"I’m back if you’ll have me..."
A estas alturas no creo que haga falta presentación alguna de Paul Westerberg, genio y figura, maestro compositor desde los ya lejanos y para algunos añorados ochenta. Líder de los ya extintos The Replacements, firmantes de obras maestras como "Hootenanny", "Let it be" y "Tim". Y tal vez la única pega posible que podríamos ponerle, además de la de no resucitar a los Replacements, sea la de tener una carrera como solista donde a mi entender ha faltado un disco de gran categoría pues de sobresalientes canciones..., de haberlas haylas, a cascoporro y siempre. Reconozco haber entrado en el universo Westerberg tarde pero ya os digo que he sabido ponerme al día, y a día de hoy le adoro y le necesito, sea con Replacements o sin ellos, además creo encontrar cosas suyas en el ochenta por ciento de bandas que me gustan, su influencia es avasalladora y resulta esencial para comprender el rock de nuestros días. Todo empezó en mi caso con "Let it Be" de 1984, un disco de esos que forma parte del ADN de mi querido archienemigo Guzz, quién me lo descubrió, quién me abrió la mente y al que le estaré eternamente agradecido. Si queréis saber más sobre el disco, allá en el Exilio ya hizo Don Guzz una magnífica reseña sobre "Let it Be". Claro que Westerberg, es mucho Westerberg, y como a los grandes de verdad es bueno nunca olvidarlos, nunca enterrarlos ni dejarlos de lado pues cuando menos te lo esperas sacan un disco de esos que te vuelan la quijotera, como el que este 2016 nos ha entregado junto a Juliana Hatfield, veterana en esto del indie-alternative pop-rock desde los noventa. Un disco bajo el nombre de un nuevo proyecto, el de "The I Don't Cares", un dueto, una magnífica colaboración donde lógicamente Westerberg toma el mando y Hatfield aunque en segundo plano resulta esencial para ese sonido tan de siempre, tan fresco, tan necesario. Y bueno, hablaremos enseguida de "Wild Stab" que ya os digo es uno de los discos del año como bien saben en "Rock and More", "Espacio Woodyjaggeriano", "Río Rojo", y en "Mi Tocadiscos Dual", lugares del ciberespacio a los que siempre hay que acudir, de indudable gusto e incontable sabiduría musical. Maestros a seguir. Así pues, todo lo que diga será poco, y mucho menos mejor; pero decir diré la mía porque el disco lo merece, al ser de esos que dejan huella, poso o simplemente un inolvidable sabor de boca. "Wild Stab" es todo lo que estaba esperando sin saberlo todavía.
The I Don't Cares - "Wild Stab" (2016): 01.- Back/ 02.- Wear Me Out Loud/ 03.- Born For Me/ 04.- 1/2 2P/ 05.- Sorry For Tomorrow Night/ 06.- Dance To The Fight/ 07.- Kissing Break/ 08.- Just A Phase/ 09.- Outta My System/ 10.- Need The Guys/ 11.- Love Out Loud/ 12.- King Of America/ 13.- Little People/ 14.- Whole Lotta Nothin’/ 15.- Done Done Done/ 16.- Hands Together.
Desde "Back" somos conscientes de estar ante algo grande de verdad. Sí, ya vemos que estás de vuelta y sí, como no le vamos a aceptar? Temón inicial para descubrirnos que el señor Westerberg sigue en plena forma. Guitarras de antaño sonando como nunca, como dicen por ahí: pura nostalgia, puro narcotismo. "Wear me out lord" es un cañonazo, un single en toda regla, un rocanrol de esos de trempera matinera, de alegría pa'l cuerpo... himno total para cantar a pechopalomo. Uno de mis temas del año, de uno de los discos del año, con esas guitarras que ponen todo de punta, reaniman corazones y nos curan depresiones impostadas. Totalmente entregados al disco y sus canciones aparece "Born for me" con ambas voces al unísono, bien empastadas, para darnos otra pequeña joya, otra maravillosa delicatessen de rock que suena fresca, suena eterna, atemporal. Y el gran inicio lo remata la simpática y juguetona "1/2 2P2 que quién me conozca sabe que me vuelve loco.... "your faces makes my eyes run, gimme that guitar.!.. fa fa fa fa....".La verdad es que me podría pasar horas hablando del disco y sus canciones, repasando una a una pero creo que no es necesario, hablan por sí mismas. Hay verdaderas joyas, verdaderas piezas eternas como "Sorry for tomorrow night", donde ya vemos de donde saca la inspiración nuestro querido John McCauley, dejando clarito quién es su maestro, o maravillas como "Kissing Break" y "King of America", temazos ambos. Rocanroles increíbles, eterno y sucio el de "Dance to the fight", y callejero y novayorkero el de "Outta my system" que elevan el disco a cotas casi inalcanzables. No querría olvidarme de la glamera "Whole lotta nothing", sobretodo de "Done Done Done" digno de los años de punk nueva olero en el CBGB, y el cierre con "Hands together" que es para quitarse el sombrero. Gracias señor Westerberg por volver y alegrarnos la vida, ha firmado usted un señor disco.
Un gran disco que observo que va ganando adeptos y no es para menos, yo lo veo bastante Replacements, y eso es bueno claro, celebro que te guste, lo esperaba.
ResponderEliminarGracias por la mención of course.
Un abrazo.
¡Oído cocina!. Ya le tenía echado el ojo a esta grabación, aunque es justo reconocer que no la tenía en primera línea de playa. Tu entrada hará que se cuele en los primeros puestos de-pasar-por-taquilla-y-a-gozar.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Es verdad lo que dice Jorge, va ganando adeptos. Para mí continúa siendo el disco del año por ahora aunque se le acercan algunos como Radio Days, Night Beats, Sun Kil Moon, Nada Surf, Cheap Star o Woods. Por cierto, tu reseña de este disco me parece exquisita, quizás la mejor que he leído. Abrazote.
ResponderEliminarGracias por el halago, y por hacer que me pare y escuche esta delicia. Seguro que entre los mejores del 2016.
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