A principios del siglo XXI apareció la enésima banda inglesa que nos salvaría del aburrimiento y la mediocridad, su nombre, The Libertines, formada por Carl Barat, Pete Doherty, John Hassall y Gary Powell, y como muchas otras bandas del momento las referencias no eran otras que Clash, Jam, Kinks, Smiths, pasado por la descomunal batidora inglesa, así apareció en el 2002 el buenísimo disco “Up The Bracket” reviviendo el garage rockero como otros grupos de la época como Strokes y White Stripes pero sin renunciar a la formula mas popera estilo Supergrass y es que la referencia al Britpop es obvia, gran disco, buen debut, pero lo que nos esperaba era de aúpa, en 2004 sacan el disco “The Libertines”, pelotazo en las pelotas de estos inglesitos, peligroso segundo disco de reafirmación, buenísimo, tremendo, se respira rock británico por todas partes, el talento del señor Doherty explota definitivamernte, como también explota su relación con la otra cabeza visible del disco, Carl Barat, y de ese pique deriva este discazo, una prueba, la canción “Can’t Stand Me Now”, dinamita para los oídos, hacía muchísimo tiempo que no escuchaba nada así, y el disco sigue por unos caminos espectaculares, lección de rock. Al parecer les costó digerir el éxito, las peleas fueron a mas, pero lo que acabó de joder al grupo fue el propio Doherty, y es que el amigo Pete además de alcohólico redomado empezó a darle a la heroína y a todo lo que se le pusiera por delante, relación de portada con Kate Moss, escándalo tras escándalo, juicio tras juicio, la imagen de Dogerty era deplorable, patética, un yonqui jugando a estrella del rock, perdido, sin rumbo alguno.
Irremediablemente el grupo se disolvió, y el amigo Barat se buscó la vida y formó Dirty Pretty Things junto al también exlibertine Gary Powell, un disco, y no del todo bueno, “Waterloo To Anywhere” no suena mal, pero la mano de Doherty no se encuentra por ningún sitio y es que Pete es muy bueno, tal vez demasiado, es un genio pero aún no es consciente, así pues discreta aparición de Barat. Por otro lado, Doherty forma Babyshambles, y nos entregó en el 2005 un disco que es un paja mental, una prueba de cómo era la vida de Doherty, un caos, pero que caos, aún en ese desorden, desorganización y cosas a medio hacer encontramos buenas canciones en “Down In Albion” como “La Belle Et La Bete” y “Fuck Forever”, pero el disco es flojo, y la vida de Pete se hunde, y hunde, parece que a veces Doherty quiere morir como un grande del rock, ser un uevo mito, a veces parece que es todo una pantomima, y a veces, simplemente lo que parece es un drogadicto algo retrasado.
Por suerte algo mas centrado, comienza a grabar en 2007 un nuevo disco, se reúne con Barat para alguna actuación cosa que deja una posibilidad de reunificación, y despacha “Shotter’s Nation”, muy buen disco, calidad, le sobra, canciones tremendas como “Side Of The Road”, “Baddies Boggie”, “There She Goes”, “You Talk”, y “Delivery”, que suenan a tradición inglesa, suena y mucho a Kinks, sólo hace falta escuchar las tres últimas antes citadas, un prometedor segundo disco, un prometedor retorno de Doherty, y esperamos mas, y mejor, esperemos que el chico se centre y nos entregue grandes discos, al menos en su cuenta ya lleva un par de ellos.
A principios del siglo XXI apareció la enésima banda inglesa que nos salvaría del aburrimiento y la mediocridad, su nombre, The Libertines, formada por Carl Barat, Pete Doherty, John Hassall y Gary Powell, y como muchas otras bandas del momento las referencias no eran otras que Clash, Jam, Kinks, Smiths, pasado por la descomunal batidora inglesa, así apareció en el 2002 el buenísimo disco “Up The Bracket” reviviendo el garage rockero como otros grupos de la época como Strokes y White Stripes pero sin renunciar a la formula mas popera estilo Supergrass y es que la referencia al Britpop es obvia, gran disco, buen debut, pero lo que nos esperaba era de aúpa, en 2004 sacan el disco “The Libertines”, pelotazo en las pelotas de estos inglesitos, peligroso segundo disco de reafirmación, buenísimo, tremendo, se respira rock británico por todas partes, el talento del señor Doherty explota definitivamernte, como también explota su relación con la otra cabeza visible del disco, Carl Barat, y de ese pique deriva este discazo, una prueba, la canción “Can’t Stand Me Now”, dinamita para los oídos, hacía muchísimo tiempo que no escuchaba nada así, y el disco sigue por unos caminos espectaculares, lección de rock. Al parecer les costó digerir el éxito, las peleas fueron a mas, pero lo que acabó de joder al grupo fue el propio Doherty, y es que el amigo Pete además de alcohólico redomado empezó a darle a la heroína y a todo lo que se le pusiera por delante, relación de portada con Kate Moss, escándalo tras escándalo, juicio tras juicio, la imagen de Dogerty era deplorable, patética, un yonqui jugando a estrella del rock, perdido, sin rumbo alguno. 
Irremediablemente el grupo se disolvió, y el amigo Barat se buscó la vida y formó Dirty Pretty Things junto al también exlibertine Gary Powell, un disco, y no del todo bueno, “Waterloo To Anywhere” no suena mal, pero la mano de Doherty no se encuentra por ningún sitio y es que Pete es muy bueno, tal vez demasiado, es un genio pero aún no es consciente, así pues discreta aparición de Barat. Por otro lado, Doherty forma Babyshambles, y nos entregó en el 2005 un disco que es un paja mental, una prueba de cómo era la vida de Doherty, un caos, pero que caos, aún en ese desorden, desorganización y cosas a medio hacer encontramos buenas canciones en “Down In Albion” como “La Belle Et La Bete” y “Fuck Forever”, pero el disco es flojo, y la vida de Pete se hunde, y hunde, parece que a veces Doherty quiere morir como un grande del rock, ser un uevo mito, a veces parece que es todo una pantomima, y a veces, simplemente lo que parece es un drogadicto algo retrasado. 
Por suerte algo mas centrado, comienza a grabar en 2007 un nuevo disco, se reúne con Barat para alguna actuación cosa que deja una posibilidad de reunificación, y despacha “Shotter’s Nation”, muy buen disco, calidad, le sobra, canciones tremendas como “Side Of The Road”, “Baddies Boggie”, “There She Goes”, “You Talk”, y “Delivery”, que suenan a tradición inglesa, suena y mucho a Kinks, sólo hace falta escuchar las tres últimas antes citadas, un prometedor segundo disco, un prometedor retorno de Doherty, y esperamos mas, y mejor, esperemos que el chico se centre y nos entregue grandes discos, al menos en su cuenta ya lleva un par de ellos.
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