Participen, participen, participen!!!!! queda muy poquito, tienen hasta el 12 de diciembre para rellenar el cuestionario del segundo concurso nikochiano que esta vez pregunta sobre los Who y enviarlo según expliqué en el post del concurso. Pulsa aquí y participa. Recordad, un magnífico regalito os está esperando.
1.- Dr John’s
Gumbo (1972)
7.- City Lights (1978)
2.-
Gris-Gris (1968)
3.- In The Right Place (1973)
4.- Dr John
Plays Mac Rebbenac (1983)
5.- Locked
Down (2012)
6.- Mercenary
(2006)
8.-
Desitively Bonaroo (1974)
9.- Tribal
(2010)
10.- Anutha
Zone (1998)
Llevo uno días engatusado con el sonido americano, con el
sonido de los grandes. Y uno de los más grandes, y de esto no hay duda, es Ray
Charles. Un puto genio. He vuelto a él como casi siempre, y siempre por
diversos motivos, esta vez, como no, gracias al Dr John. La historia de Ray es
bien conocida pero si no tenéis ni idea de lo que le pasó pues os recomiendo
aquel biopic protagonizado por Jamie Foxx titulado simplemente “Ray” (2004) y
que estaba requetebién y eso que yo no soy fan de los biopics ya que me suelen
aburrir y enfadar, porque por ejemplo, a quién se le ha ocurrido que el cutre
de Lenny Kravitz quedará estupendamente como Marvin Gaye en el biopic de éste? Joder,
ni es buen cantante ni es buen actor, ni es na de na, bueno sí, un
sobrevalorado.
Pero bueno, no he venido a calentarme hablando de regulerías ni reguleros y sí
de uno de los grandes, de Ray Charles. Su “Mess around” es la leche y fue uno
de sus primeros éxitos, escrito por un “asalariado” de la Atlantic acabó en sus
manos, pasando por su filtro y condimentado con su magia y su genial locura. Un
clásico en toda regla que desgraciadamente uno tiene en la mente interpretada
por John Candy en aquella genial y mítica americanada “Plain, Trains & Automóviles” que reconozco sin vergüenza cantar mientras hago el mismo bailoteo que Candy.
Ese “Mess around” ha sido versionado por innumerables músicos pero francamente
es difícil superar al maestro, es casi imposible. Como dije he vuelto a picar
en Ray y en “Mess Around” gracias al Dr John y es que su versión del tema en su
“Gumbo” (72) es la repera. Lo hace suyo sin dificultad y te engatusa como él
solo. Os dejo con el doctor, con esta medicina que os curará todos los males. Coverízense
terrícolas, coverízense.
El señor Malcolm John Rebbenack Jr
me tiene loco. Creo que desde la distancia me ha embrujado con su música, con
sus canciones. El doctor resultó no ser un doctor aunque sí un chamán, un mago
del vudú, un brujo que añadiendo poco a poco sus ingredientes secretos y a
fuego lento lleva desde, nada menos, 1968, regalando raciones de su puchero, de
su inimitable y especiado Gumbo. Más de treinta discos a sus espaldas en una
larga carrera sólida que dio su pistoletazo de salida con “Gris-Gris” (1968) y
ha tocado techo con el espectacular “Locked down” (2012), enseñando que su
arruga también es bella. Está claro que si aún no has sido tocado por su
hechizo no es nada fácil elegir un disco por donde empezar, bueno, sí, la
verdad es que sí, tal vez el debut “Gris-Gris” sea el primer disco al que
acudir y luego sin duda tendríamos que irnos a por el disco que hoy nos ocupa,
ese estupendísimo “Dr. John’s Gumbo” de 1972. Luego hay muchos, desde su último
trabajo hasta “In the right place” (1973) pasando, claro, por aquel “Dr John
Plays Mac Rebbenac” que es una delicia. Bueno, por esos he empezado yo, y creo
que no me ha ido mal, estoy sorprendido y enganchado a la música del doctor,
cada canción que descubro me da más ganas de continuar con otras y otros
discos. No quiero tirar de compilación, quiero disfrutarlo poco a poco, y la
mejor forma es ir disco a disco. Hoy me olvido de su grandioso debut y nos
quedamos con el puchero de John. Menudo Gumbo!
Dr.
John – “Dr. John’ Gumbo” (1972): 01.- Iko Iko/ 02.- Blow Wind Blow/ 03.- Big
Chief/ 04.- Somebody Changed The Lock/ 05.- Mess Around/ 06.- Let The Good
Times Roll/ 07.- Junko Parrtner/ 08.- Stack-a-lee/ 09.- Tipitina/ 10.- Those
Lonely Lonely Nights/ 11.- Huey Smith Medley A) High Blood Pressure B) Don't
You Just Know It C)/ 12.- Well I'll Be John Brown/ 13.- Little Liza Jane.
No es que este Gumbo sea un disco
indispensable del doctor sino que también lo es de la música en general y de la de
New Orleans en particular. A penas una composición propia del Dr. John, esa
“Somebody changed to lock” que te derrite toa, toa. Lo que se cuece aquí es
música tabernera de Lousiana, con músicos de la tierra, la magia propia de la
zona. Puro Mardi Gras, pura diversión. A los terrícolas lógicamente os sonarán
y mucho las versiones de “Iko Iko” que abre el disco de manera espectacular,
joder qué versionaca, y el “Mess Around” que popularizó el maestro Ray Charles.
Pero ojito con “Big chief” que además es una de mis favoritas del paquete y
lógicamente con esa fantasbulosa “Let the good times roll”. Bueno, todo es un
despiporre de calidad, como esos vientos calentitos y dicharacheros de “Junko
partner”, ese piano locuelo de “Stack-a-lee”, la fantástica “Tipitina” y por
supuesto “Huey Smith medley”. Este disco es la repanocha, es un disfrute de principio
a fin, es magia, no, es brujería. Al oírlo quedarás completamente embrujado y
nada podrá deshacer el hechizo, salvo claro, otro disco del Dr. Avisados
quedáis terrícolas, aquí os espera un imprescindible clásico, un clásico
nikochiano.
Incomprensiblemente me despisté y a pesar de que “Boardwalk Empire” me engatusó con su primera temporada y que mi queridísimo archienemigo me daba el coñazo con ella me olvidé de sus siguientes temporadas. Me dediqué a series más facilonas y menos exigentes, con más fuegos de artificios, resultonas y con cierta carga de testosterona. Después de algún tiempo necesitaba calidad máxima y volví a Don Draper y sus Madmen. Temporada exquisita y francamente acojonante a partir de eso ya no puedo conformarme con regulerías, necesito algo más grande y claro, me esperaban la serie de Scorsese y luego en la cola tengo esa deliciosa oda a New Orleans y su música que es “Treme”. Pero volviendo al espectáculo protagonizado por Steve Buscemi he de reconocer que desde los primeros instantes de la segunda temporada uno queda de nuevo fascinado y eso que mi “archi” me comenta que voy a flipar con el final de la temporada dos, con la tres simplemente me pone los dientes largos. Joder, qué inicio con el KKK atacando al gran Chalky White (aka Little Omar, amén) y ese final con Nucky detenido gracias a la conspiración de su hermano y el gran Darmody que me inquieta de lo lindo. La serie me deja claro que ya está al nivel de las grandes y que simplemente HBO ha vuelto a facturar otra obra maestra, otra más y no sé cuantas van. Nada que decir, ni objetar. Me dejaré llevar por esta grandísima historia y la dejaré situarse junto a las otras dos grandes, Wire y Sopranos. He tardado mucho en volver a ella pero la buena noticia es que prácticamente devoraré la segunda y tercera temporada del tirón. Brindo por ello.
QUEEN
JAZZ (1978)
DON'T STOP ME NOW
JAZZ (1978)
DON'T STOP ME NOW
Ha tenido que ser gracias a la Land que
un servidor ha caído rendido a la música del cantautor
estadounidense John Prine del que he de reconocer no haber tenido
demasiado conocimiento hasta hace unos días. No logro entender como
ha permanecido oculto tanto tiempo, tocando lo que toca y como lo
toca. Un estilo que cada día que pasa me gusta más y más. Merezco
ser expulsado del planeta por mi desconocimiento pero prometo ponerme
al día aunque no sé muy bien por donde empezar, bueno, empezar ya
he empezado pero no ha sido con ninguno de sus numerosos discos, si
hubiese de elegir uno con el que comenzar a descubrir a este pedazo
de artista tal vez sería su disco de debut, aquel “John Prine”
de 1971 o tal vez “Bruised orange” del 78 que tiene muy buenas
críticas, pero no, no he comenzado por ningún Lp, tampoco con
un recopilatorio al uso. La verdad es que Joserra me puso detrás de
la pista correcta, me regaló un temazo para mi aniversario donde John
Prine junto a Jim James se marcaban un dueto de esos que te ponen los
pelos de punta, esa “All the best” que me enamoró por completo.
Me llegó tanto que no paré de buscar hasta encontrar el disco donde
salía esa canción y conseguirlo de forma no del todo legal. La
sorpresa fue morrocotuda, pues en el disco “Broken hearts and dirty
windows”, que por cierto no puede tener una portada más bonita, no
canta John Prine, pero sí otros artistas que versionan sus
canciones, rindiéndole tributo y pleitesía.
Lo curioso del caso es que al leer el listado de los artistas que habían participado me quedé de pasta boniato pues todos, todísimos, me encantan y forman parte de mi día a día: Bon Iver, Conor Oberst, Jim James, Josh Ritter, Kurt Wagner y sus Lambchop, Justin Townes Earle, The Avett Brothers, Old Crow Medicine Show, Sara Watkins, Drive by Truckers, Deer Tick junto a Liz Isenberg y finalmente Those Darlings. Impresionante es poco. Sólo faltaba que sonara tremendo y así ha sido. Al menos he escuchado este disco media docena de veces en tres días, qué gustirrinín, qué maravilla, qué bonico, sí, bonico del to. Después, como buen culo inquieto que soy, he escuchado las canciones por su autor original, pero que os quede claro que cada uno de los artistas que versionan sus canciones lo hacen magníficamente y además si no lo supieses jurarías que son suyas, pues las llevan a su estilo. Bon Iver lo hace magistralmente con “Bruised orange”, luego el señor Oberst nos deleita con su versión de “Wedding day in a Funeralville", pero lo mejor está por llegar. “All the best” preciosa, Ritter esplendoroso en “Mexican Home”, Lambchop haciendo suya y resuya “Six o'clock news” (mi favorita del lote), el hijito del señor Earle sale triunfante en “Far from me”, una de las mejores del lote, los Avett Brothes y los Old Crow le ponen salsa al asunto, banjo y buen ritmo a “Spanish pipedream” y “Angel from Montgomery” respectivamente y para ir acabando llegan las féminas y te destrozan el corazón. Joder, qué discazo, qué disfrute, qué descubrimiento tardío, aunque mejor tarde que nunca, no? Me voy a zambullir en la obra del señor Prine, sí señor, en cuanto el Dr John me quite ese hechizo que me arrojó que me mantiene embrujado en su obra. A todo esto, gracias Joserra, one more time.
Lo curioso del caso es que al leer el listado de los artistas que habían participado me quedé de pasta boniato pues todos, todísimos, me encantan y forman parte de mi día a día: Bon Iver, Conor Oberst, Jim James, Josh Ritter, Kurt Wagner y sus Lambchop, Justin Townes Earle, The Avett Brothers, Old Crow Medicine Show, Sara Watkins, Drive by Truckers, Deer Tick junto a Liz Isenberg y finalmente Those Darlings. Impresionante es poco. Sólo faltaba que sonara tremendo y así ha sido. Al menos he escuchado este disco media docena de veces en tres días, qué gustirrinín, qué maravilla, qué bonico, sí, bonico del to. Después, como buen culo inquieto que soy, he escuchado las canciones por su autor original, pero que os quede claro que cada uno de los artistas que versionan sus canciones lo hacen magníficamente y además si no lo supieses jurarías que son suyas, pues las llevan a su estilo. Bon Iver lo hace magistralmente con “Bruised orange”, luego el señor Oberst nos deleita con su versión de “Wedding day in a Funeralville", pero lo mejor está por llegar. “All the best” preciosa, Ritter esplendoroso en “Mexican Home”, Lambchop haciendo suya y resuya “Six o'clock news” (mi favorita del lote), el hijito del señor Earle sale triunfante en “Far from me”, una de las mejores del lote, los Avett Brothes y los Old Crow le ponen salsa al asunto, banjo y buen ritmo a “Spanish pipedream” y “Angel from Montgomery” respectivamente y para ir acabando llegan las féminas y te destrozan el corazón. Joder, qué discazo, qué disfrute, qué descubrimiento tardío, aunque mejor tarde que nunca, no? Me voy a zambullir en la obra del señor Prine, sí señor, en cuanto el Dr John me quite ese hechizo que me arrojó que me mantiene embrujado en su obra. A todo esto, gracias Joserra, one more time.
Broken hearts and dirty windows: songs of John Prine (2010):
01 Justin Vernon – “Bruised Orange (Chain of Sorrow)”
02 Conor Oberst and the Mystic Valley Band – “Wedding Day in Funeralville”
03 My Morning Jacket – “All the Best”
04 Josh Ritter – “Mexican Home”
05 Lambchop – “Six O’Clock News”
06 Justin Townes Earle – “Far From Me”
07 The Avett Brothers – “Spanish Pipedream”
08 Old Crow Medicine Show – “Angel From Montgomery”
09 Sara Watkins – “The Late John Garfield Blues”
10 Drive-By Truckers – “Daddy’s Little Pumpkin”
11 Deer Tick – “Unwed Fathers” [ft. Liz Isenberg]
12 Those Darlins – “Let’s Talk Dirty in Hawaiian”
El disco dos del inconmensurable White Album, el álbum de los álbums, el doble de los dobles, la POM de las putas POM comenzaba con esa maravilla de Sir Paul McCartney que cada 21 de Noviembre me dedico humildemente. You say it's your bithday, but it's my birthday too, yeah. Ese "Birthday" es la repanocha, como una canción tan simple puede contener todo eso, toda esa calidad?. Joder, qué buenos eran los Beatles, y Paul, claro, Paul.
Pues aquí este marcianito cumple hoy años y espero cumplir muchos más y torturar al planeta Tierra con mis tontunadas y disfrutar de él y de la gente que quiero durante mucho más. Así pues me he decidido en este día tan señalado para mí, además de entregaros mi "self-portrait" en acuarela a lo Dylan, aparecer en la isla con la sección "coverízate" dedicada a dos grandes monstruos, a dos grandes "Pauls" (y así cierro el círculo de la semana) escuchando el Birthday original y el que el modfather Paul Weller grabó hace bien poquito y regaló a McCartney para su cumpleaños. Yo lo hago mío y me engaño pensando que Weller me lo ha dedicado a mí, no me hagáis la contraria dejarme por un día ser feliz y pensar que el modfather se ha acordado de un servidor. Oh! qué bien le quedó el artefacto! y nada más, os dejo con el temazo y gracias a todos por estar ahí, no sabéis lo que se ahorra uno en psicólogo. Abrazos, besos y.... sí, se admiten regalos.
Parece mentira que tenga que ser un ilustre señor de 67 años quién tenga
que remangarse, coger el toro por los cuernos y zarandear la
industria discográfica. En la era de iTunes, las descargas de
canciones de dos minutos, el escuchar y tirar, en la época donde
todo va tan rápido que nadie es capaz de sentarse como antiguamente
a escuchar música, concentrado, paladeando cada nota, cada riff,
cada inflexión de voz, escuchando cada canción una y otra vez sin
cesar, durante horas, durante días, durante semanas y meses, Tito
Neil es de los pocos que consigue centrar toda nuestra atención en
él, en su obra. Si bien este es el año de la arruga, donde grandes
dinosaurios del rock dan un puñetazo sobre la mesa para poner a cada
cual en su sitio, nadie esperaba que los dos grandes tótems de la
música americana entregasen trabajos dignos de sus mejores épocas.
La exigencia con ellos siempre ha sido máxima, de ahí que cuando
bajan un poquito el nivel y se quedan en notable haya algunos
aprovechados que comiencen a tacharlos de vejestorios acabados pero
ellos están por encima del bien y del mal, pertenecen a ese selecto
club por derecho propio y por supuesto nada de eso les perturba, nada
de eso les preocupa, ellos van a la suya, nadando contracorriente,
contra viento y marea. Si papá Bob nos trajo la tempestad, Tito Neil
nos ha traído la electricidad del relámpago. Ya dio el aviso con
"Americana" este mismo año aunque ese disco fue un
calentamiento, un capricho, un ensayo para retomar sensaciones
pérdidas con sus antiguos compinches, sí, esos Crazy Horse que
continúan en plena forma. En otros tiempos este "Psychedellic
pill" hubiese sido un espectacular y raro doble LP de vinilo de
esos que cuestan un ojo de la cara y que levantan pasiones, bueno, y
lo es. Pero no es disco fácil, es un disco muy exigente, para
especialistas en Young, desde luego si nunca has catado a Tito Neil
no empieces por aquí, no porque no sea un gran disco pues
sobradamente lo es, pero no esperes aquí nada inmediato, esto es un
puchero que va cociendo a fuego lento, con su espinazo, su costilla,
su pollico, sus patatas y garbanzos..., esto es gloria bendita pero
hay que estar preparado para ello pues así de primeras te podría
coger una indigestión. Por ejemplo, Young abre el disco con una
pieza de 28 minutos y se queda tan pancho, toda una cara A de un
vinilo, y consigue que parezca corta el muy cabronazo. Una obra
maestra de la que no eres consciente de primeras pero que a base de
escuchas te va engatusando de mala manera, te embruja y te hace
estremecer. Sí, así es Young, un maestro, un brujo. Un caballo loco.
Neil Young - Psychedelict Pill (2012): 01.- Drifting Back/ 02.-
Psychedelic Pill/ 03.- Ramada Inn/ 04.- Born
in Ontario/ 05.- Twisted Road/ 06.- She's Always Dancing/ 07.-
For the Love of Man/ 08.- Walk Like a Giant/ 09.- Psychedelic Pill
(alternative mix).
"Drifting back" abre como decía el disco de forma magistral. Intimida de
primeras pero enseguida te ha seducido con ese mantra acústico que
se revela en electricidad pura. No quiero hacerme pesado al hablar de
esta canción ni del disco, otros ya han hablado muy bien de él, de
todo. Con más conocimiento de causa y con más pasión. Un servidor
viene a explicar que ha vuelto a sentir "eso" con "Drifting
back", ese cosquilleo, ese no sé qué, esos pelos de punta, esa
magia que parecía haberse perdido. No puedo dejar de escucharla y
por circunstancias la llevaré grabada en mi cabeza siempre.
Escucharla a las tantas de la madrugada sentado en la butaca de una
habitación de hospital al lado de mi hija de casi dos años ha sido
una experiencia sobrenatural. Oscuridad y silencio absoluto roto sólo
por el débil ronquido de mi niña, y en mis oídos Tito Neil
susurrando ese "i'm drifting back....·. Eso es, magia. Sólo
con este tema uno puede darse con un canto en los dientes, es
suficiente para mantenernos contentos y extasiados, pero hay más,
mucho más. Lo que pasa es que un servidor ha quedado prendado de tal
manera de ese temazo que entre que estoy medio embrujado por él y
que dura lo que dura, pues casi no he escuchado el resto del disco
como me gustaría. Esa es la verdad y no quiero mentiros. Eso sí, puedo deciros que lo que vendría a ser el disco uno es pura
dinamita, además de la comentada “Drifting back” tenemos ese
riff abrasador de “Psychedelic pill”, seguida de la que podría
ser mi favorita del disco, esa fantástica “Ramada Inn” que nos
trae al Young de siempre, al gran Young. Sabor clásico total. Para
acabar el primer volumen nos regala “Born in Ontario”. Como dije
no he escuchado todo el material como debiese, la verdad es que el
disco dos ha sonado poco de momento, lo voy descubriendo sin prisa
pero sin pausa, saboreando cada riff, cada frase de Neil. De esta
segunda parte me quedo con el pelotazo de “Walk like a giant”
aunque estos últimos días “She's always dancing” me está
llevando al huerto. Ya digo, un disco difícil pero grandioso, un
disco que gana con cada escucha, que sabe y huele a clásico y que
rememora los buenos tiempos de Young y los Crazy Horse. Y pensar que
tenga que venir un abuelo casi setentón a darle un electroshock al rock de hoy en día.... Tremendo.
1.- Paul
McCartney
2.- Paul
Simon
3.- Paul
Weller
4.- Paul
Westerberg
5.- Paul
Simonon
6.- John
Paul Jones
7.- Paul
David Hewson (Bono)
8.- Paul
Rodgers
9.- Paul Carrack
10.- Paul Stanley
THE LOPEZ
A SIMPLE LULLABY (FOR ARLET)
*El gran Paco y sus Lopez regalan a la familia Nikochana esta dulce maravilla que nos ha emocionado. Qué grande eres Beatle Paco! Muchas gracias, no tengo palabras para agradecerte este detalle.
Estos días he estado como muchos sabréis ausentado de la Isla por asuntos personales. La preocupación y los nervios por pruebas médicas, espera de resultados, previsiones, hipótesis... más el insomnio y el ver a una criaturita tan pequeña y dulce pasándolo mal ha hecho mella en este humilde marciano al que visitáis y por lo que leo, algunos también queréis. Gracias a todos vosotros nos conozcamos personalmente o no, nunca hubiese pensado considerar como amigo a alguien que únicamente conozco de la blogosfera, de hablar por mail, whasapp y cosas similares, pero este es el correo postal de esta época y en la pasada había gente que incluso se enamoraba por carta. Pues sí, gracias por el apoyo y por darme horas de lectura vía smartphone. Qué sería de nosotros ahora sin esos cacharrillos? He seguido vuestros blogs aunque no haya comentado, os vigilo, je, je. De todos, me ha hecho especial ilusión el nacimiento de ese hijo fruto del amor entre la Land y la Mansion de la Colina. Ese homenaje a Tito Neil y a Frías, ese calentamiento previo al encuentro del año, ese abrir el apetito y camelarte para que no puedas decir que no vas, que te lo vas a perder. Ese "Only castles burning" es una maravilla, un placer. El título no puede ser más acertado y el contenido de mayor calidad. Además parece abierto a todo aquel amigo que esté impregnado del espíritu rustie y se deje llevar aún por la fiebre del oro. El blog parece que tendrá fecha de caducidad, o no, quién sabe, así que tendremos que disfrutarlo mientras podamos y si somos bienvenidos aportar nuestro granito de arena. Y nada más, no dejéis de visitarlo, de colaborar y de comprar vuestro billete a Frías, porque "The waters going down it's a mighty tight... squeeeeeeeeze"!.
Ya estamos de vuelta con el concurso de la Isla,
esta vez como podéis suponer por el título va sobre otra de mis bandas de
cabecera, The Who. Para el tercero ya lo tengo claro, Neil Young será el
protagonista absoluto y caerá más o menos antes del gran evento del año, el
Rust Fest de Frías. El concurso da pistoletazo hoy mismo y se cerrará el 12 de
Diciembre, más que nada para qué el ganador pueda disfrutar de su premio estas
mismas Navidades. Así que tenéis prácticamente un mes para contestar. El regalo es
de verdad y es cojonudo, que se lo pregunten al afortunado ganador del concurso
anterior “Kinkinízate” Joserra Rodrigo. Las bases son sencillas, se deben
contestar las 10 preguntas y enviarlas dentro del plazo de tiempo establecido
al correo de la isla: www.nikochanisland@gmail.com. El día después del cierre se hará el recuento
de aciertos, en caso de empate ganará aquel que sea follower del blog, si
continúa el empate será el azar y la mano de mi pequeña Arlet quién decida. Me
pondré vía mail en contacto con el ganador, este me dará su dirección y para
allá irá el premio pero yo no desvelaré el nombre del ganador hasta que éste me
envié una foto suya con el flamante galardón, por supuesto saldrá en un post en
tamaño grande (podéis poneros una careta si pensáis no ser dignos de salir en
mi humilde morada). En el concurso anterior “sólo” hubo 19 participantes,
espero que esta vez haya alguno más. No está vetado ni mi hermano Black Meeple,
ni mi archienemigo Guzzest, ni el ganador del concurso anterior. Así que os
deseo a todos suerte y espero que el premio guste, qué digo, cómo no va a
gustar? Os dejo con las preguntas, a por ellas terrícolas!
1.- Quién fue y a qué grupo pertenecía el “substitute” a la
batería del mítico Keith Moon, una vez que éste pasó a ser fiambre?
2.- En la magnífica compilación Odds & Sods, cada
miembro del grupo lleva un casco de Fútbol Americano con una letra, las letras
forman la palabra R-O-C-K. Qué letra lleva Pete en su casco?
3.- Saben ustedes terrícolas cual es mi disco favorito de
The Who?
4.- Phil Daniels es famoso por haber sido el mod Jimmy, por
salir en el culebrón Eastenders y por protagonizar el videoclip de una de esas canciones
noventeras que te saltan la boina, sabrías cual?
5.- Antes de la llegada de Moon, se llamaron The Deutors,
luego pasaron a Who, pero durante un periodo corto de tiempo llevaron otro
nombre con el que editaron el single “Zoot suite/I'm the face”, cual?
6.- Qué cantante/actor fue el “Bellboy” del pelicularro
Quadrophenia?
7.- Con que grupo compartían al productor Shel Talmy los Who
al principio de su carrera?
8.- Qué famosa cadena hotelera estadounidense tiene vetada
la presencia de The Who o cualquiera de sus miembros de por vida en sus
establecimientos?
9.- Es mítico el riff de “Sparks” de Tommy, pero tuvo un
antecesora, ese riff ya lo habíamos oído antes. En qué canción escuchamos una "sparks" en pañales?
10.- Quién es el papá del terrícola responsable de aporrear
la batería durante la grabación de la vuelta de The Who en 2006 con el
excelente “Endless Wire”?
THE KINKS
ARTHUR (1969)
BRAINWASHED
ARTHUR (1969)
BRAINWASHED
Los hermanos Davies
durante la época que va de 1966
a 1971 firmaron media docena de obras maestras del
pop/rock de todos los tiempos, amén. Eso, de entrada, les engloba dentro del
círculo privilegiado de bandas míticas y coetáneas que vivieron una época
creativa inigualable y que firmaron también muchas obras maestras consecutivas.
Hablo de mis otros tres admirados grupos británicos: Beatles, Stones y Who.
Estos tres y The Kinks son indispensables en la vida de cualquier bicho
viviente del planeta y sólo con sus canciones uno puede darse por satisfecho
toda la vida. Aún podría decir más, bueno, yo no lo dije, se lo dijo anónimo E
a Joserra quién el otro día me lo hizo llegar a mí: “Se pueden vivir vidas
infinitas inmerso en esos discos; a veces, salir de ellos es una pérdida de
tiempo”. Esos discos,
son los seis discos míticos de The Kinks: Face to Face, Something Else, Village
Green, Arthur, Lola y Muswell Hillbillies. Bueno, 6+1, pues Percy es una debilidad marciana de belleza
incalculable. Mi favorito? Pues “Something else”, por motivos sentimentales no
por otra cosa porque a nivel de calidad cualquiera de los seis podría ser mi
predilecto en un momento determinado. Sin ir más lejos ando redescubriendo
“Arthur (or the decline and fall of British Empire)” estos días, y reconozco
estar como un niño con zapatos nuevos. Era tan bueno ayer o ha mejorado hoy?
No, no, era así de bueno pero un servidor lo tenía algo olvidado. Superar al
“Village” era francamente difícil, era una ardua tarea sólo alcanzable a
genios, claro que los Davies, lo son. Ray Davies seguía con la idea de hacer
álbumes conceptuales que acabarían derivando en óperas rock, pero en este caso
la vida de Arthur Morgan (inspirado en su cuñado), fabricante de alfombras, dio
pié al séptimo álbum de la banda, “Arthur”.
The Kinks -
“Arthur (or the decline and fall of British Empire)”: 01.- Victoria/ 02.- Yes
Sir, No Sir/ 03.- Some Mother's Son/ 04.- Drivin'/ 05.- Brainwashed/ 06.- Australia/
07.- Shangri-La/ 08.- Mr. Churchill Says/ 09.- She's Bought a Hat Like Princess
Marina/ 10.- Young and Innocent
Days/ 11.- Nothing to Say/ 12.- Arthur.
El disco nace con la
dificultad de intentar vender más que el “Village” que aunque hoy es
considerado una obra maestra, en su momento no se comió un rosco. Tampoco
ayudaba mucho que el single “Plastic man” que a un servidor le parece la
repanocha no entrará en las listas cosa que en la época te daba muy poca
vidilla. Este single, por cierto, no entró finalmente en el álbum aunque sí en
sus posteriores reediciones. Ray estaba enfrascado en producir el disco de los
Turtles y por último estaba el cambio de formación pues el bajista Pete Quayfe
abandonó el barco siendo sustituido por John Dalton. Vamos, viento a favor no
tenían. Pero así es la historia de los Davies, siempre al revés de todo el
mundo, siempre a destiempo, o antes o después, nunca fueron amigos de seguir el
rollo a las historias musicales, a los chismorreos, nunca jugaron al juego como los Who o los
Stones, y claro, siempre quedaban relegados a favor de estos. En realidad
“Arthur” debía ser la banda sonora de una serie de televisión creo recordar, de
este dato no estoy muy seguro, pero finalmente la cosa se torció y de nuevo Ray
Davies que ya se había llevado un chasco con el “Village” pues él quería un
disco doble del copón (no le dejaron y luego vino el White Album y más tarde el
Exile y otro grandes dobles de la historia, ya digo, siempre a destiempo), tuvo
que aguantarse y tirar pa'lante. El disco saldría sí o sí. “Driving” fue el
primer sencillo con el mítico “Mindless child of motherhood” de cara b (que no
entró en el disco) y le siguió “Shangri-la”. En yanquilandia con buen tino
eligieron “Victoria” y “Brainwashed” de cara b (ese lo quiero para ayer!). Pero
dejemos los singles y centrémonos en el LP, esa maravilla artística, bonica del
to, con desplegable interior y figuritas troqueladas de la reina Victoria,
diseño gráfico sensacional del ilustrador Bob Lawrie. Y sí, vienen la “lyrics”
y ese canguro-boxeador! Yeah!
En mi modesta opinión
The Kinks muy pocas veces suena mejor que en “Arthur”, bueno sí, como banda
creo que en el “Muswell Hillbillies” estaban insuperables pero lo que se cuece
en “Arthur” es una receta mágica y secreta. De las letras y el sentido que le
da Ray a ellas en las canciones hay muy poco que decir pues es un maestro en contar
historias corrientes, es un genio casi inigualable pues hay muy pocos artistas capaces de eso. Tres,
cuatro más? Y sí, ya sabemos todos quienes son, pero Ray tiene un talento
especial. Aquí se combinan desde el principio el buen tino en las letras con
esa base rítmica acojonante y un Dave inspiradísimo. Ese riff mágico y
londinense abre el disco con “Victoria” y Ray cantando fantásticamente
adormilado, la canción va cogiendo volada y entre los redobles, ese estribillo
y el sólo de Dave ya nos ha llevado al huerto. God save the Kinks terrícolas! “Yes
sir no sir” no tiene un inicio muy Kink, pero joder, qué cancionaca. Una de mis
favoritas. De nuevo la guitarrica de Dave me pone los pelos de punta, está muy grande en este disco. Es una canción muy british, con ese puente a lo Small
Faces y esos vientos Beatlelianos… Tremenda canción. “Some mother’s son” tiene eso que me vuelve
loco, tiene melodía, tiene ese ritmo decadente y amoroso que sirve para
llevarnos de la mano a ese “Driving” de ensueño, sólo por esta joya ya valdría
la pena comprar este disco. Qué canción! Se puede ser más bueno? Y de la dulzura
a la psicodelia de “Brainwashed”…, se me van las piernecicas, qué ritmo! Ostias,
siempre he pensado que esos dos trallazos seguidos son la bomba, por cierto si
escucháis bien el riff de guitarra de Dave os daréis cuenta de donde sacaron
ese “Song 2”
los Blur. Y no tengo nada más que decir. Y seguimos para bingo, esto es un no
parar, Austraaaliaaaaaaaaaa…… Esos
coros, esa guitarra, esa voz doblada de Dave, ese estribillo nasal a lo Small
Faces…
Aroma British total,
hay algo más británico que esto? The Kinks son el té de las cinco, son la Union
Jack, son los autobuses dobles, son las cabinas telefónicas…., ellos son
England. “Australia” es una locura de canción, con ese final muy a lo “Exile”
Stoniano, mucho antes del exilio en la calle Main de sus satánicas majestades
(Austraaaalia, Austraaaalia…). No nos dan descanso los putos hermanos Davies,
de trallazo a trallazo, de POM a POM. Ahora toca “Shangri-la”. Una puta obra maestra.
Tal vez, con “Arthur” es la canción del disco. Cuando Dave dobla la voz se me
ponen los pelos de punta y el estribillo? Shangri-laaaaaa, Shangri-laaaa,
Shangrilaaaaaaaaaa. “Mr Churchill says”
es una genialidad de esas que te dejan boquiabierto, todo parece ir como la
seda y luego llegan las sirenas y la cosa se pone calentita (esos cambios de
ritmo los tiene bien aprendidos el bueno de Jack White…), la guitarra
rocanrolera/aflamencada de Dave me la pone dura oigan y de ahí a “She’s bought
just like a princess marina” que es un despipórrensen, con ese inicio a lo “Barry
Lindon” y ese final locuelo de vodevil. Tremendo. Luego llega el baladón kinkiniano
“Young an innocent days”, simplemente bello que nos encamina al final del
discarro, antes de eso llega “Nothing to say” que abre con el magnífico piano
de John Gosling que lo borda en todo el disco, al que habían fichado para este
trabajillo y acabó como miembro de pleno derecho de los Kinks más adelante. Y
para terminar, ese cañonazo que es “Arthur”… Don't
ya know it, don't ya know it!!! Estos
Kinks son la leche, se marcan uno de los mejores discos de la época y pasan
desapercibidos pero si uno escucha atento se da cuenta de que lo hecho después
por otros grupos en el 70, 71 se lo deben a este disco, y ya no digo en los
noventa aquel britpop. No tiene nada que envidiar a obras mejor consideradas de
la época, claro que lidiar con el “Abbey Road”, “Tommy” y el “Let it bleed” es
difícil. Además están los descartes que aparecen en la versión remasterizada:
Plastic Man, King Kong, y maravillas de Dave como “Mr shoemaker’s daughter”,
“This man he weeps tonight” y “Mindless child of motherhood”. Si con todo este
rollo que os acabo de soltar no salís a la calle a compraros el disco tendré
que teletransportarme y desintegraros sin piedad. “Arthur” es uno de los
mejores discos de final de los sesenta, uno de los mejores de las Islas
Británicas, uno de los mejores de The Kinks. Un cinco estrellas, una obra maestra, un puto clásico
nikochiano.
Hace unos días y por culpa del de siempre con su magnífica sección por la cual mataría acabé rendido a ese disco crepuscular que es “Pat Garret & Billy the Kid” (73), cosa bonica y tremenda donde las haya. Un par de escuchas y ya me tenía entregado otra vez más al gran Bob. Joder, menuda droga!. Pero esto no va de ese disco, bueno sí, pero va de una de sus canciones, de esa joya llamada “Knocking on heavens door”. Tal vez una de las mejores canciones que uno haya escuchado en la radio tropecientas veces, a pesar del número de escuchas uno no se cansa de retomarla y amarla una y otra vez. La original de Dylan es perfecta, le salió redonda la jugada. Una obra maestra dentro de una pequeña y oculta obra maestra. De eso se dio cuenta mano lenta, y el cabronazo la hizo suya sin piedad, vistiéndola con las telas del otro Bob, y es que el ritmo reggae le sienta de maravilla: Bob & Bob de la mano de Clapton, y Clapton, claro, is God. Aquella versión podría haber estado en mi disco favorito de Eric, sí, aquel “461 Ocean Boulevard” pues el reggae allí está muy presente, pero no lo está, apareció en el 75 como single y ahora es fácil encontrarla en cualquier recopilatorio al uso de Clapton.
Por generación, por comercial, porque enganchó a las masas en los noventa, la tonadilla de Dylan se reinventó y escaló las listas de la mano de Axel Rose y sus Guns N’Roses que la colocaron en su “Use your illusion II” (91). Los “Guns” y esto puede que suene a sacrilegio nunca me han llevado al huerto. Sí, su debut del 87, el “Appetite” es una POM, de eso no hay duda, y los ”Illusion” están bien pero no acabo de conectar del todo con esta banda. Es la verdad, para qué mentir. Me gustaban las versiones que hacían y me gustaba la guitarra de Slash pero en general me resultaban algo cargantes. La verdad es que su versión de “Knocking on heavens door” es acojonante y me pone los pelos de punta. Así que os dejo con su directo en el homenaje a Freddy de Wembley allá por el 92 y que os vaya bien la coverización. Saludos terrícolas.
1.- The Great Lost Kink Album (73)
2.- Face to Face (66)
3.- Something Else (67)
4.- Arthur (69)
5.- Sleepwalker (77)
6.- Preservation Act I (73)
7.- Lola Vs The Powerman (70)
8.- Schoolboys in Disgrace (75)
9.- Muswell Hillbillies (71)
10.- Low Budget (79)
2.- Face to Face (66)
3.- Something Else (67)
4.- Arthur (69)
5.- Sleepwalker (77)
6.- Preservation Act I (73)
7.- Lola Vs The Powerman (70)
8.- Schoolboys in Disgrace (75)
9.- Muswell Hillbillies (71)
10.- Low Budget (79)
Cuando tristemente alguien decidió
eliminar la aplicación online “Picnik”, a este marcianito le
dejaron tocado. Era una herramienta muy útil. Un programa excelente,
completito y fácil de usar para manipular fotos que no hacía falta
instalar pues se accedía a él por medio de su página web. Una vez
eliminado tuve que buscarme las castañas y acabé dando con un
aplicación muy similar que me permite manipular las foticos que
acaban saliendo en la Isla. Es por tanto “iPiccy” una herramienta
básica para la bloguería. Nada de instalaciones, nada de
quebraderos de cabeza. Subes la foto, le metes mano, la recortas, la
giras, le pones filtros, la mangoneas un poco más, la envejeces, la
comiqueas o lo que te salga del badajo. Luego guardas y publicas. Más
fácil imposible. Para mí un utensilio de este tipo me parece
básico, vital, pues aquí este marcianito publica el blog no sólo
desde casa, a veces incluso desde otra galaxia y es necesario tener
alguna buena herramienta a mano además de entre las piernas. Ésta lo es, la otra también. Y nada más, quería
compartir con todos vosotros esta pequeña joyita gratuita que os
resolverá más de un problema ya que he salido bien escaldado de la crítica cinéfila sobre Ridley Scott. Joder, qué queréis, a mí me gustó.
La astronave comercial Nostromo con sus siete tripulantes hibernando se disponía a volver a la Tierra cuando una señal de origen desconocido que se repetía cada 12 segundos cambia el rumbo de la nave y sus prioridades. La tripulación es despertada y deben comprobar qué y de quién es la señal. Tres de los tripulantes avanzan por el rocoso planeta y descubren una gigantesca nave de origen extraterrestre, avanzan por su interior y descubren una forma de vida, seguramente el piloto de la nave, totalmente fosilizada. Lleva mucho tiempo allí y no son capaces de saber que es exactamente, al lado de ese descubrimiento encuentran un gran agujero, por el que baja uno de ellos. Allí hay una cantidad abrumadora de lo que parecen ser huevos, en su interior hay vida. Uno de esos huevos eclosiona y de él sale una especie de cangrejo con cola que se adhiere a la cara del terrícola, paralizándolo, dejándolo en coma pero suministrándole oxígeno. Los otros dos humanos llevan al herido a la nave y a partir de aquí creo que todos conocéis lo que le pasa a la tripulación del Nostromo, a la Teniente Ripley y al misterioso Octavo pasajero. Eso era Alien. La mejor película de ciencia ficción/terror de la historia que aún siendo de 1979 aún hoy no ha sido superada. Su director Ridley Scott firmó una obra maestra y a partir de aquí el universo “Alien” fue creciendo en diversas películas, dirigidas por diferentes grandes directores, cada uno con su estilo, sus neuras y sus manías, pero todos fieles a la idea base que hicieron de esa Quadrilogía una obra imprescindible para los amantes del género, como es mi caso.
Como digo, “Alien” (79) de Ridley Scott es insuperable, ninguna de sus secuelas ha podido superarla pero ojito, que los otros tres films son cojonudos, mantienen el tipo y aportan un extra a la historia. James Cameron retomó la historia en 1986 con “Aliens”, en el 92 David Fincher entregó la tercera entrega que parecía el fin, fue algo polémica la cinta pues a Fincher le recortaron casi 40 minutos al inicio que al verlos resultan imprescindibles. Peliculón nada bien considerado. Finalmente cerró la saga en 1997 Jean Pierre Jeunet con “Resurrection”. Tal vez la más floja de todas pero desde luego para nada mala película. Un servidor como buen seguidor de la saga no tardó en hacerse con el pack “Quadrology” de hace unos años y en un acto de locura un fin de semana torturé a mi esposa viendo el primer film normal y luego versión extendida, el segundo normal y luego versión extendida y así hasta llegar al cuarto versión extendida y final algo distinto. Por supuesto las entrevistas, los making off, los diseños, la evolución del “alien” etc, etc… no faltaron a la cita. Así pues cuando llegó la noticia de que Ridley Scott quería cerrar el círculo y retomar Alien casi todos los fans nos alegramos pero también nos acojonamos pues daba miedito que la cagara. El proyecto era “Prometheus” y al parecer sería una especie de precuela con vida propia.
El sábado pasado visualicé el nuevo film de Ridley Scott. Mi opinión? Pues que a pesar de saber lo que va a pasar y aún teniendo algún que otro personaje flojete el resultado es francamente notable. No es mejor que Alien (79), obviamente, pero no es peor que las otras tres películas de la saga. Es una precuela? Sí. Pero una vez enlaza con la “Alien” original decide tomar un camino paralelo para montar muy posiblemente una trilogía propia. En eso nada ha cambiado, la pasta es la pasta. No molaría que James Cameron hiciese la segunda parte de Prometheus? Sería la leche. Pero bueno, vamos al caso. El origen de la especie humana, su creación parece tener una respuesta en un sistema extrasolar, concretamente en una luna de un planeta extraño. La corporación Weyland (la misma que hace volver a Ripley al planeta que casi acaba con ella en Aliens) crea una misión para descubrir ese origen y saber quién creo al ser humano. La nave Prometheus llega a su destino y por supuesto descubre el pastel. Existe una raza similar a la humana pero de un tamaño mucho mayor y una tecnología descomunal capaces de dominar el tema adn y crear especies nuevas. Esos tipos nos crearon pero no hay rastro de ellos. Los tripulantes descubren que esos seres estaban creando otra especie alternativa, una especie de gusanos/cangrejos que acaban atacando a la tripulación. Resumiendo: esos creadores de los humanos se disponían a enviar a esa especie “asesina” a la Tierra para destruirnos, porqué? Ya lo explicarán en otra ocasión. La cosa es que uno de esos “creadores” sigue vivo, intenta salir con la nave hacia la Tierra pero finalmente es destruido y su nave con los bichejos acaba estrellándose, toda la tripulación muere excepto la protagonista y el androide…. Y el bichejo que se mete en el cuerpo del “creador” y acaba por convertirse en el “Alien” que conocemos. Cienciaficción pura y dura, de filosofía barata nada de nada. No profundiza en la metafísica ni en los porqués. Mejor.
El nexo de unión reside en el momento cuando en “Alien” reciben esa señal de socorro/alerta que viene de la nave del creador al que llaman “ingeniero”. Vemos la nave hecha trizas, la misma que descubren luego los de la “Prometheus”. Vemos los huevos de Alien como los vimos en Prometheus. Así que de ahí viene todo. El androide y la superviviente acaban tomando otra nave alienígena y van en busca de esos creadores, de los ingenieros, por ahí seguirá la nueva saga. En cambio, años más tarde la teniente Ripley a bordo de la Nostromo aterrizaría para responder a una llamada de socorro. Todo muy bien ligado y todo muy en la misma línea. En cuanto a los actores, todos cojonudos. Diez absoluto para el androide interpretado por Michael Fassbender y un notable para la nueva heroína espacial, Noomie Rapace. La estética, acojonante, todo muy “alien”. Y el director retomando el buen pulso, y dándonos lo que queríamos. La verdad es que sean mejores o peores las películas, la estética de los films de Scott es impecable y este film no es menos. Respuestas y una nueva aventura. Muchos la criticarán por no llegar al nivel de “Alien” pero cuantos films lo ha hecho desde entonces? Ya os lo digo yo, ninguno. Digna sucesora o precuela, dignísima película con grandes momentos, con escenas memorables y con su justa tensión terrorífica. Y aunque a partir de ahora se aleje de mi “Alien” tengo unas ganas tremendas de ver ese segundo film de “Prometheus”. Por cierto, el ejercicio de ver “Prometheus” y al día siguiente la “Alien” original no tiene precio, seguiremos con toda la quadrilogía one more time. Ridley Scott cerró el círculo casi cuarenta años después. Agradecido le estoy.
Como estoy sin un centavo he
seguido rebuscando en mis estanterías libros interesantes que por una razón u
otra cayeron en el olvido. Hace un par de semanas encontré “Cómo me quedé
calvo” del joven escritor holandés Aaron Grunberg que vete tú a saber quién me
lo dejó que yo, además de quedármelo vilmente, abandoné y olvidé sin remordimiento
alguno. Recuerdo que me interesé por él debido a la curiosa historia de su
autor. Vamos por partes, el tal Aaron Grunberg es muy conocido por la tierra de
los tulipanes, aunque yo, la verdad, no sabía quién era. El tipo firmó este
libro bajo el pseudónimo de Marek Van der Jagt, que es el mismo personaje que
protagoniza el libro en cuestión, así que el artefacto se presentó como una
especie de autobiografía de un nuevo autor. La historia fue ganado adeptos y se
comenzó a buscar al tal Van der Jagt. Tenía dirección postal e incluso salía
una foto suya en la primera edición del libro. Pero el de la foto no era
Grunberg, tampoco Marek, al parecer era un tipo al que Grunberg hizo una foto
en sus vacaciones y plantó su jeto allí, en la contraportada. El libro de Van
der Jagt fue nominado a varios premios, se rumoreaba que era de Grunberg aunque
él lo negaba rotundamente pero algunos estudiosos decían que estaba claro que
su estilo era el mismo y que con total seguridad eran la misma persona. En
efecto, al ganar no sé que prestigioso premio, Grunberg, reconoció con regocijo
la autoría de la novela. Yo me enteré de todo esto y pedí (o robé) el libro a
alguien, no recuerdo a quién, pero después de mi fechoría, como dije, lo
abandoné a su suerte. Hace unas semanas lo rescaté y en una tarde me lo zampé.
La verdad es que me ha decepcionado un poco la búsqueda del amour fou, junto a
su extraña familia y su mini-pene. Por momentos la historia engancha y tiene gracia
pero acaba flojeando en mi modesta opinión. Si alguien que me conoce lee esto y
se acuerda que su estimado libro desapareció que alce la voz y este humilde
marciano se lo devolverá rápidamente. Y nada más, tal vez ha sido el primer resbalón
de media docena de libros que en estos últimos meses me han encandilado, ahora
espero una nueva remesa en mi próximo cumpleaños terrícola que está a la vuelta
de la esquina y claro, tengo intención de hacerme con dos libros de blogueros
de postín: “La muñeca rusa” de Juan Miguel Contreras (Caimán sincopado) y “En
los antípodas del día” de Gonzalo Aróstegui Lasarte (Ragged Glory). En eso
estamos terrícolas.
MUMFORD & SONS
BABEL (2012)
WHISPERS IN THE DARK
BABEL (2012)
WHISPERS IN THE DARK
La
Tempestad arrasó con todo. Pero no hablo de la devastadora “Sandy”
si no más bien del “Tempest” de Dylan. Desde que llegó a mi
hogar en Septiembre ha dejado sin respiración a cualquier otro
artista, ahogando sus canciones e inundando sus proyectos que
lógicamente, en mi hogar, no han conseguido salir a flote. Como
suele decirse, después de la Tempestad viene la calma, así pues los
discos que un servidor dejó reposar están entrando con calma y paso
firme en mi humilde morada. La calma, la clase y el savoir faire lo
pone Van the Man con su magnífico disco (otro más), la decepción
la ponen los Band of Horses que como sabéis no han llegado a
engatusarme, el goce lo pone Tito Neil, y la sorpresa, y sí, leéis
bien, sorpresa, la ponen los londinenses Mumford and Sons con ese
siempre difícil segundo disco. No lo tenían fácil Marcus Mumford y
sus muchachos pues su puesta en escena del 2009, aquel maravilloso
“Sigh no more”, gustó a propios y a extraños. No conozco a un
solo terrícola que habiendo escuchado el disco no le haya llegado al
alma. Fue la sorpresa de final del 2009 principios del 2010, pero era
un hype? Serían ese típico grupo de un sólo disco, sería su
segunda obra una pifia o sería la confirmación de algo grande,
poderoso y coqueto? Chi lo sa. Las críticas leídas me dejaban
extrañado pues todos aquellos que los habían alabado ahora les
daban cera por doquier, luego vino mi primera escucha que me dejó
tibio pero ojo, que estaba bajo el influjo del maestro de Duluth y
ese encantamiento no se lo quita uno de encima así como si nada. Una
vez repuesto del embrujo de Bob me decidí a darle otra oportunidad
al disco de los Mumford porque su debut me la puso dura, su debut me dio felicidad y tardes de gloria, porque aquel era un disco muy bueno
joder, tenía lo que tenía, estaban “Sigh no more”, “The
cave”, “Winter winds”, ah! Y “Little lion man”, Oh! Qué
delicia, y ese banjo, esa mandolina, esa voz poco habitual, ese
americanismo londinense.... Pues sí, le dí una segunda escucha y me
supo a gloria....
Mumford & Sons - “Babel” (2012): 01.- Babel/ 02.- Whispers In The
Dark/ 03.- I Will Wait/ 04.- Holland Road/ 05.- Ghosts That We Knew/
06.- Lover Of The Light/ 07.- Lovers' Eyes/ 08.- Reminder/ 09.-
Hopeless Wanderer/ 10.- Broken Crown/ 11. Below My Feet/ 12. Not With
Haste.
Ahora
es cuando no es que me moje es que me tiro al Tamesis de cabeza, o
no, mejor de bomba que uno está mayor y no quiero darme un
barrigazo. Ahora es cuando lo suelto y me quedo tan pancho. Sí,
“Babel”, es mejor que “Sigh no more”, sin duda alguna. Mejor
en términos gererales, mejor acabado, más grande, con mejores
canciones, sí, lo que leéis.Tremebundo aunque esa no era la palabra
que buscaba, la palabra, es, joder, épico. Sí, suena poderoso y
ambicioso, le dan aquello que le faltaba a “Sigh no more”, le dan
esa fuerza que tienen en directo pero que a su debut parecía
faltarle. Desde el inicio con “Babel” refuerzan aquello que nos
ofrecieron en el debut, un inicio de traca con un poker de canciones
de esos que te dejan con la boca abierta y el culo prieto, a saber:
Babel, Whisper in the dark (que a mi hija le encanta, se pone
bailonga con ese tremebundo final), I will wait y Holland road.
Banjo, melodías exquisitas que hacen que los pies se nos vayan
solos, mandolinas, y esa Holland Road, qué maravilla, qué
preciosidad. Como digo ese inicio te hace saltar la boina, fijo.
Mejoran como grupo y como escritores, hay más que buen ritmo y
melodías en las canciones, hay mensaje y hay magia. “Ghost that we
knew” y “Reminder” son unas joyitas escandalosamente bellas. Y
“Broken crown”, OOOOh! Y ese final bonico del to con “Not with
haste”... , delicioso. Los Mumford and Sons además de haber parido
dos discos cojonudos tienen el honor de estar entre las nuevas bandas
que encandilan al gran Bob, al maestro Dylan y eso no es moco de
pavo. Esto es un discazo y punto.