Andrelo tiene tanto talento como grande es su bocaza, es por eso que tiene tantos seguidores como detractores no dejando a nadie indiferente. Particularmente me considero seguidor absoluto de Calamaro, desde sus inicios en solitario, su paso por Los abuelos de la nada, los geniales Rodriguez y por supuesto su última época en solitario, aunque en esto tengo que matizar un algo pues hubo un momento de locura, un momento donde Andrés además de dejar de excitarle cagar en el mar decide ir contracorriente como su querido salmón con la publicación de un quíntuple disco de rarezas, caprichos y alguna gran canción, un disco totalmente indigesto que nos dejó la sensación de habernos tragado una bolsa de cemento. Quién puso algo en su vaso? el que hable que mienta. Allí con el "Salmón" le perdí la pista hasta su maravilloso directo, aquel "El regreso" que me reconcilió con su arte, con su magia y con su espléndido cancionero, además claro del estupendo "El cantante" que sin tener el mojo sí era un notabilísimo disco. Claro está que un tipo que es capaz de escribir canciones tan gloriosas como "Estadio Azteca", "Mi enfermedad", "Alta suciedad", "Palabra más, palabras menos", "Crímenes perfectos", "El día de la mujer mundial", "Engánchate conmigo", "Los aviones", "Sin documentos", "Clonazepán y circo"... bueno, podría citar tantas y tantas.... nunca puede dejar indiferente a nadie. El bonaerense es un genio, un loco que se dio cuenta que el tiempo es muy poco y que ha decidido vivir porque tiene muy poco que decir...

La etapa "Rodriguez" con sus tres magníficos discos de estudio y sus dos primeros en solitario hasta "Honestidad Brutal" son francamente imprescindibles. "Buena Suerte" (91), "Sin documentos" (93) y "Palabras más, palabras menos" (93) forman una tripleta mágica, un trocito de la historia de rock en España, tres grandiosos discos se pongan ustedes como se pongan... y joder, el doble "Honestidad Brutal".. pues eso, es brutal, sin más. En medio de todo esto Andrés Calamaro firmó tal vez su obra maestra, su POM que dicen algunos, ese disco que conjuga el talento con el aplauso unánime de crítica y público, sin duda un disco redondo, casi irrepetible por el firmante, hablo claro de "Alta Suciedad" que desde su portada "dylanesca" hasta su última nota nos presenta a un Calamaro en estado de gracia, mostrando orgulloso todo su repertorio, toda su clase para dejarnos con el culo prieto. Un disco al que siempre acabo volviendo, un disco maravilloso que merecía pasearse por el Exilio y además, aunque muchos no lo sepan, no es el primer disco en solitario de Andrelo, sí su primer disco en solitario de los noventa (el primero post-Rodriguez), no es el primero, es el quinto, antes disfrutamos (algunos) con "Hotel Calamaro" (1984), "Vida cruel" (1985), "Por mirarte" (1988) y "Nadie sale vivo de aquí" (1989). Si podéis escuchar su primera etapa acabaréis entregados a él, a su clase, a su ingenio, a su rock. Vamos pues con la "Alta suciedad" de Andrelo que nos golpea en el culo, golpea y nada más.


Después del "Hasta luego" con los Rodriguez a Calamaro se le presentaba todo un nuevo y excitante mundo a sus pies donde podía hacer lo que le diese la real gana y desarrollar a sus anchas todo su universo creativo. Decidió grabar en la Gran Manzana con el productor Joe Blaney y darle a sus nuevas canciones un sonido americano. Los acompañantes de Andrelo eran auténticos dinosaurios, gente que había grabado con Lennon o Tom Waits, gente como Steve Jordan, Chuck Rainey y Hugh Mc Cracken, todos ellos muy grandes y muy caros, sumados al productor y al estudio.... Andrelo grabó en dos semanas y se ahorró una buena cantidad de dólares, el resultado como comprobamos después no se resintió y personalmente creo que salió reforzado pues se nota cierta frescura y espontaneidad en los temas. Las canciones rompen con su antiguo sonido y se abren a muchos otros, la verdad es que toca todos los palos: rock, funky, pop beatleliano, ranchera, sabinadas, soul, popazos, baladones y deliciosas frikadas... Sí, Calamaro al cuadrado todo en uno. El disco da su pistoletazo de salida con riffs ardientes, contundentes y sin florituras. "Alta Suciedad" es un tema rock increíble, En "Todo lo demás" Calamaro se luce con una letra repleta de dobles sentidos, romanticismo argentino, y bajo esa capa de optimismo una tristeza supina. Delicioso tema: ".. puedo presumir de poco porque todo lo que toco se rompe...". El disco está repleto de grandes temas como este "Donde manda marinero", el único que, tal vez, recupera claramente el toque "Rodriguez". Y entonces llega el subidón del disco, clase por doquier, genialidad por todos los costados. "Loco" es un tema sencillo con unos arreglos, unos coros y un bajo descomunal... puro single radiofónico y seguidamente nos remata con "Flaca" y la partida es suya. Estamos ante un himno del desamor, un tema maravilloso grabado a fuego en mi corazón pues por aquella época yo también sufrí alguna puñalada trapera. Cuando llega "Quién asó la manteca?" estamos entregados totalmente al disco y a Andrelo, pero este tema además de ser uno de mis favoritos muestra claramente el nivel de la banda que le acompañó en la grabación. Sin disimulo alguno el espíritu de Bob está presente, a veces podríamos acusarle de plagio pero como él muy bien dice, el delito sería no copiar a Dylan. "Media Verónica" cierra magistralmente la primera parte del disco, poesía del desamor.

La Sabiniana "El tercio delos sueños" es la encargada de abrir la segunda mitad del disco. Nada que no hayamos escuchado antes más y mejor, tal vez, lo único interesante es demostrar que puede hacer un tema de Joaquín con los ojos cerrados. Y de Sabiniana a Lennoniana, pues "Comida china" tiene mucho de John, de sus arreglos (siempre magníficos) y de sus letras extrañas y descarnadas. La frikada de "Elvis está vivo" confirma que en esta segunda parte Calamaro se destapa con sus experimentos, no le sale mal el invento, canción divertida y pegadiza. Por suerte llegan dos temazos como la copa de un pino. Primero el rock clásico de "Me arde" que vuelve a la esencia Rodriguez y segundo, la magistral "Crímenes perfectos", puede que sea el mejor tema de este disco, emocionante poesía con un piano superlativo. La paranoia no podía faltar en un disco de Calamaro, y nos llega con "Nunca es igual", un tema larguísimo, medio reggae medio rapeado que nos habla de drogas y que tiene por en medio un recitado de Antonio Escohotado. Finaliza con la tristona "El novio del olvido" que cumple con creces la función de bajar el telón. Sin duda "Alta suciedad" es el  mejor disco de Andrelo, una obra redonda, atemporal, su obra maestra llena de canciones impresionantes y con mucho de autocontrol por su parte antes de la diarrea creativa en la que se vio inmerso.

Andrés Calamaro - "Alta Suciedad" (1997)
8,5/10
01.- Alta suciedad/ 02.- Todo lo demás/ 03.- Donde manda marinero/ 04.- Loco/ 05.- Flaca/ 06.- Quién asó la manteca/ 07.- Media Verónica/ 08.- El tercio de los sueños/ 09.- Comida china/ 10.- Elvis está vivo/ 11.- Me arde/ 12.- Crímenes perfectos/ 13.- Nunca es igual/ 14.- El novio del olvido.



*Post aparecido originalmente en EXILE SH MAGAZINE por Nikochan
PRINCE Rogers Nelson (7-6-1958 // 21-4-2016)

El director Alejandro González Inárritu venía de ganar el Oscar a mejor director por Birdman, film que por cierto todavía tengo en espera, como director y como guionista, claro. La verdad es que sin ver esa película pienso que ya lo merecía antes por otras tantas películas que me han hecho disfrutar, no sé si Oscar o no Oscar pero desde luego films como "Amores Perros", "21 Gramos", "Babel" e incluso "Biutiful" valen su peso en oro, así que podemos decir que estamos ante uno de los directores/guionistas a los que hay que seguir y tener muy en cuenta en nuestros días, por eso la llegada de The Revenant con la estrella Leonardo DiCaprio (estrellón, muy guapetón aunque con cierta facilidad para cogerse unos quilitos y desde luego mejor actor de lo que medio mundo piensa) y otro Oscar como mejor director hacían indispensable su visualización. Pero no sólo de DiCaprio puede presumir este film, hay otros dos actores al alza que serán los mejores en un futuro no muy lejano. Primero, mi debilidad: Tom Hardy, impresionante siempre; y segundo el pelirrojo Dohmnall Gleeson (al que hace poco vi en Ex-machina), otro crack. Premios para presumir no le faltan a la película, al fin lo obtuvo Leo aunque tampoco creo que sea el film donde más lo merecía y lógicamente la película se llevó el de fotografía, aquel que la vea no pondrá en duda que lo merezca. "The Revenant" es un film de aventuras, un western de supervivencia, venganza y mucha fe, amén. El bien y el mal, aquello que es justo, y el amor que nos proporciona la energía para seguir adelante sean cuales sean las dificultades, en nuestro caso un Oso.... DiCaprio se pasa media película arrastrando sus piernas cual zombie... dispuesto a reclamar venganza. Desde luego, la historia no es un prodigio de originalidad, es una adaptación de una novela o eso creo y además una historia real o eso dicen, y su mayor valor es como está contada y lo bella que resulta. Largo metraje, ritmo lentísimo pero que en cierto modo nos seduce e hipnotiza, tal es la belleza de las poéticas imágenes que al final me deja una sensación de vacío, de no llegarme al alma, de mero espectáculo visual que desde luego es espectacular, pero le falta rabia, le falta tensión. La banda sonora es de esas que echábamos de menos, y que nos hace entrar en esa extraña y atrayente atmósfera. Al final a uno le da la impresión de que se ha apuntado muy alto y se ha errado el tiro, demasiados demasiados... para no sacudir nuestro corazón. Buena película? Sí, pero no sobresaliente. 

Sí, en el mundo de los videojuegos también hay un sector indie, una serie de programadores que van a su bola, a los que no les importa "lo comercial" y que tienen grandísimas y originales ideas como la que hoy nos ocupa, la de "Firewatch". Vamos a ver terrícolas, si os dicen que vais a pasaros horas y horas jugando a un videojuego donde te metes en la piel de un guardia forestal, no os lo creeríais, pero sí, así es. "Firewatch" es distinto, es muy bonito y adictivo, y además te sumerge en la historia totalmente, en eso hay un problema o no. El juego de momento está únicamente en inglés y aunque hay subtítulos (también en inglés si se necesitan) aquel que no tenga un nivel más o menos decente del idioma pues no podrá disfrutar al cien por cien de este maravilloso artefacto. El juego creado por el estudio de San Francisco "Campo Santo" puede ser jugado tanto en PS4 como en PC, y estamos ante una ventura en primera persona, con mucha letra, mucha calma, mucho de andar a nuestra bola por el bosque investigando, descubriendo lugares, intentando no perdernos gracias a los mapas y la brújula y maravillándonos con las vistas, todo con una estética tipo cel-shading, y mucho diálogo, mucho mucho.... Somos Henry y trabajamos de guarda bosques en Wyoming, estamos de retiro por un problema personal (esto os dejo que lo descubráis vosotros) y nos comunicamos únicamente con nuestra supervisora por walkie-talkie. Ella es la encargada de darnos tareas y guiarnos por la aventura durante días y semanas.... Y ... sí, hasta aquí puedo explicar. Si tenéis posibilidad de jugarlo, hacerlo sin dudar. Os relajáis, os dejáis caer en el sofá, tomáis el mando y a disfrutar de la experiencia. Juego fantástico.


Como viene siendo habitual la serie The Walking Dead de AMC que por aquí programa el canal Fox divide sus temporadas en dos partes de ocho episodios cada una, la primera parte de la sexta temporada me dejó más bien frío. Eran episodios tediosos que mareaban la perdiz intentando ganar tiempo para la llegada de uno de los malos malísimos del cómic, NEGAN. En esa primera temporada no apareció, nos aburrieron con Alejandría, la falsa muerte de Glenn y personajes insulsos que no aportaban nada a la historia. Era la primera vez que en mi mente se asomaba la idea que la serie comenzaba su declive, y con ese regusto amargo esperé pacientemente la llega de la segunda parte de la temporada seis. Cuando vi su primer episodio, es decir el noveno pensé que todo se recolocaba en su sitio, había acción, muertes, sangre, pérdida de un ojo.... lo tenía todo todito y me frotaba las manos pensando lo que llegaría a sabiendas de como en el cómic la historia se iba abriendo paso. Pero como viene siendo habitual nos dan una de cal y cuatro de arena. Volvieron a marear la perdiz, haciéndonos querer a cada segundo que Negan apareciese pero Negan asomó la cabeza sólo durante los últimos 10 minutos finales en uno de esos cliffhangers antológicos que nos desesperan. En el cómic Negan mataba a Glenn para dar una lección al grupo de Rick, aquí no lo sabremos, al menos hasta la siguiente temporada en Octubre.... desde la pérdida del ojo, hasta Negan con Lucille.... los guionistas nos marean y aburren y además desdibujan a algunos personajes como Daryl, Michonne y sobretodo Carol. Es curioso que ni Daryl ni Carol aparecen en el cómic pero de ahí a volverlos tan insulsos... no sé... La gracia está en adivinar quién morirá entre el siguiente ramillete de personajes: Rick, Aaron, Abraham, Eugene, Glenn, Sasha, Maggie, Daryl, Rosita, y Carl. Si nos ponemos a adivinar, Negan no mata ni a mujeres ni a niños, o eso dicen, así pues nos queda Rick, Aaron, Abraham, Eugene, Glenn y Daryl. De esos, Rick seguro que no, y nos quedan entonces cinco posibles candidatos. No creo que ni Aaron ni Eugene sean elegidos pues entonces ese cliffhanger acabaría en patraña, tiene que ser alguien con más gancho.... pero que sea Daryl o Gleen me resultaría sorprendente y raro, primero porque a Glenn ya se lo habían fundido y al final no fue así, y a Daryl... joder, con los fans que tiene no lo creo aunque en el cómic no sale. Mi apuesta es Abraham porque durante toda la temporada se han centrado en humanizarlo, en cambiar su pensamiento y darle una vía para al menos intentar ser feliz, luego está el hecho de que en el cómic a quién atraviesa una flecha de ballesta es a él, y si no lo mata Negan porqué no haber dejado que muriese como en realidad murió? y luego está que Negan se refiere con sus últimas palabras a un hombre y de qué forma aguanta los golpes.... mi apuesta es Abraham. De todas formas este debate y la aparición de Negan es lo único bueno que sacamos de esta temporada. 



THE I DON'T CARES/ WILD STAB (2016)/ OUTTA MY SYSTEM

 

"I’m back if you’ll have me..."

A estas alturas no creo que haga falta presentación alguna de Paul Westerberg, genio y figura, maestro compositor desde los ya lejanos y para algunos añorados ochenta. Líder de los ya extintos The Replacements, firmantes de obras maestras como "Hootenanny", "Let it be" y "Tim". Y tal vez la única pega posible que podríamos ponerle, además de la de no resucitar a los Replacements, sea la de tener una carrera como solista donde a mi entender ha faltado un disco de gran categoría pues de sobresalientes canciones..., de haberlas haylas, a cascoporro y siempre. Reconozco haber entrado en el universo Westerberg tarde pero ya os digo que he sabido ponerme al día, y a día de hoy le adoro y le necesito, sea con Replacements o sin ellos, además creo encontrar cosas suyas en el ochenta por ciento de bandas que me gustan, su influencia es avasalladora y resulta esencial para comprender el rock de nuestros días. Todo empezó en mi caso con "Let it Be" de 1984, un disco de esos que forma parte del ADN de mi querido archienemigo Guzz, quién me lo descubrió, quién me abrió la mente y al que le estaré eternamente agradecido. Si queréis saber más sobre el disco, allá en el Exilio ya hizo Don Guzz una magnífica reseña sobre "Let it Be". Claro que Westerberg, es mucho Westerberg, y como a los grandes de verdad es bueno nunca olvidarlos, nunca enterrarlos ni dejarlos de lado pues cuando menos te lo esperas sacan un disco de esos que te vuelan la quijotera, como el que este 2016 nos ha entregado junto a Juliana Hatfield, veterana en esto del indie-alternative pop-rock desde los noventa. Un disco bajo el nombre de un nuevo proyecto, el de "The I Don't Cares", un dueto, una magnífica colaboración donde lógicamente Westerberg toma el mando y Hatfield aunque en segundo plano resulta esencial para ese sonido tan de siempre, tan fresco, tan necesario. Y bueno, hablaremos enseguida de "Wild Stab" que ya os digo es uno de los discos del año como bien saben en "Rock and More", "Espacio Woodyjaggeriano", "Río Rojo", y en "Mi Tocadiscos Dual", lugares del ciberespacio a los que siempre hay que acudir, de indudable gusto e incontable sabiduría musical. Maestros a seguir. Así pues, todo lo que diga será poco, y mucho menos mejor; pero decir diré la mía porque el disco lo merece, al ser de esos que dejan huella, poso o simplemente un inolvidable sabor de boca. "Wild Stab" es todo lo que estaba esperando sin saberlo todavía. 


The I Don't Cares - "Wild Stab" (2016)01.- Back/ 02.- Wear Me Out Loud/ 03.- Born For Me/ 04.- 1/2 2P/ 05.- Sorry For Tomorrow Night/ 06.- Dance To The Fight/ 07.- Kissing Break/ 08.- Just A Phase/ 09.- Outta My System/ 10.- Need The Guys/ 11.- Love Out Loud/ 12.- King Of America/ 13.- Little People/ 14.- Whole Lotta Nothin’/ 15.- Done Done Done/ 16.- Hands Together.

Desde "Back" somos conscientes de estar ante algo grande de verdad. Sí, ya vemos que estás de vuelta y sí, como no le vamos a aceptar? Temón inicial para descubrirnos que el señor Westerberg sigue en plena forma. Guitarras de antaño sonando como nunca, como dicen por ahí: pura nostalgia, puro narcotismo. "Wear me out lord" es un cañonazo, un single en toda regla, un rocanrol de esos de trempera matinera, de alegría pa'l cuerpo... himno total para cantar a pechopalomo. Uno de mis temas del año, de uno de los discos del año, con esas guitarras que ponen todo de punta, reaniman corazones y nos curan depresiones impostadas. Totalmente entregados al disco y sus canciones aparece "Born for me" con ambas voces al unísono, bien empastadas, para darnos otra pequeña joya, otra maravillosa delicatessen de rock que suena fresca, suena eterna, atemporal. Y el gran inicio lo remata la simpática y juguetona "1/2 2P2 que quién  me conozca sabe que me vuelve loco.... "your faces makes my eyes run, gimme that guitar.!.. fa fa fa fa....".La verdad es que me podría pasar horas hablando del disco y sus canciones, repasando una a una pero creo que no es necesario, hablan por sí mismas. Hay verdaderas joyas, verdaderas piezas eternas como "Sorry for tomorrow night", donde ya vemos de donde saca la inspiración nuestro querido John McCauley, dejando clarito quién es su maestro, o maravillas como "Kissing Break" y "King of America", temazos ambos. Rocanroles increíbles, eterno y sucio el de "Dance to the fight", y callejero y novayorkero el de "Outta my system" que elevan el disco a cotas casi inalcanzables. No querría olvidarme de la glamera "Whole lotta nothing", sobretodo de "Done Done Done" digno de los años de punk nueva olero en el CBGB, y el cierre con "Hands together" que es para quitarse el sombrero. Gracias señor Westerberg por volver y alegrarnos la vida, ha firmado usted un señor disco. 

Seguramente después de leer lo siguiente muchos os pondréis las manos a la cabeza y puede incluso que penséis que no tengo criterio, ni buen gusto, ni razón alguna, y otros tanto dejaréis de leerme pero es que a mi, Alejandro Amenábar como que nunca me ha gustado. Lo encuentro de los más regulero, sobrevalorado a más no poder y con unas ínfulas a gran director que no soporto. Amenábar sí tiene buen gusto, ha visto tropecientas películas y lógicamente no es tonto y toma prestado de los grandes de verdad, pero creo yo que pertenece a la escuela de los "corta-pega" y a los de "te la meto doblada al final".... véanse para el ejemplo Tarantinos y Shyamalans repectivamente. Quiero decir con eso que no me gustan las películas de Quentin y Night? pues no, rotundamente no. Me gusta muy mucho Tarantino y las primeras de Night, pero tampoco son Kubrick, Polanski ni Hitchcock (palabras mayores y a santiguarse), claro que Amenábar ni por asomo tiene un film mejor que el de esos dos. Vale, ahora estaréis pensado: Mar Adentro!, y yo os diré: pero habéis intentando darle un segundo visionado alguna vez hijos míos?, porque eso no lo aguanta nadie. Y esa creo yo es su mejor película porque otras como "Tesis", "Abre los Ojos" o "Los Otros" no han aguantado el paso del tiempo y tampoco es que haya pasado tanto. "Ágora" me parece un bodrio descomunal y eso que sale la siempre bella Rachel Weisz. Después de aquel film del 2009, Aménabar se medio retiró y salió del armario... hasta el año pasado que presentó su vuelta al thriller de terror psicológico con "Regresión". Una vuelta fallida y francamente sonrojante. Aburrida, plana y con un final estúpido que se veía venir. Para el film cuenta con el guaperas Ethan Hawke, al que admito odiar bastante, y la harripottiana Emma Watson, ambos están de suficiente bajo. La película aburre, enfada y da sueño a la vez. Una película de sectas satánicas con la etiqueta de "hecho real" que.. bueno, no voy a spoilear... aunque  debería... Pues sus casi dos horas ( igual fueron menos pero me lo parecieron) de sopor, de marearnos con investigaciones absurdas para.., para eso? En definitiva y para acabar os recomiendo no ver esta película, un señor bodrio que demuestra que lo de Amenábar fue un chispazo y poco más. 

Escuchas las primeras notas del tema "Surreal Deal" perteneciente al EP "Bear with me" y tienes la sensación de estar en casa, calentito delante de la chimenea, acurrucado en la mecedora tapado con la manta mientras damos vueltas a la copa de vino y con el badil de hierro avivamos el fuego. Y a eso suena Moses Rubin, a vino y hierro, a los cantautores folk de final de los sesenta principio de los setenta, como un James Taylor patrio, como un Nilsson en batín y zapatillas. Su música es de esas que me gusta denominar "pure and easy" o simplemente, bonica del to. Moses es madrileño, sumamente joven (nació en 1990) y barbudo, como no. Se trasladó a Leeds y allí se hinchó a té de las cinco y a galletitas de mantequilla, y así, esa atmósfera británica se apoderó de él, y luego, me imagino yo, llegó este estupendo EP en el estudio de Brian Hunt y por lo leído próximamente tendremos en las manos su primer LP, producido esta vez por Ramiro Nieto y Martí Perarnau, y tal vez por todo esto que os explico y al leer que Germán Salto ha colaborado grabando algunas voces para el disco se me ha puesto dura, y ya necesito que salga la nueva colección de canciones. Lo necesito ya. Pero de momento hay que disfrutar de lo que tenemos, y lo que tenemos entre manos es un fantástico EP (el del Oso), formado por 5 canciones, cuatro de ellas propias y la última una versión del gran Bo Diddley. Abre la preciosérrima "Surreal Deal", bonica del to como os dije, con regusto al "Sweet baby James" de Taylor y a mi querido Cat Stevens, entre esas dos aguas se mueve Moses, y a mi, como no, me encanta. "Halfway through" indaga más en la senda del "Gato Esteban", y yo encantado oigan... El tercer corte de este maravilloso artefacto responde al nombre de "Mrs Bellbeck" y aquí Moses se pone el disfraz Beatle, o de Ex-Beatle, o de íntimo amigo de Beatle, porque el tema suena a una mezcla de Harry Nilsson con George Harrison cuando se ponía a jugar con su ukelele. Es mi favorito de este EP, con eso os lo digo todo. El último de los temas originales es "Shiny coloured waistcoast" y seguimos en el universo Rubin..... como digo: pure and easy. Cierra, sorprendentemente, el EP la versión de "Before you accuse me" de Bo Diddley, grabada en las escaleras del estudio lo que le da sin duda otra dimensión. Suena de vicio y nos deja con ganas de más.... y más tendremos dentro de muy poco. No lo duden, este Moses Rubin firmará uno de los discos nacionales del 2016.

Bandcamp de Moses Rubin


Sin duda Happy Valley es la serie que uno tiene que ver sí o sí este principio de año. La primera temporada me sorprendió y me dejó un gran sabor de boca pero lo visto en esta segunda confirma lo sabido y esperado, aunque no oculto mi miedo a que la cagaran en esta segunda temporada, confirma como digo que estamos ante una de las mejores series británicas del último lustro. Actuaciones increíbles, guión perfectamente ejecutado, ambientación de lujo y un ritmo pausado pero que no nos deja tiempo alguno para distracciones. Esta segunda temporada retoma lo dejado en la anterior entrega pero unos meses después, con un Tommy Lee Royce entre rejas planeando su venganza, la increíble heroína de la historia, Catherine Cawood, siguiendo su trabajo policial, hastiada y temerosa por la situación de su familia. Un caso de un asesino en serie que le acaba salpicando y que le llevará a replantearse muchas de sus vivencias pasadas y un final.. una mirada.. que vale su peso en oro: tristeza, miedo, dolor y rabia. Todo en una. Sin palabras. Magistral. Happy Valley es un thriller policial o un drama durísimo? pues ambas cosas, y con las dos roza el sobresaliente. La actuación de Sarah Lancashire es argumento suficiente para ver esta miniserie británica, con seis episodios en cada una de ellas. Visto el episodio piloto no podréis imaginar la suerte que tenéis de ver esta serie, oculta entre tanto blockbuster seriéfilo, y en cuanto a esta segunda temporada decir que es mejor que la primera, que era más difícil y que aún rizando el rizo sale victoriosa. Crucemos los dedos para que se decidan a darnos otra temporada más. 

THE HANGING STARS/ OVER THE SILVERY LAKE/ THE HOUSE ON THE HILL

 

De las cenizas de la banda The See See trasladadas por el viento desde las maravillosas praderas verdes de Inglaterra hasta el caluroso y místico desierto californiano, resurge su líder y compositor Richard Olson con una nueva idea en la mente, un idea que navega tanto por las aguas del Mersey como por las del Mississipi, que bebe tanto de los Byrds como de los Flying Burrito Brothers barnizándolo todo con psicodélia californiana y un ligero toque british. Como unos Beachwood Sparks alucinados, místicos y cósmicos, o como unos CSN puestos de peyote a la sombra de un árbol de Josué. Aquellos The See See se esfumaron y dieron paso a The Hanging Stars de la mano de Olson. Junto a él permanecieron algunos fieles como Sam Ferman (guitarra, bajo, voces), Paulie Cobra (batería, percusión, voces), Phil Anderson (piano, guitarra, voces).. y llegaron para ayudar y aportar nuevos sonidos y vestimentas otros, como Horse, David Rothom, Helen Keen, Patrick Ralla, Adam Hill, Lucy Evans, Christof Certik, Rob Campanella y Luke Barlow. Se formaron así The Hanging Stars, una banda que durante el otoño de 2015 inició una gira por Europa que llegó a nuestras tierras, cuando su magnífico álbum "Over the Silvery lake" aún estaba en pañales, y su EP comenzaba a gatear. De aquel estupendo concierto al que pude acudir en la hoy cerrada sala Heliogàbal pude sacar varias conclusiones: la primera de ellas, que estos tipos eran realmente buenos y que nunca más les vería a ese precio y menos aún tocando para cincuenta personas delante de mis narices; la segunda que tenían un buen porrón de buenas canciones, algunas incluidas ya en el EP y otras que estaban comenzando a rodarse y que aparecerían en su disco debut, el disco que hoy os quería comentar y que llevo disfrutando desde hace más de un mes. 


The Hanging Stars - "Over the Silvery Lake" (2016): 01.- Floorbound/ 02.- Cure your ills/ 03.- I'm not good without you/ 04.- For a while/ 05.- Golden Vanity/ 06.- Rainmaker, sunseeker/ 07.- The house on the hill/ 08.- Ruby red/ 09.- She never sleeps/ 10.- The Hanging Stars/ 11.- Hang me high/ 12.- Crippled shining blues/ Running waters wide.

La ensoñadora "Floorbound" abre el disco como si los Fleet Foxes hubiesen vuelto de su retiro, eso sí, dejando algo su pastoralidad y calzando botas de espuela. Un tema magnífico y bello que nos sumerge en un sonido mágico, en una atmósfera especial y una deslumbrante melancolía, con unas voces y una pedal steel que hacen que nuestra mente vuele libre. "Cure your ills" me encanta. Tiene ese bajo trotón, ese ritmo dinámico muy americano en sus sonoridades desérticas.... Una armónica dylanesca nos presenta la estupenda "I'm not good without you", que bebe de Bob, claro, y de los Byrds, una bella mezcla, un buen cocktail..., allí encontramos las estructuras compositivas de Dylan, su forma de apuntalar las palabras, su armónica pesada y rebelde, y claro, las voces de los Byrds, todo en uno. Maravilla. "For a while" es una preciosa balada, sencilla y bonita sin más. Otra cosa es ya "Golden vanity". Una de las grandes canciones del disco. Pura california. Puro ácido. Puro viaje místico. Nos teletransportamos a los años de paz y amor... pero sin tener el pelo largo, sin ácidos y por supuesto sin sexo libre.. lo de teletransportarnos es un decir, pero sin duda consiguen que el tema suena a aquello. Vale, es puro revivalismo pero joder, es estupendo. Después de este gran comienzo nos llega una de los primeros temas instrumentales del disco que vuelve a sonar a los Fleet Foxes, y sobretodo a Stills... y aquella banda que tenía... con el tipo alto y el otro gordo del bigote... "Rainmaker, sunseeker" es un regalo divino. Y sin comerlo ni beberlo, sin previo aviso somos golpeados por la vitalidad y el veneno de "The house on the hill", otra de las grandes canciones de este grandioso disco, un temazo con esencia Woodstook, una puta maravilla. Y bueno, no quiero hacerme pesado pero es que este disco es más que bueno, llegados al ecuador y hasta el final seguimos disfrutando con ese revival californiano de los sesenta con acento inglés, con por ejemplo esa joya que es "Ruby red", la juguetona "She never sleeps" o la increíble y mágica "The hanging stars", el segundo de los dos temas instrumentales que podemos encontrar en el disco. Aunque "High me high" me gusta, porque todo el disco me encanta, lo veo yo como el peor de los temas del disco, sin embargo me maravilla la hippiesca "Cripple shining blues" (otra de mis favoritas) y ese cierre recordando a los Byrds con "Running waters wide". No puede haber final mejor para este debut estelar, ese que se acaba de posar sobre el lago plateado.

Recomendada por activa y por pasiva, "Bone Tomahawk" se me resistía. En el Festival de Sitges 2015 el director de este film, S Craig Zahler (también es el guionista), ganó el premio a mejor director, y eso ya debería ser suficiente para al menos hacerme ver la película. Otra cosa a favor que para muchos puede ir en contra era la temática de "western" mezclada con toques gore algo ochenteros, para mi gusto era otra razón más, y el remate final es cuando uno mira el plantel de actores que aparecen en la película: Kurt Russell, Patrick Wilson, Matthew Fox, Lili Simmons, Richard Jenkis, David Arquette.... joder, hasta Sean Young!!! y claro, tantas razones se fueron acumulando que al final tuve que ver la película. Veredicto? sí pero no. A favor, está ese regusto a antiguo western, ese regusto también a serie b, ya que todo está hecho con cuatro perras, escatimando recursos, escatimando de todo pero saliendo victoriosos; y en contra que no hay tanto gore (algo sí, eh?!), que toda la historia se ve venir a leguas, que el arranque con David Arquette promete mucho, pero su desarrollo algo lento de ese deambular por el desierto intentando llegar al objetivo se puede hacer pesado y al final, la resolución no es ni lo bastante sanguinaria ni lo espectacular como debería haber sido. Hay toques de terror light, un poquito de sang i fetge, otro poquito de humor negro y actuaciones más que dignas, pero siempre tenemos la sensación de que la idea podía haber sido ejecutada mejor, con más nervio, con más violencia y crudeza, con más sangre. La calma conduce irremediablemente a la tempestad pero en esta ocasión la larga y tranquila espera sólo conduce al clásico chirimiri, de tormentazo nada de nada. Algunos ven en ella una película de culto pero yo para llegar a esos niveles la veo muy verde, en cambio sí la veo disfrutable si uno ha crecido viendo westerns y películas estilo "las colinas tienen ojos", pero poco más. No es un film para todo el mundo, y seguro que todo el mundo no está hecho para ver este film, tendrá su público y sus fieles seguidores, sin duda yo era su público pero después de verla no sé si soy un fiel seguidor. 

Paul Simon venía de unos cuantos varapalos, por un lado su último disco/banda sonora, aquel "One Trick a Pony" había sido todo un fiasco, y por otro, su relación con la Princesa "Carrie Fisher" Leia no podía ser más inestable, aún así, el bueno de Paul le pidió matrimonio. En cuanto a su relación con Garfunkel nada había cambiado, seguía igual de fría pero se había destensado un poco o un mucho, tal vez por eso cuando le propusieron que fuese el responsable del concierto benéfico en Central Park pensó que lo mejor sería llamar a su amigo Art. La muerte de Lennon le había tocado mucho y como él muy bien cuenta si los Beatles ya no podían juntarse nunca más la gente merecía un ratito de Simon & Garfunkel. El resultado fue una asistencia masiva, de esas que baten todo tipo de récords, y en la memoria colectiva quedó como uno de los mejores conciertos de la historia, por calidad y por emotividad. Once años después de su última colaboración como dueto volvían un 19 de Septiembre de 1981 a compartir escenario, a cantar sus míticas canciones, volvían a ponerle a la gente la carne de gallina y el corazón en un puño. Había canciones del grupo, había temas de ellos en solitario, contaron con sus productores habituales Roy Halee y Phil Ramone, y muy bien escudados por una banda de once músicos que acabaron por variar algunos arreglos que desestabilizaron un poco a Art Garfunkel, acostumbrado a lo de siempre, y que acabaron por no dejarle satisfecho del todo con su actuación aunque para la crítica tenía la mínima importancia por la importancia del evento. No faltaron sus grandes temas, desde Mrs Robinson y Homeward bound a The boxer, Sound of silence y Brige over troubled waters, pasando por nuevos clásicos en solitario de Simon como Me and Julio o Kodacrhome. Después de aquello la pareja realizó algún que otro concierto para después volver a separarse y olvidarse uno del otro a pesar de las presiones para que su regreso se mantuviese en el tiempo. Se acercaban los grandes años para Simon, y a pesar que el emotivo "Heart & Bones" fue un pequeño fracaso, los pasos de Simon ya iban dirigidos hacia Graceland, Memphis Tennessee... pero eso es ya otra historia. 


Simon and Garfunkel - The Concert in Central Park (1982)

SIDE A: 1. MRS. ROBINSON / 2. HOMEWARD BOUND / 3. AMERICA / 4. ME AND JULIO DOWN BY THE SCHOOLYARD / 5. SCARBOROUGH FAIR

SIDE B: 1. APRIL COME SHE WILL / 2. WAKE UP LITTLE SUSIE / 3. STILL CRAZY AFTER ALL THESE YEARS / 4. AMERICAN TUNE / 5. LATE IN THE EVENING

SIDE C: 1. SLIP SLIDIN' AWAY / 2. A HEART IN NEW YORK / 3. KODACHROME/MABELLENE / 4. BRIDGE OVER TROUBLED WATER

SIDE D: 1. FIFTY WAYS TO LEAVE YOUR LOVER / 2. THE BOXER / 3. OLD FRIENDS / 4. THE 59TH STREET BRIDGE SONG (FEELIN' GROOVY) / 5. THE SOUNDS OF SILENCE.



La razón fundamental para ver esta miniserie inglesa, no os voy a engañar, fue la presencia de Stephen Rea, favorito personal entre favoritos, si él está presente no puedes faltar a la cita, y además la última vez que le vi y disfruté fue en un par de miniseries, también británicas, que me dejaron con la boca abierta y el culo prieto. Hablo de "Utopia" y "The Shadow Line", sobretodo esta segunda resulta que es un artefacto del todo indispensable. Luego hubo más razones claro, por ejemplo abordar el tema político de Europa con Oriente Medio, de sus tiras y aflojas, de su espionaje, de su corruptela, y de la posición Yanqui en todo ello. Vamos, podría decir que es como una  "Homeland" madura, seria y experimentada en contraposición a la adolescente y púber serie de Claire Danes. Si bien la bipolaridad de Carrie en aquella la hacían poco creíble aunque nos diese igual y nos enganchase a cada episodio, la protagonista de la miniserie que hoy nos ocupa, la mujer honorable, la desconcertante, misteriosa, sexi y como no sofisticada Nessa de Maggie Gyllenhaal resulta ser toda una sorpresa, una maravillosa actuación que junto a secundarios como el comentado Rea hacen de The Honourable Woman una serie top. A esto añadimos una dirección magistral y un guión repleto de misterios, de giros y sorpresas. Nada es lo que parece, o sí lo es pero no queremos verlo ni creerlo. Una historia que no para de aumentar en intensidad y que se nos va desvelando a cuenta gotas, con mucha tranquilidad y oficio. Una serie de esas que no están nunca en lo más alto de las listas pero que debería estarlo. No digo más porque el spoiler me acecha, soy débil y podría irme fácilmente de la lengua, y no debo. No os la perdáis. 

THE WHO/ ENDLESS WIRE (2006)/ WIRE & GLASS MEDLEY

 

La lectura de la autobiografía de Pete Townshend, Who I Am, me ha llevado irremediablemente al repaso, una vez más, de toda su obra. Amo a los WHO, los adoro, forman parte de mi vida como Beatles, Stones y Kinks, mi póker británico, mis bandas favoritas de todos los tiempos. En esta especie de magazine musical que es Exile ya he podido dar buena cuenta de dos de sus grandes discos: Who sell out y Who's Next, pero mientras leía el libro volví a engancharme a Tommy que me sigue pareciendo una POM entre POMS, a nivel musical, a nivel de ópera-rock o como cojones queráis llamarlo. Es un disco que está por encima del bien y del mal, un disco indispensable convertido más tarde en un musical increíble pero no, no os vengo a dar la chapa hoy con Tommy, para eso necesitaría varias vidas, algún día lo haré o no. "Endless Wire", el decimocuarto trabajo de Townshend bajo el nombre de The Who, junto a su otro y único miembro fundador Roger Daltrey, es el elegido para pasar un agradable o eso espero ratito en el exilio. 


"Who are you" de 1978 fue lo último que Keith Moon grabó para los Who. Como muchos de vosotros sabréis eso fue el principio del fin a pesar que fue substituido por otro grandioso batería, el "carita" Kenney Jones, pero ya no era lo mismo, ni sonaban igual, ni existía esa magia. Aún así consiguieron publicar dos discos: "Face Dances" (1981) y "It's Hard" (1982), siendo este último el fin de la banda. Luego hubo innumerables recopilaciones, directos, reuniones del grupo para recaudar fondos para mil y una catástrofe, discos en solitario, otra versión más de Tommy, películas, bandas sonoras.... pero el grupo estaba muerto y su principal valedor, su mente creativa estaba más preocupado por mantener a su familia y dejar sus adicciones que por volver con el grupo. El destino traicionó a Townshend otra vez en su vida e irremediablemente tuvo que reunir al grupo para salir de gira, esta vez su amigo Entwistle le necesitaba, estaba en bancarrota y su salud no era para tirar cohetes. Se reunieron y programaron una macrogira de retorno con recopilatorio al uso, al principio de la gira encontraron muerto a Entwistle en la habitación de un hotel junto a una jovencita que podría ser su nieta, había consumido alcohol y algo de coca. Su corazón no aguantó ni los años, ni el alcohol ni la coca y menos un buen par de tetas apuntando a la galaxia. Nos dejó. Les dejó. Contra todo pronóstico Townshend decidió seguir, se llamó a Pino Palladino y el espectáculo siguió y durante la gira limó asperezas con Roger Daltrey y pactaron realizar un disco más como The Who.


En 2006 apareció la nueva obra de Pete Townshend y Roger Daltrey. "Endless Wire" era un disco atrevido, arriesgado, no se quedaba en mera anécdota, en excusa para salir otra vez de gira. Era un disco donde Townshend había puesto toda la carne en el asador, había creado nuevamente canciones magníficas para la voz de Daltrey. Diecinueve temas que tenían como punto de partida la novela de Pete "The boy who heard music" que relata la historia de un joven que llega a una playa y se da cuenta de cómo ha cambiado el mundo, el mar lleno de medusas por el sobrecalentamiento del planeta y viendo el futuro estrangulado por la tecnología... Townshend siempre se busca una línea argumental para sus discos, para sus canciones, y esta vez no sería diferente. Junto a los dos "WHO" estaba Simon Townshend, Pino Palladino al bajo, John "Rabbit" Bundrick en los teclados y Peter Huntington, de la banda de Rachel Fuller (la pareja de Townshend) a la batería. El hijo de Ringo, Zack Starskey quién era el batería en muchos de los conciertos de The Who antes y después del disco aparece sólo en un tema "Black Widows eyes" aunque en la primera parte del disco es el propio Pete quién se ocupa de la batería. Como digo son 19 canciones estructuradas en dos grandes partes, las primeras nueve canciones son una colección de temas increíbles y a partir de ahí nos encontramos con la mini-ópera rock "Wire and Glass" que es lo mejor que ha escrito Townshend en los últimos 20 años.

Sí, lo digo bien alto. Es lo mejor que había escrito Townshend en mucho tiempo, muy superior a los dos últimos discos de The Who aunque ni Moon ni Entwistle estuviesen ya y francamente mejor que sus últimos discos en solitario. Pero claro, no son The Who. Ya no. Se podría haber llamado Daltrey & Townshend como hizo el mismo Roger junto a Wilko Johnson en 2014 con aquel "Going back home" y quedarse tan frescos pero decidieron firmar como The Who, ni un reproche. El disco empieza con un sintetizador recordando en algo a la gloriosa Baba O'Riley pero ya sin el factor sorpresa y con algo de déjà vu, cuando entra Roger la cosa se pone en su sitio. Buen inicio, prometedor y disfrutable. Luego algo de folk a lo Daltrey, precioso tema "A man in the purple dress"... la cosa sonaba acojonante cosa que se reafirma con "Mike post theme" que es un pelotazo a la altura de antaño, de su Quadrophenia, un temón, qué inicio de los viejales!!! "In the either" es un precioso tema de esos que firmaba en solitario Pete, luego vuelve el sonido "Who" con Zack Starskey a los tambores en ""Black widow's eye" y "Two thousand years" nos devuelve la sonrisa a la cara gracias a esa fantástica acústica y los dos "who" muy bien compenetrados. Y seguimos avanzando con una preciosidad, una de mis favoritísimas, donde Pete se lo guisa y se lo come solito, y es que "Gods speaks, of Marty Robbins" nos hace disfrutar a lo grande. El single del LP fue "It's not enough", elección perfecta, pelotazo absoluto, donde echamos de menos un algo a la mítica sección rítmica de antaño. y finalizamos la primera parte del disco con "You stand by me" con cierto aroma a Paul Simon. Corto y coquetón, pero hermoso.

Después de nueve increíbles temas que para nuestra alegría sí estaban al nivel Townshend nos mete de lleno en la miniópera “Wire & Glass”, que está compuesta por diez temas y que encontramos dividida en dos actos, a través de los que se narra la historia de Ray High, un rockero sexagenario que, tras años de excesos,  se encuentra internado en un psiquiátrico. Y como no podía ser de otra manera el resultado es fantástico y sorprendente. "Sound Round" y "Pick up the pice" son acojonantes, y "Unholy Trinity" una de mis favoritas, juguetona y simpática. Y vamos, que la cosa nunca pierde fuelle, si no me creéis enchufaros "Endless wire", "We got a hit" o "Mirror door". El cierre con "Tea and Theatre" es un deleite. Bueno, y nada más, que los Who son muy grandes, no hace falta decir que Daltrey a nivel vocal rocanrolero sigue siendo el puto amo y que Pete es un genio, y claro que yo seguramente soy un fan con falta de perspectiva y para nada imparcial pero es que este "Endles Wire" me parece un notable disco, vale, no al nivel de sus grandes obras pero es que aquellas era grandísimas y eternas, y claro, este trabajo o regalo que nos brindaron fue absolutamente genial. Gracias .

The Who - "Endless Wire" (2006)
8/10
01.- Fragments/ 02.- A Man In A Purple Dress/ 03.- Mike Post Theme/  04.- In The Ether/ 05.- Black Widow's Eyes/ 06.- Two Thousand Years/ 07.- God Speaks Of Marty Robbins/ 08.- It's Not Enough/ 09.- You Stand By Me/  10.- Sound Round/ 11.- Pick Up The Peace/ 12.- Unholy Trinity/ 13.- Trilby's Piano/ 14.- Endless Wire/ 15.- Fragments Of Fragments/ 16.- We Got A Hit/ 17.- They Made My Dream Come True/ 18.- Mirror Door/  19.- Tea & Theatre


*Post aparecido originalmente en Exile SH Magazine por Nikochan

Nunca he sido un gran seguidor de la saga Mad Max. Lo confieso. Bueno, confieso no ser fan de la saga pero sí de la primera película, la única que en realidad cuenta. Y reconozco abiertamente estar en contra de las revisiones, relecturas o remakes, en música es diferente, una cover es una cover, pero coño, una película... si además es mítica... pues joder, debería estar prohibido. Ejemplos? miles: Lolita, El cabo del miedo/terror, King Kong, Psicosis, El planeta de los simios, La huella, El quinteto de la muerte/ladykillers.... y del infinito al más allá, nunca o casi nunca igualan a la original y menos aún llegan a ser dignas. Con esos referentes me planto ante "Mad Max: fury road", su aliciente? pues Tom Hardy en el papel de Max o mejor dicho en el papel de Mel Gibson y poco más, luego las reseñas y recomendaciones hablaban de cine de acción perfectamente ejecutado, puro espectáculo adrenalínico. Y de eso encontramos mucho y bien, más que bien, fenomenal. No me ando con rodeos, esta nueva Mad Max es un cañonazo, un ciclón, una patada (necesaria) en los cojones a todas las películas de acción de medio pelo que hay hoy en día. Me ha gustado y mucho. Cine palomitas? pues sí, y qué viva! así sí. Dudaba de que la idea original del apocalipsis planetario mezclado con una especie de cyber-western-punkoide no cuajase en nuestros días pero como está realizado el film no tiene discusión alguna. Triunfo asegurado. Como pega podría decir que no hay pose filosófico que valga, la verdad es que si analizamos el guión sólo encontramos tópicos y simpleza, pero lo que aquí cuenta de verdad son los coches a toda velocidad, la violencia, la acción, los disparos y explosiones, la gran intensidad y su ritmo endiablado, y es que estamos ante una película brutal a la par que hermosa a cada plano y porqué no decirlo en ocasiones muy loca y alucinada. Pura dinamita. Sin duda Tom Hardy y Charlize Theron son un reclamo pero no encontraran en estos personajes sus actuaciones deseadas aunque sí satisfacción por el trabajo bien hecho. No busquéis nada más que diversión, entretenimiento y un subidón de adrenalina. Poco más que en este caso es mucho.

En "Negociaciones y canciones de amor" Javier Márquez ofrece una interesantísima visión de la carrera de Paul Simon y Art Garfunkel, dicha visión no se ciñe únicamente a nivel musical sino que va más allá y nos habla de la relación entre ambos, sin duda turbulenta, desde que se conocieron cuando eran niños hasta la madurez absoluta rozando la actualidad. No es sólo una biografía más, es una guía musical donde se entrecruzan la amistad y la vida de cada uno de ellos. Por ejemplo la anécdota de celebra juntos el Bar Mitzvá judío nos dice lo muy ligada que han estado siempre sus vidas, sus primero pinitos musicales, la influencia que cada uno hacía sobre el otro, sus primeros coqueteos con las drogas, sus interminables separaciones y reconciliaciones, sus inseguridades, sus miedos, y esa madurez personal que va haciendo que dos personas, dos amigos comiencen a separarse sin una clara razón, más que el querer crecer individualmente y el desgaste de una carrera tan exitosa en tan poco tiempo. La mezcla de su vida con su obra está llevada a la perfección, tanto en los primeros capítulos donde se habla del grupo como cuando ya andan por separado y se empieza a diseccionar la obra de cada uno, sorprendiéndome muy mucho la de Garfunkel que casi desconozco por completo y sobretodo la vida personal entonces de ambos. Dos puntos importantísimos en el libro es la creación de "Bridge over troubled waters" con ese personaje fundamental que fue Roy Haylee para ambos y por supuesto el "Graceland" de Simon. En definitiva es un estupendo libro para quienes ya conocen al dúo como para quienes aún no se han adentrado en su obra, en mi caso siendo un fiel seguidor de Paul Simon he disfrutado leyendo sobre el pequeñín y me he sorprendido mucho con anécdotas sobre Garfunkel que desconocía. Un disfrute de libro que además de estar bien documentado, es muy ameno y se lee de forma fluida, yo casi lo he devorado. 

Simon & Garfunkel: negociaciones y canciones de amor
Javier Márquez
Editorial Milenio
Año edición: 2004
Páginas: 268
Idioma: castellano
ISBN: 9788497431286


01.- The Fall (Gillian Anderson)
02.- Hannibal (Gillian Anderson)
03.- The Crimson Petal and the White (Gillian Anderson)
04.- Californication (David Duchovny)
05.- Great Expectations (Gillian Anderson)
06.- War and Peace (Gillian Anderson)
07.- Moby Dick (Gillian Anderson)
08.- Aquarius (David Duchovny)
09.- Crisis (Gillian Anderson)
10.- X-Files 2016

Muchos celebramos el anuncio de una vuelta de X-Files. Muchos aplaudimos que Chris Carter decidiese volver a aquella idea. Idea que arrasó hace muchos años, y que lo hiciese contando otra vez con sus dos protagonistas: Mulder y Scully; David Duchovny y Gillian Anderson respectivamente, quienes durante este tiempo no han parado de trabajar pero tampoco han conseguido dar el salto definitivo ni tampoco dejar de lado aquel encasillamiento, y volver a aquello no iba a ayudar. Sin duda prefiero los últimos años de Anderson en televisión que los de Duchovny. Anderson ha aparecido en interesantes proyectos como Hannibal, The Crimsom Petal and the White y La caza. En cambio, el agente Mulder se ganó muy bien la vida con Californication a la que nunca le encontré la gracia. Pues bien, vuelven los expedientes X, vuelven con tan solo seis episodios, vuelve con la misma música, con los mismos actores, con las mimas historia que además engloba las películas y así intenta poner todo en orden pero..... pero se queda en nada, en poco, en mediocre. Una decepción. Sí hay el mismo espíritu pero no la calidad. De seis episodios, dos pasables (el primero y el último) y el resto entre lo infumable y lo regulero, a veces incluso con chistes bochornosos y auto-parodia en exceso (véase el episodio del hombre-lagarto). Nada más por hoy, creo que es mejor que no sigan, que no haya más episodios, que no tengamos más expedientes X, aunque hayan preparado todo para continuar, y lo hayan hecho pensando en poder hacerlo sin Mulder y Scully. 

RICHMOND FONTAINE/ YOU CAN'T GO BACK IF THERE'S NOTHING TO GO BACK TO (2016)/ WAKE UP RAY


Son de Portland (Oregón) y son un cuarteto que tocan eso que llaman comúnmente country-alternativo. Una música de belleza infinita, de carretera y manta, de noche, fogata y cielo estrellado. Desde 1997 la banda de Willy Vlautin nos ha ido dejando maravillas como el debut "Safety", "Post to Wire" del 2004 que hasta hoy mismo era mi disco favorito de la banda o el mismísimo "Thirteen Cities" de hace casi una década. Esos tres discos, creo yo, son exquisitos. Nadie en su sano juicio debería dejar de escucharlos. Por el camino desde aquel lejano 1997 Vlautin ha ido cambiando de compañeros, se fueron Dave Harding, Paul Brainard y Joe Davis, para más tarde venir otros y quedarse como están ahora, con lógicamente Vlautin a los mandos muy bien escoltado por Freddy Trujillo (que llega desde el proyecto paralelo de Vlautin, The Delines), Sean Oldham y Dan Eccles. Sonaban muy bien, y tal vez con el tiempo a mi me parecen aún mejores. "You can't go back if there's nothing to go back to" es si no me equivoco su décimo álbum de estudio, y ya os digo que desde el primer momento ese sonido americano suena sensacional, ese country tan de este milenio, tan de Wilco cuando se dejan de ruiditos y moderneces, como si Jay Farrar nunca les hubiese abandonado cuando compartían guitarras y cervezas en "Uncle Tupelo", como si hubiera formado parte de "AM" y "Being There" y el Foxtrot nunca hubiese sonado en aquel Hotel yanqui. Como si aquellos Whiskytown de un jovencísimo Ryan Adams se hubiesen fusionado con los SonVolt.. no sé, a eso podríamos decir que suenan los Richmond Fontaine, a eso y a verdad, a pasión, a penas ahogadas en una fría jarra de cerveza, sonido pure and easy, sonido celestial, de otra galaxia, y además, en esta ocasión, cuentan con una acompañante de lujo, otra perla de Portlandia, cuentan a los teclados con Jenny Conlee de The Decemberists. Placer inmenso.


Richmond Fontaine - You can't go back if there's nothing to go back to (2016): 01.- Leaving Bev’s Miners Club at Dawn/ 02.- Wake Up Ray/ 03.- I Got Off the Bus/ 04.- Whitey and Me/ 05.- Let’s Hit One More Place/ 06.- I Can’t Black It Out If I Wake Up and Remember/ 07.- Don’t Skip Out On Me/ 08.- Two Friends Lost at Sea/ 09.- Three Brothers Roll Into Town/ 10.- Tapped Out in Tulsa/ 11.- The Blind Horse/ 12.- A Night in the City/ 13.- Easy Run.

Los primeros acordes de "Leaving Bev’s Miners Club at Dawn" nos hacen sentir como en casa. Cómodos, cálidos, agustito total. Belleza y verdad absoluta. Entonces la voz de Vlautin aparece y nos arropa con su “Ain’t no use, oh it ain’t no use…Maybe some guys just ain’t meant to…”; ... sonido clásico americano con todos los ropajes indispensables, con ese piano delicioso que hacen no sólo de "Wake up Ray" uno de los temas del disco sino también, y con total seguridad, uno de los temas del año, dejándonos ese poso, ese regusto a un Jeff Tweedy countryficado o a un Springsteen de vueltas con su rock embadurnado de romanticismo. Una de mis favoritas es "I got off the bus" no sé si por tener esa estructura tan Mr.E (tan de Mark Oliver Everett) o simplemente por ser cojonuda y punto, porque pocos peros le podemos poner. Un temón. Y quiero parar un momento aquí y reflexionar: porqué no hay más discos como éste?, porqué no hay más verdad en el rock?, porqué no? aquí no hay pose, aquí hay alma, sinceridad y claro, hay mucha calidad, y no se entiende como esta gente, ese Vlautin, no está en un altar santificado. Dicho esto y escuchar "Whitey and me" hace que me santigüe después de secarme las lagrimillas. Maravillosa sin más. Belleza infinita en un tema para escuchar en un día lluvioso, copa de vino en mano, mirando al infinito mientras olemos a tierra mojada, como si el amigo Westerberg se calzase botas con espuela. Otra favoritísima de este grandioso disco es "Let's hit one more place" con ese organillo tan dylanesco, tan feliciano de la vida. Un tema trotón y simpático que enlaza con otro temazo descomunal que responde al nombre de "I can't black it out if I wake and remember" el cual podría estar firmado por los Wilco sin ningún problema y meterlo allí, en aquel doble fantástico que es "Being There". el deje vocal sin duda recuerda muy mucho a Tweedy, tanto eso como la estructura de la canción. Llegamos al ecuador del disco con un tema precioso, un bonito tema semi-acústico donde Vlautin lo borda, y es que en "Don't skip out on me" encontramos countryrock con buen gusto, del que le gustaba a Keith en el Exilio, el de su amigo Gram Parsons. Otra delicatessen más y ya no sé cuantas llevamos. Y seguimos con country, algo más fronterizo, algo más folk, y es que la sencillez de "Two friends lost and sea" quita el hipo, sencilla y enorme a la vez, y un final in crescendo, con órgano y unas trompetas magníficas. A partir de este momento el disco se vuelve algo más lento, algo más tranquilo, más de cantautor que de banda, pero claro, sigue siendo exquisito. En "Three brothers roll into town" vemos al trobador folk y en "Tapped out in Tulsa" se perfila la sombra del mejor Ryan Adams, para rematarnos con la excelente "The blind horse", preciosa, hipnótica,... de ensueño. Antes de finalizar el disco nos encontramos con una joya llamada "A night in the city", un tema tremendo de esos por las que vale la pena hacerse con un disco. Un tesoro. "Easy run" es la encargada de cerrar este increíble discazo, y lo hace dulcemente, con un piano que pone los pelos de punta, la piel de gallina, que estremece, que enamora, que nos señala a "You can't go back if there's nothing to go back to" como un grandísimo disco, como es y será, sin duda, uno de mis discos favoritos del año.