"Silencio" es la enésima paja mental religiosa de Scorsese, auqnue se tiene que reconocer que sus pajas mentales acostumbran a ser grandiosas. Este nuevo film, adaptación de la novela de Shushako End, narra la historia de las persecuciones sufridas por los Jesuítas en el Japón del siglo diecisiete. De vez en cuando, el bueno de Martin deja su vena sanguinaria y se acerca a la espiritualidad, ya lo ha hecho otras veces y en todas esas ocasiones el resultado ha sido notable. Y notable es "Silencio", de eso no hay duda. Es íntima, dolorosa, reflexiva y silenciosa, puede que excesivamente larga y en ocasiones demasiado lenta, pero es muy bella. Las actuaciones son excelentes, ya sean la del protagonista Andrew Garfield, como la de secundarios de lujo como Adam Driver, Liam Neeson o Tadanobu Asano. Estamos ante un dramón muy bien explicado y que realmente llega a tocarnos el alma. Una manera inteligente de explicar cuando dos diferentes culturas y creencias se cruzan, y una intenta engullir a la otra. Es un film para creyentes, para entender esa creencia, esa lealtad ese amor por el Dios de cada uno, el cual calla a pesar de que se cometan lo actos más crueles imaginados, y en ese abandono, en ese silencio, como dicen en la película, se puede encontrar la auténtica fe.... Como digo, una película con mucho poso religioso pero también social. Martin Scorsese entrega otro film que con los años será considerado indispensable. Magnífica.
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