarlo. Es un disco que está por encima del bien y del mal, un disco indispensable convertido más tarde en un musical increíble pero no, no os vengo a dar la chapa hoy con Tommy, para eso necesitaría varias vidas, algún día lo haré o no. "Endless Wire", el decimocuarto trabajo de Townshend bajo el nombre de The Who, junto a su otro y único miembro fundador Roger Daltrey, es el elegido para pasar un agradable o eso espero ratito en el exilio. 


"Who are you" de 1978 fue lo último que Keith Moon grabó para los Who. Como muchos de vosotros sabréis eso fue el principio del fin a pesar que fue substituido por otro grandioso batería, el "carita" Kenney Jones, pero ya no era lo mismo, ni sonaban igual, ni existía esa magia. Aún así consiguieron publicar dos discos: "Face Dances" (1981) y "It's Hard" (1982), siendo este último el fin de la banda. Luego hubo innumerables recopilaciones, directos, reuniones del grupo para recaudar fondos para mil y una catástrofe, discos en solitario, otra versión más de Tommy, películas, bandas sonoras.... pero el grupo estaba muerto y su principal valedor, su mente creativa estaba más preocupado por mantener a su familia y dejar sus adicciones que por volver con el grupo. El destino traicionó a Townshend otra vez en su vida e irremediablemente tuvo que reunir al grupo para salir de gira, esta vez su amigo Entwistle le necesitaba, estaba en bancarrota y su salud no era para tirar cohetes. Se reunieron y programaron una macrogira de retorno con recopilatorio al uso, al principio de la gira encontraron muerto a Entwistle en la habitación de un hotel junto a una jovencita que podría ser su nieta, había consumido alcohol y algo de coca. Su corazón no aguantó ni los años, ni el alcohol ni la coca y menos un buen par de tetas apuntando a la galaxia. Nos dejó. Les dejó. Contra todo pronóstico Townshend decidió seguir, se llamó a Pino Palladino y el espectáculo siguió y durante la gira limó asperezas con Roger Daltrey y pactaron realizar un disco más como The Who.


En 2006 apareció la nueva obra de Pete Townshend y Roger Daltrey. "Endless Wire" era un disco atrevido, arriesgado, no se quedaba en mera anécdota, en excusa para salir otra vez de gira. Era un disco donde Townshend había puesto toda la carne en el asador, había creado nuevamente canciones magníficas para la voz de Daltrey. Diecinueve temas que tenían como punto de partida la novela de Pete "The boy who heard music" que relata la historia de un joven que llega a una playa y se da cuenta de cómo ha cambiado el mundo, el mar lleno de medusas por el sobrecalentamiento del planeta y viendo el futuro estrangulado por la tecnología... Townshend siempre se busca una línea argumental para sus discos, para sus canciones, y esta vez no sería diferente. Junto a los dos "WHO" estaba Simon Townshend, Pino Palladino al bajo, John "Rabbit" Bundrick en los teclados y Peter Huntington, de la banda de Rachel Fuller (la pareja de Townshend) a la batería. El hijo de Ringo, Zack Starskey quién era el batería en muchos de los conciertos de The Who antes y después del disco aparece sólo en un tema "Black Widows eyes" aunque en la primera parte del disco es el propio Pete quién se ocupa de la batería. Como digo son 19 canciones estructuradas en dos grandes partes, las primeras nueve canciones son una colección de temas increíbles y a partir de ahí nos encontramos con la mini-ópera rock "Wire and Glass" que es lo mejor que ha escrito Townshend en los últimos 20 años.

Sí, lo digo bien alto. Es lo mejor que había escrito Townshend en mucho tiempo, muy superior a los dos últimos discos de The Who aunque ni Moon ni Entwistle estuviesen ya y francamente mejor que sus últimos discos en solitario. Pero claro, no son The Who. Ya no. Se podría haber llamado Daltrey & Townshend como hizo el mismo Roger junto a Wilko Johnson en 2014 con aquel "Going back home" y quedarse tan frescos pero decidieron firmar como The Who, ni un reproche. El disco empieza con un sintetizador recordando en algo a la gloriosa Baba O'Riley pero ya sin el factor sorpresa y con algo de déjà vu, cuando entra Roger la cosa se pone en su sitio. Buen inicio, prometedor y disfrutable. Luego algo de folk a lo Daltrey, precioso tema "A man in the purple dress"... la cosa sonaba acojonante cosa que se reafirma con "Mike post theme" que es un pelotazo a la altura de antaño, de su Quadrophenia, un temón, qué inicio de los viejales!!! "In the either" es un precioso tema de esos que firmaba en solitario Pete, luego vuelve el sonido "Who" con Zack Starskey a los tambores en ""Black widow's eye" y "Two thousand years" nos devuelve la sonrisa a la cara gracias a esa fantástica acústica y los dos "who" muy bien compenetrados. Y seguimos avanzando con una preciosidad, una de mis favoritísimas, donde Pete se lo guisa y se lo come solito, y es que "Gods speaks, of Marty Robbins" nos hace disfrutar a lo grande. El single del LP fue "It's not enough", elección perfecta, pelotazo absoluto, donde echamos de menos un algo a la mítica sección rítmica de antaño. y finalizamos la primera parte del disco con "You stand by me" con cierto aroma a Paul Simon. Corto y coquetón, pero hermoso.

Después de nueve increíbles temas que para nuestra alegría sí estaban al nivel Townshend nos mete de lleno en la miniópera “Wire & Glass”, que está compuesta por diez temas y que encontramos dividida en dos actos, a través de los que se narra la historia de Ray High, un rockero sexagenario que, tras años de excesos,  se encuentra internado en un psiquiátrico. Y como no podía ser de otra manera el resultado es fantástico y sorprendente. "Sound Round" y "Pick up the pice" son acojonantes, y "Unholy Trinity" una de mis favoritas, juguetona y simpática. Y vamos, que la cosa nunca pierde fuelle, si no me creéis enchufaros "Endless wire", "We got a hit" o "Mirror door". El cierre con "Tea and Theatre" es un deleite. Bueno, y nada más, que los Who son muy grandes, no hace falta decir que Daltrey a nivel vocal rocanrolero sigue siendo el puto amo y que Pete es un genio, y claro que yo seguramente soy un fan con falta de perspectiva y para nada imparcial pero es que este "Endles Wire" me parece un notable disco, vale, no al nivel de sus grandes obras pero es que aquellas era grandísimas y eternas, y claro, este trabajo o regalo que nos brindaron fue absolutamente genial. Gracias .

The Who - "Endless Wire" (2006)
8/10
01.- Fragments/ 02.- A Man In A Purple Dress/ 03.- Mike Post Theme/  04.- In The Ether/ 05.- Black Widow's Eyes/ 06.- Two Thousand Years/ 07.- God Speaks Of Marty Robbins/ 08.- It's Not Enough/ 09.- You Stand By Me/  10.- Sound Round/ 11.- Pick Up The Peace/ 12.- Unholy Trinity/ 13.- Trilby's Piano/ 14.- Endless Wire/ 15.- Fragments Of Fragments/ 16.- We Got A Hit/ 17.- They Made My Dream Come True/ 18.- Mirror Door/  19.- Tea & Theatre


*Post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan

4 comentarios:

  1. Mira que los vi en Zaragoza en aquella gira pre-disco y me dejaron embobado pero nunca le he entrado a "Endless Wire" y creo que me estoy perdiendo algo a la altura de su leyenda. Gran crítica Camarada!!!

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  2. Un disco la mar de interesante. Esta misma semana lo recuperé del olvido y suena bonito y profundo el jodío.

    Abrazos.

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  3. Es un poco anécdota como disco, pero sí que es mejor que los de los ochenta.

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  4. Me quedé, como muchos otros supongo, en el último disco con Moon The Loon y ya después no he seguido a la banda. Intentaré recuperar este "Endless Wire". Por lo leído veo que merece mucho la pena.
    Coincidimos totalmente en el poker de ases británico.
    Abrazos,
    JdG

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